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Entradas etiquetadas como ‘frecuencia’

¡Vaya ejemplo de ciudad olímpica!

Por Laura Sánchez

Me remito a ustedes porque siempre han estado a pie de calle para contar las noticias del día a día. El miércoles 21 de agosto, sobre las 18 horas, tomé la línea 10 de Metro de Madrid como cada día para volver a casa. Hice transbordo en Alonso Martínez y cuando llegué al andén vi en las pantallas informativas que el próximo tren llegaría en ¡11 minutos! Metro de Madrid

¿Cómo es posible que en pleno mes de agosto, con tanta afluencia turística, a una hora punta y entre semana, los trenes puedan tardar tanto en llegar? Siempre he pensado que existe una huelga encubierta, aunque aún no he descubierto desde dónde viene la orden.

Pues bien, 11 minutos después, llegan los vagones repletos de gente y con una temperatura que debía superar los ¡35 grados! ¿Cómo es posible que hiciera más calor que en el propio andén? Más de 20 minutos resoplando, sin agua, sin nada para abanicarme… ¡y sin dejar de entrar gente!

Cuando llegué a mi parada (Alameda de Osuna), no lo dudé ni un segundo y me dirigí al personal del metro para comentarles el incidente. La única respuesta que obtuve fue: «ya nos han comentado el hecho otras veces y lo hemos hablado pero nadie nos hace caso«. Me pregunto quiénes son esas personas que deciden cuándo, dónde y por qué causar este malestar a los ciudadanos y turistas. ¡Vaya ejemplo de ciudad olímpica!

Señores, este metro lo pagamos los madrileños. Espero que no tenga que suceder nada malo para que tomen medidas.

Caos en la línea 9 del metro de Madrid

Por Vicente Núñez

Ayer la circulación de metro al sureste de Madrid colapsó. El tramo de la línea 9 entre Rivas y Arganda, o TFM, echó el cierre. Las explicaciones de la compañía se redujeron a alegar por megafonía «motivos técnicos». El caos fue completo y se enviaron a la estación de Vicálvaro efectivos de la Policía Nacional, probablemente para manejar una situación que amenazaba con transformarse en un motín.RIVAS

Cientos de viajeros quedamos abandonados a nuestra suerte sin que la compañía fuera capaz de acertar a informar sobre un transporte alternativo, sin saber si la línea 9 volvería a abrir al día siguiente. Cada uno volvería a sus casas de Rivas y Arganda horas después, por sus propios medios y con el metro cerrado indefinidamente.

La privatización del TFM ha traído consigo a esta parte de la línea 9 una desinversión y unos recortes en el número de trenes inaceptables. TFM es sinónimo de trenes abarrotados, frecuencias eternas, y cierres periódicos. Metro lo justifica por motivos de «demanda». Pero me pregunto yo: ¿Quién va a demandar un servicio de metro con averías constantes y frecuencias tercermundistas?

Metro… disculpas las mías

Por Sagrario

[Réplica a la carta ‘Mis disculpas’, página 17 de este PDF] Porque pese a tus paros subieron las tarifas, quitaron frecuencia de trenes, rebajaron horas de servicio, no te subieron el sueldo (¿no crees que ganas mucho aún si te quitan 500 euros mensuales y aún puedes perder más euros en paros?). Pero por tus paros hemos llegado muchos ciudadanos tarde a nuestros trabajos u obligaciones, porque entre supuestas averías eléctricas, que se accionen los frenos dejando los trenes parados en túneles durante horas, perros que corren por las vías (no había pasado nunca hasta ahora, ¡qué casualidad!), en fin, retrasos varios que ya no se los creen en las empresas y que nos han hecho cambiar de medio de locomoción, por eso, porque sólo piensas en lo que ya no te pagan, porque te quejas de que trabajas 365 días al año (lo cual no es cierto) sin pensar que hay mucha más gente como tú (policía nacional, guardia civil, vigilantes de seguridad, etc.), por todo esto, cada vez tu empresa ha ido teniendo menos clientes y menos beneficios  y,  por eso, como tú estabas tan descontento y has sido uno de los impulsores de la falta de clientes deberías pasar a ser integrante de la empresa más grande de España, la que tiene casi 6 millones de personas, el desempleo. Por eso te pido disculpas yo, porque deseo que sepas lo que es, que otros como tú te quiten calidad de vida al creerse con derecho a todo, perjudicando al resto de la ciudadanía, a los pocos trabajadores que aún quedan, a los parados, a los niños y jóvenes que van a estudiar y a los ancianos. Por eso te pido disculpas yo, porque espero seas compañero mío en esa empresa de 6 millones a la cual pertenezco yo por tu culpa.