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Archivo de enero, 2014

A propósito de contratos, compras y simulaciones

Por Francisco Javier España

El jugador del FC Barcelona, Neymar. (EFE)

El jugador del FC Barcelona, Neymar. (EFE)

Creo que después de aquel chusco episodio que protagonizó María Dolores de Cospedal explicando la relación de Bárcenas con el PP —“indemnización en diferido en forma de simulación”—, poco o nada puede ya sorprendernos. Eso sí, algunos se empeñan en superarlo, y me refiero al contrato del F.C. Barcelona con Neymar, que como no podía ser de otra manera, se está utilizando para ensombrecer las verdaderas simulaciones que han llevado a la ruina a este país.

Hablando de contratos, compras y simulaciones, ¿por qué la Audiencia Nacional ha actuado con vertiginosa rapidez en el contrato de Neymar, y con parsimoniosa lentitud en la compra del City National Bank of Florida por parte de Bankia? Y si como parece hubo un sobrecoste de 400 millones de euros, ¿por qué el juez no consideró que detrás del hecho podía haber una simulación para distraer dicho dinero? Y ya puestos, ¿por qué no se cursaron las preceptivas rogatorias a las autoridades de los EE UU para que aclararan quién o quiénes fueron los beneficiarios de dicha compra? Y es que por desgracia, en esto de la simulación no se escapa ni la justicia.

El Síndrome de Fatiga Crónica de la Seguridad Social

Por Francisco José García

Administración de la Seguridad Social. (EP)

Administración de la Seguridad Social. (EP)

En marzo del 2012 fui diagnosticado en el hospital Valle Hebrón (Barcelona) del Síndrome de Fatiga Crónica, causado con casi toda probabilidad por el VIH que se me detectó en 2007.

Esta situación me produce severas limitaciones tanto físicas (me despierto cada día ya agotado) como psicológicas. A pesar de que en los sucesivos informes de mi médico especialista se afirma que “el complejo sintomático de la Fatiga Crónica no le permite realizar actividades laborales” y que la Organización Mundial de la Salud la reconoce como una “enfermedad orgánica, severa e incapacitante”, el Instituto Nacional de la Seguridad Social dictamina mi “posibilidad de prestar actividades laborales rentables”, no reconociendo así el derecho a percibir una pensión a causa de “la no existencia de grado alguno de incapacidad”.

 

¿Dónde vivimos?

Por María Díez

Fotograma de la película 'Peter Pan'.

Fotograma de la película ‘Peter Pan’.

España ha pasado de ser un país donde los sueños se cumplen a un país en el que es imposible soñar.

Nos hemos convertido en el país de Nunca Jamás, donde los niños tienen miedo a crecer porque ya no pueden ser lo que quieran sino lo que puedan, porque cada día cuesta más seguir adelante, porque la corrupción es el pan de cada día, porque la justicia se ha convertido es una palabra sin valor, porque la sanidad es solo para unos pocos, porque estamos dejando de soñar, porque no encontramos una salida, porque los estudios no salvan a nadie, porque las leyes son redes de pesca y encontrar trabajo se ha convierto en misión imposible, incluso para James Bond.

Aquí es donde vivo y, sin embargo, todavía no he perdido la esperanza de que todo cambie y podamos cumplir nuestros sueños. Haciendo de nuestras vidas una película con final feliz. La clave es no rendirse nunca.

En defensa de la palabra

Por Enrique Chicote

Gallardón, Sáenz de Santamaría y Rajoy, en el Congreso. (EP)

Gallardón, Sáenz de Santamaría y Rajoy, en el Congreso de los Diputados. (EP)

En España, tan grave está siendo el deterioro de las condiciones sociales como la devaluación de la palabra y su uso torticero. Nuestros políticos han hecho diabluras para que esto sea así. ¿Cuántas veces les hemos oído decir «digo» donde dijeron «Diego» solo unas horas antes y quedarse tan tranquilos? Una de sus prácticas habituales es negar la evidencia cuando el asunto les es desfavorable y amplificarla hasta hacerla irreconocible cuando les reporta algún beneficio. A menudo se premian unos a otros con palmadas en la espalda después de llenar el discurso del día de palabrería vana.

No les importa ampliar, cada vez más, el trecho que va del dicho al hecho, porque piensan que todo se lo perdonaremos si consiguen meternos más euros en el bolsillo. Lo peligroso es que el mal está calando en el cuerpo social y el embuste goza de mayor indulgencia. ¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que la palabra merecía respeto!

La eterna espera de la protectora cordobesa ‘El Arca de Noé’

Por Vanesa Sánchez

(PACMA)

Foto: PACMA

¿Cuántos años pasarán? ¿Cuánto tiempo hay que esperar? Como en la famosa canción, nos preguntamos hasta cuándo debemos seguir esperando pacientemente a que otros resuelvan el futuro de quienes no les importan lo más mínimo.

En este estado de “eterna espera” se encuentra la asociación El Arca de Noé de Córdoba. Una asociación que ha crecido de la nada, y que con los años se ha ido haciendo fuerte, grande y respetable, en un mundo lleno de injusticias y actos atroces, donde consuela saber que todavía quedan personas dispuestas a luchar por lo que es justo.

Pero la justicia, irónicamente, nunca va ligada a la política. Tienes que levantarte un día y decir “hasta aquí”, y comprender que si tú mismo no luchas por lo que es justo, nadie más lo hará. Por suerte, El Arca de Noé de Córdoba cuenta con muchas personas que no dudan en dejar a un lado su propia vida para luchar por la de aquellos que no tienen voz (ni voto, por cierto). Y no se trata sólo de su lucha, o nuestra lucha, se trata de la lucha de una sociedad que no se queda indiferente ante el maltrato, la crueldad y la nefasta actuación de las perreras de este país, donde una vida no vale más que un trozo de papel.

Que sepáis, queridos políticos, que El Arca de Noé sigue creciendo, sigue avanzando y no se rendirá jamás, ya sea con vosotros o contra vosotros. Porque la sociedad está cambiando y evolucionando, ustedes verán si se quedan atrás.

Intensificar los tratamientos

Por Alejandro Prieto

 Activistas de la PAH ocupan una sucursal.

Activistas de la PAH ocupan una sucursal.

Los últimos datos difundidos en referencia al número de desahucios de viviendas habituales llevados a cabo durante el año 2012 y los seis primeros meses de 2013 cifran en 34.786 (19.335 y 15.451, respectivamente) el número total de familias afectadas.

Estableciendo una estimación de tres miembros por hogar, se estaría hablando de 100.000 personas obligadas a abandonar sus casas y buscar refugio con los bolsillos vacíos, es decir, un drama social que parece comportarse como una bola de nieve.

Demasiadas lágrimas, depresiones y necesidades básicas no cubiertas. Pero la población no debe inquietarse en exceso porque, según declaran quienes controlan las riendas europeas, quienes dicen sentir gran preocupación por las dificultades sociales existentes, la solución está en la intensificación de los tratamientos aplicados en los últimos años: mayor presión fiscal, menos prestaciones públicas y más recortes en las nóminas.

Si el tema está claro, lo que ocurre es que no estamos preparados para entenderlo: cuanto más apretadas se encuentren las familias mejor nos irán las cosas. A la involución social ahora lo llaman innovación y progreso.

Aznar, el vengativo

Por Agustín Arroyo

El expresidente del gobierno José María Aznar. (Javier Etxezarreta/EFE)

El expresidente del gobierno José María Aznar. (Javier Etxezarreta/EFE)

Realmente tomó nota. Aznar anuncia que no asistirá al próximo Congreso del PP en Valladolid. Será la primera vez que el Presidente de honor de la formación conservadora no haga acto de presencia en este tipo de actos. El desplante tan clamoroso que sufrió por parte de todos los miembros del actual Ejecutivo que no acudieron a la presentación de su 2º libro de memorias, lo soportó con el ceño fruncido y un cierto rictus de amargura.

Aznar se cree imprescindible en el partido y además está convencido de que toda la plana mayor de sus conmilitones le debe cumplida y obligada pleitesía sine die. Pasa por alto que su papel como expresidente del Gobierno cada vez es más molesto por las veladas alusiones a su desencanto con la deriva de Rajoy. Es palpable y notorio que hay poca química entre ellos, más bien resquemor y tiranteces. La excusa de su viaje a Filipinas no empaña ni oculta el progresivo distanciamiento entre ambos. Aznar estaría encantado, al menos en su hipertrofiado ego interno, si una parte significativa del partido le pidiese su vuelta ante el descalabro electoral que auguran varios medios y ciertas encuestas.

Su henchida soberbia le permite desde FAES seguir manejando hilos y resortes axiales en la estructura orgánica del Partido Popular. Las voces disidentes entre algunos de los barones en varios temas no dejan de anunciar una tormenta interna que se saldará con excluídos, desencantados, damnificados, amén de proscritos y renegados huidos a otras formaciones nuevas o ya existentes. Alguien habla de una posible repetición del final de UCD tras su segundo mandato en 1979 hasta 1982. Creo que es exagerado e irreal. No obstante la situación, sin Aznar o con él, no deja de ser muy delicada para un partido que no consigue remontar las peligrosas cifras de desempleo que sufre España y la juventud española. La propia deriva más lejana al centrismo del PP, le coloca en una situación de mesianismo ridículo y esencialista que cada vez convence a menos gente y esto, por supuesto, le pasará una fuerte factura electoral.

¿Y ahora qué?

Por Fernando Guerrero

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE).

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)

El señor Rajoy ha declarado en Barcelona que no habrá consulta ni independencia en Cataluña mientras él sea Presidente. Así de tajante se ha mostrado sobre el proyecto soberanista impulsado por Artur Mas y ERC aludiendo al artículo 2 de la Constitución sobre la indisolubridad de la nación.

Y yo le pregunto al señor Más, ¿y ahora qué? ¿Va a seguir en su negativa de cumplir con lo que establece la Constitución, y seguir sin explicar a los ciudadanos la verdad sobre una posible independencia, como el pago de pensiones, la deuda pública, la salida de la UE, etc?

Después de casi tres años de Gobierno perdidos por sus ansias de poder, que no de solucionar los problemas de Cataluña, ya es hora, señor Mas, de dejar de gastar más dinero en la consulta y la independencia. Abandone este proyecto que no le lleva a ninguna parte, y evite otro descalabro electoral de su partido, dedíquese a crear empleo, a adelgazar la administración pública e imponer la austeridad en su Gobierno. ¡Que no seamos solo los ciudadanos los que paguemos la crisis y sus proyectos sin futuro!

Si quiere realizar la consulta proponga un referéndum donde voten todos los españoles y así podrán saber en Cataluña quién está a favor o en contra de la independencia. Es la única forma legal para hacer una consulta. Deje de crear falsas expectativas independentistas a los ciudadanos de una vez, que este tema ya empieza a hacerse insoportable para los que queremos ser catalanes y españoles.

Del intento de privatizar la sanidad a la dimisión de Lasquetty

Por Jose Antonio Pozo

Concentración en un hospital para celebrar la suspensión del plan de privatización de la sanidad. (EFE/Emilio Naranjo)

Celebran en un hospital la suspensión del plan de privatización de la sanidad. (EFE/Emilio Naranjo)

«Sanidad pública»

El gobierno popular de la Comunidad de Madrid ha tenido que dar marcha atrás en sus intentos de privatizar la gestión de la sanidad pública madrileña. Ellos, los del PP, la llamaban –con ese lenguaje eufemístico que tan bien se les da- externalización. Los populares madrileños, tras dos años de protestas y reveses judiciales, no midieron bien sus fuerzas ni la de aquellos que se les opusieron. La ‘marea blanca’ no se ha quedado en agua de borrajas sino que con su fuerza ha anegado los instintos privatizadores del gobierno madrileño. No podía ser de otro modo: un bien tan preciado como la salud no podía convertirse en una mercancía más con la que traficar para obtener un lucro económico privado. Pues como decía un eslogan muy coreado por los manifestantes de la ‘marea blanca’: “La sanidad pública no se vende, ¡se defiende!”.

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Por Ángel Villegas

«Que nadie se lleve a engaño»

Que, obligado por los tribunales (porque la presión popular, las ‘mareas’ y las infinitas protestas, las habían ignorado despectivamente) el presidente de la Comunidad de Madrid haya retirado definitivamente su proyecto de privatización de seis hospitales, y su consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, haya dimitido, es una buena noticia; pero que nadie se llame a engaño, porque la privatización, más o menos solapada, no se detiene, ni se ha detenido desde hace mucho tiempo.

El exconsejero de sanidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty. (EFE/Ángel Díaz)

El exconsejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty. (EFE/Ángel Díaz)

Son muchos los servicios, dentro de la sanidad pública, que ya están privatizados, o externalizados, como les gusta decir con lenguaje engañoso a los amigos de la destrucción de todo lo público. Y si no, ¿a cuántos de los que lean esto les han «ofrecido» hacerse una prueba diagnóstica o una intervención quirúrgica fuera de los hospitales públicos? ¿A cuántos de ustedes, o de sus amigos o conocidos, les han dicho que «si va usted a determinada clínica privada o concertada, le van a intervenir antes?«.

Y mientras esto sucede, se ha despedido a miles de sanitarios y están cerradas camas y hasta plantas enteras de hospitales públicos; una enfermera puede tener un número de pacientes asignados que, claramente, es excesivo para que pueda desarrollar su trabajo con garantías para los pacientes y para ella misma. ¿Cuántos pacientes tiene asignados una enfermera de Urgencias en algunos hospitales?

Lo que está en juego es que los profesionales puedan ejercer su función con un mínimo de garantías de que la presión no sea insoportable y, por otro lado, nada más y nada menos, la salud, e incluso la vida, de nosotros los pacientes.

Se ha ganado una batalla, pero que nadie se engañe: los privatizadores siguen a lo suyo.

Fútbol, del amor al odio

Por Martín Mujica

El Atlético de Madrid celebrando un gol. (ZIPI/EFE)

El Atlético de Madrid celebrando un gol. (ZIPI/EFE)

Yo no odio el fútbol, pero he entrado en una fase de desamor. Fútbol mañana, tarde y noche. Liga, Copa del Rey, Champions, etc. Programas deportivos en televisión y radio, mañana, tarde y noche. Me gusta el fútbol o me gustaba cuando era un deporte que se jugaba y sentía con el alma. Ahora es un comercio puro y duro, donde los jugadores se venden y se compran como mercancías. Hace tiempo que no voy a los estadios, detrás de las bambalinas hay demasiado hedor. Me han terminado dando asco, vergüenza y hastío.

Mientras, los hinchas son los únicos que por sentimientos y emociones son honestos y leales, lo demás es la pasta y por ella baila el mono. Simpatizo con el Atleti, pero ya me da igual que gane o que pierda, como si al estadio lo sumergiesen en el Manzanares. Qué le voy a hacer, lo turbio me ha llevado al sentir actual.