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Entradas etiquetadas como ‘dietas’

Algo está fallando en España

Por José Morales Martín

Mariano Rajoy (EFE).

Mariano Rajoy (EFE).

Uno de estos días, hablando con unos amigos nos planteábamos diversas cuestiones sobre el porqué de la situación en la que políticamente se encuentra el país:

Llevamos casi un año sin gobierno porque cuatro políticos son incapaces de ponerse de acuerdo, mínimamente, para que alguno de ellos gobierne. Además, hay 350 supuestos representantes de los españoles y llevan un año sin hacer absolutamente nada, cobrando y viéndolas venir. Los propios políticos reconocen su fracaso y siguen igual. Son ellos, los líderes, los que hablan de la necesidad de reformas, de la Constitución, de la ley electoral y de muchos más aspectos fundamentales en una democracia, y nadie mueve un solo dedo para intentar hacer lo que dicen que hay que hacer.

Una y otra vez escuchamos las mismas vaciedades, los mismos tópicos, los mismos eslóganes. Por estulticia, malicia o simple incompetencia, todo un país está en manos de una persona que, contra toda razón, impide el gobierno y paraliza las instituciones. Cuando la tribuna parlamentaria de una nación sirve de altavoz a quienes no acatan las leyes de la democracia y pretenden desmembrar esa misma nación.

Concluíamos que alguna cosa estaba fallando en un sistema impotente para resolver los problemas que él mismo ha creado y da paso a inútiles y aprovechados que, por ende, constituyen un problema con su sola participación en la vida política. Finalmente, todos nos sentíamos culpables al reconocer que tal vez fuéramos los votantes los que hemos fallado, especialmente en la segunda votación.

 

Todas quieren ser diferentes, pero hay un millón como ellas ahí fuera

Por Wendy Estrada Simbaña

Una modelo desfilando (Gtres).

Una modelo desfilando (Gtres).

Todos los días millones de adolescentes se miran al espejo y no les gusta lo que ven reflejado en él. La sociedad desde muy temprana edad les inculca unos valores que en muchos de los casos nos corroen por dentro. Nos convierten en el ejército de lo común.

Todas quieren vestir igual haciendo que las grandes marcas dicten cómo tienen que vestir. Todas quieren el mismo corte de pelo haciendo que las modas dicten cómo tienen que peinarse y todas quieren cinturas diminutas dictando a su cuerpo lo que tienen que comer. Todas, en teoría, quieren ser diferentes, pero no, lo que están haciendo es volverse personas mediocres, acomplejadas, pequeñas creaciones de estereotipos.

Son las dietas con lo que muchas comienzan, y son los trastornos alimenticios con lo que muchas acaban. En España los últimos estudios realizados coinciden en señalar una tasa de casos de TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria) en población adolescente de alrededor del 4,1 o 4,5%. Supuestamente son sus cabezas las que les gritan por dentro que no pueden permitirse comer, pero en realidad son los estereotipos los que les prohíben meterse un dulce en sus bocas.

Todas quieren ser diferentes, pero lo que no saben es que hay un millón como ellas ahí fuera.

La justicia no es igual para todos

Por Victorio Martínez Armero

Los diferentes tribunales que están instruyendo y juzgando los distintos casos de corrupción y otras causas,  deberían aplicar  por lo menos criterios análogos a la hora de juzgar. Como se puede entender que una persona que se encuentra una tarjeta de crédito y compra dos bolsas de pañales para su bebé, que paga con ella, el tribunal de turno la condena a dos años y dos meses de cárcel y la señora Barcina que cobraba dietas dobles y triples, sin control y desorbitadas se archiva la causa por no haber cobrado más dietas y más descaradamente. Lo del señor Matas ya colma el vaso, de que la justicia es igual para todos, no es cierto y a las pruebas me remito.barcina

Cuando hablan los tribunales debemos respetar sus sentencias, autos y providencias, siempre y cuando sean justas, objetivas e imparciales. El problema que tiene nuestra justicia es que ciertos requisitos que exponíamos más atrás no los cumplen y es cuando la ciudadanía debemos rebelarnos antes las injusticias de la justicia, porque si no lo hacemos los principios que rigen nuestro sistema democrático se debilitan. Las actuaciones inmorales debemos denunciarlas, sea quien sea el autor de las mismas, es una obligación cívica de todo ciudadano.

Esta casa es una ruina

Por Ignacio Caballero

Aeropuerto de CastellónHay ciudadanos que no salen de su asombro al contemplar que nada ha cambiado a pesar de la crisis. Seguimos descubriendo escándalos de comisiones que, como poco, suponen seis meses del salario medio que tenemos los españoles, excepto algunos ponentes ilustres que ganan diez mil euros por una hora de trabajo en una conferencia o determinados políticos se reúnen con ellos mismos y además cobran dietas. Además de los que viven en la misma ciudad que trabajan y en la que tienen varias casas en propiedad, porque curiosamente algunos partidos políticos tienen tanto dinero (nuestro) que pueden hacer préstamos sin intereses.

No consuela demasiado la alternativa, que propone descentralizar la justicia para multiplicar por diecisiete este disparate de competencias y gastos superfluos. Las autopistas ruinosas las vamos a pagar entre todos aunque no sepas ni dónde están, ni por qué se construyeron (si lo supieras igual tendrías los avales para presidir la Casa Blanca). ¿Por qué nos extraña que se sigan inaugurando kilómetros de alta velocidad en un país que acumula aeropuertos que son monumentos al despilfarro? Lo triste es que sigamos presumiendo de tener más kilómetros de AVE que nadie, sin pararnos a pensar que igual en otros países las cosas no se hacen de forma descerebrada.

Es triste ver al heredero, que sigue leyendo los discursos como su padre porque ha decidido no trabajar en preparárselos un poquito, soltar palabras banales hijas del copy-paste mientras la Educación y la Sanidad están siendo desmanteladas y muchos de nuestros hijos están malnutridos.

Todo esto resulta profundamente bochornoso, pero es comprensible que siga ocurriendo. Porque todos y cada uno de los inútiles y ladrones que nos gobiernan, cuyo sueldo de un año supone el precio de la casa que muchos españoles tardarán décadas en pagar, se siguen aprovechando del poder. Saben que no tendrán que responder penal ni económicamente por nada. Ni por un aeropuerto sin aviones, ni por una ruina de autopistas, ni por el saqueo de las cajas, ni por un túnel mal hecho en el paraíso natural, ni por un submarino que pesa demasiado, ni por dejar una ciudad endeudada hasta las cejas de su mentor pero con aspiraciones olímpicas. El problema es que no vayan a la cárcel por su mala gestión y, lejos de eso, algunos de ellos reciben homenajes o son premiados con Ministerios. Para colmo me entero de que en este país sigue siendo noticia que una serie de televisión se estrene, por fin, doblada al castellano. La guinda. You know what I mean.

¿Confiar en un país que ya ni siquiera me da lo que me corresponde por derecho?

Por Manuel M.

Tras un año de estudio con un expediente impecable e incluso una matrícula de honor, el Ministerio resuelve mi solicitud de beca como no apta para su concesión.

Los motivos: económicos. Al parecer, el estado con su doble rasero piensa que 13.909,00 euros es un límite justo para deducir que una familia de 4 miembros puede pagar gastos de su manutención, impuestos, y además los gastos de dos hijos estudiantes, de los cuales uno es universitario fuera del domicilio familiar, con todo lo que ello supone. Por otro lado, tenemos que el señor Presidente del Gobierno necesita 98.225 euros para dietas. Entiendo que eso es lo mínimo necesario para vivir, ¿verdad? ¿Por qué no parte de ahí el umbral mínimo para el cálculo de becas?

Al parecer, con haber sobrepasado por 300 euros el límite antes indicado, ya tengo suficiente capital para pagar una matrícula de 795 euros, un alquiler de 150 euros mensuales, gastos aparte, y además los gastos derivados de estudiar, como son la compra de apuntes, la comida para los (no pocos) días que paso la jornada entera en la facultad…

Y luego pretenderán que me queda en SU país a pagar SUS dietas con MIS impuestos…

Ahí se pueden quedar con SU país, porque yo no considero mío un país que no me da lo que me he ganado con mi trabajo.

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