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Archivo de julio, 2014

Ciclismo y seguridad vial

Por José Carlos Canalda

Um vehículo y un ciclista circulan por una carretera. (ATLAS)

Vehículos y ciclistas circulando por una carretera. (ATLAS)

Lunes 28 de julio, a media mañana. Yo subía el puerto de Guadarrama en dirección Madrid por el carril de circulación, mientras que por el de vehículos lentos, ligeramente adelantado a mi coche, lo hacía un camión de gran tonelaje.

De repente, al salir de una curva cerrada, aparecieron dos ciclistas que también subían el puerto por el carril de vehículos lentos, ya que allí no existe arcén de ningún tipo.

El camión, tras toparse inopinadamente con ellos (a causa de lo tortuoso del trazado la visibilidad de la carretera es reducida), hizo la única maniobra posible ante la imposibilidad de frenar en seco, esquivarlos invadiendo el carril por el que yo circulaba.

Por fortuna todavía no había iniciado el adelantamiento, pero de haber sido así podría haber habido un accidente bien por atropello de los ciclistas por parte del camión, bien por colisión del camión con mi coche.

Y todo gracias a lo que yo considero una imprudencia temeraria por parte de estos ciclistas, que discurrían por una carretera en modo alguno apta para la práctica de su deporte con el consiguiente riesgo de sufrir o provocar un accidente.

Vaya por delante que soy un defensor de la práctica del ciclismo, pero lo que no es de recibo es que muchos ciclistas arriesguen su vida y las de los demás en carreteras peligrosas para ellos, eso sin contar con su extendida falta de respeto a las normas de tráfico en la ciudad o con la reciente moda de circular por las aceras y las calles peatonales, en ocasiones a gran velocidad, poniendo en peligro la integridad física de los peatones.

De poco sirve que reclamen trazados adecuados para sus vehículos, y que denuncien los comportamientos incívicos de los conductores, todo lo cual apoyo, si al mismo tiempo rehúsan asumir sus responsabilidades y obligaciones.

Tres meses para una ecografía

Por M.S.C.

Hospital Infanta Sofía, situado en San Sebastián de los Reyes. (Comunidad de Madrid)

Hospital Infanta Sofía, situado en San Sebastián de los Reyes. (Comunidad de Madrid)

Érase una vez un paciente que precisaba hacerse una ecografía prescrita por su médico de cabecera.

Entonces va al mostrador de citas encontrándose que el primer hueco disponible era para dentro de 3 meses en su hospital público de zona llamado Infanta Sofía.

Este cuento no es novedoso, pero espero que sirva para para que no caigamos en la inercia de aceptar (sin al menos tramitar oficialmente una queja) estos plazos de especialistas y pruebas diagnósticas absolutamente intolerables e impropios de una sanidad pública considerada como una de las mejores del mundo.

Y colorín colorado…el que se hace una ecografía pronto es porque en la sanidad privada la haya pagado.

Imposible inscribir a mi hijo en el registro

Por Nieves Merino.

Un bebé recién nacido. (GTRES)

Un bebé recién nacido. (GTRES)

El día 23 de julio nació mi hijo. Al ir a registrarle en el pueblo donde vivo, Chiloeches, me dicen que imposible. Que el registrador se ha ido de vacaciones y que hasta el día 7 no vuelve.

Buscamos otra solución, registrarle en Guadalajara. Pero no atienden sin cita previa, comprensible.

Lo sorprendente es que nos dan cita para el 20 de agosto. Sí por ley tengo 8 días para registrarle que me expliquen cómo lo hago.

Y en la Seguridad Social más de lo mismo, no puedo hacerlo en Guadalajara porque no hay citas disponibles. Sin embargo, en Hacienda me ha bastado una llamada para arreglar los papeles.

¿Sí mi padre y mi suegro nos registraron a nosotros en los dos días que tenían disponibles sin ningún problema y sin citas cómo es posible que con los avances tecnológicos de hoy en día se nos haga imposible?

Dificultades en el estudio

Por Vanesa Ordóñez

Alumnos de Secundaria levantan la mano en clase. (GTRES)

Alumnos de Secundaria levantan la mano en clase. (GTRES)

Un niño, un adolescente o un joven en la escuela, en el instituto, en la facultad o haciendo un curso, se encuentra, en muchas ocasiones, con el tremendo inconveniente de que hay que estudiar.

Esta palabrita parece ir perdiendo su significado debido a la falta de práctica. Es definida por el diccionario de la Real Academia Española como «ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender una cosa«.

Actualmente, aprender a estudiar es una asignatura pendiente para todos nuestros niños y jóvenes. En muchas ocasiones oímos expresiones no correctas sobre el trabajo de nuestros hijos: “No tienen voluntad y nunca llevan la tarea hecha”, “estudian mucho, pero no sacan rendimiento al tiempo de estudio”, “se distraen tan solo con una mosca”, “le cuesta mucho concentrarse y pierden el tiempo”.

Todas estas manifestaciones son las que cualquier padre tiene en la cabeza, cuando su hijo no obtiene buenos resultados académicos y sufre de fracaso escolar. Esto no solo tendrá repercusiones en la formación y futuro laboral del hijo, sino que será detonante de discusiones en el hogar familiar, pero, se podría hacer una pregunta, ¿Sabe mi hijo estudiar? ¿Es mi hijo feliz? ¿Está sufriendo por no sacar rendimiento de su estudio?

Según Fernando Alberca, Asesor en Rendimiento escolar y Relaciones familiares, en un artículo publicado recientemente en el periódico El Mundo, afirma que “ni la pereza, la falta de voluntad o la escasa capacidad para estudiar son la causa del fracaso escolar”. Si un alumno saca malas notas, es por falta de autoestima y motivación. Los ingredientes para sacar buenas notas están en todos los seres humanos, solo hay que activarlos.

Hay tres premisas básicas: motivación, autoestima y método. Lo importante es ayudar al alumno a confiar en él, en su capacidad, teniendo en cuenta que primero está la confianza y luego el compromiso.

Cualquier alumno, dicen los expertos, puede sacar buenas notas si está motivado, tiene autoestima y le enseñan los pasos para lograrlo.

Los sin techo, un problema social

Por Plácido Cabrera Ibáñez

 

En cualquiera de nuestros pueblos y ciudades, resulta frecuente encontrarse con personas que se encuentran viviendo en la calle. Estas personas llegan a esta situación por causas muy diversas: emigración, rupturas familiares, desempleo, alcohol, drogas, etc. Tampoco resulta fácil conocer el destino del dinero que reciben, a veces, lejos de ayudarles en su situación, lo que se hace es aumentar su gravedad o pillería. SIN TECHO

Vivir en la calle en estado de embriaguez o drogadicción, es la puerta que más pronto que tarde, conduce al hospital o al cementerio. Estas situaciones son muy costosas a la sociedad, por las frecuentes recaídas: gastos hospitalarios; tratamientos de desintoxicación; etc. Pienso que este problema lejos de reducirse y mejorar, está sucediendo lo contrario, hacerse más grande y difícil de solucionar.

Por eso es necesario un gran acuerdo social y político que entre sus objetivos se encuentre: la ayuda a la persona y a su salud; la reducción de la mendicidad, con sus frecuentes implicaciones delictivas; la mejora social para el comercio y el turismo; una mayor tranquilidad y paz social, etc. Porque con cierta frecuencia, conocemos que tal o cual persona que estaba en un lugar por el que transitamos habitualmente ha sido encontrada muerta. El bien que en este campo viene realizando Cáritas, Cruz Roja, el Banco de Alimentos y otras agrupaciones parroquiales con la ayuda desinteresada de voluntarios es impagable. La sociedad no puede continuar aceptando estas situaciones por un falso respeto a la libertad de las personas, que en muchos casos se encuentra muy limitada y reducida por incapacidad física y mental. Los servicios sociales públicos deberían ocuparse mucho más de estas personas y prestarles una ayuda más eficaz.

El indulto del inspector Ballesteros

Por José Manuel Llera Lozano

¡Qué vergüenza de país! Se cometen impunemente a ojos vistas las mayores injusticias y delitos, pero ahora el inspector Ballesteros tiene que pedir un indulto, para no ser expulsado de la policía, por un delito que no ha cometido. Lo que hizo fue cumplir unas órdenes cuyo contenido no le fue explicado, y que eran muy prudentes: no arriesgarse a romper unas conversaciones de paz con ETA apresando en ese momento a un etarra que, de todos modos, fue detenido un mes después.

El ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés (i), y el exinspector José María Ballesteros (d), acusados de colaborar con ETA por desvelar en 2006 una operación contra la banda terrorista, al inicio del juicio del caso Faisán en la Audiencia Nacional. (EFE)

El ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés (i), y el exinspector José María Ballesteros (d), acusados de colaborar con ETA por desvelar en 2006 una operación contra la banda terrorista, al inicio del juicio del caso Faisán en la Audiencia Nacional. (EFE)

El colmo es quienes que desde hace tantos años denuncian a voz en grito sin parar ese “escandaloso caso Faisán” son precisamente los partidarios de un PP, cuyo jefe, Aznar, no sólo procuró también –como era su deber- mantener vivas las conversaciones de paz con ETA, sino que llegó a calificarla de “Movimiento vasco de liberación”. ¿Cuándo van a tener un mínimo de rubor, criticando sólo una dudosa paja en ojo ajeno y no la viga que tienen en el propio?

Israel-Palestina: Límites al derecho a defenderse

Por Óscar Martín García

Defenderse de una agresión, ejerciendo el derecho a la legítima defensa, es una acción natural y lógica para garantizar tu integridad física. Pero como cualquier derecho, no puede ejercerse de manera absoluta. La legitimidad del derecho a defenderse se asienta en la proporcionalidad de la respuesta, imaginen lo demencial que sería reconocer legítima defensa si en respuesta a una bofetada le descerrajamos dos tiros en la cara al agresor. El gobierno israelí, alega su legítimo derecho a defenderse de los ataques de Hamás para ejecutar su “Operación Margen Protector”, una intervención militar que ha provocado y continúa provocando la muerte de decenas de niños y de personas culpables únicamente de ser palestinos y malvivir en Gaza y que convierte en objetivos militares a hospitales, ambulancias o centros de Naciones Unidas es, al menos es lo que nos dice la razón, una respuesta desproporcionada y por tanto debería reputarse como ilegítima.

Una mujer palestina huye del barrio de Al Shejaeiya, en el este de Gaza. (EFE)

Una mujer palestina huye del barrio de Al Shejaeiya, en el este de Gaza. (EFE)

La Comunidad Internacional debe presionar al Gobierno de Israel para que ordene el cese inmediato de los ataques sobre Gaza y obligar a Hamás a detener el lanzamiento de proyectiles sobre territorio israelí y no deteniéndose ahí, debe impulsar nuevas rondas de negociaciones multilaterales que permitan iniciar el camino hacia la paz definitiva para que dejen de morir inocentes en Israel y en Palestina. Los honestos y castigados pueblos judío y palestino se merecen vivir en su tierra libres y sin miedo. Ayudémosles.

La abrumadora simplicidad de la realidad

Querido desconocido:

En pleno auge del pesar y la rabia brutalmente contenida en mi persona escribo estas líneas sin más motivo que la empatía de quien las lea. En ellas no voy a andarme por las ramas y voy a mostrarle sin más la abrumadora simplicidad de la realidad que me ha tocado vivir que, precisamente por simple, se ha vuelto insoportable.

Soy un chico muy normal de casi veintisiete años, nacido y criado en la provincia de Málaga en el seno de una familia media española. Tengo trabajo a diferencia de 5 millones de compatriotas. Soy animador turístico en la sobreexplotadísima Costa del Sol, mi sueldo no me permite pagar un alquiler con lo que me veo obligado a vivir en una añeja habitación de personal de un hotel, cosa que, aunque me mantiene veinticuatro horas en el lugar de trabajo y sin apenas posibilidad de desconectar, me permite ahorrar un par de cientos de euros al mes.

A todo esto hay que sumarle que, dada la naturaleza de mi trabajo, los niveles de estrés y agotamiento que alcanzo son desorbitados y además, a causa del afán ahorrador facilitado por la libertad a la hora de determinar el volumen de trabajo de cada empleado que el gobierno del Rajoy ha dado a las empresas, me he quedado solo en el departamento.

Una pareja. (ARCHIVO)

Una pareja. (ARCHIVO)

Tengo pareja, de hecho hace dos meses que pusimos papeles de por medio y formalizamos nuestra relación. Desde entonces solo hemos pasado juntos dos semanas, ya que a causa del panorama laboral español nos hemos visto obligados a poner mil kilómetros de por medio. Esa persona es la causa de cada uno de mis despertares, es lo que me mantiene en pie y me anima a seguir intentándolo un día más. Después de una vida de autoestima por los suelos, malos momentos y pesimismo, llegó y me hizo sentir que tengo mucho que ofrecer, que se me puede querer de verdad, que merezco que alguien me regale su vida entera.

Pero cuando pasa la euforia de sentir que también puedo ser feliz me topo con la barrera de la distancia. Saber que la realidad que la ineptitud de todos los que nos han gobernado hasta ahora nos ha pintado me hace imposible sentir que alguien me respira en la nuca por la mañana es lo más frustrante que pueda imaginarse. El no saber qué hace, con quién está, si se encuentra bien o si me necesita, esa impotencia de no poder cumplir lo que le prometí, de no poder estar ni en la salud ni en la enfermedad, esa sensación de haber fallado es amarga y casi me vence a veces.

Encontrar trabajo en España no es fácil y si estás justo al otro lado del país pues imagínese. Las necias palabras que intentan convencernos de que todo va bien, han convertido las de la persona más especial de mi vida en impersonales impulsos de ondas que se envían de móvil a móvil. ¿Impotencia, rabia? No, esto vas más allá, es odio por esa gente que se erige como salvador de este país pero acaba salvando solo a quienes le conviene, es repulsión por los que deciden qué es lo «mejor» o qué necesitamos para vivir, es el más absoluto asco por todos los que se dedican a decir que eso está mal y que ellos lo harían mejor mientras siguen sin aportar soluciones a una crisis que va sumir a la gran mayoría del pueblo español en la más absoluta miseria y preocupándose de las reservas del BCE sin pensar siquiera en las de la despensa de una familia media.

Es muy triste que se hable de «estado de bienestar» si ni con un trabajo fijo, una pareja estable y la única aspiración de una vida tranquila se puede ser feliz. Simplemente, seguiré secándome las lágrimas cada día para que mis clientes no vean que estoy jodido, animándome al mirar la playa por la ventana mientras me acabo de despertar con mi café matutino y dando las buenas noches a la foto de aquel beso que nos dimos en un chiringuito de la playa de Los Álamos pocos días después de conocernos. No voy a dejar de dar pasitos con la esperanza de que algún dia el billete sea de un solo trayecto, aunque tarde toda una vida en llegar. La esperanza con su verde luz iluminará cada intento y prometo lograrlo le pese a quien le pese y, cuando lo haga voy a dedicar mis esfuerzos a reírme de quienes cavaron zanjas en mi camino, cuando los vea en las riñas de patio de colegio en las que se ensalzan como quinceañeras por ver quien se lleva el pedazo más grande sin saber que su castigo es no tener nunca suficiente.

Sin más y esperando haber causado alguna sensación que le haya puesto en mi lugar por un momento, se despide siempre agradecido,

 Por J. Del Valle

Apelación a la conciencia social

Por Joaquín Benita Mendieta

Un hombre en silla de ruedas. (GTRES)

Un hombre en silla de ruedas. (GTRES)

A los concejales de Tráfico, Movilidad y Seguridad Ciudadana de todos los ayuntamientos y a los encargados de los parkings de los centros comerciales les propongo una campaña de conciencia de personas con movilidad reducida.

De tal forma, lograremos un mayor respeto entre los conductores por los estacionamientos reservados para estas personas.

Mientras, para todos los conductores infractores, podríamos simplemente fijar en la parte inferior de la señalización propia de estos aparcamientos mensajes tipo: “¿De verdad quieres estar en mi lugar? Para ti puede ser solo cuestión de minutos, para mí, una barrera que franquear todos los días”. Es decir, mensajes que traten de concienciar al conductor e insistir en la empatía por los demás.

Es simplemente una apelación a la conciencia, a lograr un mayor respeto para todos sin importar la condición de cada uno.

Castilla la Mancha: ‘habemus’ pucherazo

Por José María García Diago

Definitivamente esta tarde quedará aprobado un nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla la Mancha cuya única modificación sustancial que introduce es el reparto de diputados por provincias. La tentación de manosear la ley electoral es demasiado grande para Cospedal; no en vano, esta será su segunda modificación de la Ley electoral en los tres años de gobierno del PP en la región. La primera modificación, la ley 4/2004, aumentaba el número de diputados en aras a una mayor «representatividad» aunque en realidad lo que aumentaba era el número de diputados que elegían las provincias más afines al PP.

Un año después María Dolores de Cospedal dejaba sin sueldo a los diputados regionales (claro que, ¿quién quiere sueldos habiendo sobresueldos?) y anunciaba una nueva reforma de la Ley Electoral regional (a través del Estatuto, claro) por la que reducía a la mitad el número de diputados a elegir en cada provincia por motivos «de ahorro y austeridad». ¿Qué hay más económico que un diputado sin sueldo?

María Dolores de Cospedal (ARCHIVO)

María Dolores de Cospedal (ARCHIVO)

Esta nueva reforma lo que se traduce es en la perpetuación del bipartidismo ya que al reducirse el número de escaños a repartir aumenta el número de votos necesarios para obtener representación a casi el doble.

La reforma del Estatuto ha sido aprobada en el Congreso y en el Senado solo con los votos del PP, aun cuando existía el acuerdo tácito de no aprobar cambios en los Estatutos de Autonomía sin el acuerdo de todos los partidos de la Cámara, lo que da buena cuenta del carácter partidista de la reforma.

En definitiva, estamos ante «un auténtico golpe de estado. Recuerda los modos y maneras de Hugo Chávez». No lo digo yo, lo decía Cospedal allá por 2007 cuando Barreda [ex presidente socialista] aumentó el número de diputados a elegir en Toledo y Guadalajara por su aumento poblacional. Los que votaron a Cospedal por «el cambio» están de enhorabuena: dos cambios de las reglas de juego en tres años.