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Archivo de abril, 2016

Coge un libro y disfruta

Por Javier Amez Waflar

Una chica leyendo un libro (Gtres).

Una chica leyendo un libro (Gtres).

¿Recuerdas cómo huelen los libros? Aquel aroma que solo se puede decir que desprende aquel libro viejo que ha viajado más que tú y yo juntos y que despierta la curiosidad de cualquiera.

¿Recuerdas cuál es la sensación que tiene uno al meterse de lleno durante horas y horas bajo una linterna y la sábana de tu cama, que tu madre te ve y pareces que has montado una tienda de campaña? Pues ya te lo recuerdo yo.

Esas praderas verdes, esos cielos estrellados, esas escenas de crímenes, esos cabreos del doctor Bacteria, esas fugas a mitad de noche para ver a su amada, y tú sentado en el televisor, escuchando lo mismo de siempre. Te estás perdiendo la oportunidad de viajar por todo el mundo, sin apenas pagar, conociendo nuevos rincones y lugares insospechados para aquellos que tú llamas televisión.

Por favor, coge un libro, un periódico, una enciclopedia y disfruta, no tienes otra opción y cuando termines el libro podrás decir que has vuelto de viaje, que has descubierto un sitio nuevo y a personas totalmente diferentes.

Ahora ve, coge un libro y disfruta.

 

A la hora de alquilar exigen condiciones no acordes con la situación actual

Por Álvaro Fernández Misas

272298-933-1400Ya ha pasado un mes. Un mes desde que comencé a buscar piso para independizarme e irme a vivir con mi actual novia. Un mes consultando webs de búsqueda de pisos en alquiler, concertando visitas a pisos, intentando puentear a inmobiliarias, intentos fallidos de negociaciones…Y después de un mes, sigo igual. Con los papis.

Vivo en Madrid, así que muchos comprenderán mi desesperación. De todos es sabido que el nivel de vida de Madrid capital es altísimo. Asfixiante, más bien. Y es que la situación roza lo absurdo. A los precios desorbitados e hinchadísimos de los pisos hay que añadir unas condiciones y unas garantías exigidas al inquilino que están totalmente fuera de lugar. Pase lo de pagar un mes de fianza pero, ¿cómo se entiende, con la que está cayendo, que se pidan varios meses de fianza y avales bancarios? ¿Cómo se entiende que, a parte de la fianza, debas pagar un mes completo a las inmobiliarias? Y lo que es la repanocha, ¿cómo se entiende que pidan contrato indefinido a todas aquellas personas que vayan a vivir en el inmueble? ¿Contrato indefinido? Por Dios bendito, si de la totalidad de los contratos de trabajo actuales, sólo el 2% son indefinidos. Que sí, que se debe demostrar solvencia y todo lo que tú quieras pero, oye, la situación es la que hay. Y lo que yo veo son exigencias no acordes a la situación actual y precios que, sólo los que cobran más de 1300 euros netos mensuales pueden permitirse. Y aun con ese sueldo, irían pillados.

La cosa es que no dejo de darle vueltas a una cuestión. Entiendo que el mercado inmobiliario se rige por intereses puramente económicos y particulares y que es algo que se sitúa fuera del alcance de la Administración pero, en un país donde el derecho a una vivienda digna es un derecho fundamental y recogido en la Constitución Española, ¿no debería acaso intervenir el Estado y controlar parte de ese mercado? ¿No debería establecer límites reglas y garantizar tanto a propietarios como a inquilinos unas condiciones óptimas que no perjudiquen, sino que favorezcan a ambas partes? ¿No debería el Estado premiar o penalizar según los casos?

Nuevas elecciones, eso sí, con más datos

Por Félix Jiménez

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez (EFE).

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez (EFE).

Ahora entramos en el tiempo de las culpas, pero ya sabemos quién es capaz de pactar con quién. ¿Quién decía antes que Ciudadanos era el PP y que eran las nuevas generaciones del PP, y ha sido capaz de pactar con ellos? ¿Quién señaló que el Sr. Rajoy era un político indecente, ahora en nueva campaña electoral, dice que se equivocó? Leamos entre líneas estas consideraciones y la intención que encierra.

El caso es que la ambición de pretender gobernar en solitario y con independientes, con tan solo 90 escaños lo dice todo. No han entendido nada o la influencia de los poderes extramuros ha podido más que cualquier otra consideración y el triste resultado de todo esto es que el pato lo vamos a pagar los de siempre. Estamos abocados a nuevas elecciones, eso sí, ahora tenemos más datos.

En defensa del periodismo

Por Daniel Cullell Aranda

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Escena de la película Spotlight (OpenRoad Films).

¿Se acuerdan de Clark Kent? ¿Y de Peter Parker? Algunos reconoceremos a estos personajes ficticios que en sus ratos libres y cuando no ejercen de superhéroe, representan heroicamente al sector periodístico.

Nuestra generación está siendo testigo de una creciente mediatización de la figura del periodista, en contraposición con su estatus laboral. Series televisivas como House of cards, The Newsroom y Periodistas dibujan una esencia de dedicación y una dignidad profesional que han ayudado a llevar al periodismo y su código deontológico a un nivel más respetable. A su vez, la recién oscarizada película Spotlight nada tiene que ver con la ficción; sus personajes representan identidades reales y sucesos verídicos. El film nos desvela todo un proceso de investigación criminal, ofreciéndonos una versión, quizás, no tan dramatizada de unos hechos realmente dramáticos.

Por ello, Martin Baron (director del Washington Post) sugería hace poco un nuevo enfoque para el periodismo actual; después de grandes filtraciones como los abusos sexuales a menores y el caso de los papeles de Panamá, el periodismo de investigación surge como una salvación para mantener a flote una profesión de vital importancia. Así, la libertad de información sigue presentando batalla contra un villano representado por la eterna corrupción.

Botella o Carmena, da igual, todo vale si hay que multar

Por David Lechuga Fernández

Dos hombres tecleando su matrícula en el parquímetro (Atlas).

Dos hombres tecleando su matrícula en el parquímetro (Atlas).

No hace mucho la Dirección General de Tráfico, retiraba -previa denuncia del propio sindicato de la Guardia Civil-, el incremento de productividad que cobraban los agentes en función del número de denuncias cada mes. Parece que este mismo criterio de cantidad es el que sigue el Ayuntamiento de Madrid y su servicio jurídico a la hora de perseguir a los administrados que sufrimos diariamente las zonas verde y azul.

Tan solo un ejemplo personal del que puedo dar fe y tengo pruebas, y recurso por supuesto. Después de pagar durante dos horas la correspondiente cantidad por su uso de la zona verde (la más cara de las dos), me encuentro una multa del supuesto agente de movilidad de turno, por confundir el orden de números y letras de mi matrícula. Es decir, me multaban después de pagar 60 euros por poner 567… VG…, en vez de VG… 567… Si esto es razón suficiente para que los controladores puedan denunciar incluso después de pagar, se pueden imaginar qué otras razones pueden esgrimir en pos de la persecución diaria de los sufridos administrados que después de recorrer unas cuantas calles buscando sitio, tienen que pagar cualquier mínimo despiste en su alquiler.

¿Cuáles serán entonces las órdenes en su servicio jurídico para aprovecharse del desconocimiento legal de la mayoría de los administrados, que no tendrían por qué tener que defenderse de quién se supone que los tiene que proteger, y ser ejemplo en el cumplimiento de la ley?

Podría dar algunos ejemplos que tengo archivados por ser parte en alguno de esos procedimientos, o haber sido representante legal de otros administrados en los mismos. Y para que nadie dude de que en esta queja no hay ningún matiz ideológico en contra del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, puedo decir (y demostrar también), que tenía los mismos problemas y las mismas quejas cuando gobernaba la Sra. Botella. Con lo cual, se deduce que el problema debe ser otro.

Y dicho esto, no estaría de más que la Sra. Carmena, ex-juex y renombrada jurista como de todos es sabido, investigara qué pasa en ese servicio jurídico. Yo estoy dispuesto a darle mi versión (con pruebas gráficas que la avalan) de los hechos.

Mujeres invisibles en la sociedad occidental

Por Francisco Javier Sotés Gil

Mujeres trabajando en un mercado de Etiopía (Gtres).

Mujeres trabajando en un mercado de Etiopía (Gtres).

Próximamente celebraremos el Día de la Madre. Hace poco celebramos el Día de la Mujer Trabajadora, de la empresa, de las fábricas, de los almacenes, la del trabajo agrícola, la de las instituciones, también como trabajadora ama de casa, y en ocasiones fuera de ella, a no ser que el marido sea entonces el trabajador que la sustituye.

Me agradaría también celebrar el día de la mujer africana trabajadora, incansable en su trabajo, algo invisible para las sociedades occidentales. Sí, las hemos visto en algún reportaje televisivo y en crónicas de prensa, mediante los que intuimos que van a coger agua a distancias largas desde sus miserables chozas, e incluso cargadas con su bebé a su espalda.

Viven en una pobreza extrema en un medio rural y a veces selvático, se encargan de todas las tareas domésticas, y en ocasiones también del huerto familiar si es que existe, obteniendo así algún pequeño ingreso. Muchas son obligadas a casarse con un marido impuesto, siendo niñas o adolescentes. Quizás hayan sufrido algún episodio de violencia de género o violación, secuestradas por algún energúmeno, o sufriendo penalidades en un conflicto armado.

Estas mujeres africanas son madres en condiciones paupérrimas y se les mueren en bastantes casos sus bebés, o directamente nacen muertos, e incluso ellas mueren.

La mujer africana tiene un papel fundamental como en el resto del mundo y no es valorado ni reconocido, influyendo en ello las tensiones producidas entre el choque de las leyes tradicionales y las legislaciones formales que puedan reconocer sus derechos.

 

Mi homenaje a la Policía Nacional

Fidel Vela

En los últimos cuatro años se han celebrado en España unas 90.000 manifestaciones y concentraciones, algunas de ellas con violencia extrema. En Madrid, más de 12.000 siendo delegada del Gobierno Cristina Cifuentes. Sin embargo, no se ha registrado un solo muerto ni herido grave entre los manifestantes. Bien al contrario, han sido los agentes policiales quienes han corrido con la peor parte.

Policia Nacional

Dos agentes de la Policía Nacional (EFE)

Por ello, es necesario destacar un hecho que nadie repara, el comportamiento ejemplar de la Policía Nacional, demostrando una profesionalidad, un sentido de la proporción y una mesura que merecen el mayor de los elogios. En este particular, hay que sentirse orgulloso de pertenecer a uno de los países más avanzados del primer mundo. Con estas breves líneas, quiero rendir mi humilde pero entusiasta homenaje a la Policía Nacional, desde el director general hasta el último agente incorporado. En Venezuela, por ejemplo, han muerto decenas de personas en las manifestaciones.

El maltrato psicológico de mi padre

Por Ana

Hay quienes aprenden qué es esto eligiendo estudiar psicología o psiquiatría. Pero ninguna lección se aprende mejor que las que uno vive en su propia piel, por eso creo que ningún psiquiatra o psicólogo sabe tanto de esta asignatura como alguien que lo haya vivido en primera persona.

Yo no tuve la opción de elegir y sin embargo sé mucho de este tema. No lo aprendí en los libros, ni yendo a clases, tampoco tuve profesores de universidad que me lo explicasen. Este tipo de lecciones fueron marcadas a fuego en el alma, que es donde mejor se quedan grabadas.

Maltrato psicológico (Gtres).

Maltrato psicológico (Gtres).

En mi particular “carrera de psicología” también había exámenes, pero en ellos me jugaba algo más que una nota. Ni siquiera creo que el maltratador sepa que lo es, él también, a su manera, se considera una víctima, por estar rodeado de tanto inútil y encima tenerlos que dar de comer; es un incomprendido dentro de su egocentrismo, subido en su altar, pretendiendo llevar el control de todo; de tus movimientos, de tus gestos, de tus pensamientos, intenta moldearte como una figura de barro, haciéndote sentir como eso, barro.

A cada instante te lo recuerda, ridiculizándote con insultos, sobre todo cuando ve un ápice de alegría o de imaginación en tus ojos. Recuerdo que teníamos algunas palabras prohibidas: «yo pienso», «yo creo».  Prohibidas porque “tú no piensas nada, ni crees nada, para eso estoy yo». “Si cada uno piensa y dice lo que quiere, ¿qué va a ser esto?”, gritaba desquiciado.

Entonces dejas de hablar o cuando lo haces, es con voz frágil, apenas susurrando, no te atreves a mirar a la gente a la cara, no vayan a ver en tus ojos el tipo de basura que eres, eso es lo que él nos decía. Y poco a poco, día a día, dejas de ser una persona. Solo eres miedo.

Aprendes a leer en las miradas, a escuchar comportamientos, a observar. Eso que llaman lenguaje no verbal, yo lo llamo ver dentro de las personas, para poder anticiparte a los hechos, lo aprendí desde pequeña, formaba parte de la supervivencia, ya saben acción-reacción.

En mi casa, cada uno tomó una decisión con su vida, alguno se dejó abatir y ser presa del sufrimiento, tomar como forma de vida la sumisión y el victimismo. Otro decidió tomarlo como ejemplo y seguir esta enseñanza con los suyos, teniendo como refugio el alcohol. Yo siempre fui la más rebelde, la peor, algo en mí se negaba a dejar de existir. La calle y la gente que tanto miedo me daban comenzaron a ser mi escape y allí por suerte conocí a alguien especial, alguien que también sabía leer entre líneas y mirar en el interior de las personas. Gracias a él, que supo sacar lo mejor de mí, dejándome ser yo, con mis errores y mis aciertos, ahuyentando los fantasmas de mi pasado y dejándome renacer de nuevo.

Me di cuenta de que esto que yo viví desde mi infancia no fue más que enseñanza, mi particular “carrera de psicología”, comprendí que es cierto, lo que no te mata, te hace más fuerte, pero también que si te dejas, te mata, al menos por dentro.

Hoy este hombre, mi padre, después de tanto decirnos “si no te gusta, te vas a la calle”, está solo, solo con su casa, solo con su dinero. Solo. Para la gente de fuera es un buen hombre, les da lástima, pues no saben su verdadera historia, a mí también me da lástima. Si no recuerdo, no le guardo rencor. Él sigue haciéndonos sentir culpables, a sus hijos y a su mujer de sus fracasos y ahora también de su soledad. Una pena no haber aprendido nada de su lección de vida, porque para él también está siendo una lección. Se ha quedado solo, consigo mismo.

Estas palabras son para aquellas personas a las que quieran hacerlas sentir barro. Yo pienso… que en la violencia no hay género, no hay que olvidarse de los niños, y sobre todo yo creo… que a veces es bueno ser la peor, la más rebelde en algo.

Semana de la carta manuscrita

Por Ángela Farfán de los Godos Martínez

Lápiz y papel (Archivo).

Lápiz y papel (Archivo).

Desde que nos comunicamos a golpe de chat, el estruendo mecánico del teclado y el sonido digital de las pulsaciones en la pantalla del móvil han relegado al olvido el silencioso deslizamiento del bolígrafo, el alegre murmullo del lápiz y el sensual rasgado de la pluma sobre el papel.

Sin embargo, ante la inutilidad de oponerse al devenir de los tiempos, me gustaría aprovechar la ocasión para, lejos de lanzar un fútil lamento, celebrar que la escritura manual se transforme día a día en una cuestión de placer y que la caligrafía avance poco a poco hacia la categoría de arte.

Hoy me he levantado así de poética porque he sabido por las redes sociales que estos días se celebra la I Semana de la Carta Manuscrita, una cita que los románticos de la escritura nos apresuramos a apuntar en nuestras agendas analógicas para que no se nos olvide el año que viene.

Os animo a que, de cuando en cuando, os dejéis caer con una carta, -si es de amor, mejor-, dirigida a quien más (o a quien menos) se la merezca y a que deis vida a esos buzones que hoy en día sólo contienen facturas y publicidad.

Otegi sigue en su línea

Por Darío Grégoris Nieto

Arnaldo Otegi y Jordi Évole, en la entrevista que el periodista hizo al dirigente abertzale (La Sexta).

Arnaldo Otegi y Jordi Évole, en la entrevista que el periodista hizo al dirigente abertzale (La Sexta).

Tuve la ingenuidad de creer y decir que los años habían hecho quizá reflexionar a Otegi y convertirse, si no en un Mandela, sí en un hombre de paz, como intentaba hacernos creer para salir de la cárcel. Pero se trataba sólo de otra peligrosa maniobra suya para seguir oprimiéndonos en lo posible. Lo ha demostrado en sus múltiples acciones e incluso palabras, como en la entrevista con Évole, en donde se revela hasta qué punto es incluso un “descerebrado”, como buen etarra.

En efecto, hablando del frío asesinato a Miguel Ángel Blanco, le dice al periodista: “¿Cómo me puede pedir que condene una cosa del pasado cuando no la condenaba cuando se producía?”. Es decir, niega hasta la posibilidad misma de reflexionar, de arrepentirse de algo, tiene un tarugo en la cabeza, en donde el pensar se limita a querer vengarse por estar preso por crímenes que no cometió con su propia mano, según tiene el valor de añadir. El dejar de matar, sigue la conversación, se debió a que ETA vio que eso era contraproducente incluso para muchos de la izquierda aberzale. ¿Y si un día dejara de serlo, lo apoyaría Otegi de nuevo? Estas declaraciones deben conducir sin demora de nuevo a la cárcel a quien demuestra seguir siendo tan peligroso criminal que amenaza la paz.