Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘empresas’

¿Por qué no se puede viajar en el bus interurbano de Madrid con una maleta o el carro de la compra?

Por Silvia Arriscado

Me gustaría dar a conocer una situación que se está viviendo en algunos municipios de la Sierra de Madrid en relación al transporte público. Resido en Navalafuente y a diario me desplazo en transporte público hasta Madrid. La única línea de autobús que llega hasta el municipio es la 726 y dicho autobús no permite el acceso al vehículo con maletas ni carros de la compra, por lo que si el autobús es tu único medio de transporte y necesitas viajar con una maleta, no tienes alternativa.

Un autobús interurbano de la Comunidad de Madrid. (FOTO: ARCHIVO)

Esta situación está dejando en tierra a personas que van de viaje y a gente mayor que viaja al pueblo más cercano a hacer la compra. Después de varias reclamaciones a la compañía H. de J. Colmenarejo (grupo Interbus), su única respuesta es que los maleteros de los autobuses no están habilitados (aunque sí están dotados de maleteros).

Es incomprensible que se intente fomentar el uso del transporte público y en ciertas localidades no tengamos alternativa para ello. Muchas otras líneas de autobuses interurbanos de la Comunidad de Madrid disponen de maleteros facilitando el desplazamiento de los usuarios con cualquier tipo de equipaje.

Universitarios, lo difícil está por llegar

Por Lorena Corona

Universitarios en una clase (Atlas).

Universitarios en una facultad (Atlas).

La parte más difícil para los universitarios no son los exámenes finales o el Trabajo Fin de Grado. En realidad, la parte más difícil viene después de terminar la universidad.

Con el título en mano, lo único que nos queda es sumergirnos al mercado laboral. Para muchos, la búsqueda se nos torna muy complicada.
En los últimos años se ha incrementado el número de graduados que no logramos incorporarnos al mercado laboral. Ante esta situación, muchos acabamos trabajando en grandes multinacionales  a cambio de un sueldo tan pequeño que ni siquiera nos ayuda a cubrir nuestras necesidades básicas. Otros pocos, los que se lo pueden permitir, optan por continuar los estudios de postgrado para así adquirir más conocimientos y ser más competitivos dentro del campo laboral. Porque una carrera ya no es suficiente.

¿Qué hacer cuando nos encontramos en ese limbo que supone no tener la experiencia exigida por las empresas pero tampoco podemos acceder a contratos de prácticas? Conseguir un trabajo en esta época está difícil. Yo creía que con un título universitario sería más fácil trabajar, pero no es así.

Cada loco con su tema en el debate a cuatro

Por Carlos Carretero Legrand

Los cuatro candidatos a la Presidencia del Gobierno, en el debate a cuatro (Europa Press).

Los cuatro candidatos a la Presidencia del Gobierno, en el debate a cuatro (Europa Press).

Mariano Rajoy sigue con su promesa incumplida en la anterior legislatura, de bajarnos los impuestos. Además pretende convencernos de que los aforados no tienen un trato de favor a la hora de ser juzgados cuando son pillados robándonos.

Pedro Sánchez se ancla en su letanía de que su partido es el único de progreso y honradez, omitiendo que cuando gobernaron ellos dejaron el país en la más absoluta ruina.

Pablo Iglesias sigue con su sueño de quitar el dinero a los ricos para dárselo a lo pobres, olvidando que la historia nos recuerda que cuando se les tocan las narices a los ricos, estos hacen las maletas y se van, dejándonos muertos de hambre en el mejor de los casos, si no matándonos unos a otros.

Abert Rivera promete contratos fijos para todos los trabajadores, sin enterarse de que la estabilidad en el empleo nunca es fruto de decisiones políticas, sino de proteger a las empresas de forma que tanto los empresarios como los trabajadores sientan que tienen un aliado en los políticos  y no como ha ocurrido hasta ahora, que emponzoñan la vida laboral, legislando en favor de una u otra parte, en función de la ideología de turno.

No se puede consentir que la economía global esté al servicio del 1% de la población mundial

Por Pedro Serrano Martínez

En los últimos años se ha hablado mucho de crisis económica, pero, a sabiendas de que el problema no reside en la falta de riqueza en el mundo y de que la desigualdad ha alcanzado niveles intolerables, habrá que comenzar a hablar de crisis de desigualdad.

Un agente bursátil observa la evolución de las cotizaciones de la Bolsa de Madrid (EFE).

Un agente bursátil observa la evolución de las cotizaciones de la Bolsa de Madrid (EFE).

Que el 1% más rico de la población mundial acumule más riqueza que el 99% restante, es inaceptable. Que los grandes beneficiados de la economía sean los que más tienen, es escandaloso. Que los poderes económicos, con la anuencia de la clase política, hayan conseguido legitimar e instalar en el pensamiento colectivo la idea de que, para estimular el crecimiento económico es necesario que las empresas y personas más ricas tengan tipos impositivos bajos para así beneficiar al conjunto de la población, es vergonzoso.

No es comprensible, por poner un ejemplo, que el multimillonario Warren Buffett reconozca públicamente que, en la práctica, paga menos impuestos que la persona que se ocupa de la limpieza de su oficina. Si a esta falta de progresividad en la aplicación de los impuestos le añadimos la evasión y elusión fiscal, no es de extrañar que los ricos incrementen sus beneficios en detrimento de los demás. No se puede consentir que la economía global esté al servicio del 1% de la población mundial. No se puede tolerar que el poder y los privilegios se estén utilizando para manipular el sistema en favor de unos pocos, poniendo en peligro la cohesión social.

El sistema injusto actual no es fruto de la casualidad, sino el resultado de decisiones políticas intencionadas. Por el bien de todos, incluidos los ricos, es imperioso que los líderes mundiales pongan fin a los paraísos fiscales y comiencen a aplicar políticas fiscales más justas y progresivas. En nuestras manos está la posibilidad de construir una economía más humana al servicio de todas la personas.

 

La contaminación nos ahoga y la culpa es del sistema consumista

Por María Faes Risco

La contaminación en Madrid (Europa Press).

La contaminación en Madrid (Europa Press).

De Madrid a Pekín, las capitales de Eurasia se encuentran por primera vez con medidas extremas contra una contaminación que nos ahoga y produce miles de muertes al año, mientras estos mismos días en París se reúne una cumbre mundial impotente para resolverla. Su incapacidad es estructural, porque sus dirigentes han sido elegidos con el apoyo de muchas de las mayores empresas contaminantes del planeta.

La contaminación que nos enferma y mata no es sino el síntoma de un sistema consumista, cuyas fatales consecuencias se niegan a ver sus beneficiarios. De ahí que casi la única esperanza creíble que nos ofrecen de una mejora temporal se base en un cierto parón del ‘progreso económico’, hecho sobradamente elocuente de lo perverso de su sistema.

Además, de forma muy acelerada, el aire contaminado, el aire desde el cielo y el mayor nivel del mar por el deshielo nos están ahogando, mientras que muchos parece que esperan la solución de si se encuentra por fin vida inteligente extraterrestre o, lo que sería aún más increíble –a juzgar por lo que vemos– en la Tierra.

 

Basta ya de prácticas universitarias no remuneradas

Por J.C.A.

El mundo universitario debería ser algo enriquecedor, un mundo lleno de metas y logros, no solamente referido al mundo académico, sino también a vivir cosas nuevas, conocer gente con distintas maneras de pensar, hacer amigos y también la experiencia adquirida en lo que comúnmente llamamos prácticas.

Ciertamente, las prácticas pueden darnos esa experiencia que es imprescindible para cualquier trabajo actual, sin embargo, la vergüenza y el ridículo llega cuando al ver el listado de practicas existentes en muchas de las universidades públicas en España, nos damos cuenta de que, con el pretexto de adquirir formación y experiencia o simplemente gracias el fantasma de la crisis, las empresas abusan de lo que se puede ofrecer en el mercado de prácticas y allí es donde encontramos sin sentidos, ‘trabajos’ sin la más mínima retribución en los cuales se exigen completas locuras para poder ser uno de los ‘afortunados’ en entrar a formar parte de las mejores empresas del sector.

Imagen de archivo de una persona portando folios. (ARCHIVO)

Imagen de archivo de una persona portando folios. (ARCHIVO)

Algunos ejemplos rozan lo insano, exigir un nivel C2 (bilingüe) en inglés o alemán (cuando muchos de sus directivos a lo sumo se desenvuelven malamente en un segundo idioma) o el hecho de pedirte que seas el chico/a multi-tarea, que no solo sea community manager, si no también bloguero, asistente de ventas, de marketing, generador de tráfico, gestor de todo tipo, analista y creador de bases de datos, servicio técnico, asistencia personalizada al cliente, comercial, fidelizador…

¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta manera de actuar? y ¿hasta cuándo las universidades van permitir o a regular esto? no se dan cuenta de que esas prácticas gratuitas ni mucho menos lo son. ¡El estudiante paga por trabajar!, ¿dónde se ha visto eso!? pagas por el transporte, que indiscutiblemente tienes que usar para llegar al puesto de trabajo, tienes que pagar por toda la comida que necesitarás si no tienes la suerte de tener aún el apoyo familiar, pagas por los créditos universitarios de una práctica, que en muchos casos no bajan de los 300 €… Gratuitas dicen, ¡será para ellos!

Hasta cuando las empresas seguirán pensando que ese ‘ente’ mal llamado el becario, ‘ese’ infravalorado que para ellos solo se encarga del café y las fotocopias, ¿no tiene el derecho de cobrar por su trabajo como cualquier hijo de vecino? Cansa sobradamente que el ser estudiantes pese más que el desempeño y la carga de trabajo realizada dentro de la empresa, que en la mayoría de casos son muy similares a lo que el resto de la plantilla hace.

Se ha llegado al extremo en el que no hay ni el más mínimo respeto por la labor de un estudiante en prácticas y muchas empresas tienen departamentos llenos de gente de quita y pon, llegan unos y los becarios que salen son los encargados de formar a los recién llegados que sin duda alguna ocuparán su puesto y así en una cadena interminable, sin la más mínima esperanza de, algún día, optar a un puesto de trabajo en la empresa.

¡Ya basta de tonterías! Además de los expuesto, me sorprende que a pesar de las ventajas fiscales que la administración da a empresas que acojan a jóvenes universitarios, éstas ofrecen prácticas gratuitas y, luego, por ahorrarse las cuotas de la seguridad social (que serán bonificadas), pagan en negro a los estudiantes que tienen el valor y la resignación de aceptar prácticas gratuitas, ¡en qué mundo vivimos!

Resulta normal que la gran masa de jóvenes prefiera irse lejos, a un trabajo que no tenga nada que ver con su formación en el peor de los casos, solo por el hecho de tener una remuneración relativamente aceptable.

¿Hasta cuándo veremos esto?

Un estudiante indignado.

El poco apoyo institucional a las empresas españolas

Por Susanna Molina

Soy copropietaria de una pyme dedicada al email marketing, fundada en el 2005 y que con mucho esfuerzo se ha mantenido todos estos años en que la crisis nos ha afectado. Desde 2010 no subimos precios, pero siempre estamos intentando innovar y sobre todo cuidar al detalle a los clientes para que sigan con nosotros. Aún siendo una sociedad civil de dos únicos socios hemos podido, durante estos años, ampliar la plantilla y ahora tenemos a 3 personas contratadas con contrato indefinido. Pagamos impuestos, cotizamos a la Seguridad social, cumplimos con las obligaciones fiscales… y creemos al presidente del Gobierno cuando dice que hay que apoyar a las empresas españolas para que podamos salir de la crisis.

Imagen de archivo de un trabajador en una empresa.

Imagen de archivo de un trabajador en una empresa.

Pero ante todo intentamos sobrevivir en un mundo cada vez con más competidores. Muchos de estos competidores son empresas extranjeras, que operan desde fuera y que bajan los precios a casi 1/3 de nuestros precios. ¿Cómo lo consiguen? Fácil, tienen soporte técnico contratado en Pakistán, la India pagando unos sueldos que para nada se parecen a los que pagamos nosotros; no tributan en España ya que se han domiciliado en otros países.

Antes de fin de año un Ayuntamiento de nuestra provincia nos contactó para valorarnos como proveedores del Ayuntamiento, también estaban valorando a otros competidores locales y extranjeros. A principios de año nos dijeron que no habíamos sido seleccionados ya que se habían decantado por una de estas empresas con soporte en Pakistán. Por supuesto que cada uno puede contratar dónde y a quién quiera pero veo que ¡para la administración prima el precio ante el apoyo a empresarios locales! Gracias señor presidente por su apoyo… ¡o no!

Me niego a llamar a un 902

Por Ángel Villegas

Un hombre hablando por teléfono. (ARCHIVO)

Un hombre hablando por teléfono. (ARCHIVO)

He visto en televisión un anuncio de una empresa aseguradora que me ha parecido interesante pero, sin embargo, no me he puesto en contacto con ellos para informarme y, en su caso, hacer la póliza correspondiente. Me habría interesado información sobre un despacho de abogados que ofrece servicios que quería contratar y tampoco me he puesto en contacto con ellos. Una empresa de reformas en los domicilios ha sido también descartada; y lo mismo ha pasado con una sociedad médica, con unas eléctricas, con una de fontanería, con una de servicio de comida a domicilio, con diversos vendedores de vehículos, con un dentista, con una de tapicería y otras que no enumero por no extenderme demasiado.

Si hubiera requerido los servicios de cualquiera de estas empresas, es muy posible que hubiera podido contribuir, dentro de mi modestia, claro, a la reactivación del escaso consumo que nos podemos permitir. No lo he hecho porque para ponerme en contacto con ellas tenía que hacerlo a través de un 902 que nos cuesta, si lo usamos, más que una llamada a un teléfono normal. Yo he perdido el tiempo y las citadas empresas un cliente, o probablemente más de uno, porque a todas mis amistades les he trasmitido que no estoy dispuesto a pagar por teléfonos de coste adicional; y menos aún cuando se trata de que, quien me lo cobra, sea alguien a quien le doy a ganar dinero como cliente.

Es Navidad, ¡consumid, consumid, malditos!

Por Luis Fernando Crespo Zorita

El precio oficial del dinero en la UE está en mínimos históricos, vamos a ser capaces de orquestar la unión bancaria europea. El capitalismo es ya una cultura, con valores y una visión del mundo propios, enraizada en la mentalidad de los ciudadanos y que determina su comportamiento como una segunda naturaleza. Se ha conseguido la confluencia de intereses entre capitalistas y consumidores eclipsando la figura del trabajador sobre la que se sustenta realmente el sistema económico internacional. El “capitalismo popular”, desarrollado ideológicamente como “democracia económica”, predica que cualquiera podemos convertirnos en accionista de macroempresas anónimas y, con poco esfuerzo, participar efectivamente de los beneficios generados en ellas, por muy especulativos que estos sean.

Navidad, época de compras (Archivo)

Navidad, época de compras (Archivo)

La gran coartada, el bálsamo mágico que ha permitido que las cosas hayan sido  así hasta ahora, fue el consumo; en esta parte del planeta todavía hay casi para todos, en una oferta extensa e intensa a la vez, con un único requisito: tener poder adquisitivo previo. Pero es precisamente aquí donde radica la incapacidad funcional del mercado capitalista para vertebrar a la comunidad internacional en su conjunto; cada vez hay más clientes excluidos, aquellos que recibimos la oferta pero dado nuestro nivel de rentas no podremos acceder a ella nunca.

Además, el entorno natural no puede soportar el riesgo que significaría la extensión del consumismo occidental universalmente; los costes ambientales serían insoportables para el planeta. La única alternativa racional posible es reducir el consumo y que todos podamos acceder a ese bienestar mínimo imprescindible que, garantizando universalmente la dignidad humana, no ponga en riesgo la sostenibilidad del planeta como entramado vital en equilibrio. ¡Que consuman ellos!

Mi autopista, con vistas al mar, por favor

Por Raúl Rodríguez Mateos

Podría parecer paradójico que mientras se predica la austeridad en las cuentas públicas, se anuncian nuevos “ajustes” en el presupuesto de los servicios básicos y se preparan “externalizaciones” de estos mismos servicios con el argumento de que la iniciativa privada resulta más eficiente y barata, el Gobierno ultime la creación de una empresa pública para evitar la quiebra de una gran parte de las autopistas que “venían a modernizar el transporte y vertebrar España”.

Carteles indicativos de la Radial 5 de Madrid. (ARCHIVO)

Carteles de la R-5 de Madrid. (ARCHIVO)

Pero la ministra de Fomento podría informarnos gustosamente de que ante las excepcionales circunstancias que concurren en este caso, y a fin de cumplir con las obligaciones contraídas por anteriores administraciones y que un gobierno responsable no puede soslayar, su departamento ha decidido, por esta vez y sin que sirva de precedente, hacerse cargo de la deuda financiera que soportan las concesionarias de autopistas, así como abonar a las dichas empresas la cantidad de 350 millones de euros por los importes que se les adeudan como resultado de las expropiaciones de terrenos y las modificaciones que sufrieron sus proyectos de obras.

Asimismo, el gobierno anuncia la creación de una sociedad de autopistas, con un 80% de capital público, a fin de garantizar la sostenibilidad de estas infraestructuras, protegiendo el interés general y lo que ha sido el sello de identidad de esta administración: el reparto equitativo de las cargas sobre el conjunto de los ciudadanos. Así pues: ¡enhorabuena, españoles, a partir de ahora somos los afortunados propietarios de un “cacho” de autopistas! El mío, por favor, que sea con vistas al mar.