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Entradas etiquetadas como ‘dios’

Mi mensaje para los gays creyentes

Por Rafael Bueno

Ante la apertura de diligencias previas por parte de la Fiscalía contra el Obispo de Córdoba, por sus ataques contra los homosexuales, dicho Obispo ha “aconsejado” a diferentes Instituciones Religiosas y a las Cofradías, que expresen públicamente su adhesión a él y a sus lamentables opiniones presuntamente homófobas. 

Misa en la Basílica de Candelaria (CEDIDA).

Misa en la Basílica de Candelaria (CEDIDA).

Yo hago un llamamiento público a todos los gays creyentes, para que de una vez por todas dejen de arrodillarse y se pongan en pie, para decirle alto y claro al Obispo, que ellos son dignísimos hijos de Dios con una Fe verdadera y muy necesarios en la Iglesia; donde precisa y únicamente sobra, una Jerarquía Eclesiástica de mercaderes del Templo, doble moralista, inquisidora y anticristiana.

 

La hipocresía de algunos cristianos

Por Darío Real

Plaza de San Pedro, en el Vaticano (Claudio Peri/EFE).

Plaza de San Pedro, en el Vaticano (Claudio Peri/EFE).

Me hace gracia la doble moral de aquellos que piensan que es Dios el único que tiene la potestad de dar vida y se rebelan en contra de la ciencia. Los mismos que están en contra del aborto, pero si tienen una hija embarazada con un hijo no deseado por la causa que sea (suele ser el qué dirán), se la llevan a abortar. Los mismos que todo lo arreglan con ir el domingo a misa y echar una propina en el cepillo.

Sepan ustedes que eso no les hace ser mejores personas, simplemente les hace sembrar hipocresía dejando que sus vástagos recojan vuestro testigo.

 

El ‘postureo’ en Semana Santa

Por Javier Amez Waflar

Nazareno en una procesión de Semana Santa en Sevilla (EFE).

Nazareno en una procesión de Semana Santa en Sevilla (EFE).

Ahora se acerca la Semana Santa y con ella las cofradías, los palios, los costaleros, la mantilla, y renace un amor sobre Dios repentino. He podido observar una gran hipocresía en gran cantidad de personas que cerca de estas fechas vuelven a ser cristianos tras una temporada contradictoria.

Una palabra que está de moda en nuestro país es el ‘postureo‘, con esto me quiero referir a las personas que son cristianas durante una sola semana al año. O eres cristiano o no, pero respeta la tradición de numerosas personas que no lo hacen por la gente que los ve, sino por el amor y sacrificio que se ofrece al Señor.

 

 

 

Un regidor valiente ante la Iglesia

Por Agustín Arroyo

El alcalde socialista, junto al equipo de gobierno de la ciudad de Soria, han decidido la equiparación del tratamiento fiscal de la Iglesia católica provincial con el resto de los ciudadanos de a pie. Ya va siendo hora de que la mayor multinacional de la Historia desde hace dos mil años empiece a contribuir fiscalmente en serio al bien común y al erario público. Los privilegios, exenciones, prebeCrucifijondas y canonjías son tan obsoletos como anacrónicos y rancios, además de injustos. La Iglesia católica, como institución secular y temporal, atesora un patrimonio en bienes raíces o inmobiliarios que nos podría marear si cuantificásemos su monto total.

La exención del IBI supone la pérdida de muchos miles de millones al erario público. No está España para seguir manteniendo paraísos fiscales dentro de su propio territorio ni corralitos de opacidad insolidaria sacramentada. Va siendo hora, igualmente, de que algún partido verdaderamente laico, y consecuente con esta línea de pensamiento, vaya pensando o exigiendo también la revisión del concordato con El Vaticano que data de 1979. Es cierto que la Iglesia realiza una cierta labor social ligada al mandamiento de la virtud de la caridad, pero también es igualmente cierto que en una sociedad donde reinase la justicia social y la redistribución equitativa de la riqueza no debería existir la caridad como limosna a los más pobres porque estos no existirían. A Dios lo que es Dios y al César lo que es del César aunque se resistan a aceptarlo de buen talante.

Me llamo Francisco… o la coherencia para no ser fariseo

Por Diego Mas

“Me llamo Francisco” se autodenominó el nuevo papa. Y, aun antes de que lo confirmara él mismo, era evidente que se refería al pobrecito de Asís. Ya iba por ese camino antes y ha dado algunos pasos más estos días. Es de esperar que siga por esa senda y abandone también los malos hábitos que se han ido acumulando en el Vaticano, empezando por el hábito blanco, esa presunción de pureza inmaculada, el vestido de los “sepulcros blanqueados”, los fariseos, que Jesús expresamente condenó también por llevarlo. Y prohíba como sacrílego que le llamen “Padre” y “Santo”, pues el mismo Jesús dijo que a nadie había que llamar “Padre” y “bueno”, sino a sólo Dios. Y que renuncie también al “pontificado”, porque el título de “PoPapa Franciscontífice Máximo” romano era el del ingeniero que hacía puentes, y sólo una necia adulación cortesana hizo que se adjuntara al título del Obispo de Roma.

Más aún: eso será sólo un primer e imprescindible paso. Para ser coherente con la sencillez y pobreza evangélica y franciscana, el nuevo Francisco deberá ser también compresivo, como lo era San Francisco y Jesús en cuanto hombre –sin querer locamente imitar sus actos cuando mostraba su divinidad- respetando caritativamente a los demás, todos, mayorías, como las mujeres, o minorías, como los homosexuales. No será como otros, ostentosamente humildes por fuera pero sólo para tapar su soberbia interior, como tantos “piadosos” fariseos. Así no sólo parecerá sino que será otro Francisco, para bien de todos, incluso de los que no comulgan con él.