Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘esperanza aguirre’

Reflexiones sobre las declaraciones de Aguirre acerca de los ‘sin techo’

Por José Antonio Pozo Maqueda

La dama de hierro

La candidata popular a la alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, condesa consorte de Bornos y grande de España, quiere desalojar de la vía pública de la capital  a las personas sin hogar.

Una vez más, la pretendida ‘dama de hierro’ del PP, hace gala del espíritu compasivo que la caracteriza con los más débiles y todo por una cuestión de imagen. Los ‘sin techo’ dan una muy mala imagen de la ciudad a los turistas que nos visitan. La idea de Aguirre incluso ha sido criticada por compañeros —sin duda mucho más compasivos que ella— de su propio partido.

—————————————————————————————————————-

Por Juan José Fuente Hidalgo

El colmo del cinismo

El colmo del cinismo es subir ahora al púlpito de una Iglesia, buscando votos, y decir que los derechos humanos se basan en la herencia cristiana, y al día siguiente querer barrer a los ‘sin techo’ que duermen en la calle porque ‘viven muy bien’. Así, mientras ella, presidenta de Madrid y condesa, se queja de no llegar a veces a fin de mes.

'Sin techo' en Madrid (JORGE PARÍS)

‘Sin techo’ en Madrid. (JORGE PARÍS)

Lo es exaltar la educación cristiana mientras dificulta el acceso a la educación, y hasta a la sanidad, de los más necesitados. Lo es proclamarse liberal e intentar a renglón seguido amordazar las manifestaciones contra su saqueo de la población. Lo es declarar la guerra sin cuartel a la corrupción cuando sus principales colaboradores en el Gobierno y en el partido están ya en la cárcel o en el juzgado. Lo es rodearse de un costosísimo cuerpo policial para defenderse y acusar a los agentes cuando no se pliegan a sus abusos.

El colmo del cinismo, hoy en esto más Grande de España que nadie, es Esperanza Aguirre y Gil de Biedma.

—————————————————————————————————————-

Por Ángel Villegas Bravo

Una vergüenza para Madrid

Esperanza Aguirre, candidata a la Alcaldía de Madrid por el Partido Popular, aboga por ‘limpiar’ las calles de Madrid (las del centro, fundamentalmente) de personas que duermen en las calles porque estas personas, ‘que no sobreviven, sino que tiene un buen vivir y que pueden pertenecer a mafias de extranjeros, dan una mala imagen y perjudican al turismo’. Quiere, también, ‘regular’ las manifestaciones en esas calles ‘porque dan mala imagen‘.

Sepa la señora Aguirre que no todos los madrileños tenemos la misma ‘sensibilidad’ que ella. Sepa que la mitad, aproximadamente, de esas personas son españoles, y haga algo por informarse con organizaciones, como Cáritas, por ejemplo, de por qué esas personas duermen en la calle.

Sepa, también, que ya tenemos una Ley Mordaza y diga, claramente, si es que quiere amordazar, aún más, a la ciudadanía. Y entérese, de una vez, que muchos consideramos que ella, Esperanza Aguirre, es una vergüenza para Madrid.

Los valores democráticos de Esperanza Aguirre

Por Enrique Chicote Serna

Una cosa hay que agradecerle a Esperanza Aguirre: la claridad con la que muestra sus valores democráticos en determinadas ocasiones. De todos es conocida la peculiar imparcialidad informativa que imprimió a Telemadrid durante toda su etapa de gobierno; tanta que a veces dudábamos de si los telediarios regionales los montaba alguien de su familia. Su repulsa a lEsperanza Aguirreos sindicatos quedó patente desde el principio en todos los medios, incluyendo algún vídeo de intimidación chulesca a pacíficas huelguistas. Hace poco pidió la dimisión del presidente del Tribunal Supremo por opinar que si no hay violencia el escrache es una manifestación de la libertad de expresión ciudadana, sin embargo, tiempo atrás, no recuerdo ningún reproche público a Díaz Ferrán tras ser condenado por chorizo; y cuando Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, fue acusado de pagar a sus trabajadores parte del salario en dinero negro la neoliberal prefirió no pronunciarse. Estaría tan ocupada en cazar talentos que ni se enteró de lo de su amigo.

Su última intervención pública ha sido para decir que hay que adelgazar el Estado. Aguirre -se la ve- quiere un solo estadito central, con policía, ejército y una gestoría con los fondos públicos justos para ayudar al mundo empresarial cuando el mercado falle. Todo lo demás son adherencias que hay que ir privatizando: sistema de pensiones, educación, sanidad, cultura… Como Margaret Thatcher, pero a lo (más) bestia.