Por Mariángeles Sánchez Manso
Un hombre sale de una farmacia. (ARCHIVO)
Me gustaría llamar la atención sobre el salvaje incremento del precio de algunos medicamentos que están aplicando las farmacéuticas en respuesta callada a los recortes del Gobierno con el beneplácito del Ministerio de Sanidad.
Como muestra un botón: Cariban (único preparado recetado para los vómitos, náuseas y ardores del embarazo) no está cubierto por la Seguridad Social y ha pasado esta semana de 16,45 a 19,80 euros: ¡una subida de más del 20%!
Más dolorosa aún si tenemos en cuenta que algunas pacientes tenemos que tomar tres pastillas al día durante todo el embarazo y la caja nos dura una semana, por lo que nos vemos obligadas a abonar casi 80 euros al mes.
¿Cómo es posible que este único fármaco no lo cubra la Seguridad Social? ¿Cómo se explica que no exista un genérico más económico en el mercado cuando la autorización del Ministerio para su comercialización data de 1967?
Eso tiene una solución, dado que la mujer quiere disponer de su cuerpo e impedir la vida de un ser indefenso, pues la solución para que no paguemos todos su embarazo, es que aborte, es decir que mate a lo que lleva dentro para que no le de la lata y así «disponga» de su cuerpo y del otro incipiente.
08 marzo 2014 | 19:51
Las madres de los imbéciles, como tú, Japoas, esas sí que muy probablemente habrían hecho mejor en impedir que estos nacieran. Pero ya que has nacido, deberías cambiarte el nombre por el de Caspoa, que está mucho más acorde con lo que exuda tu cerebro. Imbécil.
09 marzo 2014 | 15:26
Anónima:
Ya veo como te retratas cuando en lugar de rebatir opiniones, recurres a lo de los que no tienen recursos, el insulto porque no sabes decir otra cosa. Pobre . . . .
09 marzo 2014 | 19:33
Sólo quería decirte una cosa: ¿le has preguntado a tu médico por Primperan? Es un medicamento seguro en el embarazo y sí que se receta. Quizá lo que te tendrías que preguntar es por qué tu médico te receta este medicamento si hay equivalentes más económicos…
10 marzo 2014 | 12:44
Parece que se va aclarando el tema y la remitente de la carta no estaba enterada, es que cuando no se sabe algo, hay que preguntar.
10 marzo 2014 | 13:08