Un bosque dentro de una mansión abandonada

“Thicket” (2015) © Suzanne Moxhay

“Thicket” (2015) © Suzanne Moxhay

Los fotomontajes de la artista inglesa Suzanne Moxhay (1976) prorrogan el encanto misterioso de cualquier casa abandonada —¿por qué se fueron los habitantes?, ¿qué desencadenante los llevó a optar por la marcha?, ¿acaso alguna tragedia?…— para convertir los espacios vacíos, las maderas húmedas, los velos decoloridos y desconchados de las paredes, las reliquias de vida pasada, en un escenario donde, al parecer de modo espontáneo y sólo con la ayuda del tiempo, la naturaleza ha renacido.

La artista se vale del uso con medios digitales de la técnica cinematográfica ya caduca de la pintura mate de fondos, que permitía modificar paisajes o panoramas colocando ante la cámara láminas de cristal dibujadas en proporción al plano que se rodase. Desde principios del siglo XX, era común y fue usada tanto en películas de la edad de oro de Hollywood como Ciudadano Kane, donde la excelencia de los pintores sobre cristal convirtió en una joya fantástica y después, con la decadencia, en una pesadilla gótica, la mansión Xanadú del oligarca protagonista; hasta blockbusters modernos como La jungla 2: alerta roja, donde el uso de miniaturas con efectos de escala manipulados alcanzó la edad moderna al poner en juego también los efectos especiales digitales.

Proceso en el que los fondos deseados se ilustran en paneles de vidrio y se integran en los escenarios donde ocurre la acción para crear la ilusión de que varias imágenes dispares son una imagen cohesiva, la pintura mate ha intervenido en lo que creemos que vemos en el cine cuando nos muestran lugares embellecidos, agrandados, afeados o teñidos de una atmósfera maligna.

Con el mismo principio técnico, Moxhay presenta en la serie Interiors «interrupciones» de la arquitectura interior por «elementos anómalos».

“Arch” (2016) © Suzanne Moxhay

“Arch” (2016) © Suzanne Moxhay

Componiendo primero los fragmentos de vidrio que dibuja a partir de fotos tomadas por ella misma, refotografiando el nuevo marco y, finalmente, retocando digitalmente los escenarios interiores para igualar escalas, intesidad de luz, temperatura de color y otros parámetros, Moxhay crea mundos que no parecen del todo imposibles.

Me gusta que en las fotos finales haya suficiente credibilidad y que la artista tenga debilidad por la extrañeza:

En mi trabajo reciente he explorado conceptos de contención espacial en montajes construidos a partir de fragmentos de interiores fotografiados y pintados. Las arquitecturas son interrumpidas por elementos anómalos —fuentes de luz contradictorias, perspectiva defectuosa, paradojas de escala…—.

Pese a la intención de veracidad, hay un deseo de introducir al espectador en los labareintos de lo imposible, de lo que no podría ser:

La luz emite sombras en la dirección equivocada, las paredes no se encuentran en las esquinas, un área de la imagen se puede ver ya sea como una pared cerrada o un cielo nublado oscuro.

“Antechamber” (2014) © Suzanne Moxhay

“Antechamber” (2014) © Suzanne Moxhay

Los pequeños detalles son a veces un poderoso estímulo poético que traslada las imágenes al reino de la fantasía: las mariposas que se elevan hacia la luz de una bombilla, el inesperado fresco de un paisaje romántico en una pared, las caravanas-vivienda en la linde de un bosque situado en un salón, los papeles que se mecen por una corriente de aire difícil de concebir…

El ánimo melancólico de la obra de Moxhay explica que la artista haya sido seleccionada para participar en el Pompei Project de la Feria de la Imagen de Milán de 2015. Se trataba de una iniciativa conjunta en la que tres artistas intentaban acercarse a la sensación visual y moral del pasado en decadencia desde perspectivas contemporáneas. La crítica habló de la obra de la inglesa como de «un abrazo entre la historia y el presente».

“Feralis” (2011) © Suzanne Moxhay

“Feralis” (2011) © Suzanne Moxhay

“Eventide” (2012) © Suzanne Moxhay

“Eventide” (2012) © Suzanne Moxhay

En la web de esta artista del detalle y de la búsqueda de conexiones entre lo real y lo que convive con la realidad en las dimensiones cercanas, pueden revisarse sus otros proyectos: Penumbra (2012-2013), una colección de paisajes ribereños rural-industriales; Diorama (2011-2012), réplicas de biotopos de museos de historia natural; Feralis (2011), visiones a partir de la realidad de una especie de planta invasiva llevada del Japón al Caribe; y Bordelands (2088-2009), una colección basada en los álbumes de viajes, pero centrada en tierras muertas o desoladas.

Jose Ángel González

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