Por Enrique Chicote
He leído que el pasado cuatro de octubre, día de San Francisco de Asís, el gobierno castellano-manchego de María Dolores de Cospedal concedió hora y media para ir a misa a todos los funcionarios bajo su jurisdicción; por tanto, ese tiempo les será retribuido.
La noticia no lo dice, pero confío en que algún cargo de confianza política tomara el nombre y apellidos de los asistentes en la puerta del monasterio para evitar escaqueos. Y, otra cosa: a todos aquellos que, además de asistir a misa, comulgaran, espero que este mes se les incluya en nómina un plus de cristiandad. Es lo menos.