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Entradas etiquetadas como ‘caza’

‘Accidentes’ de caza

Por Julio Ortega

Luis Miguel, otro cazador muerto por el disparo de un compañero de montería, esta vez en Doñana. Y van… Qué lamentable que sigan denominando como ‘accidentes’ a muertes provocadas por gente con prisa por abatir una pieza y, a menudo, con alcohol en sangre.

Debería darles qué pensar lo frecuente de pegarse tiros entre ellos mismos, debería quitarles las ganas de seguir acabando con vidas de animales por diversión saber que otro ataúd se ha llenado gracias a su pasatiempo sangriento.

Cazador

Imagen de archivo de un cazador.

Mucho D.E.P. en sus comentarios pero volverán a coger el arma el próximo fin de semana y puede que otros hijos se queden sin padre por culpa de un nuevo ‘tiro accidental’. Ya sabemos que el sufrimiento y muerte de otras especies les resultan dignos de sonrisas y orgullo en sus fotos tras los «lances», pero es que además parecen importarles muy poco realmente las de miembros de la suya.

Qué triste y qué asco que a tal colección de cadáveres la llamen en unos casos trofeos y en otros accidentes, cuando todos son muertos por la caza. Porque cazar es matar. Siempre. Para eso sirve la munición de los cazadores.

Stop al tiro de pichón

Por Yolanda*
Tiro de pichón

Cazador practicando el tiro de pichón (F. GONZÁLEZ)

El tiro de pichón consiste en lanzar palomas y codornices a mano o mecánicamente, mientras los escopeteros esperan para dispararles al vuelo. Algunas aves mueren del propio disparo y caída, otras son rematadas a golpes después y otras tantas quedan en el suelo agonizando hasta morir.

Las leyes de protección animal prohíben esta práctica, al igual que prohíben las peleas de perros o de gallos. Pero al mismo tiempo, abre la posibilidad de que las autoridades competentes concedan licencias como excepción. Lejos de ser excepciones, son actos que repiten semana tras semana en toda España. ¿Es esto una excepción?

Este tipo de prácticas suponen un maltrato animal se mire por donde se mire: animales criados en granjas dentro de jaulas sucias y rodeados de infecciones, que solo salen de esas jaulas para morir de la peor forma. Siendo abandonados malheridos, los animales quedan fuera de las leyes de protección animal, otra ley más que los cazadores se saltan impunemente.

Por ello, pedimos ayuda contra esta barbarie, que solo en tiradas oficiales se lleva al año 250.000 palomas y 200.000 codornices.

*En representación de la asociación Mis Amigas las Palomas:

A la cárcel los que torturan animales

Por M.ª Fernanda Zulueta

España, en el tema del trato a los animales, es un país enfermo, pero la situación se ha tornado en terminal y me temo que irreversible. Hay que tomar soluciones drásticas. Para erradicar la enfermedad la mejor medicina es la educación: enseñar a los niños a respetar a todos los seres, inculcarles que no se trata de juguetes que se pueden exhibir, golpear, patear… Pero ha llegado un momento en el que la hemorragia es tan intensa que las medidas deben ir en consonancia con la magnitud del problema: hay que multar y encarcelar a los que maltratan animales.

Activistas antitaurinos durante una acción en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su rechazo a los encierros y a las corridas de toros de los Sanfermines. Jesús / EFE (ARCHIVO)

Activistas antitaurinos en una acción en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su rechazo a los encierros y corridas de toros de Sanfermines. EFE (ARCHIVO)

No me basta con tener una sanidad y una educación de calidad, unos servicios sociales que se preocupan por los desfavorecidos, leyes modernas que se acuerdan de las minorías. Necesito gobernantes que se comprometan y me hablen de acabar con las barbaridades que se cometen en los festejos, que prohíban la caza con perros, las corridas de toros, las becerradas y los espectáculos que tienen de protagonistas a seres inocentes; gobernantes capaces de encarcelar al que cometa actos violentos contra los animales.

Algunos podrán pensar que exagero, pero la realidad es la que es y mi cercanía con protectoras así lo constata. Y aunque mañana deje de leer periódicos, ver telediarios o entrar en las redes sociales, los casos de maltrato me seguirán llegando y seguiré clamando por un cambio de la realidad animalista de este país podrido, cruel y desalmado como pocos.

 

 

Víctimas del desvarío humano

Por Enrique Chicote Serna

Pelea ilegal de gallos. (Policía Nacional)

Pelea ilegal de gallos. (Policía Nacional)

Sostienen los taurinos que el toro bravo ha nacido para morir a estoque en la plaza. Los gallos de pelea vinieron al mundo a desollarse, dirán los que defienden este siniestro espectáculo, también sangriento.

Los gansos serán juguetes lícitos para quienes se divierten en las fiestas patronales colgándoles boca abajo de una cuerda antes de arrancarles la cabeza a cuajo. Los mercachifles ambulantes creerán firmemente que el hábitat natural de un pony es la feria de atracciones.

Los aficionados a la caza de elefantes estarán convencidos de que la razón de existir del elefante está en el marfil de sus colmillos

Toros, gallos, gansos, ponis, elefantes y otros muchos animales son víctimas del desvarío humano, que se sirve de trucos racionales de saldo para justificar lo injustificable desde el punto de vista ético y moral.

De caza por el Hoyo de Pinares haciendo hombre a mi hijo y matando gatos a tiros

Por Isabel Guerrero

-Bueno hijo, vamos a dar un paseo por el campo, te gustará.

-Pero papá soy menor y los menores no podemos ir de caza.
-Da igual, las leyes no son para nosotros los hombres, somos la raza dominante y los animales no importan. Y si alguien nos dice  algo no pasa tampoco nada, pues la gente tiene miedo a las consecuencias. Yo tengo el poder sobre todo el mundo. Soy un machote.
-Bueno papi.

Escopeta (ATLAS)

Escopeta (ATLAS)

-Ahora vamos a ir por la zona de la Joya… mira qué suerte un gato suelto, le preguntaré a ese hombre si es suyo, y si no, pues nos lo cargamos. Uno menos.
-No, no es mío, pero es un pobre animal.
-A la mierda, un gato menos. (Y le mete un tiro en toda la frente).

Esto es lo que ha sucedido en Hoyo de Pinares (Ávila) el día 15 sobre las 11:00 de la mañana. Espero que ese individuo tenga la misma suerte que el gato que no tenía culpa de nada. El hombre que lo ha visto tiene miedo por lo que le pueda suceder. ¡Qué triste que tengamos que escondernos de gentuza como esta!

Pero yo, Isabel Guerrero, no tengo miedo y me gustaría llegar a encontrar a este personaje para poderle denunciar. Tengo el respaldo de muchas asociaciones animalistas. ¿Quiénes somos los locos?, ¿nosotros o este ser indeseable? Por no decir lo que está haciendo con su hijo. No me gustaría tenerle como padre, mejor ser huérfana. Si eres tan hombre como te crees y estás leyendo esto, facilita los datos a Protección Civil El Hoyo de Pinares y hablaremos.

Animales sin voz

Por Rosa Mª Mambrilla

Agradezco a Enric Urrutia, director del documental-película La barbacoa, que nos haya hecho reflexionar sobre el evitable sufrimiento que causamos a los animales que comemos si modificamos nuestros hábitos de alimentación. Esta modificación no sólo puede cambiar nuestra realidad sino también la de los animales y la de nuestro planeta. La película explica el horror que están sufriendo la mayoría de los animales de la industria alimentaria desde su nacimiento hasta su muerte, inmersos en una cadena de uso y abuso.

Un primer paso para reducir el padecimiento de estos animales que comemos sería el cumplimiento de las normativas (tanto las propias como las de la UE) de producción, instalaciones, transporte y sacrificio de animales y así evitar, por ejemplo, que se sacrifiquen animales sin aturdimiento o que, aún vivos, sean colgados de una pata por las cintas transportadoras. Ineludible es la supresión del sistema Halal (sacrificio sin aturdimiento) permitido a los musulmanes que fomenta la picaresca de que, por intereses comerciales, se sacrifiquen por ese sistema animales fuera del ámbito musulmán. También sería necesaria la clausura de las granjas de ocas para la obtención del foie, como ya se ha hecho en la mayoría de países europeos y las de animales destinados a la industria peletera. Un grupo de ocas

La definitiva prohibición por la UE (marzo 2013) de la experimentación en animales con fines cosméticos evitará, si se obliga a su cumplimiento, que cada año un número  importante de animales  (perros, gatos, conejos, ratones, cerdos, etc.) sean sometidos a prácticas que hasta su muerte o sacrificio les producen gran sufrimiento. Contrariamente a lo que nos han hecho creer, la mayoría de estos experimentos no son para el avance científico sino para el lucro de la industria. Se deben buscar métodos alternativos a la experimentación con animales y cerrar los criaderos de animales destinados a este fin.

La sociedad progresa y el mundo animal debería hacerlo paralelamente. Declarar la tauromaquia “bien de interés cultural” es inadmisible. Las corridas de toros no son arte, el arte es creación y no destrucción con sufrimiento. Se han de abolir, donde no lo estén, las corridas de toros y las subvenciones a la tauromaquia. También se han de acabar las subvenciones (por ejemplo para promocionar la caza en las escuelas) y los privilegios  de la caza, no sólo por su actividad sino por las intolerables condiciones de vida de muchos de sus perros. Improrrogable es la prohibición de fiestas y espectáculos que causan sufrimiento a los animales.

Básica es la concienciación de la sociedad que los animales no son objetos sino seres vivos que sienten y padecen, siendo las escuelas un importante medio de incentivación al respeto por la fauna y el medio ambiente e imprescindibles las campañas de esterilización para acabar con el abandono, el hacinamiento de protectoras, el padecimiento de los callejeros y con los sacrificios sistemáticos donde no exista esta prohibición o hayan moratorias.

Se deben endurecer las penas de la Ley de Protección de Animales, ley de obligado cumplimiento que, cuando sea necesario, ha de ser completada por un reglamento y evitar las concesiones de los Ayuntamientos a empresas privadas para la gestión de las protectoras por el perjuicio que suele suponer para los animales.

Nuestra indiferencia ante el sufrimiento de los animales nos hace crueles. No dejemos que la triste frase de Schopenhauer  -“el hombre ha hecho de la tierra un infierno para los animales”- se perpetúe.