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Entradas etiquetadas como ‘derecho’

¿Sería muy estúpido plantearse la creación de un carnet de votante?

Por Daniel Ramírez Martín

Una persona metiendo su papeleta en un sobre (Europa Press).

Una persona metiendo su papeleta en un sobre (Europa Press).

Las recientes decisiones políticas tomadas a lo largo del mundo me han hecho plantearme una pregunta: ¿Cuál es la inteligencia media del votante?

No estoy hablando únicamente de España, donde el partido con más casos de corrupción de la democracia ha vuelto a vencer en las elecciones generales, aumentando el número de votantes. La reciente victoria del brexit en Reino Unido, a la cual siempre había considerado una de las sociedades más capacitadas para el acto del voto, denota una falta de conocimiento por parte de dicha sociedad. Pasando por el ascenso de popularidad, ganándose el apodo de candidato a la Casa Blanca, de Donald Trump al otro lado del charco.

Todos estos hechos me hacen pensar en la calidad, llámenla intelectual, de las sociedades modernas. Y no estoy hablando, en ningún caso, del nivel de estudios de una persona, eso no tiene nada que ver, pero ¿realmente estamos capacitados para decidir nuestro futuro y el de todas las personas que nos rodean con nuestro voto?

De todo problema planteado se puede sacar una solución, y es que ¿sería tan estúpido plantearse la creación de un carnet de votante? No estaríamos hablando de un examen demasiado complicado, solo algo que permitiese saber si una persona realmente está capacitada para votar, y es que, bajo mi punto de vista, el voto debería ser algo que se gana y no un derecho. Creo que esto llevaría a una mejora de la calidad política de nuestro país, y ya que los políticos son un reflejo de la sociedad, a su vez llevaría a mejorar la calidad de la sociedad en la que vivimos.

 

Independencia, independencia… ¿Y la Constitución y el derecho vigente?

Por Arturo Lobo

Respecto a si las personas de Cataluña seguirían teniendo la nacionalidad española, tengo que decir las cosas que no se atreven los políticos a decir.
En última instancia serán los españoles los que decidan quién es español, porque la Constitución y las leyes que se asientan en el pueblo español, han sido creadas por él y él las puede cambiar al parecer de lo que los españoles digan.

El derecho vigente avala aparentemente que los catalanes seguirían siendo españoles, pero también ampara los derechos individuales de los catalanes que no quieren dejar de permanecer bajo el paraguas de España. Y es bastante obvio que estos ‘catalanes de segunda’ o ‘españoles residentes en Cataluña’ serán relegados, sino expulsados cómo lo fueron los judíos de España, incluso los reconvertidos. Al tiempo.

Foto de Artur Mas. (ATLAS)

Foto de Artur Mas. (ATLAS)

La Constitución española es la que es y esta refrendada por todos. Afirma que España es una y todos los españoles tienen derechos individuales, inalienables por la voluntad de unos pocos, a que así sea. Tienen derecho por no decir la obligación, que sí se dice parcialmente, a que sea una. Con sus ventajas e inconvenientes, pero cada español ha decidido que esos son sus derechos individuales. Y sólo al conjunto de todos ellos les corresponde modificarlo.

Bien, supongamos que finalmente Cataluña se independiza unilateralmente por pensar que es su derecho, que se puede ‘ir de casa’ cuando quiera. ¿Concederá el señor Mas la independencia a Gerona u Hospitalet, por ejemplo, si deciden en referéndum que así lo quieren y quieren volver a España? ¿Conservarán la nacionalidad catalana? Un hijo que se va de casa cuando las cosas están mal porque cree que le irá mejor en solitario. ¿No tienen los padres y la familia el derecho a decir: ¡Vete con Dios y no vuelvas a mi casa!? Y en todo esto digo Mas, que no más, porque en este caso sería menos. Que ganas de restar cuando puedes sumar.

El proceso para estudiar en la Escuela Oficial de Idiomas resulta kafkiano

Por Pilar Ruiz Ruiz

Prefiero padecer un herpes o un dolor de muelas, antes que tener que litigar con la Administración. En Derecho, cuando la letra de una norma no está clara, hay que remitirse al ‘espíritu de la ley’, es decir, a la intención primigenia con la que esa norma fue dictada. Pero, ¿qué sucede cuando la letra de una norma está clara pero su aplicación difiere de lo establecido en ella? La lógica dice que debería reinar el sentido común y rectificar para evitar injusticias y perjuicios. Pero no, no, al menos, cuando se trata de una norma dictada por la Administración. El destino nos libre de vernos en situación semejante, aunque, la realidad nos enseña que es muy difícil no verse alguna o muchas veces plantando cara al dilema de enfrentarnos al gigante Goliat que es la Administración o dejarnos pisotear por ella. Decidamos lo que decidamos seremos nosotros los que saldremos perdiendo.

Gracias en diferentes idiomas

Gracias en diferentes idiomas

Tenga o no tenga razón, la Administración se aferra al aplastante poder de los hechos consumados, al desproporcionado poder del Juan Palomo (el marrón yo te lo guiso y tú te lo comes) que hace la norma, la juzga y la aplica como le conviene. Si no estás de acuerdo, reclama, que te va a dar lo mismo. Si sigues sin estar de acuerdo, denuncia ante la Justicia que, suponiendo que te lleguen a dar la razón, eso no va a suceder antes de dos o tres años, cuando el problema que planteabas no tendrá ya solución, ni vigencia, ni sentido, y cuando no habrá reparación posible al perjuicio que te han causado.

Esto es lo que me está pasando en la Escuela Oficial de Idiomas, donde a un colectivo de alumnos se nos está impidiendo el acceso a un proceso de admisión. Ignoro quién redactó la renombrada norma. No me interesa saber quién es ni cuál es su nivel jerárquico; social, cultural o académico, ni su filiación política, si es que la tiene. Lo que sé es que si lo que quería decir con su norma es lo que se está aplicando, no es eso lo que dejó por escrito en su ORDEN de 4 de marzo. Tal vez debería volver a la escuela a aprender a redactar de forma que lo que quiere decir y lo que realmente dice sea la misma cosa, sobre todo para estar a la altura de la responsabilidad del puesto que ostenta y del sueldo público que cobra.

 

¡El agua es vida…y guerra!

Por Silvina Calvo Lamas

El agua es indispensable para la vida y debería ser reconocida como un Derecho Humano. El acceso al agua es básico, primordial e indispensable para el cumplimiento de los demás derechos  (a la vida, a la alimentación, a la salud, a la educación, a la igualdad de género), y para el  cumplimiento de los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio).

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), 785 millones de personas no tienen acceso al agua y 2.500 millones no poseen saneamientos. En África, la realidad es alarmante, para el 40% de la población. En Burundi (el cuarto país más pobre del mundo), la escasez de agua es la más grande del planeta (7 de cada 10 habitantes no tienen agua potable). Ello provoca un enorme coste humano y socioeconómico. Miles de mujeres caminan muchos kilómetros diarios en su búsqueda. El agua no saneada transmite enfermedades fácilmente evitables (cólera, fiebre tifoidea, hepatitis  A, diarrea, dengue, polio, etc.). Diez mil personas mueren al día por esta causa. La mitad son niños menores de 5 años. Los más afectados, como siempre los más pobres. Hay organizaciones que in situ y en silencio, ayudan mucho para revertir esta dolorosa situación (Water Aid, Cruz Roja, Manos Unidas), pero no es suficiente…

Grifo abierto (ARCHIVO)

Grifo abierto (ARCHIVO)

El derecho al agua, para una gran parte de la humanidad  es un espejismo. Para quienes vivimos en ciudades y sólo tenemos que abrir un grifo, despilfarrando su uso, la realidad es muy diferente. En Europa se consumen más de 200 litros diarios. En USA, más de 400 litros diarios. En las regiones más pobres, no llegan a 5 litros diarios.

Las grandes potencias son plenamente  conscientes de la escasez mundial de los recursos hídricos y de la gravedad de la situación. Los países más ricos tienen sus recursos acuíferos en vías de agotamiento por la sobreexplotación y contaminados por la industria, que no cuida el medio ambiente. Depredaron sus recursos naturales, padecen sequías,  y hoy los buscan fuera. Miran hacia aquellas regiones que aún los conservan. En Sudamérica el agua dulce abunda. La región posee la cuenca del río Amazonas, del Orinoco,  de la Plata y el Acuífero Guaraní. Por lo tanto generará conflictos y  guerras…

El agua potable, a diferencia del petróleo, no tiene sustituto. Si se agota, se pierde. Si se contamina, se pierde. El agua es vida. Sin ella el planeta y los seres vivos no existirían Quien controle el agua potable, controlará la vida y la economía del mundo. El agua en este sentido, es al mismo tiempo una bendición y una maldición.

El gran desafío, será conservar este valiosísimo recurso natural que no es infinito y es condición sine qua non para la vida misma. Benedicto XVI señalaba que: “es necesario una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos sin distinciones ni discriminaciones”. Para evitar futuras guerras, y tener una gota de esperanza… hay que reconocer el derecho humano al agua como un bien común  y no como una mercancía.

Otra vuelta de tuerca

Por Manuel Nogueras Tamargo

Francisco Pérez de los CobosNos enteramos que el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, estuvo pagando cuotas como afiliado al PP, según los papeles de Bárcenas. Sus ingresos al partido político desde 2008 al 2011 de  37,14 euros anuales así lo confirman. Pero aún hay más. El presidente fue nombrado por el PP. La Ley Orgánica 395 del Poder Judicial prohíbe a los jueces pertenecer a partidos políticos.

Mi pregunta es la siguiente y con respeto a los demás jueces que ejercen profesionalmente basándose en su imparcialidad: ¿quién va a creer en la justicia cuando el presidente del máximo órgano judicial, que se supone que debiera ser imparcial, no conoce las leyes del ordenamiento jurídico? Esto supone otra vuelta de tuerca al Estado democrático de derecho, que poco a poco se va quedado sin rosca en el tornillo.

Soy ilegal

Por Anna Sentís

Hace unos días descubrí que en el Congreso es ilegal hablar catalán ¿Acaso hablar otra lengua en España es ser ilegal? Que en las calles no se pudiera hablar otra lengua que no fuera el español era ser ilegal hace cuarenta años, pero ¿ahora?Tardá expulsado del Congreso por hablar en catalán

Pues seguimos siendo ilegal gracias a la ignorancia, a la pereza, al miedo a saber y a aprender de nuestro Gobierno. España es plurilingüe y muchos disfrutamos del privilegio de serlo aunque el Congreso viva de espaldas a la realidad y nos tilde de ilegales.

¿Por qué no se le da a la gente la oportunidad de conocernos? ¿Por qué se priva a España de esta pluralidad y de disfrutarla? ¿Acaso no somos una parte integrante e importante de la sociedad? ¿Qué cohesión social nos espera si las distintas lenguas que conviven en España siguen siendo consideras ilegales por una institución llamada a representarnos y a defender nuestros derechos?

¿Por qué no se enseña en las escuelas todas las lenguas que existen en España y compartimos la cultura tan rica y hermosa que las rodea, en vez de ignorarlas? ¿Cómo puede ser que me cruce con una mujer por la calle en Madrid y me pregunte que por qué les hablo catalán a mis hijas. La respuesta es muy sencilla ¿y por qué no? Mis hijas entenderán y se podrán comunicar en varias lenguas a la vez, serán niñas con apertura de pensamiento y ricas en conocimiento.

Cuando mi marido les habla en inglés a las niñas nos felicitan e incluso las envidian. ¿Cuál es la diferencia? Hablar inglés está bien visto mientras que aprender un idioma perteneciente a España que no sea el castellano es una pérdida de tiempo, cuando en realidad nuestro crisol de lenguas forma parte intrínseca de nuestra cultura y pertenece a este territorio. Me llamo Anna Sentís mi apellido es francés, nací y me crie en Barcelona, vivo en Madrid, mi marido es colombiano y llevo sangre vasca por mis venas y soy ilegal.

La salud, la inmigración y la demagogia

Por Luis Fernando Crespo Zorita 

La ley de Extranjería, que fue aprobada por una amplia mayoría parlamentaria pero no por el PP (dimisión del Ministro Pimentel), consolidaba en su artículo 12 la asistencia sanitaria para todos los empadronados, autóctonos o foráneos. Aznar hizo la campaña electoral del año 2000 prometiendo mano dura contra la inmigración, y ya entonces pretendía acabar con el “turismo sanitario”; cuando obtuvo mayoría absoluta endureció absolutamente las condiciones de acceso y permanencia de los inmigrantes en España pero no se atrevió a tocar el artículo 12.  Alguien le convenció de que además de extranjeros “irregulares” tendríamos enfermos desasistidos, y ninguna sociedad democrática puede permitirse este lujo. Ahora la amenaza universal de la crisis parece justificar los recortes más aberrantes contra la libertad y contra los derechos humanos fundamentales de los más débiles, o lo que es peor aún, como ha hecho Rajoy, le ponen precio de mercado.

El sistema público de salud es un sistema de protección social, esto es, todos aportamos aunque no todos lo necesitemos. Los estudios realizados por organismos públicos y privados sobre cuál es la aportación de los inmigrantes al sistema de salud y cuál es el gasto siempre son positivos: aportan más de lo que reciben. Los inmigrantes, regularizados o no, son sobre todo trabajadores jóvenes, solo acuden al médico cuando es absolutamente imprescindible para mantener sus  condiciones físicas y psíquicas para  el empleo.

Cuidar la salud es un derecho humano básico pero también un mandato constitucional para las Administraciones y un deber para cada ciudadano; por interés público y salud colectiva las administraciones deben facilitar esta labor de todos y para todos. Lo demás es demagogia, por no atreverme a decir racismo.

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Señor Wert, hablemos el mismo idioma…

Por Pilar Carracelas Argiz

Señor ministro, soy hija de gallegos que emigraron a Catalunya. Con mis padres siempre he hablado en castellano. Con mis familiares que aún residen en Galicia, en gallego. En la escuela, desde la guardería hasta los 18 años he estudiado íntegramente en catalán todas las materias, excepto las de castellano y lengua extranjera. Soy trilingüe (el gallego lo he tenido que aprender a escribir en un centro de idiomas), pero el catalán es la lengua de mis amigos, de profesores que me han enseñado la mayoría de lo que sé, de mi trabajo. Es una lengua maravillosa que no merece ser relegada por el castellano ni ningún otro idioma.

Parece mentira que le tenga que explicar esto, pero parece que no se da usted por enterado: la mayor parte de los estímulos externos que recibimos en Catalunya son en castellano. La televisión, la radio, la prensa, el cine, internet, las interfaces de los teléfonos móviles, de los ordenadores y otros dispositivos… todo nos llega mayoritariamente en castellano. Es por eso que en Catalunya protegemos y damos prioridad al catalán en las escuelas: porque así los niños pueden verse inmersos en la lengua catalana como lo están en otros entornos con el castellano. Si usted reduce la enseñanza de catalán a una asignatura optativa, el uso del catalán se reducirá drásticamente. De acuerdo: la mayoría de los catalanes sabemos que eso es lo que usted pretende. Pero si es así, tenga usted la valentía de admitir que le importa muy poco violar la cooficialidad y que considera el catalán una lengua inferior al castellano. Sólo entonces empezaremos a hablar realmente el mismo idioma. Y será para que pueda entendernos al decirle que nos largamos.

Tarde sin cine o cómo ser una clienta spam

Por Cristina González Fernández

Un jueves por la mañana recibí un mail en la carpeta de spam de la empresa Cinesa con ofertas ‘estupendifantásticas’ para ir al cine ese mismo día. Una de ellas era entradas a 3,40 euros para una película concreta (ya que era una reposición del film). Por ese precio ¿quién no va al cine? En el mail aparecían indicados todos los detalles de la promo, sesiones y cines donde se proyectaba (no había ninguna indicación o advertencia sobre ninguno, aún lo conservo). Invité a mi madre y nos dirigimos esa misma tarde a Cinesa Príncipe Pío a la sesión de las 16 horas. El cine abre las taquillas a las 15:30 y ya había cola. Un trío de mujeres que había delante rumoreaban que no veían la película en los paneles de la taquilla, una de ellas se acercó al mostrador, preguntó y a continuación se marcharon las tres. Yo, que tengo mucha fe en las empresas de cine… -que soy muy cabezota, vamos…- decidí esperar mi turno y no hacer caso de esas señoras, a pesar de los comentarios sarcásticos de mi madre: «ya me extrañaba a mí, el cine tan barato, ja, ja, ja, ja».

Al llegar a la taquilla el chico nos informó de que la película justo ese día (ya es casualidad, vaya) no se iba a poder ver ya que había otros prestrenos y proyecciones programadas. Sólo quedaban dos opciones, ver otra película a precio de atraco a mano armada o volverse a casa con la decepción. En ese momento no se me ocurrió poner una reclamación, que es lo que debería haber hecho y os recomiendo. Puse un comentario en el Facebook de Cinesa explicándoles que me había gastado en transporte casi 12 euros (6 por persona) para, por lo visto, acabar haciendo un tour turístico en transporte público por Madrid y quería una disculpa y una solución (que el dinero a los parados no nos llueve).

Su contestación fue redirigirme a la web de Cinesa para poner la queja y borrar mi comentario, no lo vaya a leer alguien y tendrían uno menos que acaba picando comprando una entrada a precio de riñón ya que está allí y por no volverse con la decepción a casa. Pasaron cuatro días sin obtener contestación ni disculpa ni solución ni ‘na de na de na’ y decidí volver a poner mi comentario en su página de Facebook, a lo que se me contestó con la amenaza de denunciarme como spam.

Conclusión: tras la cantidad de gente que comentó en su día que a ellos les había ocurrido también, entiendo que no fue casualidad que no se pudiera proyectar la película, que es una forma de atraer clientes o también llamado estafa. Que a Cinesa no le gusta dar información de estos hechos para que la gente actúe en consecuencia (ejemplo: si yo leo ese comentario y quiero ir al cine con esa oferta, antes de desplazarme llamaría por teléfono para informarme si proyectan o no la película), ya que perdería clientes que «ya que están aquí» acaban pagando la entrada a precio caviar de Beluga. Que no tienen respeto por sus clientes, total, por que se quejen unos cuantos… en España hay millones de personas a las que seguir estafando. Y por último, aunque sea un tedioso trabajo, pedid y rellenad las hojas de reclamaciones, es lo único que puede servir de algo.

P.D: Aún sigo esperando la contestación de la queja que puse en su web, como así me indicaron mis amigos de Cinesa Facebook, esos que me llaman clienta spam.

¿Extremista, irresponsable? ¡Dijo la sartén al cazo!

Por Ángel Villegas Bravo

¿De dónde sale el ministro que marcha de cisco en cisco?
Huelga política llama, ¿acaso hay de otra gama?
Irresponsables los padres y extremistas, dice él,
y se queda tan campante, ¡voto a tal, que es arrogante!
¿Es posible que él solito urda tanto disparate,
o le ayuda en su programa algún tertuliano orate?
Mejor haría quedando en sus tertulias «largando»
donde encontrará, sin duda, quien celebre su listura,
y además le pagarán, eso es suerte, qué puntazo.
¿Extremista, irresponsable? ¡Dijo la sartén al cazo!