Soy una mujer de 33 años licenciada en Periodismo. Desde pequeña se me ha inculcado el valor que la formación académica tiene en el mercado laboral, por eso acabado el colegio la universidad era la parada obligatoria. Con mi título bajo el brazo trabajé algunos años en departamentos de comunicación y medios. Sin embargo, fui la primera en irme a la calle cuando los datos económicos comenzaron a empeorar.
Archivo de marzo, 2016
La hipocresía de algunos cristianos
Por Darío Real
Me hace gracia la doble moral de aquellos que piensan que es Dios el único que tiene la potestad de dar vida y se rebelan en contra de la ciencia. Los mismos que están en contra del aborto, pero si tienen una hija embarazada con un hijo no deseado por la causa que sea (suele ser el qué dirán), se la llevan a abortar. Los mismos que todo lo arreglan con ir el domingo a misa y echar una propina en el cepillo.
Sepan ustedes que eso no les hace ser mejores personas, simplemente les hace sembrar hipocresía dejando que sus vástagos recojan vuestro testigo.
Quiero ir a la cárcel, hay médico gratis
Por Marga Alconchel
Es un síntoma de una sociedad (la moderna) en la que se estima que hacia 2060 casi la mitad de su población tendrá más de 60 años. Los estándares de vida actuales, los sistemas laborales y la poca protección a las capas no productivas de la sociedad (niños y mayores) están empujando a muchas personas a buscar soluciones desesperadas.
Carta a Adolfo Suárez
Por Álvaro Céspedes Reus
El 30 de marzo de 1979 el pueblo español observaba delante del televisor cómo su persona, don Adolfo, se convertía en el primer presidente democrático de España.
Como usted recordará, su investidura fue relativamente fácil, pues en la primera votación obtuvo mayoría absoluta con 183 votos a favor y 149 en contra. Así nuestro país iniciaba su primera legislatura en democracia y el bipartidismo moderno se instauraba.
Pero han pasado 37 años, el panorama político dejó atrás ese concepto del bipartidismo y cuervos e inmovilistas se pugnan el poder mientras el ciudadano se pregunta: ¿dónde quedó el talante, el consenso y la agudeza mental que usted y los de su tiempo mostraron en esa España en blanco y negro?
Por último, gracias Adolfo.
Sobre los refugiados: no podemos seguir negando la vida a esos seres humanos detrás de esas vallas
Por Pryscila Veras Milhomem
Desde hace algunos meses se han estudiado medidas contra los refugiados que me avergüenzan como ciudadana europea. Estamos frente una emergencia humanitaria y no podemos seguir ignorando la pérdida de tantas vidas inocentes. No podemos seguir negando la vida a esos seres humanos detrás de esas vallas. No podemos seguir destruyendo los sueños de miles de niños que tienen toda la vida por delante. No podemos seguir mirando la realidad a través de nuestras gafas etnocéntricas preocupándonos tan solo por nuestro propio bienestar.
Cuando tenía doce años vine a España desde un país del tercer mundo en búsqueda de una vida mejor. En aquel entonces no hablaba el mismo idioma, no tenía la misma cultura y tampoco tenía los papeles en regla. Pero tras diez años lo que sí tengo es el orgullo de poder decir que estoy en el último año de carrera (Direcciones de Relaciones Públicas y Marketing), tengo un trabajo a jornada completa y me independicé a los 18 años. Lo que sí tengo es el agradecimiento por la oportunidad que me dieron, pero no puedo evitar preguntarme por qué a los refugiados no.
Detrás de esas vallas que vemos a diario en las noticias existen personas que huyen de tragedias diarias, bombardeos y ataques sistemáticos como los que sufrió Bruselas la semana pasada. Detrás de esas vallas existen seres humanos que como yo hace diez años no hablan el mismo idioma, no tienen la misma cultura o religión, pero lo que sí tienen son ganas por sobrevivir y nosotros no somos quién para juzgar quién merece vivir o no en este mundo.
Debemos propocionarles el derecho de tener una vivienda digna, la seguridad de saber que van a tener un plato de comida siempre que tengan hambre. Debemos proporcionarles el derecho a la vida, el cual la Unión Europea dejó en el olvido tras el acuerdo con Turquía.
Ante esta situación, si algún ser humano se siente superior, que esta superioridad sea de bondad, de empatía o de compasión, pero jamás una superioridad étnica.
«Yo no soy racista. Estoy en contra de toda forma de racismo y segregación, toda forma de discriminación. Yo creo en los seres humanos, y que todos los seres humanos deben ser respetados como tales, independientemente de su color.» Nelson Mandela.
Señores políticos: no me aprieto el cinturón y repago medicinas para que ustedes sigan con esta comedia
Por Ángel Villegas Bravo
Como ciudadano, nada más (y nada menos) tengo algo que decirles a todos los políticos; y ruego, de antemano, me perdonen aquellos que, quiero creer, piensan y sienten como yo.
Yo no pago mis impuestos para ver cómo se faltan ustedes al respeto, cómo se degradan y se desprestigian insultándose y perdiendo las formas de esa manera tan lamentable. No me aprieto el cinturón, repago medicinas y veo reducidos mis ingresos para que ustedes sigan con esta farsa, comedia, vodevil o sainete, negándose la mano y diciendo vulgaridades tabernarias. No me privo de algunas cosas necesarias, y procuro vivir dentro de mis posibilidades para que ustedes no tomen medidas drásticas contra los que malgastan, malversan, o directamente roban el dinero público. No me gusta nada ver a gentes de mi familia, o amigos, que están en el paro, o trabajando en precario y con unos sueldos míseros, o emigrando, para que ustedes sigan trazando líneas rojas y mirándose el ombligo o, incluso, pretendan gobernar sin el control del Parlamento.
¿Acaso no son conscientes de su desprestigio, del descrédito de las instituciones, del hartazgo ciudadano? ¿Quizá es que les importa un bledo la ciudadanía?
Pues vayan ustedes espabilando, porque el vaso hace mucho tiempo que rebosa.
La Unión Europea, muy malherida
Por Martín Sagrera Capdevila
Los atentados de Bruselas apuntan al corazón de la Unión Europea. Coinciden con los días en que muchos cuestionan como nunca el que la UE tenga corazón, dado el trato ilegal e inhumano que da a quienes, con cruel ironía, llama –cuando hace todo lo que puede para que no lo sean- “refugiados”.
Estas son personas de carne y hueso, hombres, mujeres y niños que huyen para salvar sus vidas de largas y muy sangrientas guerras, ocasionadas en gran parte por los intereses estratégicos y las armas vendidas a sus asesinos por distintos países de la Unión. Países que, bajo la batuta alemana, han arruinado el Estado social de muchos de sus propios territorios, y han coartado sus libertades democráticas.
¿Tendrán de nuevo los jefes de la UE el valor de invitar al pueblo, como en París, a manifestarse sin miedo contra el terrorismo, mientras que ellos cometen la increíble bajeza de hacerse la foto en un lugar seguro e intentar hacer creer después que estaban con sus conciudadanos? Muy, muy malherida está la UE, máxime cuando esos políticos -y los poderes fácticos que los manejan- montan mil grandes embustes para desprestigiar e incluso eliminar los movimientos sociales que intentan en distintos países salvar los valores humanos que parecían ya consolidados en Europa.
Sobre los derechos humanos: solo somos cifras y nuestras vidas, billetes
Por Rocío Olivera Salazar
Adivina, adivinanza: se tiene en unos países y en otros no. Se puede perder con el tiempo o con los intereses económicos de las multinacionales y los que gobiernan. Pueden alterarse según el sexo que tengas o tus inclinaciones sexuales. Dependen de tu dinero y posición social. Crees que existen pero sólo son un ideal plasmado en un papel para que creas que velan por tu seguridad.
Se llaman derechos humanos. Sólo somos cifras y nuestras vidas billetes, cada cual con distinto valor, cada cual con distinto destino.
Adiós a los gorriones
Por Pedro Serrano
Mi infancia estuvo llena de gorriones. Si echo la vista atrás, aún puedo verlos saltar por el corral robándoles el grano a las gallinas. Aún puedo ver sus revoloteos y escuchar su repertorio de cantos en aquella casa de tierra llena de escondrijos. Pero, en aquella época ruda y de supervivencia elemental, humanos y gorriones éramos enemigos irreconciliables. Todo porque que las pobres criaturas nos hurtaban un puñado de granos de aquellas míseras cosechas y sembrados. Pobres ignorantes, solo considerábamos los daños que nos infligían; nunca los beneficios, que eran muchos y variados.
Afortunadamente, ahora ya sabemos que la singular asociación entre humanos y gorriones, en pueblos y ciudades, siempre ha sido fructífera para ambas partes. Según los estudiosos, no solo ayudan a controlar plagas y dispersar semillas, sino que son un excelente indicador de nuestra calidad ambiental. Y esa calidad ambiental no debe de ser muy buena cuando se les ve más tristes que antaño y se constata que están disminuyendo drásticamente, sobre todo en las ciudades.
Al parecer, las ondas electromagnéticas en las ciudades, la contaminación, la escasez de alimento y la falta de lugares para nidificar son algunos de los principales enemigos de los gorriones urbanos. Y, en el campo, la especie se enfrenta a la intensificación agraria, el empleo abusivo de plaguicidas y el abandono rural.
Si, como parece, nuestras vidas están íntimamente ligadas a las suyas, ¿compartiremos el mismo destino?
El Congreso de los Diputados, cerrado por vacaciones
Por Javier Prieto Pérez
Después de los tres meses transcurridos desde la celebración de las pasadas elecciones, nuestros políticos han llegado a un acuerdo en el Congreso. Por fin, sus señorías han mostrado una gran voluntad negociadora, lo cual habría sido motivo de júbilo si fuera en aras del bien común de todos los españoles. El problema es que dicho consenso, alcanzado en unos instantes, no tiene como fin establecer una coalición que permita la gobernabilidad en España. Ese pacto hace mención a las tres semanas de vacaciones que van a disfrutar los parlamentarios en Semana Santa.
Como consecuencia de esta medida, que supone la ampliación de su periodo de descanso, se pospone la Junta de Portavoces del 22 de marzo, y el Pleno del día 29 de marzo se retrasa al 5 de abril. Al margen de las cuestiones de calendario, resulta indignante comprobar cómo esos mismos diputados que se muestran intransigentes a la más mínima concesión del adversario, se transforman en camaradas y aliados de hemiciclo cuando sus intereses particulares están en juego.
Dicha actitud irrita a los ciudadanos por dos cuestiones. Porque España está sumida en una parálisis por culpa de su intransigencia, preocupados sólo de sus fines partidistas. Y, sobre todo, porque la lacra del desempleo golpea a más de 4 millones de personas que padecen graves problemas económicos.
Ante esta situación, nuestros representantes se permiten el lujo de interrumpir su actividad durante un espacio de tiempo tan prolongado. Demuestran que viven en una burbuja, de espaldas a la realidad, y lo que es peor, con el dinero del contribuyente, de cuyos problemas reales no se ocupan. Las dificultades graves se afrontan trabajando con energía y responsabilidad, no incrementado los periodos vacacionales.