Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Las bicis también emigran

Por María Sanz

AmsterdamEsta mañana, al salir de mi casa para ir a trabajar me he encontrado con la sorpresa de que mi tan preciado medio de transporte había desaparecido. Mi bicicleta verde de paseo, la que poseo con cariño desde hace varios años, se había evaporado. No había rastro de la cadena que le ataba a la valla y ni siquiera un recuerdo de la cuerda que llevaba en el asiento trasero. Aunque al principio mi reacción ha sido de tristeza, segundos después me he dado cuenta de que posiblemente la bicicleta había decidido huir a un lugar mejor alejada de la contaminación y del barullo madrileño para iniciar nuevos rumbos en otros países donde la gente tiene consideración por ellas, donde están libres en la calle y hay hasta carriles exclusivos para que circulen.

No puede imaginar que un alma humana, aprovechando el silencio y la luz sepulcral de la noche, haya decidido llevarse mi bici para venderla en algún mercadillo de segunda mano. Si vais a alguno de estos países y la veis, decidle que vuelva, que yo mientras tanto, en mis viajes en el suburbano, me dedicaré a buscar en webs de reventa alguna hermana gemela.

1 comentario

  1. Dice ser Escoria

    Qué hijos de puta… hay que tener poca vergüenza para ir robando bicis por ahí. Deberíamos inventar un nuevo modelo de sillín, que lleve incorporado un machete que se dispare hacia arriba en caso de robo, a ver si al desgraciado/a que se la lleve le quedan después ganas de volver a hacerlo…

    Por otra parte, creo que los autodenominados «ciclistas urbanos» son muy exigentes, la bici se puede usar igualmente sin necesidad de que corten la calle para que tú circules tranquilo. Sólo hace falta algo de respeto por ambas partes (bicis y conductores), pero claro, igual todo esto a mí me parece muy sencillo porque vivo en Amsterdam (ayer estuve en la calle de la foto :-P)

    30 junio 2013 | 2:00

Los comentarios están cerrados.