Por Horacio Torvisco Pulido
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez durante una rueda de prensa (Chema Moya/EFE).
Una vez fracasado el primer intento de formar gobierno se avecina un tiempo de cierta tribulación donde, si se quiere llegar a un acuerdo de investidura y de gobierno, Sánchez y Rivera tendrán que mover ficha; ya no vale seguir diciendo que su acuerdo es el mejor y el único posible.
A esto, se suma una opinión que sostienen muchos medios, de forma muy reiterativa, sobre la “orfandad” en la que estamos inmersos por no tener ya nuevo gobierno, asunto de vida o muerte que hay que zanjar urgentemente, algo que la última encuesta del CIS no acredita como una prioridad de la gente.
En este país, donde nos movemos habitualmente entre argumentos extremos, esta urgencia resulta claramente un constructo interesado. ¿Por qué digo esto? Porque lo importante, por mucho que se empeñen algunos, no es tener un gobierno cuanto antes sino tener un gobierno que ponga coto a la corrupción política y económica que asola este país, y que revierta las políticas que tanta desigualdad han generado a favor de una minoría y en contra de la mayoría, asuntos ambos, estos sí, prioritarios para la ciudadanía.
En efecto, señor Torvisco: «Lo que nos hace falta es un Gobierno que ponga coto a la corrupción política y económica que asola este país y que revierta las políticas de desigualdad….» Y que, derogue la reforma laboral, la ley Mordaza, acabe con las puertas giratorias y con los privilegios de tanto enchufado como hay en este país. Y que no mediatice los medios de comunicación y la justicia. Y que no se apropie de TVE, que la pagamos todos. Y que no privatice la sanidad y no haga imposible la Universidad para las clases media y trabajadora. Y que no pidan, como Ana Mato, 53.000.- € «porque no encuentra trabajo». Y como ella, otros sesenta y tantos exdiputados. A menudo oigo voces que piden que se pague «mejor» a los políticos. ¿Se han fijado los que tal dicen en los sueldos de tantos y tantos españoles? Y, por otra parte, están los que dicen que «ganarían más fuera de la política». ¿Y quién les obliga a dedicarse a la política?
14 marzo 2016 | 11:53
En una cosa lleva razón Rajoy, para ese viaje del PSOE no hacían falta alforjas, que Pacte PP y PSOE y se acabó. Si quiere C’s que vaya a la boda. Ahora, si quiere deshacer los errores cometidos que se olvide de esa «linea roja» que se pusieron ellos mismos – no PODEMOS- y haga un pacto natural. Si Merkel se lleva un disgusto, ya se le pasará. No se trata de incumplir sino de negociar.
14 marzo 2016 | 16:10
Todo el baile actual es, “Marca España con mucha antigüedad”. Por esto así nos encontramos.
Esto es la mierda tradicional y antigua de la España hasta nuestros días, en el pasado siglo se decía que los Pirineos era el punto que dividía África de Europa. Hoy, esta mas claro que el agua porque estamos en el culo del planeta, ya ni entendimiento hay para poner un gobierno de respeto para el Pueblo ante tanta corrupción y golfos improductivo ocupando la administración de la Nación.
Estamos siendo la risa del planeta y lastima sin solución alguna ante tanta división para que nadie se entienda, y los que están NO quieren soltar las riendas..,
15 marzo 2016 | 0:56
Todo el baile actual es, “Marca España con mucha antigüedad”. Por esto así nos encontramos.
Esto es la mierda tradicional y antigua de la España hasta nuestros días, en el pasado siglo se decía que los Pirineos era el punto que dividía África de Europa.Hoy, esta mas claro que el agua porque estamos en el culo del planeta, ya ni entendimiento hay para poner un gobierno de respeto para el Pueblo ante tanta corrupción y golfos improductivo ocupando la administración de la Nación.
Estamos siendo la risa del planeta y lastima sin solución alguna ante tanta división para que nadie se entienda, y los que están NO quieren soltar las riendas..,
15 marzo 2016 | 1:08
Guste o no guste, lo que ha votado la gente es que el PP tenga 120 diputados y Ciudadanos 40.
Con eso es con lo que hay que lidiar, y eso implica que los partidos de izquierdas no pueden ponerse maximalistas y reclamar que se cumpla el 100% de su programa. La gente no les ha dado votos suficientes para eso, y punto. Toca pactar, y que todos hagan el favor de apearse el burro y de ceder en algo. Mientras unos y otros se empeñen en no ceder apenas en nada, podemos repetir las elecciones diez veces, y podemos seguir igual.
16 marzo 2016 | 0:02