Son rincones de una casa cualquiera, banales rastros de actividades que se automatizan. Durante siglos, la pintura ha sido el medio de expresar pasiones y sentimientos profundos y nobles, plasmar hechos históricos, retratar a los notables. La estadounidense Lillian Bayley Hoover apuesta por todo lo contrario, percibe que el tiempo que dedicamos prestando atención a algo guarda una relación directa con el valor que tiene para nosotros, cualquier menudencia puede ser poética, vital, valiosa en nuestra intimidad mundana.
La silla como la veríamos escondidos debajo de la mesa, las vetas de luz que una persiana deja entrar en la habitación en penumbra, el asa de la puerta de la lavadora, los cables rebeldes que nos empeñamos en disimular pero que al final siempre se ven. La artista practica en su obra un zen de «imperfecciones domésticas», se especializa en representar sobre el lienzo aquella imagen que, tan integrada en nuestro ecosistema casero, pasamos por alto.
En el conjunto de óleos de As it Is (Como es), las composiciones son tan arriesgadas que podrían pasar por abstractas. En un extremo, el marco de una ventana o el techo del garaje, con encuadres tan cerrados que instintivamente uno siente la tentación de echar la cabeza hacia atrás con la esperanza de abrir el zoom. Otras pinturas son más claras desde el primer vistazo. La pastilla de jabón gastada, sin jabonera que la asegure, parece a punto de resbalarse al interior de la pila. Una pequeña mancha en el borde del grifo le da un aire accidental a la imagen.
Hoover explica que el foco de la serie está en mostrar «interrupciones incómodas de lo que típicamente se consideraría la imagen correcta«. El desconchón, el alambre a modo de antena para la tele o el cordón de la cortina anudado de cualquier manera son, según la autora, detalles a evitar, lo que nunca queremos que salga en la foto. Ella los interpreta como «intensamente personales» y les concede el protagonismo que nunca les queremos dar.
Helena Celdrán
Y esto es zen y/o arte?….Estamos muy pero que muy mal.
07 marzo 2017 | 13:09