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Entradas etiquetadas como ‘contaminacion’

Más de tres meses sin limpiar vidrios y metales en un arcén en la autovía de Andalucía

Por Antonio Porras

Los que circulamos por la autovía de Andalucía, en concreto por el tramo comprendido entre el Km 388-387 en sentido Madrid, no salimos del asombro al seguir comprobando, día a día, el estado de dejadez existente, con suciedad, mugre y peligro para los conductores de vehículos.

Arcén

Restos de la carga de un camión en el arcén de la autovía de Andalucía (FOTO: Antonio Porras).

Sobre el arcén en ese punto kilométrico cayó un camión el 12 de octubre de 2019 que se calcinó con toda su mercancía a cuestas. Las llamas cortaron la autovía varias horas. Hoy, pasados de esa fecha varios meses, el arcén sigue repleto de envases de vidrio, restos de metales que soportaron las altas temperaturas y sobre todo en un estado de abandono y dejadez lamentable. Además de no saber si esas sustancias tóxicas y restos calcinados están contaminando el suelo y sus alrededores.

¿Después de estos meses no ha habido aún tiempo de limpiar este espacio? ¿Qué pasaría y cómo quedaría un motorista que, por un accidente, cayera en este arcén encima de estos restos? Me parece humillante e insultante este paisaje, además de inseguro para los miles y miles de vehículos que por ahí circulamos.

Mensaje en una botella

Por María José Viz Blanco

Mensaje en una botella (Lista).

Mensaje en una botella (Lista).

¿Alguien se acuerda de la botella de cerveza, con mensaje en su interior, aparecida en la playa de Baldaio, en Galicia? Unos alumnos de un colegio la habían encontrado.

Esta manera de enviar mensajes es algo muy novelesco. No siempre está claro qué lleva a alguien a usar ese tipo de mensajería. Tal vez, la soledad del que escribe, de su dolor por una pérdida o la fantasía de creer que la persona amada se encontrará la botella, estando a miles de kilómetros de distancia. También pudo querer comunicar algo que había ocultado toda su vida, por los motivos que sean. Esa persona se sentiría liberada al escribir y lanzar al mar esa nota. Desde luego, ha de ser paciente, puesto que el mar escupe lo que recoge pasados los años o los siglos…

Dejando aparte el romanticismo de este gesto, para ser realistas, el mar está lleno de botellas con mensajes -creo que en alguna ocasión se intentó hacer un cómputo y era una cantidad ingente- y eso significa incivismo, suciedad y contaminación para nuestros océanos. Eso sí, si  encontrásemos otra botella con mensaje sería algo que nos despertaría la curiosidad y nos generaría un sinfín de fantasías.

Adiós a los gorriones

Por Pedro Serrano

Gorrión.

Un gorrión posado sobre la rama de un árbol. (ARCHIVO)

Mi infancia estuvo llena de gorriones. Si echo la vista atrás, aún puedo verlos saltar por el corral robándoles el grano a las gallinas. Aún puedo ver sus revoloteos y escuchar su repertorio de cantos en aquella casa de tierra llena de escondrijos. Pero, en aquella época ruda y de supervivencia elemental, humanos y gorriones éramos enemigos irreconciliables. Todo porque que las pobres criaturas nos hurtaban un puñado de granos de aquellas míseras cosechas y sembrados. Pobres ignorantes, solo considerábamos los daños que nos infligían; nunca los beneficios, que eran muchos y variados.

Afortunadamente, ahora ya sabemos que la singular asociación entre humanos y gorriones, en pueblos y ciudades, siempre ha sido fructífera para ambas partes. Según los estudiosos, no solo ayudan a controlar plagas y dispersar semillas, sino que son un excelente indicador de nuestra calidad ambiental. Y esa calidad ambiental no debe de ser muy buena cuando se les ve más tristes que antaño y se constata que están disminuyendo drásticamente, sobre todo en las ciudades.

Al parecer, las ondas electromagnéticas en las ciudades, la contaminación, la escasez de alimento y la falta de lugares para nidificar son algunos de los principales enemigos de los gorriones urbanos. Y, en el campo, la especie se enfrenta a la intensificación agraria, el empleo abusivo de plaguicidas y el abandono rural.

Si, como parece, nuestras vidas están íntimamente ligadas a las suyas, ¿compartiremos el mismo destino?

Promover la conciencia ciudadana para dejar de destruir el planeta

Por Rosa Robledo

La contaminación que el ser humano está generando afecta directamente a la Tierra y destroza todo ecosistema llevándonos irrevocablemente a la destrucción absoluta del planeta.

Esta situación degenerativa mueve pocos hilos a la hora buscar una solución al problema por parte de las instituciones políticas. Creo que este asunto es tan importante como las circunstancias económicas que está viviendo el país en estos momentos. Si a esto no se le busca un remedio de inmediato, puede que entremos en un estado de no retorno, en el que lo único que nos quepa esperar sea ver cómo la Tierra va directa a un exterminio creado y garantizado por la raza humana. Tenemos el orgullo de ser la única especie que se autodestruye a sí misma, a sabiendas del desenlace tan fatídico al que va a desembocar.

Osos polares en un iceberg en deshielo, debido al cambio climático (Gtres).

Osos polares en un iceberg en deshielo, debido al cambio climático (Gtres).

El gobierno debería llevar a cabo unas medidas, tales como regular el consumo de productos con plásticos, restringir el uso de los mismos en productos naturales y prohibir la venta de envases de plástico, pudiendo volver a usar garrafas de vidrio, así como también botellas de este mismo material y botellitas pequeñas de materiales como el acero que, aunque también es contaminante, no se tendría que renovar con tanta frecuencia como las de plástico. También podríamos delimitar el uso del transporte personal y poner en práctica las alternativas a las fuentes de energía más contaminantes.

Hay que promover la conciencia ciudadana y que todo el pueblo se sienta identificado con la causa y busque su pequeño lugar en la tarea diaria de hacer de este planeta un lugar más limpio y habitable.

 

 

Calentamiento global: nuestro planeta está en llamas

Por Pedro Serrano Martínez

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Contaminación de una central de energía. (GTRES)

Somos más eficientes creando problemas que solucionándolos. Para crear el problema de las emisiones contaminantes, por ejemplo, todos nos hemos puesto de acuerdo sin negociaciones previas. Sin embargo, para ponerle solución, hemos transitado por diferentes cumbres del mundo y, a día de hoy, aún no se atisban en el horizonte soluciones rotundas y concretas.

El reciente acuerdo alcanzado en la Cumbre del Clima en París, ese que algunos califican de histórico, es un cúmulo de inconcreciones, en tiempo y forma, que, en la práctica, confía las soluciones a la buena voluntad de los países, las empresas y los ciudadanos. Voluntad que no arreglará el problema del aumento de la temperatura de nuestro planeta, al menos, con la premura que los terrícolas necesitamos para evitar el desastre.

Pero, ¿por qué no podemos confiar la solución a la voluntad? Pues porque solucionarlo significa renunciar a un modo de vida confortable y seductor; porque el mundo no se mueve por amor y cordura, sino por interés. Es la maldita guerra de intereses la que no nos deja conseguir los objetivos deseados. Imaginemos a una familia contemplando su casa en llamas y, a la vez, discutiendo acaloradamente sobre quién de sus miembros debe implicarse más en la extinción del fuego. Pues bien, eso es lo estamos haciendo con nuestro planeta en llamas.

Siendo realistas, se podría decir que el mayor éxito de la Cumbre de París ha sido la confirmación de que, por fin, el mundo entero ha tomado conciencia del problema del calentamiento global y sus consecuencias. Y es que, todos sabemos que la resolución de cualquier problema comienza con su reconocimiento; cosa distinta es que, una vez reconocido, estemos a tiempo de resolverlo.

 

La contaminación nos ahoga y la culpa es del sistema consumista

Por María Faes Risco

La contaminación en Madrid (Europa Press).

La contaminación en Madrid (Europa Press).

De Madrid a Pekín, las capitales de Eurasia se encuentran por primera vez con medidas extremas contra una contaminación que nos ahoga y produce miles de muertes al año, mientras estos mismos días en París se reúne una cumbre mundial impotente para resolverla. Su incapacidad es estructural, porque sus dirigentes han sido elegidos con el apoyo de muchas de las mayores empresas contaminantes del planeta.

La contaminación que nos enferma y mata no es sino el síntoma de un sistema consumista, cuyas fatales consecuencias se niegan a ver sus beneficiarios. De ahí que casi la única esperanza creíble que nos ofrecen de una mejora temporal se base en un cierto parón del ‘progreso económico’, hecho sobradamente elocuente de lo perverso de su sistema.

Además, de forma muy acelerada, el aire contaminado, el aire desde el cielo y el mayor nivel del mar por el deshielo nos están ahogando, mientras que muchos parece que esperan la solución de si se encuentra por fin vida inteligente extraterrestre o, lo que sería aún más increíble –a juzgar por lo que vemos– en la Tierra.

 

La boina gris de Madrid

Por Agustín Arroyo Carro

Mi querido abuelo Jesús llevaba en sus últimos años una boina negra. Madrid la lleva casi siempre sobre su cielo azul, pero es gris y de distinta naturaleza, claro. Madrid exhibe , por desgracia, el tocado de una boina gris espesa compuesta de gases tóxicos y diferentes partículas nocivas contaminantes en suspensión. El ayuntamiento de la capital previene, avisa y toma algunas medidas respecto al tráfico rodado por la M-30 y al no aparcar en la almendra central de Madrid. Incluso puede ocurrir que tenga que tomar medidas más drásticas si persiste la falta de lluvia.

Madrid, con su 'boina' de polución (Jorge París).

Madrid, con su ‘boina’ de polución (Jorge París).

Pero ya hay trompetillas en medios conservadores que empiezan a anticiparse a las quejas, por si se toman medidas más duras a corto plazo. Hablan ya con ligereza y mala baba de represión de la libertad para usar o no el coche, por si se utilizara el método de alternar el uso del coche en días alternos según el número par o impar de las matrículas. Esto ya se hecho muchas veces en grandes ciudades del mundo por estricta necesidad de salud pública.

Estos neoliberales españoles serían capaces de no poner ninguna medida, como ya vimos con Ana Botella, o incluso llegar a los niveles venenosos de Pekín, por un torpe concepto de libertad irrestricta, mal entendido. No hay mejor ciego que el que no quiere ver y mayor bobo que el que se niega a entender y razonar con sensatez lógica y un mínimo de conciencia ecológica.

 

 

Patos muertos por botulismo en un parque de Alcobendas

Por B.V.

Les escribo para informarles de una grave situación contra la salud pública y la defensa de animales ocurrida en el Parque de Andalucía del municipio madrileño de Alcobendas.

Fotografía de los animales muerto del Parque de Andalucía en Alcobendas. (B.V.)

Fotografía de los animales muerto del Parque de Andalucía en Alcobendas. (B.V.)

Me encontraba paseando con mi perra por allí el sábado pasado a mediodía cuando observé varios patos y tortugas muertos flotando en el lago. Inmediatamente llamé a la policía local, que acudió al cabo de unos minutos. Recogieron a varios de los animales sin vida. Hablando con los agentes, les consulté qué medidas se iban a tomar y si evacuarían a todos los animales, pues había muchos agonizando enfermos que podrían salvarse, pero no supieron responderme. Estuve toda la tarde hasta las 10 de la noche mientras el parque se llenaba de familias con niños que observaron cómo iban muriendo muchos más patos sin que se hiciera nada al respecto. Se volvió a llamar a la policía, que informó que habían llevado a analizar a uno de los patos a un laboratorio y el resultado apuntó a que estaban muriendo de botulismo debido a la suciedad del agua. Comentaron que no podían solucionarlo porque el fin de semana no había responsable de salud pública.

Según han informado desde el ayuntamiento, el domingo por la tarde acudió el concejal de salud pública con varios policías y acordonaron la zona. Por lo tanto, no se movilizaron hasta unas 24 horas después ni informaron a la población. Tampoco atendieron ni evacuaron a los animales, que siguieron agonizando y muriendo como pueden ver en las fotos durante ese lapso de tiempo.

No me explico cómo es posible que se llegue a infectar de botulismo el lago de un parque donde acuden tantas personas; que no se analice periódicamente el estado del agua. Con estas temperaturas tan elevadas los chorros deberían estar funcionando para que se oxigene. ¿Qué clase de jardineros contrata el consistorio que no supervisan semejante situación?

Prohibido subir al autobús con mellizos

Por Rosalia Bobito

Viajeros entrando en un autobús de la EMT de Madrid, en el intercambiador de Plaza de Castilla. (JORGE PARÍS)

Viajeros entrando en un autobús de la EMT de Madrid, en el intercambiador de Plaza de Castilla. (JORGE PARÍS)

Somos padres de mellizos y se nos prohibe la entrada en autobuses urbanos con carros gemelares.

Nos parece totalmente discriminatorio y vejatorio porque somos ciudadanos como los demás pero con mas gastos ya que todo es doble.

Nos obligan a utilizar el vehículo privado con lo que eso supone económicamente y nos limitan la movilidad por la ciudad ya que las estaciones de Metro tampoco están adaptadas y los trabajadores tienen prohibido ayudar a los usuarios a subir los carros o las sillas de ruedas.

Al obligarnos a utilizar el coche privado esta incentivando que contaminemos mas cuando se llenan la boca de decir que hay que reducir la contaminación de la ciudad luego parece que a ellos se la trae al pairo.

Con este escrito solo quiero que los ciudadanos sepan cual es el problema de las familias con gemelos ya que dicen que es por nuestra seguridad, y nos sugieren que llevemos a un niño en brazos y al otro sentado en el carro «ustedes valoren».

Sin escapatoria ante la contaminación

Por Pedro Serrano Martínez

Ya no podemos huir de ella. Vayamos donde vayamos, allí estará presente y, en mayor o menor grado, sufriremos sus consecuencias. Me refiero a la contaminación que generamos y soportamos a nivel mundial. La globalización tiene estas cosas: para bien o para mal, todo lo compartimos y, en el caso de la contaminación, no iba a ser menos.126064

Las nubes, las corrientes de aire y las corrientes marinas se encargan de que cada habitante del planeta reciba solidariamente su ración diaria de contaminación, sea esta del origen que sea. Sin olvidar, por supuesto, los efectos que está teniendo y tendrá el cambio climático sobre todos nosotros como consecuencia de la contaminación producida por la desmedida e irresponsable actividad humana.

Estremece pensar que en poco más de 200 años de desarrollo técnico e industrial hayamos podido causar tanto daño al equilibrio natural del planeta. Asusta pensar en el futuro de la especie humana, teniendo en cuenta el ritmo demoledor de crecimiento poblacional, desarrollo, consumo y contaminación en cualquiera de sus formas. Espanta pensar en el destino de una especie inteligente que, al parecer, no lo es tanto como para ser capaz de detener esta estúpida inercia que parece conducirnos inexorablemente al desastre.