Es fácil imaginar al artista componiendo la escena antes de pintarla, concentrado en colocar dinosaurios de plástico sobre cajas de madera, apilar galletas y donuts en torres, colgar aviones de hilos transparentes para que permanezcan suspendidos en el aire en torno a un gorila articulado de peluche.
Los bodegones de Robert C. Jackson (Carolina del Norte – EE UU, 1964) son golosos, traviesos y nostálgicos, obsequian al espectador con un acabado realista y una luz blanca que realzan el glaseado de los bollos o el brillo de los globos.