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Archivo de marzo, 2015

Lo que nos devuelve el mar

Por Ana Abellanas Paniagua

Estos días, tras las potentes lluvias que ha habido por los alrededores de Valencia, el mar nos ha devuelto en las proximidades de El Saler grandes cantidades de plásticos. El mar nos los devuelve, no los quiere, no los necesita…

El cadaver de un delfín varado en las proximidades del Saler (Valencia) (A. ABELLANAS)

El cadáver de un delfín varado en la playa de El Saler (Valencia). (A. A.)

Plásticos bajo formas muy diversas como por ejemplo bidones, botellas de plástico, cabos rotos, juguetes de niños, tampones, macetas… y un sinfín de formas tan diferentes como sorprendentes llenan la costa y las dunas todavía respetadas en el Parque Natural de El Saler.

El mar no sólo nos devuelve plásticos sino también lo que estos se llevan consigo. Este fin de semana, sin ir más lejos, nos devolvió dos cormoranes, tres gaviotas, un aguilucho lagunero y un delfín con redes de pesca enrolladas en su cola.

¿Hasta cuándo nuestros plásticos se seguirán cobrando víctimas que el mar nos devolverá con su sencilla elegancia?

Reflexionemos y tomemos una firme decisión: ¡reducir, reutilizar y reciclar los plásticos! El mar nos lo está pidiendo a gritos.

Habitaciones sin desinfectar y pacientes sin jabón en el Gregorio Marañón

Por A. F.

Me dirijo a ustedes para que nos ayuden a difundir la mala gestión que está haciendo la Dirección de Servicios Generales del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Huelga de limpieza en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. (JORGE PARÍS)

Huelga de limpieza en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. (JORGE PARÍS)

He comprobado que por ser limpiadoras, no se nos considera dignas de ser escuchadas. Da lo mismo que seamos personal laboral porque el clasismo sigue imponiéndose. Si fuéramos médicos o enfermeras, tendríamos a nuestra disposición a periodistas, televisión, etc.

Somos limpiadoras que lo único que queremos es demostrar que hay una privatización encubierta del personal laboral. No nos proporcionan material para realizar nuestra labor tan digna como la de un cirujano, ni personal suficiente, y quien paga todo esto es el paciente, que tiene que acostarse en una habitación sin desinfectar correctamente.

Pero ustedes dirán qué importancia tiene esto, lo importante es el fraude de dinero y no el fraude de la salud. Si un paciente no tiene papel higiénico o jabón de manos, no es grave. Lo grave es estafar dinero. Voy a seguir luchando por demostrar que la limpieza hospitalaria es muy importante y en contra de la privatización de estos servicios.

Hipocresía antiabortista

Por José Jiménez y Aurora González

Nada más cierto y evidente que el indubitable hecho de que, en los primeros meses del embarazo, lo que la gestante lleva en el útero no es más que una mera y simple parte de sí misma y no ningún «niño», ni ser alguno con entidad o naturaleza propia como tal, ya que a eso sólo se llega bastante más adelante. De ahí que pueda haber —y haya, en la práctica— sietemesinos, pero no ‘dos-mesinos’ o ‘tres-mesinos’…

Imagen de una protesta contra el aborto frente a la sede del PP. (EFE)

Imagen de una protesta contra el aborto frente a la sede del PP. (EFE)

Por lo que los planteamientos y exigencias ‘anti-abortistas’, pretendidamente en defensa de la vida y convulsivamente contrarios a las leyes de plazos en la interrupción del embarazo, carecen por completo de todo válido fundamento y del menor asomo de razón. Y más aún, cuando esa sin-razón se quiere imponer con el Código Penal.

Pero resulta más que oportuno señalar un agudo elemento de contraste en los comportamientos y las actitudes —por activa y por pasiva— de esos supuestos defensores de la vida y de quienes organizan sus protestas y algaradas. Cada día, cientos de familias sufren —judicial o extrajudicialmente— la pérdida forzosa de sus hogares y se dan no pocos casos de suicidios por desahucios, lo cual, tan injusto e indefendible, figura en cabeza de las grandes calamidades sociales que nos está tocando padecer en los hodiernos tiempos. Y, ante eso, no vemos ni oímos que los referidos presuntos defensores de la vida eleven o promuevan queja alguna. No cabe, pues, sino sostener que es absoluto su desprecio de la verdadera y efectiva vida: la de los nacidos, la de las personas, como seres que lo son, que en esa condición, sienten y sufren.

Dos años sin tragar humo

Por Bartolomé Florido Luque

El día 1 de abril hará dos años que no contamino a nadie después de más de 40 años fumando un paquete diario al menos. Esto significa una experiencia rara de explicar porque jamás pensé en prescindir del tabaco.

De hecho, me acuerdo todos los días del tabaco, de su olor, sabor y sensación. Estoy convencido de que el fumador lo es hasta el mismo día que lo meten en la caja larga, estrecha, de madera y muy abrillantada.

Humo de tabaco (EFE)

Humo de tabaco. (EFE)

En estos dos años sin arrimarme un cigarro a la boca he padecido paranoias, crisis de todo tipo y hasta me he peleado con los gatos muertos que hay atropellados en los arcenes de las carreteras.

Como decía Dante: “¡He bajado a los infiernos!” No soy converso de nada y me atrevería aún menos a decirle a alguien que deje de fumar. Más cuando yo en cualquier momento me puedo arrimar a un quiosco y comprar 5 cigarros rubios para entrenarme de nuevo y al mismo tiempo darle placer a mis alborotadas y adictas células nicotizadas. En fin, 24 meses ya sin fumar no es ninguna heroicidad.

Durante este tiempo no me han puesto mascarilla ni bombonas de oxígeno a cuestas y, sobre todo, no he sido perturbador para el mundo que me rodea. Seguro que la sanidad pública y universal de Andalucía lo agradecerá. Se despide con todo cariño y afecto, un fumador que actualmente no ejerce.

Las delgadas de talla 34 no somos anoréxicas

Por María Monrabal Pacheco

El otro día apareció en mi muro de Facebook una viñeta publicada por una revista de título “El problema con tu cuerpo lo tienes en la cabeza”, que llegó a mí porque una conocida lo había compartido.

Me puse a leerla ya que la viñeta era bastante llamativa, pues aparecían distintas caricaturas de cuerpos de mujeres, cada una de una talla distinta, situadas en fila y, bajo estos, un comentario sobre cada uno.

Por el título pensé que la revista trataría de defender que todos los cuerpos de todas las mujeres son distintos, sí, pero que no por ello unos deben ser criticados.

Sin embargo, mi sorpresa vino cuando otra vez, para variar, se hacía una crítica, mediante la ironía, de las tallas pequeñas. Pues se decía que tener la talla 34 significaba procurar comer cero grasas, cero calorías y tener «cero fuerzas para dedicar tu vida a algo más». Vamos, una talla 34, según interpreté, era sinónimo de una persona obsesionada con su peso y poco sana.

Una joven hace ejercicio físico (GONZOO)

Una joven hace ejercicio físico. (GONZOO)

Asimismo, leyendo la viñeta completa pude ver que solo le daba el visto bueno a las tallas intermedias o en menor medida, a las grandes. Se dejaba ver que por tener unos kilos de más no tienes por qué sentirte insegura, pero, claro, si estás por debajo de la talla media ya eres una persona enferma.

Hablo en nombre de muchas personas cuando digo que tener una talla 32, 34 o 36 no es siempre sinónimo de aceptación social como se piensa, para nada. De hecho, parece que ser delgada autoriza a la gente para que te juzguen y hagan preguntas como “¿eres anoréxica?”, “¿sabes que estás demasiado delgada?”, “¿no deberías comer más?”.

Pues perdón, en mi caso, uso una 34. Soy una persona sana, practico deporte, como de forma sana, hago todas las comidas al día, como cantidades absolutamente normales, jamás he tenido ningún problema de salud relacionado con mi alimentación. Sin embargo, la continua descalificación por parte de la sociedad, reflejada en los medios hacia las personas delgadas como yo, ha hecho que me sienta incómoda en muchas ocasiones y que me sienta mal por no poder ganar más kilos.

Me he dado cuenta de que no importa qué talla gastes, sino que seas una persona sana y feliz con tu cuerpo. Cada cuerpo es propenso a mantenerse en una línea. Si tiendes a ganar peso no debes sentirte mal, si tiendes a perderlo, tampoco debes hacerlo.

Ya está bien de tener que aguantar las críticas por no tener una talla estándar. Ya está bien de tener que escuchar las palabras de la ignorancia y de la mala educación, por ser delgado o delgada.

Soy una chica de la talla 34 y mi cuerpo sí tiene grasas, sí tiene calorías, sí tiene fuerzas y sí tiene salud. Posiblemente, alguien debería decirle a los medios que difunden las ideas contrarias que se preocupen más de resolver su ignorancia que de tratar de criticar y cambiar cada cuerpo.

Amor y respeto a todos los que sufren

Por A. Domínguez

Dolor y fragilidad y la fragilidad del dolor. El ser humano es inescrutable, enigmático en su fragilidad, en su nimiedad, en su grandeza, en su vida, en su muerte.

Es necesario un filósofo de apoyo que nos dé sentido en estos momentos a tanto dolor, a tantas incógnitas. Personalmente ante este dolor, el dolor de la muerte, el más real, el que anula todo lo demás, me quedo sin palabras, vacía, y no sé reaccionar.

Un estudiante permanece en pie ante velas y ramos de flores en memoria de los 16 alumnos y dos profesores del instituto de Haltern am See (Alemania) fallecidos en el accidente de avión en los Alpes. (MAJA HITI/EFE)

Un estudiante permanece en pie ante velas y ramos de flores en memoria de los 16 alumnos y dos profesores del instituto de Haltern am See (Alemania) fallecidos en el accidente de avión en los Alpes. (MAJA HITI/EFE)

Es el dolor que ya siempre acompañará al que lo ha sentido y sufrido por un ser querido. Pero me ocurre siempre que veo morir a alguien. Me retuerzo de dolor por los niños de Siria, del Líbano, de Sierra Leona, los que iban ayer en el avión, por los que mueren en el hospital por malos tratos paternos, por los que fallecen por falta de medicación, por…

No puedo resistir el dolor y aparto la mirada por los muertos televisivos, una y otra vez expuestos, ya sean degollados por terroristas o terroristas abatidos por justicieros del país que sea, blancos o negros, infieles o cristianos, jóvenes en el esplendor de la vida o ancianos con sus días ya cumplidos.

El dolor, inmenso, se apodera de nosotros y de sus familias pero también existe la fragilidad del dolor, el que se mercantilea, el que se manipula, el que se olvida, el que se compra, el que se vende…

Hoy más que nunca necesito un filósofo que me hable serenamente del ser humano. De la fragilidad de nuestra existencia y nuestra necedad al planteárnosla.

Por qué no secundo la huelga contra la reforma 3+2

Por Andrea

Quiero plasmar mi opinión sobre la huelga de este martes 24 de marzo en la que se ha convocado a profesores y alumnos contra la nueva reforma universitaria.

Considero que sobran las opiniones cuando hablamos del 3+2, cuyo significado se traduce en una devaluación del título de grado y un aumento abismal de las tasas universitarias por la obligación de  —si se quiere intentar tener un futuro— cursar dos años de máster. Todos sabemos de qué trata y creo que la inmensa mayoría estamos totalmente en desacuerdo con el nuevo decreto que hace, cada vez más, que la educación pública sea para los ricos.

Mi posición ha sido no asistir a la huelga (aunque sí a la manifestación) no porque no esté del lado

Un estudiante camina delante de un cartel donde se anuncia la huelga convocada contra el 3+2 (EFE)

Un estudiante camina delante de un contenedor con un cartel de la huelga. (EFE)

de repudiar cualquier atisbo de privatización de lo que todavía se considera una educación pública, sino porque considero inoportunas las repetidas huelgas, casi semanales, de tres días consecutivos, que al fin y al cabo lo que significa es una pérdida masiva de clases —que estamos pagando—.

Cuando hace años se convocaba una huelga general en la que pocos españoles asistían a sus puestos de trabajo, me parecía increíble y muy útil. Ahora, se convocan al mes, al menos, seis huelgas estudiantiles mediocres, en vez de tratar de paralizar por un día la educación española y que ningún estudiante ni profesor que esté en contra de la privatización acuda a sus puestos.

Al llegar a la facultad y tratar de entrar me he topado con un grupo de unas treinta personas que se han interpuesto en mi camino con el siguiente argumento: «Hoy hay huelga, no puedes pasar». Esa ha sido la primera frase de algo parecido a una conversación de la cual lo único que he sacado en claro es que no hay respeto por los derechos ajenos.

Me parece vergonzoso que unos tengan que respetar que otros quieran asistir a la huelga —pues están en su absoluto derecho— pero los que hacen la huelga no respeten que otros no la hagamos —pues, igualmente, estamos en nuestro derecho—.

Se define democracia como la doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el Gobierno, pero ¿a dónde queremos llegar si entre el pueblo no nos respetamos? Con esto trato de explicar de alguna manera el descontento y la vergüenza que siento por personas como las que me he topado esta mañana.

En esa pequeña conversación que he tenido, de alguna manera, se me quería hacer entender el porqué de la huelga —como si yo no estuviese de sobra informada— y hacerme entrar en razón. Su razón. Entre otras cosas, uno de ellos decía que no se podía pagar la universidad y por eso hacía la huelga; frente a eso, lo que a mí me parece realmente productivo es, ante todo, asistir a las manifestaciones que conciernan al tema tratado y protestar y gritar cuanto sea necesario, pero también asistir a todas y cada una de las clases mientras podamos (y no pasar las horas fumando en los pasillos de la facultad, por cierto).

Pato muerto en un parque sevillano

Por Alberto González Morón

Como ya leí en este artículo, la situación en la que se encontraban los patos del estanque del parque de María Luisa (Sevilla) era penosa. ¿La razón? Los patos permanecen en un estanque seco y en proceso de limpieza y recibían ataques de animales, niños y cafres no tan niños.

Ya pasado un mes desde la primera vez que los vi sin agua, he comprobado que los patos no siguen en esta situación, sino que ahora están aún peor. Siguen recibiendo ataques y siguen siendo apaleados cruelmente por salvajes ante la pasividad de los trabajadores del parque, que no hacen nada por ayudar a estos animales y devolverles su agua, donde por fin estarían a salvo.

Imagen en la que se muestra un pato muerto en el parque sevillano María Luisa. (ALBERTO)

Imagen en la que se muestra un pato muerto en el parque sevillano María Luisa. (A. G.)

Tras verificar esta situación, hablar con los encargados de la limpieza del estanque (los cuales me afirmaban hace dos semanas que el estanque estaría lleno al final de esa semana, lo cual no ha sido así) e informarme, he sabido que estas aves no reciben ningún tipo de cuidado porque no hay nadie en el parque encargado de alimentarlos, por lo que solo comen lo que las personas les dan.

Mi sorpresa fue que al pasar por el estanque me encontré un pato muerto en la isleta del estanque rodeado de niños tocándolo con palos.

Podría haber sido por la falta de comida que tienen o por los continuos ataques causados ante la ausencia de agua que los proteja de las crueles visitas que reciben a menudo. El motivo de la muerte lo desconozco, pero raro es que no hubiera pasado antes viendo el cachondeo que tienen todos los incivilizados con los patos. ¿Cuántos más tienen que caer para que se den cuentan que necesitan que les llenen el estanque para estar protegidos? ¿Qué culpa tendrá ese pobre pato para acabar como ha acabado? Si ellos lo único que quieren es estar tranquilos y felices, no que unos inhumanos vengan a hacerlos sufrir por diversión.

Con esto veo que a las personas nos falta educación y respeto hacia los animales, así como hacia todo lo que nos rodea. No es justo que por nuestra falta de respeto y educación tengan que morir uno, dos o tres pobres indefensos patos.

Este tema debería solucionarse ya, por lo menos intentar salvar a los pocos patos que quedan en el estanque porque perderlos sería una gran pena.

El lujo no es tener trabajo, sino uno que te permita vivir

Por José Manuel Gil Molino

En estas últimas semanas hemos visto cómo el Gobierno, a «bombo y platillo», ha destacado los datos del descenso del paro y el aumento de la población activa, como sinónimo de la creciente recuperación del país.

Búsqueda de trabajo (FORBES)

Búsqueda de trabajo (FORBES)

Es cierto que el dato puede arrojar una cierta esperanza, pero me muestro bastante escéptico en cuanto a la verdad detrás de dicha esperanza.

La mayoría de los contratos firmados son a tiempo parcial, además, temporales. Ahora mismo el lujo no es tener trabajo, sino un trabajo que te permita vivir.

¿Cuántos nuevos trabajadores (o antiguos parados que han vuelto a la vida activa) tienen una jornada completa? Sólo tienen que pasarse por las páginas de búsqueda de trabajo y ver cómo cada oferta de trabajo se limita a 6 horas diarias, 4, o incluso 1 hora diaria (u ofertas para trabajar 1 día o 2 solamente). Si echamos cuentas y partimos de la base de que el salario medio son 1000€ por 40 horas, saquen la calculadora y escandalícense como yo lo he hecho.

Si eso es recuperación no quiero ni ver cuando nos «hayamos recuperado por completo».

Las noticias no mueren, se silencian

Por Ángel Alonso Pachón

¿Se fue el Ébola? ¿Se acabó el secuestro de niñas en Nigeria? ¿Dónde están los cristianos perseguidos? ¿Dónde los niños de la guerra? ¿Dónde la hambruna de África? ¿Dónde los niños obreros sin años? No, los hemos silenciados por falta de rentabilidad.

Eneko: medios de comunicación

Eneko: medios de comunicación

Lloremos todos, cristianos, musulmanes, judíos, los de izquierdas, los de derechas, comunistas o capitalistas; lloremos todos por nuestros silencios interesados y pidamos perdón al hambre, a la enfermedad, a la pobreza, a los perseguidos, a los degollados, a los secuestrados, a los niños sin futuro, a todos porque nos hemos acostumbrados a silenciar el mundo: La ética no es rentable.