Mujeres que borran sus pezones para burlar la moralina de Instagram

© Sasha Frolova

© Sasha Frolova

Cuando la periodista y fotógrafa Sasha Frolova fue víctima de la pacatería de Instagram, que considera a los pezones femeninos material peligroso y prohibido, decidió reunir a unas cuantas mujeres y demostrar con imágenes la paradójica idiotez del código moral de la plataforma.

El proyecto Busts (Bustos, en el doble sentido de pechos y escultura), que Instagram no ha tenido otra que admitir, presenta a ocho mujeres de Nueva York en topless. Las imágenes han sido admitidas por la red social porque las chicas han aceptado libremente que Frolova elimine los pezones, borrándolos con un programa de tratamiento de imágenes. La moralina de Instagram, en suma, ha quedado en ridículo.

© Sasha Frolova

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¿Tiene menos carga sexual un pecho de mujer sin pezón? ¿Quién y por qué se establecen límites que definen qué debe ser admitido o rechazado por atravesar la frontera de lo supuestamente obsceno? ¿Por qué valen los culos, pero no los penes, vulvas o pechos femenimos?

No es difícil imaginar que las mujeres con pezones en off pueden ser especial objeto de deseo para algunos —la llamada sexual no admite reglamentos—. Frolova respondió con el proyecto al veto de Instagram a una foto que subió a la plataforma. Lo explica así:

La foto que borraron fue la catalizadora de esta serie. Era un autorretrato en blanco y negro que hice en el baño, agotada tras sufrir un ataque de pánico a los 16 años. La decisión de publicarla estaba motivada por mi deseo de recalcar que ya no soy tan inestable. La decisión de borrarla tuvo en este sentido el carácter de una violación, pero lo que realmente me ofendió fue pensar que colocar unos emoji de pizzas sobre mis pezones convertirían la imagen en aceptable. ¿Quieren decir que lo que implica ser mujer y tener anatomía de mujer es vulgar?

Para añadir una referencia a la «sexualización de las mujeres en el arte», Frolova encargó a la artista Sophie Friedman-Pappas que prepara un telón de fondo y un viñeteado que parece de un álbum de recuerdos. Se trata de «un guiño a la pintura surrealista y renacentista» y un deso de «reconocer la atemporalidad de este debate».

Entre las mujeres que posan desnudas (pero sin pezones) figuran , concursante en el programa de televisión La siguiente supermodelo de los EE UU; Gabrielle Richardson, fundadora del colectivo de arte Art Hoe, y la modelo Apple Drysdale. Todas han republicado las imágenes en sus cuentas y comparten la protesta de la que partió la iniciativa.

La promotora de Busts  desea contrastar el «poder de la sexualidad» con la «anatomía asexuada» y las implicaciones de los códigos morales de las redes sociales: «Si todo lo que es necesario para convertir mis fotos en vulgares son unos pezones, ¿por qué no borrarlos? Al hacerlo quiero recalcar lo absurdo, incómodo e inncesario de este tipo de normas».

Jose Ángel González

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