Por Pedro Serrano
Un gorrión posado sobre la rama de un árbol. (ARCHIVO)
Mi infancia estuvo llena de gorriones. Si echo la vista atrás, aún puedo verlos saltar por el corral robándoles el grano a las gallinas. Aún puedo ver sus revoloteos y escuchar su repertorio de cantos en aquella casa de tierra llena de escondrijos. Pero, en aquella época ruda y de supervivencia elemental, humanos y gorriones éramos enemigos irreconciliables. Todo porque que las pobres criaturas nos hurtaban un puñado de granos de aquellas míseras cosechas y sembrados. Pobres ignorantes, solo considerábamos los daños que nos infligían; nunca los beneficios, que eran muchos y variados.
Afortunadamente, ahora ya sabemos que la singular asociación entre humanos y gorriones, en pueblos y ciudades, siempre ha sido fructífera para ambas partes. Según los estudiosos, no solo ayudan a controlar plagas y dispersar semillas, sino que son un excelente indicador de nuestra calidad ambiental. Y esa calidad ambiental no debe de ser muy buena cuando se les ve más tristes que antaño y se constata que están disminuyendo drásticamente, sobre todo en las ciudades.
Al parecer, las ondas electromagnéticas en las ciudades, la contaminación, la escasez de alimento y la falta de lugares para nidificar son algunos de los principales enemigos de los gorriones urbanos. Y, en el campo, la especie se enfrenta a la intensificación agraria, el empleo abusivo de plaguicidas y el abandono rural.
Si, como parece, nuestras vidas están íntimamente ligadas a las suyas, ¿compartiremos el mismo destino?
Señor Pedro, olvida usted lo mas importamte. El asentamiento de especies de aves y superpoblación de estas mismas cuya alimentacion es la misma que la del gorrion y asi reduciendo el alimento para los gorriones.
25 marzo 2016 | 18:33
SOLUCIÓN: ¡ACABAR CON LA PROHIBICIÓN DE LOS ‘PAJARITOS FRITOS’!
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…Amigo don Pedro, su infancia estaba llena de gorriones porque los pajaritos siempre han sido manjar de dioses. Volaban libres o se criaban aquí y allá para servirlos después de tapa en bares, tabernas y restaurantes. Y muy ricos que estaban. Sobre todo los de Madrid y Andalucía. Servidos en cazuelas de barro y cubiertos con sombreretes de papel. Hasta que algunos políticos insensatos de la UE los prohibieron esgrimiendo razones conservacionistas. Fíjese usted qué paradoja. Es ahora precisamente, cuando ya nadie los come, que están desapareciendo. Usted lo ha reconocido además.
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…Esto prueba que a veces prohibir es malo. Malísimo. Como el día que esos vichingos de PODEMOS acaben definitivamente con las corridas de toros. Ese día dejarán ya de servirnos la suculenta carne de toro de lidia; el añojo con asadillo de pimientos; el clásico rabo de toro cordobés o el rabo de toro estofado con crujiente de oreja, puré de madroños y sol y sombra, que sirven en la Taberna del Alabardero; el Timbal de toro desmigado; el roastbeef de toro de lidia, etc… También diremos adiós a la ruta de la tapa taurina. Adiós al arte, a la libertad democrática, al turismo, al buen comer… Y todo porque el toro de lidia dejará de criarse.
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…Y no es eso. Hay animales que, si se prohíbe su venta, caza o crianza, se extinguen. Caso del toro y los pajaritos. Luego encima la culpa no es de los políticos prohibicionistas (y su dichoso ‘’’Real Decreto 439/1990 de 30 de marzo por el que se regula el Catálogo Nacional De Especies Amenazadas –BOE Núm. 82 De 05-04-1990–‘’’) ni de los ‘’progres’’ de izquierdas, ecologistas, macrobióticos, naturistas, lacto-cerelianos, dietistas ‘pitagóricos’, frugivoristas, crudívoros, veganos, etc. La culpa se la endilgamos al medio ambiente y nos inventamos una lista de razones ‘’comodín’’ que sirve para todos los males de este mundo:
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…1) Las ondas electromagnéticas en las ciudades, 2) La contaminación, 3) La escasez de alimento, 4) La falta de lugares para nidificar, 5) La intensificación agraria, 6) El empleo abusivo de plaguicidas y 7) El abandono rural. Como verá, algunas de estas razones son muy difíciles de demostrar, caso de las ondas ésas. Otras contradictorias, como la contaminación, por un lado, y la escasez de alimento, por otro, suponemos que por estar las calles muy limpias. Otras por el eterno problema del éxodo rural, que se lleva produciendo desde los años 70.
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…No, mire usted. En todo caso, esas razones serían aplicables a la emigración de nuestros jóvenes al extranjero (escasez de alimento, falta de lugares para nidificar, abandono rural) por culpa de los políticos. Esos sí que son unos pajarracos buenos. PSOE, PP, lo mismo da. Con ellos seguirá el empleo precario, los minijobs, el trabajo basura, los microcontratos, el sueldo de hambre, los trabajadores ‘pobres’, la falta de vivienda barata, el fracaso del Plan Bolonia, la nula salida profesional de la Universidad… Incluso a los de PODEMOS ya se les está viendo el truco, la demagogia y el populismo, como ha ocurrido en el Ayuntamiento de Cádiz, donde a su alcalde, ese tal José María González ‘’Kichi’’, se le fue la fuerza por la boca desde que se hizo con el bastón de mando. Prometió a sus electores Trabajo y Vivienda. Y mire ahora; nada de nada y con broncas de sus vecinos. A él, sin embargo, todo eso se la suda y hoy se le ha visto tan pancho por la Semana Santa. Bien comido y bien vestido. Ya le digo, otro sinvergüenza.
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…Y es que las prohibiciones de éstos son la perdición de nuestra cultura milenaria. Entre la cual se halla la gastronómica, claro. Si se levantara la veda del pajarito frito, ya vería usted, don Pedro, cómo los gorriones volverían felices a las ciudades. Se criarían aquí y nos los servirían en bandeja para disfrute de pequeños y grandes. Pardillos, alondras, hortelanos, golondrinas, petirrojos, colirrojos, zorzales, currucas, cucalones, escribanos… Todos revoloteando por las ciudades falsamente contaminadas. Y muchos de ellos irían a la cazuela. Ideal el pajarito frito de tapa con una cerveza fría.
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…Le pongo un ejemplo para que a usted se le quite la fiebre ecologista y se chupe los dedos. La receta es sencilla. Necesita 4 parejitas de pajaritos (zorzales, currucas, pardillos, mirlos… lo primero que le caiga en la trampilla) y los siguientes ingredientes: 1 ramita de laurel, 2/2 vaso de vino blanco (va muy bien el de Montilla-Moriles o uno fino de Jerez), aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta en grano.
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…Modo de preparación: más sencillo todavía. Límpielos bien, sin plumas, sin tripas. Y fríalos bien en una sartén con el aceite bien caliente y todos estos ingredientes. Cuando se doren, añada el vino y reducir. Servir con una rodajas de pan o sus derivados crujientes (colines, picos, palitos de pan, grisines…) y, ¡cómo no!, su copita de vino blanco o su cervecita bien fría. Y ya verá ya, amigo don Pedro…
25 marzo 2016 | 23:41
Madre mía, cómo está el patio. Claro, tiene todo el sentido Carmen.. si no nos comemos los animales, se extinguen. (Lo que viene a ser lo mismo: Cuánto más pajaritos hay, menos pajaritos hay), y por supuesto, los primeros que se alegrarían de ser devorados, serían los propios pajaritos. Pensarán ¡Qué alegría! ¡Volvamos a las ciudades!. Qué facilidad para expedir afirmaciones, así sin saber ni ná, con la gracia con la que se desempeña la auténtica ignorancia uno puede afirmar que no se pueden demostrar realidades que ya han sido demostradas. Pero aún así, sin saber na de na sobre ecología, veterinaria y otras disciplinas honorables, uno sigue afirmando que los aviones no vuelan, que las personas de la tele viven ahí dentro y que los toros no sufren cuando mueren, nosotros tampoco sufrimos cuando nos mutilan, de hecho. Me nseñaron en la escuela que a este tipo de afirmaciones falsas se les conoce como Falacias. Y es fácil reconocerlas pues la.la sociedad hace un dispendio abundante de ellas. Por ejemplo, es como si uno dice que la culpa de que los pajaritos estén desapareciendo es de los políticos. Aunque la política juega un papel importante, No. La responsabilidad reside en la gente de a pie que respira el mismo aire que el resto, y que no entiende el significado de Biosfera y lo importante que es su equilibrio. Pero supongo que es difícil enfrentarse a este hecho, puesto que no le deja a uno más que la opción de aceptar la triste realidad: Qué uno es ignorante y defiende afirmaciones sin fundamentos porque carece del conocimiento que hace falta. ¡Qué bien se vive cuando siempre se tiene la razón! Verdad? Así es como la.sociedad ha progresado en España. Hablando sin saber, presuponiendo que las.cosas son como se piensan que son, es como decir que nuestra cultura es milenaria… no lo es, me temo. Con que abras el principio de un libro de historia, hagas cuentas y veas las diferencias sociales, culturales y religiosas.. te darás cuenta. Es fácil sobrevivir a la ignorancia y todo los males que produce.. (Como la visión distorsionada de la realidad) Se cura solo LEYENDO y VIAJANDO.
26 marzo 2016 | 17:35
OH GRACIAS POR LA RECETA, ME ENCANTARA PROBAR TAMBIEN TU PROXIMO FETO FRITO EN SALSA DE PLACENTA, AVISAME CUANDO ESTES LISTA O SI QUIERES TE DEJO PREÑADA
26 marzo 2016 | 18:01
Yo nunca he visto pajaritos fritos, pero al menos en Madrid, la razón de la desaparición de los gorriones es la plaga de cotorras argentinas que el ayuntamiento no ha hecho nada para erradicar, ni el anterior consistorio, ni mucho menos éste nuevo… que francamente no sé a qué se dedica. La ciudad lleva meses parada.
26 marzo 2016 | 18:08
Dejandonos de chuminadas, la realidad es que hoy en día no se ven casi gorriones, cuando antes los había por castigo. ¿Cual es su causa? Creo que no hay una sola causa sino que tenemos varias y muy diferentes, por ejemplo, las cotorras en las ciudades, que ocupan el espacio de los pajarillos y los desplazan, el ultivo extensivo, quitando orillos herbosos que servían de protecciòn a los pequeños, el veneneno que se distribuye por las piezas de labranza para obtener mayor cosecha, eliminando las plantas no deseadas, y un largo etc. Y así nos luce el pelo!
26 marzo 2016 | 18:56
Eso es cierto, la ciudad está parada. Se ha detenido justo en medio de la vía láctea. Paradita paradita. Igual por eso se ven menos gorriones, con la inercia tras la parada han abandonado el planeta. En cualquier caso, la culpa es de Podemos y no se lo perdonaremos nunca.
26 marzo 2016 | 19:12
en mi infancia (argentina), los gorriones se contaban por millares en las calles de las ciudades y las casas del campo, hoy dia no lo podría decir, pues hace tiempo que no viajo a ese pais..
cotorras en el campo siempre han existido, no comprendo por que en España no son compatibles ambas aves..
lo que si, desde hace algunas décadas en el campo, existe MONSANTO y eso, no es compatible con vida alguna….
26 marzo 2016 | 19:55
Pues será en las grandes ciudades porque en Huelva capital (que ya de por sí hay contaminación por culpa del polo químico), se ven a diario.
26 marzo 2016 | 20:02
Lo que se aplica a los animales hay que aplicarlo también a las personas, el gorrión no es el único ser vivo susceptible de desaparecer en nuestra península. Todo lo que no respeta el equilibrio, lo altera.
26 marzo 2016 | 20:08
Para nada desaparecen …
Los gorriones se adaptan al habitat de las grandes ciudades, las ciudades del mediterraneo estan plagadas de gorriones y otras aves que no pertenecen al habitad pero que se escapan o los sueltan y anidan, como loros, periquitos, cacatuas y demas especies, hasta el punto que muchas veces no te dejan dormir ….
Y si hablamos de las palomas, soon una autentica invasion
26 marzo 2016 | 20:29
Que ridicula es usted, querida Carmen Prados Jimenez. Se las da de culta y resabiada usando terminos rebuscadillos, de novela y/o de periodista tipo Reverte y lo que consigue, sin embargo, es ser triste y retrograda. Si nos descuidamos nos intenta convencer de que hemos hecho fatal en no seguir quemando a las brujas, blasfemos y enfermos mentales en una hoguera en la plaza del pueblo, fijese que gran perdida para nuestra cultura ancestral, para nuestras costumbres de toda la vida. Tambien, si nos descuidamos, nos convence de que debemos cazar rinocerontes blancos para evitar de este modo su extincion, y a su logica me remito: si se caza se mantiene la raza, si no caza no se mantiene. Logica aplastante, oiga. Vamos, de Premio Nobel, diria yo. Que pena me da usted, querida Carmen, con su escasa moral y empatia. Y lo gordo es que encima dormira tan tranquila y orgullosa. En fin, Serafin. (Ruego se me disculpe la ausencia de acentos pero escribo desde fuera de Espagna y el teclado es diferente. Gracias).
26 marzo 2016 | 20:57
Yo creo que les está afectando el cambio climático, en mi ciudad los gorriones crian en febrero, enero, etc… porque hace calor, pero luego llega una semana de ola de frio y te encuentras a las crias muertas por la calle. Creo que es una causa más además de las mencionadas.
26 marzo 2016 | 21:10
El único ser vivo que sobra en este planeta es el ser humano.
26 marzo 2016 | 22:06
Lo de esa mujer y la receta de los pajaritos fritos es de manicomio.
26 marzo 2016 | 22:16
A propósito de pajaritos les cuento un hecho ocurrido en mi niñez hace ya para más de medio lustro, cuando se podían coger pajaritos en bebederos con redes de uno y dos paños según la amplitud del lugar. La red se colocaba en el suelo por el borde con clavos que tenían una cabeza curva para sujetar el encordelado del borde que le servía para fijarla al suelo, en el otro extremo superior se fijaba un varal que se sujetaba con una cuerda en el extremo y servía para cerrarla cuando acudía el pajarito: verderon, chamari, jilguero, gorrión, camacho, etc se tiraba con una cuerda sujeta en el varal del tiro y esta se cerraba dejando al pajarito cogido en la red, luego se cogía y se guardaba en un jaulón donde se les enseñaba a comer arpistez (arpistelarlo se decía). Estos acudían gracias a los cantos de jaulas que actuaban de reclamos así como a un cimbel enseñado a revolotear cuando se catapultaba embragado hacia arriba con una cimbelera o atraídos por saltones embragados puestos en la red. Era todo un arte y ademas enseñado de padre a hijo con sus normas de las que nadie habla por desconocimiento. Les cuento un día que fui con mi padre se cogieron aproximadamente unos 100 pajaritos de diversas especies principalmente jilgueros pues bien ya casi al mediodía sobre las 13 horas que era cuando se empezaba los preparativos para la paella, por supuesto de pajaritos, eso si todos semilleros nunca insectívoros, mi padre cogió el jaulón y empezó uno por uno con los pajaritos y dijo este hay que soltarlo porque aun no ha echado el madroño es muy joven,otro este lo debemos dejar de ir porque es hembra y puede que esté criando,este tiene ocho plumas en el ala bien formado y propio para el canto para reclamo ,este es ya un pájaro viejo que ha cubierto su ciclo para la paella etc,etc al final de los 100 pájaros se destinaban para el canto una docena mas o menos ,para la paella otros tantos y el resto se devolvía al campo.Es la pura realidad de lo que aconteció ,había una cultura de selección natural se respetaban las vedas y las especies no se iba a saco todo formaba parte de una escuela en consonancia con la naturaleza por la que se velaba y los primeros que lanzaban el grito de protesta cuando algún producto atacaba a los pajaritos/tratamiento de plagas/eran los propios pajareros /,pueden decir que por propio egoísmo e interés y es verdad,pero en cambio hoy con todo el ecologismo imperante nadie mueve un dedo por las atrocidades vertidas sobre los cultivos que eso si está acabando con ellos no los pajareros al menos los de antaño que yo conocí en mi niñez que no eran tan desaprensivo como quieren presentarlos.
26 marzo 2016 | 22:26
A la de los pajaritos fritos, a tí si que había que freirte, pero comerte que te coma tu abuela impresentable.
26 marzo 2016 | 23:02
otro de lo peligroso para los pájaros es el grano de mata caracoles así como los insecticida para matar los pulgones y matallervas que también matando a las abejas hay que ser consciente uno d lo que hace por que si tus ojos no ven arrancarlos por que no te sirven para ver tu entorno
26 marzo 2016 | 23:19
Lamentable y esperpe´ntico escrito de esta persona amante de las frituras y de los rabos, de toro, que condena de antemano a un grupo político por cosas que no ha hecho y que manipula insinuando que todos los antitaurinos somos de podemos.
En mi pueblo hay gorriones y en mi patio anidan, les alimento someramente, les proveo de agua y no me los como fritos, y aún así, siendo un desalmado que no les echa a la cazuela siguen viviendo. Que desagradecidos.
Con eliminar la prohibición de comer pajaritos fritos al menos lograríamos que nos estuvieran agradecidos. Lo que no tengo claro es si, como a los toros, antes de cocinarlos primero hay que torurarlos.
26 marzo 2016 | 23:47
Carmen Prados Jiménez…….te has lucido, me recuerdas las corridas de toros, donde se mata al pobre animal solo para diversión de «otros animales» y con el dicho de que si no hay corridas de toros estos se extinguirían …….. los animales se extinguen por la superpoblación humana que les quita sus habitas naturales……. p@lurda.
27 marzo 2016 | 9:23
esta [ señora?] de que manicomio se a escapado, con las prisas de la fuga de dio un golpe en
la cabeza que la dejo mas para alla que para aca,
plaguicidas,contaminacion, MONSANTO,cavernicolas,ignorantes paletos.garrulos,
su ignorancia supina desafia a la inteligencia mas elementaln, tratese y deje de decir estupideces
27 marzo 2016 | 12:44
el comentario 21 ESTA REFERIDO al comentario 2
27 marzo 2016 | 12:51
La habeis tomado con la señora de los pajaritos (2) con insultos y agresiones verbales, algunas denunciables, y todo por la ignorancia de los que escriben en este post, si digo ignorancia porque aun se cazan «pajaritos» con arboles simulados o naturales, con cebos de otros pajaros cantores quie los atraen y varas impregnadas de brea, hay o habia un permiso en una determinadas fechas (octubre-diciembre) y se cazaban claro y por supuesto se comian bien fritos o bien en arroces o paellas como cualquier otro animal.
¿Quie no os lo creeis?, es problema vuestro, pero es cierto.
27 marzo 2016 | 21:45