El ‘Louvre de los EE UU’, frente a la Casa Blanca ocupada por Trump, recuerda la clase de JFK

Izquierda, JFK y Jackie, 1953 [Foto: Jacques Lowe]. Al lado, Donald y Melania Trump, 2017 [Foto: EFE]

Izquierda, JFK y Jackie, 1953 [Foto: Jacques Lowe]. Al lado, Donald y Melania Trump, 2017 [Foto: EFE]

No es benigno prejuzgar según el aspecto o el donaire. El primero acaso esté condicionado por el saldo bancario y el segundo llega según la lotería de la genética. Cosa distinta, fácil y legal, es predetermninar a buenas personas o necios de acuerdo con el talante, la educación, la urbanidad, la civilidad, la gentileza, la cortesía, la tolerancia, la categoría moral o la humanidad, valores que no conocen distingo entre clases socioeconómicas, razas, religiones o apetencias sexuales, dado que son fruto de un proceso de germinación y aprendizaje para el que sólo hacen falta voluntad y bonhomía.

El museo más importante de los EE UU en volumen de obras, sedes e instalaciones —el Smithsonian, con cuarteles generales en Washington—, que también ocupa el primer puesto entre los de todo el mundo gracias a un complejo de 19 pinacotecas y media docena de centros de investigación, quiere comparar a las dos parejas del par de fotos de arriba, separadas por 64 años en el tiempo y por una galaxia en el donaire de los cuatro retratados: por un lado, John Fitzgerald Kennedy y Jacqueline Lee Bouvier —todavía no se habían casado cuando la imagen fue tomada— y, a la derecha, Donald Trump y su esposa, Melania.

Aunque no menciona la confrontación de manera directa, el Smithsonian Art Museum (SAAM), dedicado a arte estadounidense, acaba de anunciar una exposición de calado que no deja lugar a dudas sobre el enfrentamiento. American Visionary: John F. Kennedy’s Life and Times (Un visionario americano: la vida y la época de John F. Kennedy) conmemorará los cien años del nacimiento del expresidente asesinado y los «valores» que defendió durante su carrera política.

Por si Trump no se da por aludido de que estamos ante una comparativa y un tirón de orejas por el desatino y la incontinencia con los que ha comenzado su mandato, el Smithsonian se lo pone fácil: la muestra se celebrará en la Galería Renwick, llamada el Louvre de los EE UU porque fue diseñada según el mismo modelo que la ampliación de las Tullerías del museo parisino.

El actual presidente no podrá alegar lejanía. La Renwick está a unos metros de la Casa Blanca [mapa], en el número 1661 de la Avenida Pennsylvania NW, casi frente a la residencia presidencial, en el 1660 de la misma avenida.

Otro mensaje tácito desde el Smithsonian viene dado por el cambio radical de política expositiva de la galería, que desde su reforma integral y reinauguración, en noviembre de 2015, había sido destinada solamente a arte contemporáneo y radical. Es la primera vez que un personaje público ocupa el espacio del coqueto edificio, donde se estrenará la muestra el 29 de mayo —día en que JFK hubiese cumplido cien años— y estará en cartel hasta el 17 de septiembre. Luego será llevada de gira por grandes ciudades del país que aún están por determinar.

John F. Kennedy. Photo © Philippe Halsman, Magnum Photos

John F. Kennedy. Photo © Philippe Halsman, Magnum Photos

La exposición —solo una de la actividades montadas en torno al centenario de uno de los estadistas más magnéticos de la historia pese a las grandes sombras de su biografía (la enfermedad oculta, la drogadicción, la adicción al sexo…)— está basada precisamente en la forma en que los mejores fotoperiodistas del mundo se sintieron atraídos por el personaje. Habrá obras de, entre otros, Ed Clark, Ralph Crane, Philippe Halsman, Jacques Lowe, Steve Schapiro y Sam Vestal, quienes se sintieron llamados a «capturar el optimismo y los desafíos de principios de los años sesenta», dicen desde el Smithsonian.

Como lección contra el desequilibrio verbal de Trump, los promotores anuncian la edición del libro JFK: A Vision for America (JFK: una visión para los EE UU), una antología de los mejores discursos del expresidente, junto con ensayos sobre JFK de historiadores, literatos, artistas y periodistas —gremios que prácticamente no existen para la actual pareja presidencial—. Se anuncian, entre otros nombres, al Dalai Lama, Robert Redford, Conan O’Brien, George Packer, Henry Louis Gates Jr., Drew Faust, Tariq Ramadan, Paul Krugman , Kofi Annan y Don DeLillo.

El senador Kennedy y su esposa regresan a Massachusetts tras la nominación de 1960 para presentarse a las elecciones. Photo © Paul Schutzer, Getty Images

El senador Kennedy y su esposa regresan a Massachusetts tras la nominación de 1960 para presentarse a las elecciones. Photo © Paul Schutzer, Getty Images

«John F. Kennedy sigue siendo un símbolo en todo el mundo, representando y abrazando los mejores y más universales elementos del carácter de los EE UU«, dice en unas declaraciones distribuidas por el Smithsonian Stephen Kennedy Smith, sobrino del expresidente y coeditor del libro, que edita la respetada firma Harper Collins [496 páginas, 45 dólares] en un formato de tapa dura y con 500 imágenes.

Por si quedaba alguna duda de que los implicados están llamando la atención a Trump sobre su falta de respeto hacia los derechos básicos, el sobrino de JFK añade: «Espero que la convincente vida y trabajo del presidente Kennedy (…) no sólo recuerde a los visitantes de la exposición los valores que definieron su mandato, sino que también lo presenten a nuevos públicos y futuros líderes«.

Jose Ángel González

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