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Viajes de ambulancia denegados y repatriaciones de religiosos

Por Marisa García Velasco.

Quiero decir que respeto mi religión, que es la católica, que admiro a todos los misioneros y misioneras que van a países extranjeros a ayudar a los demás voluntariamente.

Este verano mi madre, una mujer viuda de 80 años, tropezó y se cayó cuando estábamos de vacaciones, se rompió los húmeros de ambos brazos y se destrozó la cara.

El religioso Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, a su llegada al hospital Carlos III, donde recibió tratamiento.

El religioso Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, a su llegada al hospital Carlos III, donde recibió tratamiento.

Fue atendida en el hospital de Castellón, donde no la podían intervenir porque estaba colapsado y nos dijeron que sería mejor llevarla a Madrid.

Pedimos una ambulancia a Madrid y esta fue denegada; mi madre, según ellos, podía andar (evito contar todas las cosas que pasamos en el hospital de Castellón). ¿Fue denegada porque valía mucho dinero? Vino en tren con muchos dolores, costeado por ella misma, que es lo de menos.

Y por estos religiosos, hermanos españoles como mi madre, ponen una flota y en movimiento a un montón de gente que supone mucho gasto.

¿No hubiera sido mejor llevar médicos allí y medicinas para atender a nuestros misioneros españoles; además también podrían mejorar la salud de otras personas? ¿Para esto sí hay dinero? Mis padres, pagando la Seguridad Social toda la vida… y ¿era tan caro pagar una ambulancia?

12 comentarios

  1. «Escribo cargado de nostalgia, pero, sobre todo, de desesperación. Desde antes incluso de la Ley General de Sanidad del 1986, presumimos de tener uno de los sistemas sanitarios más envidiados y más equitativos del mundo. A que fuera así contribuyeron muchos factores. Entre otros la confluencia en la España de los 70 de dos circunstancias muy positivas: la creación de una red amplia y dotada de nuevos hospitales públicos y la implantación del sistema MIR. Sobre todo, creo que fue decisiva la voluntad colectiva de personas y partidos políticos para dotarnos de un sistema de salud de cobertura total y alcance universal. La Ley General de Sanidad no hizo sino oficializar el sistema.

    Hoy todo ello se desmorona. Con el pretexto de los recortes se apuntan argumentos que juegan al equívoco por no calificarlos de falaces. Lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid resulta demostrativo y merece unos comentarios. No me referiré a las formas, carentes del más mínimo respeto al ciudadano, donde el lógico diálogo con las partes interesadas previo a cualquier decisión de un calado como las que se están tomando, se ha sustituido por el ordeno y mando de épocas pretéritas. Tampoco a la inequidad y desprecio al colectivo de más edad que representan medidas como las del euro por receta. Ni siquiera comentaré la aberración de querer cerrar el hospital de La Princesa.

    Me centraré en el tema de la privatización, una palabra que parece quemar a nuestra administración. La primera reacción es negar la mayor: no se privatiza, se externaliza. Curioso que todo el mundo lo entienda de otro modo. Lo confirman los profesionales que salen masivamente a la calle o se declaran en huelga, las asociaciones, todos los sindicatos del sector, las sociedades científicas, las firmas de más de 600 jefes de servicio y de cerca de un millón de ciudadanos madrileños, y hasta el propio Colegio de Médicos en una de las más duras declaraciones que se recuerdan. ¿Estaremos todos confundidos? Así lo afirman por activa y por pasiva el presidente de la Comunidad y su equipo de gobierno. Negar la evidencia resulta muy difícil. No hace mucho tiempo el anterior Consejero de Sanidad requería públicamente a las entidades privadas del sector para comentar lo que según la propia convocatoria denominaba “oportunidades de negocio” en el campo de la sanidad madrileña.

    Si hay negocio —y lo de “externalizar” la gestión debe serlo, porque en caso contrarío no interesaría a ninguna entidad privada—, ¿por qué renunciar a él?. Aplíquense los beneficios a mejorar el sistema y no al lucro ajeno. Descartada por inmoral —y por delictiva— la hipótesis de querer favorecer a amigos o a determinados grupos empresariales, apenas quedan dos interpretaciones posibles. Confesión palpable de incompetencia manifiesta, o asunción consentida de una peor calidad, bien por reducirse las prestaciones ofrecidas, bien por hacerlo el alcance de las mismas.

    Lo de la incompetencia parece que se asume sin ningún rubor. Sólo así se entiende que el Consejero de Sanidad critique las nóminas de los empleados públicos y hable de rigidez en la gestión. A partir de ahí no debería llamarle la atención que estos mismos empleado se rebelen contra sus propuestas. Sus afirmaciones sugieren el deseo de quitarse de encima personas y sueldos y dejar que sean las nuevas empresas gestoras quienes lleven la voz cantante en este terreno. En todo caso los datos nos indican que tanto a nivel hospitalario como en atención primaria el número de profesionales por habitante está bastante por debajo de la media europea. Además, la administración tiene recursos funcionales suficientes para exprimir el rendimiento de sus empleados y modificar en sentido positivo horarios, prestaciones, etc. en la medida en la que lo considere más adecuado para lograr esa mágica eficiencia a la que tanto se invoca. Las grandes diferencias existentes en el propio sistema en cuanto a rendimientos comparados de unos y otros centros pueden ser utilizadas como instrumento.

    Renunciar a actuar representa una dejación de funciones, se mire como se mire. Ya es curiosa la referencia a Zapatero de Fernández-Lasqquety. Zapatero nunca ha tenido competencias sobre la sanidad de Madrid, ni fue a él a quien se le ocurrió la peregrina idea de sacar votos llenando la periferia de Madrid de unos hospitales que ahora parecen no hacer falta. Y si la alusión es para decir que “no hizo nada”, esa es la vía escogida por el gobierno regional. Los políticos están para resolver los problemas no para quitárselos de encima.

    Si con la “externalización” se pretende resolver un problema de costes y ello va a generar beneficios económicos a terceros, caben muy pocas interpretaciones. Todas malas para el devenir del sistema: reducir personal y sueldos, limitar prestaciones, y/o establecer criterios de exclusión total o parcial en el acceso a la salud para determinados colectivos que, por cierto, siempre suelen ser los más desfavorecidos: pobres, emigrantes o pensionistas.

    Un par de comentarios finales. Argumentar con el peso de los votos no es de recibo. No lo es tanto por el hecho de que las decisiones propuestas se oponen a las que aparecían en el programa del partido gobernante, cuanto por el desprecio hacia esos votantes cuando se hace oídos sordos a una protesta que alcanza niveles de clamor. Por último llama la atención el silencio de la Administración central. Un silencio que sólo cabe interpretar como cómplice de quien observa los resultados de un experimento que, previsiblemente, pretende generalizar en todo el estado».

    por José Manuel Ribera Casado
    Catedrático emérito de la Universidad Complutense
    8 DIC 2012

    23 septiembre 2014 | 19:23

  2. Dice ser Stewart Cops

    Hola, en primer lugar lamento mucho lo de tu madre, pues independientemente de la religion que sea cada persona, todo el mundo tiene derecho a ser atendido. Estoy de acuerdo en buscar los mejores recursos para reducir gastos, pero sin afectar la calidad de los servicios sanitarios hacia las personas.
    Con ironia, creo que todos sabemos por donde podrian recortar primero…

    23 septiembre 2014 | 19:24

  3. Dice ser culturetaprogre

    la culpa fue de la sanidad valenciana y no un problema de ambulancias porque si allí necesitan mas hospitales para atender el turismo que va deberían hacer mas hospitales al fin y al cabo los pueblos de la playa recaudan mas impuestos gracias a los hoteles, los bares, etc que hay gracias al turismo, por tanto lo que tendrían que haber hecho es atenderla allí y en todo caso lo lógico es que la ambulancia hubiera salido de valencia hacia Madrid, lo absurdo es esperar que venga una de Madrid y luego hacer el recorrido de valencia hacia Madrid.

    además es mentira no esta colapsado, si mañana llega una negra que esta a punto de parir o que le pasa lo mismo que a tu madre ya verias tu como la hacían un hueco pero como era de Madrid prefieron desentenderse de ella, osea que no arremetas contra misionerios ni nada porque esto es un problema de que diste con unos hijos de puta que seguramente actuaron sin que los directores generales se enteraran del problema de tu madre.

    23 septiembre 2014 | 20:30

  4. Dice ser Jose

    Tenéis que subir el nivel de esta sección, solo leo quejas absurdas.

    24 septiembre 2014 | 2:21

  5. Dice ser pilar

    Pero no se entiende que pidieras la ambulancia a Madrid, deberías haberla pedido a la comunidad valenciana. Los madrileños no somos los paganinis de todo.

    24 septiembre 2014 | 9:11

  6. Dice ser Jaime

    «Curioso que todo el mundo lo entienda de otro modo. Lo confirman los profesionales que salen masivamente a la calle o se declaran en huelga, las asociaciones, todos los sindicatos del sector, las sociedades científicas, las firmas de más de 600 jefes de servicio y de cerca de un millón de ciudadanos madrileños,»

    Jajajajajajajajajaja.
    Esto es como: fíjense si lo está haciendo mal el PP, que todos los del PSOE están de acuerdo en ello.

    Los hospitales no se privatizan (no se puede), siguen siendo de titularidad pública. Da igual que los trabajadores del centro sean funcionarios o no. El hospital sigue siendo público y naturalmente que en contra de lo que dicen algunos de esos profesionales que mencionas, no te cobran por usarlos ni por tratarte en ellos.

    24 septiembre 2014 | 9:13

  7. Dice ser Angeltor

    Jaime,

    No se si de verdad eres tan inocente o mas malicioso que la lideresa.

    Respecto al resto, que si la culpa es de la sanidad valenciana, que si en Madrid pagamos todos, a ver si nos enteramos SANIDAD ESPAÑOLA, si no se puede solucionar un problema tan simple entre dos CCAA como poner una ambulancia a un paciente vamos peor de lo que imaginábamos y ya era malo.

    De nuevo, la culpa, la responsabilidad, es de los mismos, de los dos grandes partidos que insistimos en votar y que para perpetuarse en el poder realizan las piruetas mas extrañas. Tanto pacto con partidos nacionalistas, tanto ceder competencias por no instaurar un sistema federal, tanto permitir politica en CCAA y ayuntamientos que deberian ser simples gestores, nos lleva a esto.

    Nos hemos convertido en un pais de mierda.

    24 septiembre 2014 | 10:21

  8. Dice ser Jaime

    «No se si de verdad eres tan inocente o mas malicioso que la lideresa.»

    Pues como no argumentes un poco más…
    ¿A ti te han cobrado por entrar en alguno de los hospitales nuevos? (esos que los profesionales dicen que se han privatizado)

    24 septiembre 2014 | 12:53

  9. Dice ser Chus

    Lamento lo que te ha sucedido, Marisa, y parto de que en un momento como ese es a veces complicado actuar con claridad. Siempre se ve todo mucho mejor desde fuera y a posteriori.
    Dicho esto, si es mi padre, o le atienden en Castellón o el hospital de Castellón, responsable de su atención, me pone una ambulancia. No soy abogado ni conozco las leyes, pero hasta donde se una urgencia médica es algo a lo que ningún centro hospitalario puede negarse a atender, y menos en un caso como este. Si ese centro no puede atenderte es SU responsabilidad el traslado del enfermo al hospital más cercano que sí le pueda atender. Y más cerca de Castellón está Valencia que Madrid. Que no hablamos de un uñero, sino de una persona con dos extremidades fracturadas y el rostro destrozado. Que pase esto en un país que se supone del primer mundo (yo ahí discrepo, pero eso ya es cosa mía) mal está. Pero mucho peor está que lo permitamos. En un caso como este hay que plantarse y exigir personalmente a quien nos está impidiendo el tratamiento de la urgencia su responsabilidad o como mínimo que nos de por escrto lo que nos está diciendo de palabra, que esas se las lleva el viento. Un 90% va a recular. Y si no, policía y/o abogado. YA está bien, hombre.
    Los problemas de sanidad, gestión, CCAA, etc, que hay detrás son obviamente los culpables. Pero si no nos plantamos nos va a seguir pasando. Y plantarse no es solo en el hospital: también en las urnas y con otras vias legales.

    Espero que pese a todo tu madre esté mejor.
    Un saludo.

    24 septiembre 2014 | 13:06

  10. Dice ser perro matasapos

    Haber dicho que su señora madre es monja, no le habrían dado ambulancia sino helicóptero

    24 septiembre 2014 | 13:25

  11. Dice ser Penoso

    Lo que se echa de menos en la sección no es el nivel de las cartas publicadas, sino el de los comentarios. Y aquí hay ejemplos. Quienes tienen sobresueldos no suelen tener este tipo de problemas, les resbalan las adversidades de la plebe.

    24 septiembre 2014 | 22:04

  12. Dice ser cross

    A ver jaimito, si te lo puedo explicar bien: los hospitales son públicos, pero su gestión es privada. Para que lo entiendas mejor: se pagan con tus impuestos, pero luego son explotados por otros que se llevan los beneficios, lo que significa que hay menos dinero para dedicarlo a la sanidad. Y todo esto con la excusa estúpida de que un servicio público debe ser rentable (se paga con tus impuestos, es un gasto, es un servicio, no tiene por qué ser rentable). ¿Ahora sí lo pillas? De nada.
    Por cierto: para tí no hay sobres, no insistas.

    26 septiembre 2014 | 9:50

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