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Entradas etiquetadas como ‘africa’

Mujeres invisibles en la sociedad occidental

Por Francisco Javier Sotés Gil

Mujeres trabajando en un mercado de Etiopía (Gtres).

Mujeres trabajando en un mercado de Etiopía (Gtres).

Próximamente celebraremos el Día de la Madre. Hace poco celebramos el Día de la Mujer Trabajadora, de la empresa, de las fábricas, de los almacenes, la del trabajo agrícola, la de las instituciones, también como trabajadora ama de casa, y en ocasiones fuera de ella, a no ser que el marido sea entonces el trabajador que la sustituye.

Me agradaría también celebrar el día de la mujer africana trabajadora, incansable en su trabajo, algo invisible para las sociedades occidentales. Sí, las hemos visto en algún reportaje televisivo y en crónicas de prensa, mediante los que intuimos que van a coger agua a distancias largas desde sus miserables chozas, e incluso cargadas con su bebé a su espalda.

Viven en una pobreza extrema en un medio rural y a veces selvático, se encargan de todas las tareas domésticas, y en ocasiones también del huerto familiar si es que existe, obteniendo así algún pequeño ingreso. Muchas son obligadas a casarse con un marido impuesto, siendo niñas o adolescentes. Quizás hayan sufrido algún episodio de violencia de género o violación, secuestradas por algún energúmeno, o sufriendo penalidades en un conflicto armado.

Estas mujeres africanas son madres en condiciones paupérrimas y se les mueren en bastantes casos sus bebés, o directamente nacen muertos, e incluso ellas mueren.

La mujer africana tiene un papel fundamental como en el resto del mundo y no es valorado ni reconocido, influyendo en ello las tensiones producidas entre el choque de las leyes tradicionales y las legislaciones formales que puedan reconocer sus derechos.

 

La fuente de la alegría

Por Venancio Rodríguez Sanz

Joven africana sonriendo.

Una joven sonriendo. (RYSZARD KAPUSCINSKI)

A primeros de diciembre preguntaba a la gente: «¿Qué tal se preparan las fiestas?» Y la gran mayoría me contestaba que ojalá ya hubieran pasado. Ahora que ya quedaron atrás, cuando me intereso por cómo fueron éstas: unos me contestan, sin mucho entusiasmo, que muy tranquilas; y otros que menos mal que ya han pasado. Entonces, a hurtadillas, escudriño sus ojos para leer en ellos y puedo ver la tristeza. Recuerdo que mi madre decía que lo normal en la vida era tener problemas, que solo cuando morimos terminan y que hay que aprender a convivir con ellos.

Tenía un amigo que se fue con una ONG a un pueblecito de África para enseñarles a soldar. Cuando volvió, organizó una serie de charlas para intentar captar voluntarios. Recuerdo que nos dijo que allí, a pesar de la extrema pobreza en la que viven, la gente ríe mucho. Yo le argumenté que se notaba que al él se la habían contagiado por el entusiasmo con que nos explicaba su experiencia. Y es que tanto la alegría como la tristeza se trasmiten. Con la diferencia de que la primera es una fuente de la que todo el mundo quiere beber, y la segunda, de la que todo el mundo huye.

Y ahora, Europa, te preguntas cómo frenar a la desesperación

Por Alberto Segura Fernádez-Escribano

Y ahora te preguntas qué puedes hacer para evitar la inmigración. Y ahora te preguntas qué puedes hacer para que no se llene tu tierra de “chusma” extranjera. Y ahora, Europa, te preguntas si unas tristes vallas podrán quitarte el problema de encima. Y ahora te preguntas cuántas comisiones de trabajo tendrás que crear para solucionar esta crisis. Y ahora, Europa, crees que reforzando las fronteras con policías, helicópteros y perros podrás frenar el paso a la desesperación.

Foto de inmigrantes en la frontera de Macedonia y Grecia. (EFE)

Inmigrantes en la frontera de Macedonia y Grecia. (EFE)

Europa, durante los dos últimos siglos has sido una vieja prostituta pervertida y vendida al mejor postor; has organizado por tu cuenta o en compañía de Estados Unidos las más cruentas guerras en África y en Oriente, has puesto y quitado gobiernos, has regalado tierras que no eran tuyas a quienes podían favorecerte de alguna manera, has dibujado las fronteras de los países más miserables a tu antojo, los has esquilmado y sigues haciéndolo indiferente al sufrimiento de los hombres, mujeres y niños porque, al fin y al cabo, solo son negros salvajes o primitivos musulmanes. Y lo que es peor, mucho peor, has vendido, vendes y seguirás vendiendo armas a todos los asesinos del mundo dispuestos a masacrar a sus propios pueblos. Porque tú, por dinero, traicionas a tus amigos, vendes a tus padres y prostituyes a tus hijos.

Y ahora, Europa, estás asustada, tienes miedo, tu podredumbre, tu egoísmo y tu avaricia te empieza a pasar factura. ¿Te preguntas cómo acabar con esto? Es mucho más fácil de lo que desearías: olvida tus intereses en los países del tercer mundo, presta ayuda solo a las causas humanitarias y no a los gobiernos constituidos por tiranos y, sobre todo, por encima de todo, deja de vender armas a todos los asesinos del mundo.

No intentes buscar otra solución, no existe, deja de venderte por dinero y empieza a pensar que en el resto del mundo, los seres humanos, niños, mujeres y hombres que sufren, lloran, pasan hambre, sed y mueren no tienen color, ni nacionalidad, ni religión y que sus derechos estarán siempre por encima de tus intereses. Que cuando un hijo muere de hambre en los brazos de sus padres el horrible y desgarrador sufrimiento es exactamente el mismo que el que sentiría cualquier madre y padre europeo; que no hay diferencia, que todos somos iguales y tenemos que ayudarnos y que si no lo hacemos, esta pequeña habitación repleta de egoístas y que se llama Europa acabará desbordada y arrasada por su propia indiferencia.

 

Inmunizados a los ahogamientos en el Mediterráneo

Por Agustín Arroyo

África, nuestra cálida y reseca madre primigenia, sigue empujando y despidiendo con lágrimas en sus ojos y con el quebranto de su inmenso corazón compungido, a miles de sus hijos e hijas a las costas de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia.

La negritud subsahariana y miles de otros ciudadanos del norte de África, de Siria y de otros países del próximo Oriente que se alejan y huyen de la guerra se hacinan, con las manos vacías y el miedo en sus ojos, en las costas y en barcazas renqueantes, engañados por mafias que trafican con sus ansias y esperanzas de vivir con dignidad en una Europa meridional que también llora la diáspora de muchos de sus hijos hacia otros países más ricos, estables y hospitalarios.

Un grupo de inmigrantes rescatado por la embarcación RBD llega al puerto de Corigliano Calabro (Italia). (EFE/ FRANCESCO ARENA)

Un grupo de inmigrantes rescatado por la embarcación RBD llega al puerto de Corigliano Calabro (Italia). (EFE/ FRANCESCO ARENA)

Italia es uno de los países del Mediterráneo que se encuentra impotente y desbordada ante esta incontenible marea humana. Ya se han pedido más ayudas a la UE y mayor coordinación de las políticas de inmigración del club de los 28. Europa y el Magreb, como zona estratégica, no pueden cerrar los ojos y seguir consistiendo que el Mediterráneo se convierta en una gran fosa común de ahogamientos a mansalva.

España, no es ajena a esta tragedia que se repite, mes tras mes y año tras año, como una fúnebre melodía de fondo a la que nos vamos acostumbrando y casi inmunizando. África susurra con desgarro: «¡Marchaos hijos, antes de morir de hambre, de sed, de enfermedad o de pena! No os rindáis ante la inmensa boca azul del mar ruidoso. Me destrozáis el corazón, pero os prefiero lejos y sanos que junto a mí sin poderos dar de comer, ni poder curaros cuando enferméis. Os echaré de menos. No me olvidéis y volved prósperos».

Las noticias no mueren, se silencian

Por Ángel Alonso Pachón

¿Se fue el Ébola? ¿Se acabó el secuestro de niñas en Nigeria? ¿Dónde están los cristianos perseguidos? ¿Dónde los niños de la guerra? ¿Dónde la hambruna de África? ¿Dónde los niños obreros sin años? No, los hemos silenciados por falta de rentabilidad.

Eneko: medios de comunicación

Eneko: medios de comunicación

Lloremos todos, cristianos, musulmanes, judíos, los de izquierdas, los de derechas, comunistas o capitalistas; lloremos todos por nuestros silencios interesados y pidamos perdón al hambre, a la enfermedad, a la pobreza, a los perseguidos, a los degollados, a los secuestrados, a los niños sin futuro, a todos porque nos hemos acostumbrados a silenciar el mundo: La ética no es rentable.

África: el enemigo no viaja en patera

Por Faustino Sánchez.Tornero

Nos está sucediendo que de repente miramos hacia África porque nos da miedo que nos contagien el ébola o que invadan nuestras costas pateras con cientos de personas en busca de un trozo de pan. Cierto es que habitualmente no solemos hacerlo, porque el hambre no se contagia ni de momento, que se sepa, Kenia o Botswana -donde acudimos con nuestros rifles a cazar o nuestra cámara a fotografiar animales salvajes-, registran casos que nos alarmen.

Un cartel con información de interés público sobre los síntomas del ébola en Freetown, Sierra Leona. (GTRES)

Un cartel con información de interés público sobre los síntomas del ébola en Freetown, Sierra Leona. (GTRES)

Miramos a estas personas que intentan alcanzar nuestras costas como enemigos cuando el enemigo no viaja en patera, lo hace habitualmente en limusina. Quizás deberíamos de pensar como iguales y salir en su ayuda, exigiendo a las organizaciones internacionales una mayor intensidad en la toma de medidas para, por lo menos, paliar en la medida de nuestras posibilidades el tremendo desastre del que son objeto.

¡El agua es vida…y guerra!

Por Silvina Calvo Lamas

El agua es indispensable para la vida y debería ser reconocida como un Derecho Humano. El acceso al agua es básico, primordial e indispensable para el cumplimiento de los demás derechos  (a la vida, a la alimentación, a la salud, a la educación, a la igualdad de género), y para el  cumplimiento de los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio).

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), 785 millones de personas no tienen acceso al agua y 2.500 millones no poseen saneamientos. En África, la realidad es alarmante, para el 40% de la población. En Burundi (el cuarto país más pobre del mundo), la escasez de agua es la más grande del planeta (7 de cada 10 habitantes no tienen agua potable). Ello provoca un enorme coste humano y socioeconómico. Miles de mujeres caminan muchos kilómetros diarios en su búsqueda. El agua no saneada transmite enfermedades fácilmente evitables (cólera, fiebre tifoidea, hepatitis  A, diarrea, dengue, polio, etc.). Diez mil personas mueren al día por esta causa. La mitad son niños menores de 5 años. Los más afectados, como siempre los más pobres. Hay organizaciones que in situ y en silencio, ayudan mucho para revertir esta dolorosa situación (Water Aid, Cruz Roja, Manos Unidas), pero no es suficiente…

Grifo abierto (ARCHIVO)

Grifo abierto (ARCHIVO)

El derecho al agua, para una gran parte de la humanidad  es un espejismo. Para quienes vivimos en ciudades y sólo tenemos que abrir un grifo, despilfarrando su uso, la realidad es muy diferente. En Europa se consumen más de 200 litros diarios. En USA, más de 400 litros diarios. En las regiones más pobres, no llegan a 5 litros diarios.

Las grandes potencias son plenamente  conscientes de la escasez mundial de los recursos hídricos y de la gravedad de la situación. Los países más ricos tienen sus recursos acuíferos en vías de agotamiento por la sobreexplotación y contaminados por la industria, que no cuida el medio ambiente. Depredaron sus recursos naturales, padecen sequías,  y hoy los buscan fuera. Miran hacia aquellas regiones que aún los conservan. En Sudamérica el agua dulce abunda. La región posee la cuenca del río Amazonas, del Orinoco,  de la Plata y el Acuífero Guaraní. Por lo tanto generará conflictos y  guerras…

El agua potable, a diferencia del petróleo, no tiene sustituto. Si se agota, se pierde. Si se contamina, se pierde. El agua es vida. Sin ella el planeta y los seres vivos no existirían Quien controle el agua potable, controlará la vida y la economía del mundo. El agua en este sentido, es al mismo tiempo una bendición y una maldición.

El gran desafío, será conservar este valiosísimo recurso natural que no es infinito y es condición sine qua non para la vida misma. Benedicto XVI señalaba que: “es necesario una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos sin distinciones ni discriminaciones”. Para evitar futuras guerras, y tener una gota de esperanza… hay que reconocer el derecho humano al agua como un bien común  y no como una mercancía.

Vergüenza cristiana

Por Javier Gómez Pro

El papa Francisco le declara la guerra a la pederastia dentro de su Iglesia. Benedicto XVI  denunció casos de clérigos cristianos pederastas en Irlanda y EEUU. Pero Juan Pablo II jamás lo hizo. Juan Pablo IITodos nos informamos de esos casos por la prensa, pero él por no manchar el nombre de su Iglesia, ordenaba apartar el problema enviando a esos sacerdotes pederastas de misión a aldeas de Sudamérica o África, donde la incultura hacía de caldo de cultivo para el pederasta. Y ahora a ese señor que debió ser juzgado por cómplice de crímenes de lesa humanidad lo van a nombrar Santo. Siento vergüenza ajena.

Nuestros africanos

Por Agustín Arroyo Carro

África también existe. Está en Madrid y en muchas ciudades de España. Se mueven individualmente, de dos en dos, o en grupo reducidos. Arrastran voluminosas bolsas como viejos paracaídas negros o blancos donde transportan sus heterogéneas mercancías: bolsos, perfumes, collares, esculturas de madera, pulseras, relojes, chandals, camisetas, sudaderas, nikis, cinturones, gafas de sol, dvds de música y películas pirateadas.manteros

A veces caminan solos con una sonrisa en el rostro, portando su impedimenta y ofreciéndola en bares, terrazas concurridas, plazas, bulevares, chiringuitos de playa, parques o calles céntricas.

Otros trabajan en la construcción o en la recogida de la fresa o la aceituna. De vez en cuando salen corriendo en estampida al otear a la policía que les acosa sin descanso. Los hay que pasan largas horas de pie junto a los supermercados vendiendo “La Farola” o abriendo amable y gentilmente la puerta a los clientes.

Conozco a tres de ellos: Wamba, Almanzor y Estela. No viven en mi barrio pero son ya como nuestros bondadosos vecinos. Desde su mirada profunda y humilde nos transmiten a diario el saludo y el abrazo de nuestra madre África y su cercana lejanía.

¿Qué hay detrás de los contenedores de recogida de ropa usada?

Por Pedro García

Contenedor de ropaCada vez es más común encontrar en las calles de nuestras ciudades contenedores de recogida de ropa. En teoría, estos contenedores son puntos en los que depositar la ropa usada, para que más tarde esta sea recogida por alguna ONG y distribuida entre los más necesitados. Sin embargo, no todos los contenedores están gestionados por organizaciones sin ánimo de lucro.

Y es que detrás de muchos de los contenedores de recogida de ropa usada se esconden redes de comercio ilegal que sacan provecho de la caridad y, además, sirven para engordar sectas sin escrúpulos. Hace años que los ayuntamientos tratan de controlar estos contenedores. Estos falsos contenedores suelen estar identificados con pegatinas de cooperación al desarrollo o con mapas de África, que dan la imagen de pertenecer a una ONG.

Considero que un mayor control sobre la gestión de estos contenedores, evitaría que organizaciones con una verdadera intención humanitaria se viesen perjudicadas por la competencia que supone estas otras empresas con ánimo de lucro.

Ante esta situación el Ayuntamiento de Valencia optó por retirar los más de 500 contenedores de recogida de ropa que se encontraban en la ciudad. Hasta entonces, algunas organizaciones se dedicaban a hacer negocio con la ropa recogida en estos contenedores ilegales. Las prendas eran vendidas a comerciantes de África o a empresas que se dedicaban al reciclaje de residuos textiles. Algunas de estas empresas siguen estableciendo sus contenedores en otras ciudades para continuar enriqueciéndose a costa de las personas que dejan ahí su ropa usada. Esta situación contrasta con la auténtica dedicación de organizaciones relacionadas con la Iglesia católica como es el caso de Cáritas, entidades que todo lo que reciben y más está orientado a la acción social.