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Entradas etiquetadas como ‘agresiones’

¿Qué les parecería a los policías municipales si, en plena manifestación, se presentaran los antidisturbios y los molieran a palos?

Por Jesús de Vega

Agentes antidisturbios tras una manifestación en Madrid (Archivo).

Agentes antidisturbios tras una manifestación en Madrid (Archivo).

Me gustaría creer en el talante democrático del sindicato de la Policía Municipal que utilizó la frase «rojo de mierda» para ofender al concejal del Ayuntamiento de Madrid, pero mucho me temo que con dichas aclamaciones ellos mismos quedan retratados.

Si leen esto, me gustaría que contestaran a las siguientes preguntas: ¿qué les parecería a ellos, si en plena manifestación, se presentaran otros antidisturbios y los molieran a palos, como suele suceder cuando los trabajadores se manifiestan y, según no se sabe qué criterio, molestan? ¿Comprenderían, dentro de su talante democrático, que sus otros compañeros están trabajando?

Piensen tanto en la frase, cuanto menos, de otros tiempos represivos y piensen en cómo se ve su trabajo en el lado opuesto.

 

Evitemos la demonización de las instituciones educativas

Por Cristina de Montemar

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

Un grupo de niños, aprendiendo inglés en clase (Gtres).

A raíz de la denuncia del padre de un alumno sobre presuntos abusos de un pederasta en una escuela de Barcelona se han ido sucediendo otras de exalumnos del mismo centro, incluso de algún otro de la misma institución.

Después de muchos años ahora salen a la luz esas agresiones que en su momento las víctimas no se atrevieron a denunciar por razones obvias propias de la edad.

Ante el escándalo provocado conviene observar cierta prudencia en las informaciones para evitar la demonización de una institución docente de gran solvencia pedagógica, en la que profesores y monitores pueden ser cuestionados sistemáticamente por la extraviada actuación de alguno de ellos. Se deberá comprobar con el máximo rigor la veracidad de esa cadena de denuncias, pero sin alentar un linchamiento moral que se convierta en algo parecido a lo que Arthur Miller describe en su famosa obra Las brujas de Salem.

Solo que aquí la hoguera es la estigmatización de un equipo docente que se esfuerza en llevar a cabo una gran labor pedagógica, y para el que hay que reclamar el máximo respeto. Aunque también la mayor diligencia para actuar con la debida severidad contra esos malos hábitos… que no son precisamente los que le son propios a la institución.

 

«Hay que implantar leyes contra la homofobia»

Por Raúl Rodríguez Escribano

Una pareja homosexual se besa. (ARCHIVO)

Una pareja homosexual se besa. (ARCHIVO)

Hace dos noches en Málaga dos jóvenes homosexuales se disponían a celebrar su aniversario cuando fueron gravemente agredidos por un guardia de seguridad de Renfe. Lo preocupante de esta noticia no es simplemente el ataque que sufrieron los protagonistas, sino la causa de dicha agresión.

¿Merecen dos personas sufrir tal hecho solo por ser de una condición sexual distinta?

Preocupantemente, estos ataques homófobos se están multiplicando. Sin olvidar el caso de los dos adolescentes expulsados de un local madrileño por besarse hace tan solo dos semanas. ¿Estamos haciendo algo mal? Evidentemente sí.

Cada vez las calles son menos seguras para personas de esta condición, que ya de por si sufre una importante represión por parte de ciertos grupos sociales. Quizá deberíamos empezar a plantearnos implantar leyes en contra de la homofobia, tal y como ha ocurrido en Cataluña recientemente.

Personalmente, me da pena que debamos llegar a extremos como son el uso de las leyes para penalizar actos homófobos, que deberían reducirse por voluntad propia de los ciudadanos y no del sistema judicial.

 

Violencia de género

Por Pilpil Udó

No salgo de mi asombro cuando unos y otros abren titulares sobre las muertes de mujeres a manos de sus parejas. El número elevado de muertes es un escándalo, inaceptable, y cargado de una repulsa infinita.

Es increíble, como te invitan a marcar el 016, que más de uno me encantaría que lo usara para ver que te ofrecen en ese maravilloso número telefónico. Solo te dicen que denuncies, que detrás de la denuncia existen otros apoyos, pero por encima de todo, denuncia.

Te dicen que no deja rastro en la factura telefónica. Mi reflexión, habiendo usado ese teléfono en dos ocasiones para ayudar a dos conocidas, ¿cómo se puede decir tan alegremente que las mujeres agredidas, no pidieron ayuda o no llamaron para informarse? ¿Quién lo sabe? ¿Cabe la posibilidad que lo más cercano de pedir esa ayuda, superando la barrera del terror, haya sido marcar este número mágico al cual te remiten?

Imagen de violencia de género. (ARCHIVO)

Imagen de violencia de género. (ARCHIVO)

No todas tienen esa fuerza; para otros es normal y natural tomar la decisión de ir al juzgado o a la comisaria. Donde te armas de valor para ir a denunciar y encima te tienen en la sala de espera horas interminables, que hacen que desistas.

Habiendo sufrido agresiones físicas, verbales y amenazas constantes, rogó y suplicó ayuda, en un programa matinal de televisión y sin respuesta, marcho a los 6 meses fuera de España; con lo puesto y sus hijos, con todas sus denuncias bajo el brazo y todos los partes médicos de las agresiones.

Se dirigió a servicios sociales del nuevo país nada más aterrizar con sus 3 hijos menores de edad, allí también se hacen eco del número elevado de mujeres que mueren a manos de sus parejas en España y la pasividad de nuestros departamentos a dar soluciones a esta madre.

Con asombro, el protocolo para actuar fue rápido, en menos de 24 horas disponía de una pequeña casa para sus hijos, colegios, material escolar, ropa, alimentos, personal de apoyo para los niños y psicólogos designados hasta alcanzar un resultado óptimo en las vidas de los pequeños y encauzar sus vidas.

Todos siguen viviendo fuera de España felizmente y tienen nueva vida, cargada de proyectos y bonitos sueños que van logrando, todo lo que aquí les fue vetado.

El número de mujeres muertas sigue creciendo, indignante.