Por Emilio Sancho Lozano
Los porteros del Real Madrid Iker Casillas y Keylor Navas. (EFE)
Somos un país muy especial, que un día elevamos a los altares a cualquier persona y al día siguiente la sumimos en los abismos del desprecio o de la indiferencia…
Me gustaría plasmar dos humildes opiniones mías:
¿Cómo es posible que de la noche a la mañana se quiera convertir a Casillas (que sin ir más lejos la temporada pasada fue portero titular en las dos competiciones que ganó el Madrid: la Champions y la Copa del Rey, y al que la Selección le debe la obtención de títulos mundiales y europeos recientes), de San Iker a jugador transferible por los aficionados y medios de comunicación que hasta hace nada le alababan?
El señor Iker Casillas no es sólo un gran jugador de fútbol, considerado como el mejor portero del mundo hasta ayer mismo, sino y sobre todo, un símbolo del espíritu del Real Madrid y de lo que significa el amor a unos colores, por lo que sería un error intolerable e imperdonable el que el Madrid prescindiera de él, máxime cuando le quedan muchos años de rendir al máximo.
¿Es que un equipo como el Real Madrid, que se juega este año 6 títulos, no se merece contar en su plantilla con 3 porterazos de primer orden como Casillas, Diego López y Keylor Navas, que seguro pueden ser útiles en cualquier momento y dejar asegurado un puesto clave ante cualquier lesión imprevista de cualquiera de ellos?
Ánimo a los tres súper-porteros y ¡hala Madrid!