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Cuando viajar tenía glamour

'See Europe Next'

'See Europe Next'

Comenzaba a perfilarse el viaje como posibilidad de ocio, objeto de deseo, escapada de la rutina.

De los años veinte a los cuarenta los transportes evolucionaron hacia la comodidad: hubo un importante desarrollo de los ferrocarriles en Europa y Estados Unidos, los viajes transoceánicos se vendían como el artículo de lujo que eran, los coches comenzaban a ganar en velocidad y diseño.

Los dibujos con destinos de todo el mundo que presento hoy en la sección de Obsesiones pertenecen a la selecta colección de más de 350 carteles de viajes que atesora la Biblioteca Pública de Boston (BPL) y que se diseñaron para campañas turísticas entre los años 1920 y 1940, la llamada Edad de oro del viaje en Estados Unidos.

En los años veinte comenzaron los vuelos comerciales, con valientes pasajeros que subían a los aviones bien abrigados para la experiencia. Los treinta fueron una década de perfeccionamiento, con aparatos bien aislados, 14 pasajeros por avión que iban cómodamente sentados en sillones que se parecían a los de cualquier salón. Ya no había fronteras, se podía visitar Europa, la India, Japón, Nueva Zelanda…

'Alaska via Canadian Pacific. Taku Glacier'

'Alaska via Canadian Pacific'

Los 351 pósters escaneados están a buen tamaño y disponibles para su descarga en la cuenta que la Biblioteca Pública de Boston tiene en Flickr.

Hay paisajes al más puro estilo Art déco, escenas de lujo en el interior del transatlántico French Line que unía Nueva York y París, exquisitas vistas alpinas,  elegantes rostros con expresión de diversión, ilustraciones de mujeres de una belleza exótica y vestidas con trajes locales…

Las exclusivas oficinas de viajes estaban adornadas con esas promesas idílicas. Algunos de sus autores incluso ganaron su fama diseñando las visiones ideales de futuros viajes.

Muchos de esos carteles se observan ahora desde una perspectiva artística, una vez despojados de su propósito publicitario, ya obsoleto para los turistas actuales.

Helena Celdrán