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Un pintor de un solo tema: la espera

'Waiting  #81' - Brett Amory

'Waiting #81' - Brett Amory

Lleva tatuada en el antebrazo la silueta de un hombre esperando: «Mientras esperas piensas en lo siguiente que vas a hacer, en el pasado, en la comida que hace falta comprar, en tu cuenta del Facebook, el bar al que fuiste la otra noche… Nunca piensas en el presente«.

El estadounidense Brett Amory (Portsmouth-Virginia, 1975) estudia el momento muerto entre una acción y otra, el paseo circular, la observación de cualquier cartel, las técnicas para hacer tiempo, los minutos gastados en mirar el reloj varias veces sin que la otra persona llegue.

'Waiting #79' - Brett Amory

'Waiting #79' - Brett Amory

Empezó a trabajar en 2001 en una serie de pinturas que tituló Waiting (Esperando) y todavía sigue enganchado a las sensaciones que le produce ilustrar el tiempo detenido de quien aguarda.

Las numera como coleccionándolas: la espera número 88 tiene lugar en la entrada solitaria de un badulaque, la número 90 transcurre en el porche de una casa unifamiliar, la 80 es para un hombre que agacha la cabeza frente a una gasolinera cerrada y con banderines de colores.

'Waiting #84' - Brett Amory

'Waiting #84' - Brett Amory

Vive en Oakland (California-EE UU), separada de San Francisco por una pequeña bahía y unida por un tren de cercanías. Al principio la serie retrataba a personas esperando la llegada del tren, «pero a medida que las pinturas evolucionaban, dejaron de ser sólo viajeros». Amory confiesa que pronto comenzó a alejarse «de la tarea mundana a algo más trascendente».

Le gusta jugar con el espacio negativo, dejar cada vez más huecos vacíos. La oscuridad envuelve a los personajes y la luz que emanan los edificios es de un blanco desolador. Le ha dado por buscar que el lugar y la persona «compartan algo que flota en el ambiente». Ha ido despojando gradualmente al ser humano de todo lo que rodea al lugar de la espera eterna, como para que no se distraiga y se enfrente a sus demonios.

Helena Celdrán