Entradas etiquetadas como ‘videoclip’

El regreso de David Gilmour: un buen videoclip y nada más

Captura del nuevo vídeo clip de David Gilmour

Captura del nuevo vídeo clip de David Gilmour

David Gilmour (1946) es una buena persona. Eso dicen en los círculos musicales: apañado guitarrista siempre dispuesto a echar una mano, compositor menesteroso y hombre con conciencia social —si eso se puede aplicar a estas alturas a alguien que vota laborista—.

Como músico lleva dando tumbos desde la separación de Pink Floyd, el grupo en el que hizo carrera y de cuyas regalías, supone uno, debería vivir con holgura sin necesidad de arrastrarse.

En septiembre despacha un disco en solitario, Rattle that Lock y después llegará una gira por Europa y los EE UU.

El álbum, en el que Gilmour pone en manos de su esposa, la escritora de soft core Polly Samson (1962), la composición de las letras, es capaz por sí mismo de provocar un naufragio retroactivo: no me imagino a nadie que, tras empalagarse con esta colección de pomposas canciones sin pegada, tenga ganas de explorar la carrera previa de Gilmour por muy gloriosa que haya sido —y ciertamente lo fue— en las cuatro décadas anteriores.

Lee el resto de la entrada »

Un ingenioso videoclip cargado de referencias cinéfilas

El videoclip está lleno de pequeñas imperfecciones (intencionadas) que trasladan al espectador al estilo de la animación de entre finales de los años sesenta y principios de los setenta. También los colores y el desarrollo de las ideas tienen ecos de aquella psicodelia y a ratos traen a la memoria la película de dibujos animados de los Beatles Yellow Submarine (George Dunning, 1968).

En tres minutos, el vídeo de la canción All Over —del grupo estadounidense Cruisr, que acaba de debutar con un EP y ha elegido el tema como su primer single— sobrecarga al espectador con una avalancha de referencias pop, todas relacionadas con el cine. La asociación de ideas y las constantes metamorfosis hacen que la pieza sea irresistible.

Sólo en los primeros seis segundos del vídeo Travis Bickle y la prostituta adolescente Iris (Taxi Driver) se transforman en el Doctor Hannibal Lecter y la agente del FBI Clarice Starling (El silencio de los corderos), que a su vez sufren una mutación y se convierten en los personajes interpretados por el travestido Jack Lemmon y Marilyn Monroe en Con faldas y a lo loco.

El concepto, el diseño y la dirección son de Chris Carboni, director, diseñador, animador e ilustrador neoyorquino, fundador de Carboni Studio. La «inteligente sencillez» de la letra de la canción y el ritmo pegadizo inspiraron al autor a crear «una narrativa» que conectara con el espectador con la misma facilidad que la música. El estudio se decidió por «visualizar la historia a través de romances cinematográficos notables, de lo icónico a lo oscuro», crear un collage de relaciones de amor, pasión, admiración pero también miedo, repulsión y odio entre las parejas de personajes.

Helena Celdrán

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción 'All Over' de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción ‘All Over’ de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción 'All Over' de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción ‘All Over’ de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción 'All Over' de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción ‘All Over’ de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción 'All Over' de Cruisr

Captura del videoclip de Carboni Studio para la canción ‘All Over’ de Cruisr

Un videoclip que rescata técnicas de animación del siglo XIX

De los círculos concéntricos brotan caras haciéndo muecas, parejas bailando, ranas humanizadas saltando una por encima de la otra, ratas escapando, leñadores cortando troncos, niños en balancines…

El videoclip es para la canción The Hope Of A Favourable Outcome de la compositora y pianista canadiense residente en Londres Carly Paradis, que tiene años de experiencia trabajando en la creación de bandas sonoras de cine y televisión y ahora se lanza como artista en solitario con su primer disco, Hearts To Symphony.

Los autores de la pieza (creada a partir la pionera técnica de animación del fenaquistiscopio, de la que ya hablamos en este blog) son los estadounidenses hermanos David y Keith Lynch, que en su página web se apresuran a quejarse por haber «nacido con la más desafortunada combinación de nombres de la historia del cine», eclipsados en los motores de búsqueda por el director de cine David Lynch.

Para el vídeo han revitalizado el invento decimonónico, creado en 1832 por el físico belga Joseph-Antoine Ferdinand Plateau y consistente en disponer en orden alrededor de un disco entre 14 y 16 imágenes que forman una secuencia. Al girar la superficie da la sensación de que el motivo se mueve.

Los Lynch — directores y guionistas de proyectos cinematográficos independientes, sobre todo cortometrajes— digitalizan estos discos de papel y los unen en una espiral cuidándose de que algunos de los dibujos coincidan en cierto modo con la música. Muchos de los ejemplos utilizados se pueden ver en el microblog de Tumblr The Richard Balzer Collection, una recopilación de gifs animandos que permiten ver en acción los ejemplares que atesora el coleccionista desde hace más de 30 años.

Helena Celdrán

El tuareg Bombino firma el mejor disco en lo que va de 2013

"Nomad" - Bambino

«Nomad» – Bambino

El mejor disco editado en lo que va de 2013 es, en mi opinión, Nomad, del músico tuareg Bombino.

No era ningún secreto la potencia lírica y la valentía de estilos del compositor, guitarrista y cantante de Agadez (Níger), que toca con valentía y ardor roquistas, sin miedo a los planeos psicodélicos y las aventuras, pero también es capaz de sondear en la melancolía de su pueblo, un colectivo de 1,2 millones de personas condenadas a sufrir la imposición de fronteras e intereses sobre la patria sin divisiones reales del desierto del norte y el centro de África.

Estamos ante una persona que habla —en idioma tasmasheq, una de las lenguas tuareg— en nombre de muchas y con conocimiento de causa: Bombino ha vivido en el exilio durante años por su condición racial y dos de sus músicos fueron fusilados por los militares nigerianos durante la última de las rebeliones tuareg, cuando la posesión de guitarras eléctricas fue decretada como delito castigado con la pena de muerte por la vinculación de los instrumentos con las demandas de voz y libertad de los hombres del desierto.

Bombino

Bombino

Nacido en 1980 en un campamento tuareg, Bombino asomó al mundo en 2007 cuando el cineasta Hisham Mayet grabó una de sus actuaciones durante los festejos de una boda taureg. El documental subsiguiente, Agadez the Music and the Rebellion, muestra el poder de un músico de una intuición sobrecogedora, condensador de muchos estilos y, al mismo tiempo, hijo de ninguno.

Técnicamente impecable, en su forma de tocar la guitarra hay ecos de sus ídolos Jimi Hendrix y Jimmy Page, de los que no paraba de ver videoclips cuando era niño y vivía en el exilio de Argelia y Libia. Pero, al contrario que estos guitarristas distorsionados, no estamos ante un estilista de turbulencias: la guitarra de Bombino es seca, sin efectos, como él, una hija del desierto.

Mientras el otro gran colectrivo de la música tuareg, Tinariwen, parece haber entrado en un declive creativo, Bombino da la impresión de tener un futuro inmenso por delante.

Nomad, editado por la discográfica independiente estadounidense Nonesuch, está producido por el hiperactivo guitarrista de los Black Keys, Dan Auerbach —que el año pasado también apadrinó uno de los mejores discos de la temporada, Locked Down, de Dr. John—. Es un disco abrasador que deja en evidencia la inmensa tontería de buena parte de la música europea y estadounidense.

Dejo abajo el primer videoclip del álbum, la afiebrada y festiva Azamane Tiliade y una grabación desenchufada e improvisada de Bombino. Ambas componen las dos facetas de este músico pasmoso, eléctrico y sin complejos, poético y puro.

Ánxel Grove

Un videoclip que busca la colaboración del ratón de tu ordenador

«Después de 50 años apuntando y clicando, celebramos la cercana desaparición del cursor del ordenador con un vídeo musical en constante cambio en el que todos nuestros cursores pueden contemplarse al mismo tiempo por última vez», dicen los componentes del grupo musical holandés Light Light. Convencidos de que pronto no habrá más que pantallas táctiles, han querido rendir homenaje al ratón, la herramienta que consiguió establecer un contacto directo entre el ser humano y la máquina. el extraño vínculo entre la pantalla y nuestro brazo derecho.

El vídeo Do Not Touch —dirigido por el estudio de diseño Moniker— corresponde a la canción Kilo y presenta a la recién fundada banda de Amsterdam, formada con músicos de zZz y Saelors, dos pequeños grupos que han decidido aunar sus estilos para iniciar una nueva carrera. Light Light ha dado en el clavo con un sencillísimo pero imaginativo clip que se ha convertido en fenómeno de Internet.

La grabación comienza automáticamente al abrir el dominio donottouch.org. Sin avisos ni normas, el usuario está invitado a pasear el cursor por la parte de la pantalla que crea más conveniente y a la vez puede ver los cursores de quienes se han sometido al mismo experimento antes.

El mar de flechas blancas y negras compone un enjambre que pronto reacciona ante las figuras que aparecen en el videoclip: un mapa del mundo pregunta a dónde te gustaría viajar, las formas geométricas invitan al dueño del ratón a seguirlas… La marea de punteros actúa con picaresca cuando aparece una figura humana, pero también con ingenio cuando se trata de completar una escena. Mientras tanto, la canción ya se ha metido en tu cerebro.

Helena Celdrán

Bob Dylan visto por Instagram

Bob Dylan parece un coyote callejero en el primer videoclip de su útimo disco, el desigual Tempest. Con un zoot suit elegante pero casi de personaje de dibujos animados y el rosto inmutable excepto por unos levísimos gestos de asco, el artista recorre una acera nocturna rodeado por fantasmas de la oscuridad —pandilleros, un travesti y otras figuras tribales— que acaso sólo vivan en los meandros de la mente del cantante.

En paralelo al tránsito silencios, una historia turbia y muy violenta —aunque con cierto fondo de comedia muda— se desarrolla en el corto que dirige un tipo que también podría poblar con todo derecho los mundos afiebrados de Dylan, Nash Egerton, doble de actores en películas de todo pelaje.

"Tempest" (Bob Dylan, 2013)

«Tempest» (Bob Dylan, 2013)

La acción discrepa abiertamente con el espíritu de la canción ilustrada por el clip, Duquesne Whistle, una autoreflexiva indagación sobre nuestra culpabilidad en el asesinato premeditado de la infancia y su magia. La letra (decir que es buena es un pobre calificativo cuando hablamos del único músico de rock que puede ser llamado escritor) está contruida en torno al impacto emocional del silbido de un viejo tren, el Duquesne.

Quizá para buscar una mayor sincronía entre fondo y forma —porque no creo que a estas alturas al nihilista Dylan le preocupen las acusaciones de que el videoclip fomenta la violencia gratuita—, el cantante dió permiso a Instagram para que solicitase a los usuarios de la aplicación fotos el envío de imágenes con la etiqueta #dylanlyricphotos y poder montar un lyricvideo similar al que Dylan protagonizó hace 45 años en Subterranean Homesick Blues.

El resultado es éste:

Hace unas semanas me preguntaba si las aplicaciones fotográficas para smartphones pueden transmitir la realidad sin transformarla previamente en una alternativa de realidad, filtrada por la mirada artificiosa y vintage —odio la palabreja, lo siento, pero viene al caso— que tanto gusta al fanatismo hipster.

Esta vez tengo que confesar que el resultado —pese al esteticismo a la moda— me gusta. Le cuadra a la otoñal canción de Dylan, un cantante que se está muriendo con dignidad ante nuestros ojos.

Ánxel Grove

Videoclip necesario para ver en el trabajo

La canción que sostiene al vídeoclip es lo de menos. Spiritualized, la banda del londinense Jason Pierce, lleva dos décadas haciendo lo mismo y no se esperan mejoras a estas alturas: odas épicas de pretendida concepción espacial pero tediosa resolución. En su séptimo disco, Sweet Heart Sweet Light, no cambian la tónica.

El clip del primer single del álbum —dado su calado deberíamos llamarlo cortometraje— es otra cosa. Está escrito y realizado por AG Rojas, un jovencísimo (24 años) director-guionista que vive en Los Angeles y en los últimos meses ha trabajado para Jack White, el fallecido Gil Scott-Heron, Emeli Sandé y William Fitzsimmons.

Es una de esas piezas que clasifican como ofensivas o Not Safe for Work (NSFW, No apto para ver en el trabajo) desde las oficialías del manejo de conciencias, que consienten sin clasificación previa la visualización del sufrimiento, la pobreza, la injusticia y el hambre pero se apuran a poner etiquetas morales a cualquier contenido que escape de la moralina judeocristiana.

El tema Hey Jane —que, al parecer, Pierce compuso como remake de Sweet Jane, una de las crónicas del sexo oculto de la Velvet Underground— es una mala canción sobre la que Rojas ha rodado y montado una gran historia, un thriller social sobre una drag-queen que se prostituye y trabaja como stripper para mantener a sus hijos.

La actriz Tyra Sánchez (James Ross según la documentación oficial de identidad), que ganó una de las ediciones del reality show RuPaul’s Drag Race, conmueve y no se pasa de revoluciones en un papel extremo donde lo fácil hubiera sido la sobreactuación.

Por razones de cultura ciudadana deberían exhibir el clip en el trabajo, en las escuelas y en los living room.

Ánxel Grove

920 lápices de colores bailando

La canción es del último disco de Hudson, el nombre artístico del primerizo músico australiano Travis Aulsebrook. Se llama Against The Grain (algo así como Contra la corriente) y urge al cambio ante el peligro de quedarse estancado en un estado de crisis existencial. Pero, espero que el artista me perdone, no es de la cancioncilla de lo que quiero hablar.

A veces la idea más sencilla es la más efectiva. 920 lápices de colores y 5125 fotos. Eso es todo lo que ha hecho falta para desarrollar un sencillo videoclip en stop motion (la vieja técnica de animación foto a foto) que salió hace cosa de una semana y no para de ganar fans en Internet.

El autor es Jonathan Chong (alias Dropbear), que se dedicó pacientemente a alinear, desnivelar, sacar punta, amontonar y cruzar lápices con borrador incorporado y pinturas sin estrenar. Para cambiar de paso de baile utiliza sacapuntas, borradores y papeles que se entrometen en la trayectoria de los lápices-flecha. La vertiginosa  coreografía alude en ocasiones a la letra de la canción y otras veces se limita a imitar los punteos de la guitarra o las líneas del bajo.

Para quien quiera curiosear más, aquí hay un vídeo del cómo se hizo.

Helena Celdrán