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Un poder médico sin sensibilidad ante la muerte digna

Por Pablo Aceña de Mesa

Acaba de fallecer una amiga, tenía 64 años. Hace dos le diagnosticaron un cáncer grave. Le ofrecieron operarla,sin seguridad de sobrevivir, y unas perspectivas nada halagüeñas de calidad de vida. Decidió afrontar su destino sin operarse; tan sólo con algún tratamiento que hiciera más llevadera su enfermedad, disfrutando intensamente de la vida junto a los suyos, hasta que llegara su momento. Hizo testamento vital manifestando su voluntad de acabar con dignidad cuando la situación ya se hiciera insoportable. Todo acordado con la familia, que la ha arropado durante este tiempo.

(GTRES)

(GTRES)

Llegado el momento crítico, cuando su cuerpo ya estaba consumido y tras una crisis grave, expresó en el hospital su deseo de “marcharse”. Desde alguna instancia médica no se ha respondido adecuadamente a su voluntad y por ello se ha postergado su muerte un tiempo innecesario. He acompañado a la familia. He visto el sufrimiento evitable de ella y de su familia. Todos y todas nos hemos sentido impotentes ante un poder médico carente de la sensibilidad apropiada para ocupar sus funciones.

Algunos de estos profesionales deberían reflexionar y analizar adecuadamente lo que significa muerte digna, algo que resalta la vida que dicen defender, porque eso de mantenerla cuando ya no tiene sentido es una sinrazón. La muerte es algo tan serio que se debe hacer todo lo posible para garantizar la dignidad de quienes van a traspasar ese umbral y además lo han reflexionado y expresado previamente. Por otro lado, sé del gran apoyo encontrado en la familia, a través de DMD (asociación por el Derecho a Morir Dignamente), y en parte del personal sanitario, que han merecido su agradecimiento.

11 comentarios

  1. Dice ser Antonio Larrosa

    El deber de un médico es el alargar y proteger la vida lo máximo posible, Estoy seguro que intentaron que su amiga no sufriera mientras tanto y no creo que los médicos se quedasen tan tranquilos viendo que sus esfuerzos eran infructuosos. Los médicos son personas igual que usted y yo. y sienten lo mismo.

    10 agosto 2015 | 19:11

  2. Dice ser LINCE 1

    Este es un asunto muy peliagudo que no debería estar mediatizado por la religión o la política. En mi opinión, debería formarse un comité ético, con médicos, psicólogos y juristas que examinaran las razones de una persona que, en posesión de sus facultades mentales, decidiera poner fin a su vida. Y, una vez examinado todo concienzudamente, respetar la voluntad de la persona que toma una decisión tan grave, porque, ¿quién tiene más derecho que uno mismo a decidir sobre su propia vida? Naturalmente, para ello habría que legislar, y hacerlo con gran prudencia y con todas las garantías para médicos y pacientes.

    10 agosto 2015 | 19:46

  3. Dice ser Atraso

    Señora, aquí aun se ponen medallas a figuras religiosas.

    11 agosto 2015 | 1:30

  4. Dice ser El_Soberano

    @Antonio_Larosa

    Ese es el problema. Debería ser «alargar la vida lo máximo posible siempre que sea práctico».

    @Atraso
    ¿Y?
    ¿Eso es un atraso?

    A lo mejor el atraso (mental) lo tenéis los intolerantes a las ideas de los demás. Seguro que luego oyes «nazismo» y te pones hecho una furia. Pelagatos.

    11 agosto 2015 | 9:10

  5. Dice ser Ana

    La eutanasia y el suicidio asistido en el hogar del enfermo, tarde o temprano se aprobará, a pesar de los médicos enfermeros y farmaceuticas, a pesar de las religiones.
    Muchos/as de los que ahora hablan contra él, serán los primeros en pedirlo al verse enfermos.

    11 agosto 2015 | 12:35

  6. Dice ser Raúl

    Es probable que mi razonamiento sea muy rudimentario prque no tengo grandes conocimientos de derecho, ética, teología ni telequinesia. Por eso veo algunas cosas de manera muy sencilla: soy dueño de mi propia vida, y cuando digo «no» quiero decir «no», y el resto es violencia: no quiero más macarrones, no quiero sexo o no quiero más tratamientos que alarguen mi vida. En las tres frases mi voluntad y mi derecho a elegir están muy claras. Claro, que ya digo que no tengo estudios, y debe ser por eso que lo veo así de sencillo.

    11 agosto 2015 | 18:18

  7. Dice ser Asun

    El paciente tiene derecho a solicitar el alta voluntaria y no le puede ser negado a no ser que su salida represente un peligro para el resto de la población por padecer una enfermedad infecciosa. Si estaba harta de estar allí y no deseaba que se le prolongase la vida con ningún aparato, podía solicitar que se le desconectasen los sueros que le alimentaban, el oxígeno que le ayudaba si lo tenía y cualquier otro aparato, negarse a comer y marcharse a su casa o donde quisiese. El final hubiera sido más rápido aunque seguramente más doloroso. Puede sonar cruel, pero es la única forma de rebelarse.
    Al igual que si estás en un hospital universitario,puedes negarte a que te visiten los estudiantes y servir de conejillo de indias. Mientras te rija la mente y no te puedan declarar incapaz, puedes aprovechar los resquicios del sistema.

    11 agosto 2015 | 19:20

  8. Dice ser MARIA JESUS

    No quisiera morirme de un día para otro. Yo quisiera luchar contra una enfermedad, darme la oportunidad de luchar por vivir. Pero cuando la enfermedad es terminal, por que no decidir cuando me tengo que despedir. No quisiera que me vieran sufrir mis seres queridos como me consumo, ni yo quisiera verles a ellos.
    VOTO POR UNA MUERTE DIGNA

    12 agosto 2015 | 12:43

  9. Dice ser jose frias

    Leo desde Chile este articulo de Pablo. Me hace pensar que la vida en un momento tan dramatico como la muerte, quede en manos de reglamentos y leyes y funcionarios indiferentes, que a menudo violan los derechos del individuo. Me quedo por encima de ello, con el cariño y firmeza con que muchas personas como Pablo y la organizacion que cita que se la juegan por esta causa.

    Sirva de llamado de atencion para todos-as, que algun dia nos veremos ahi y antes veremos a algun familiar, donde podamos hacer algo por que no le alarguen el sufrimiento, cuando ya solo queda dolor y jugarnos por el egoismo de no querer que mi familiar muera, alargandole artificialmente la vida, apostando inconscientemente al negocio de los laboratorios farmaceuticos, que como en todo, tienen sus ambitos para el lucro, o respetar los procesos naturales de la vida, pensando en lo mejor para quien se va, que si hay amor, quedará en nuestro corazon. saludos. jose

    13 agosto 2015 | 17:09

  10. Dice ser Emilio

    Siempre estaré a favor de que los avances médicos sirvan para mejorar nuestra vida en el terreno sanitario, pero por supuesto, también que en el momento en que la ciencia dictamine que ningún avance puede resolver una situación dramática, debe de estar por evitar situaciones dolorosas tanto para el paciente como para sus familiares y amigos ayudando a conseguir una muerte digna.

    15 agosto 2015 | 12:07

  11. Dice ser merche

    Lo de morir dignamente es un asunto muy serio, creo que nuestra sociedad necesita debatir, reflexionar y avanzar pero sobretodo respetar las decisiones que algunas personas con total libertad han hecho y expresado en «su testamento vital», para llevarlo a cabo. Gracias a asociaciones como la DMD, estos debates son posibles

    15 agosto 2015 | 22:33

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