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¿Justicia para todos?

Por Juan José Pérez Rodríguez

«Todos somos iguales ante la ley»

Infanta CristinaViendo con qué diligencia la Fiscalía del Régimen, que no del Estado, ha recurrido la imputación de la infanta Cristina para evitar la pena de telediario, la otra se diluirá con el tiempo, pues las presiones son y serán tremendas. Aquí hay una justicia para todos y la paralela, de la que corruptos y corruptores se sienten inmunes y se la pasan por el arco del triunfo el personal. No es que estén a salvo del castigo, sino que están a salvo del delito.

No puede ser que esté imputado su secretario, la mujer de Torres y no esté la consorte (Cristina), -cuando menos cooperadora necesaria-, como figura en todo este entramado presuntamente delictivo. Los cortesanos están preocupados porque el tinglado se viene abajo.

La casa real ha reaccionado tarde y mal: “sorprendida” con el juez y “conforme” con el fiscal. Cuando se ha abierto la cortina de la opaca institución, se ha visto que la aluminosis tiene corroídas sus estructuras, como las restantes del Estado. Aquí no hay una democracia, sino una verdadera cloaca, con un olor pestilente.

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Por Jesús de Vega

«La infanta y el fiscal»

Los ciudadanos de a pie, los que no entendemos de leyes, aunque seamos los únicos obligados a cumplirlas, nos hemos quedado, una vez más —y ya son unas cuantas—, estupefactos ante la actuación del fiscal anticorrupción en el caso de la imputación de la infanta Cristina.

Se supone que dicho fiscal está para perseguir posibles casos de corrupción, no para protegerlos. En este Estado pre-democrático y de corrupción al que nos ha llevado el PP, tiene cabida todo tipo de actuaciones, sean del calado que sean. La Fiscalía Anticorrupción está entorpeciendo la labor judicial, se trate del ‘caso Bárcenas’, de la infanta o de los banqueros saqueadores.

La gente honrada, insultada y perseguida, los ladrones indemnizados y los corruptos aplaudidos. En fin, ya estamos donde un antiguo ‘líder’ el PP quería: con «todo atado y bien atado».

6 comentarios

  1. Dice ser antoska

    A la primera de cambio SM el rey tendria que haberlo denunciado.

    05 abril 2013 | 18:54

  2. Dice ser Renace la confrontación izquierda-derecha

    Parecía un enfrentamiento “superado”
    Hace unos pocos años, era un tópico poner en duda la vigencia del enfrentamiento izquierda/ derecha. Quizá se trataba de la versión postmoderna del “final de las ideologías” proclamado por Fukuyama tras la caída del muro de Berlín. El capitalismo había derrotado definitivamente a su opositor, y por tanto aparecía como único sistema económico viable.
    El abanico de alternativas quedaba limitado a la posible gestión del capitalismo: más una cuestión de eficacia que de ideología, más técnica que política. A lo más, quedaba un margen para un posible “rostro humano” que permitía diferenciar un centro-izquierda respecto a la derecha, la cual por cierto se autocalificaba de centro-derecha como indicativo de amplio predominio.
    La pregunta “¿qué significa ser de izquierdas hoy en día?” presuponía que no había respuesta contundente en los términos tradicionales de lucha de clases. En todo caso debía buscarse en el eje ético moral: pacifismo, igualdad de género, aborto, respeto a opciones homosexuales,… Con estos ingredientes, se podía tejer ese centro-izquierda a la americana, pero no había espacio para una izquierda radical.

    La voracidad de la derecha
    Quizá Fukuyama hubiera tenido razón si la derecha hubiese sabido administrar su victoria. Pero no ha sido así, y él mismo se ha retractado. Lejos de esa prudencia, la derecha ha abusado de su hegemonía hasta extremos insospechados. No sólo la apropiación de rentas y patrimonio por parte de las élites parece no tener freno, sino que se socavan los pilares fundamentales del pacto social vigente durante buena parte del siglo XX.
    Primero se atacaron los derechos laborales, desde el poder adquisitivo hasta la estabilidad e incluso la sindicación. Después los fiscales, hasta el punto que las rentas de trabajo de las clases bajas y medias pagan más que las altas o que las rentas de capital. A continuación los sociales, poniendo en jaque todo el estado del bienestar, incluyendo educación y sanidad. Y más recientemente, los políticos, prohibiendo referendos y hasta sustituyendo gobernantes elegidos por tecnócratas designados.
    La crisis actual, tanto en su origen como en su presunta solución es el mejor ejemplo de esta voracidad, al mismo tiempo que la excusa para justificar todos los excesos. Tan lejos han ido como para que algunos magnates reclamen pagar más impuestos, o para que gobernantes conservadores quieran implantar la tasa Tobbin unilateralmente. No se sabe si por compasión, o por precaución ante la posibilidad que finalmente la recesión, el paro, la pobreza, la caída de la demanda,…, terminen socavando el propio sistema.
    ¿Por qué este desenfreno depredador, que incluso alguna derecha quisiera limitar? Quizá es la simple borrachera de victoria, ciega a todas las alertas. Quizá es que la esencia del capitalismo es la explotación máxima, hasta donde sepas y te dejen. En todo caso, no parece que la derecha industriosa y prudente pueda frenar a la rampante.

    No hay pacto posible
    Esta radicalización deja sin interlocutor al centro-izquierda pactista antes referido. Cada vez tiene menos credibilidad el discurso del capitalismo de rostro humano a la europea, o la posibilidad de gestionarlo mediante un nuevo pacto social entre una derecha refulgente y una izquierda desarbolada. No se ve el final de las sucesivas reformas laborales, ni de los sucesivos recortes. Y sobre todo no se ve posibilidad alguna de recuperar lo perdido cuando la tempestad amaine, suponiendo que lo haga.

    En el mejor de los casos, Europa va hacia un largo estancamiento o “crecimiento 0”. Por tanto, el problema no será cómo repartir las ganancias, sino cómo redistribuir lo que tenemos : los ricos sólo podrán seguir enriqueciéndose a base de empobrecer a los pobres; los pobres sólo podrán salir de la pobreza quitándoselo a los ricos.

    Sólo queda en pie el discurso de la izquierda radical. De hecho puede esgrimir el “teníamos razón”cuando Maastrich, las privatizaciones, etc., hasta la reforma constitucional del pasado mes de agosto. Esto no arregla la dramática situación de tanta gente, pero legitima y da audiencia a nuestras ideas, como herramienta política de trabajo: está de nuevo bien claro el enfrentamiento izquierda/derecha, y quién está a cada lado.

    Josep Ferrer Llop, ingeniero industrial, es catedrático de matemática aplicada y ha sido rector de la Univ. Politècnica de Catalunya (UPC)
    04/11/12

    http://veroirteclear.blogspot.com.es/2013/01/renace-la-confrontacion-izquierda.html

    05 abril 2013 | 18:58

  3. Dice ser Tia de SobrinoS

    Quien en este pais crea que la justicia es igual para todos es que no sabe donde vive. Para empezar y por ley existe una persona por encima de la ley solo por ser quien es: el rey. No se le puede imputar ningun delito. Ahora parece que a su familia tampoco.
    La justicia es diferente para cada uno segun el dinero que tenga y la posicion que ostente, es evidente. Este pais tenemos y consentimos.

    05 abril 2013 | 19:37

  4. Dice ser carlos

    leo aqui algunos rebuznos por comentarios, el fiscal puede recurrir porque asi lo establece la ley y sera luego un juez el que decidira si lo acepta o no por tanto la culpa en todo caso sera del correspondiente juez que por otra parte se supone que si lo acepta sera porque las leyes asi lo establecen.

    el problema esta que españa tiene un sistema de leyes blandas y garantistas por culpa de la izquierdona pero claro cuando hay implicada una persona de la monarquia les gustaria que esas leyes fueran durisimas, bueno yo a eso le llamo doble moral, resulta que hay asaltadores multireincidentes de joyerias que no van a la carcel, carteristas en el metro detenidos centenares de veces que siguen en la calle y sin embargo la giliprogresia le gustaria que la infanta por ser conyuge de un presunto corrupto fuera ya a la carcel por ello y sino lo hace es que la justicia no es igual para todos, ya digo decir eso en un pais que esta todo lleno de carteristas, butroneros y demas cargados de antecedentes y detenciones que no van a la carcel resulta hasta de chiste decir que seria injusto que la infanta no vaya a la carcel por esto.

    05 abril 2013 | 21:24

  5. Dice ser lukaaxx2

    República ya.Que no vendan la moto de la estabilidad del sistema porque el sistema no se estabiliza manteniendo chorizos.Si el Rey une su destino al de su hija caerá la monarquía

    06 abril 2013 | 7:05

  6. Dice ser japoas

    #lukaaxx2

    Eso de «República ya» te lo has sacado de la situación de la República italiana, donde los ganadores de las elecciones (legislativas, no presidenciales) últimas, están «consensuando» el nombramiento del nuevo presidente, ya que el anterior acaba su mandato; así es como se elige al presidente en una República, ¿eso es democrático?.

    11 abril 2013 | 13:14

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