‘Debate’, una sátira sobre el lenguaje vacío de los políticos

En la Atenas del siglo V antes de la era común, en uno de los más esplendorosos periodos de Grecia, se inventó la democracia. Aunque se pone en duda que los atenienses fueran los primeros demócratas, instauraron un sistema sólido en el que no primaba el poder económico, con cargos asignados por sorteo (ya que unas elecciones beneficiarían a los ricos y famosos) y que implicaba a un alto porcentaje de los habitantes de la ciudad-estado griega.

Dos milenios y medio después, en una sala desangelada, un par de maniquíes encorbatados discuten entre ellos. En lugar de cabezas tienen polígonos que se iluminan cuando emiten pitidos. Esa es su manera de hablar, se empeñan en imponer sobre el contrario el pitido de su tono y la conversación, para cualquier humano que los observe, se vuelve aburrida para pronto ser insoportable y tener que abandonar la sala. «En lugar de mantener un diálogo constructivo para promover ideas y soluciones, (…) gastan su energía discutiendo entre ellos», explica el autor de la instalación.

Es un signo de los tiempos que el artista griego Georgios Cherouvim haya nacido en Atenas. El autor construye en sus trabajos «una representación visual» de lo social y lo político y explora cómo los «comportamientos sociales comunes y las ideologías nos han puesto en contra del medio ambiente y de nosotros mismos».

Imagen de la instalación 'Debate' de Georgios Cherouvim - Foto: ch3.gr

Imagen de la instalación ‘Debate’ de Georgios Cherouvim – Foto: ch3.gr

La pieza (a la que llama Debate) satiriza «el uso del lenguaje político», la guerra de egos y poderes que ningunea y anula al ciudadano, que se marcha de la habitación sin que a nadie le importe. «Cada personaje es una unidad autónoma e independiente. Utilizando electrónica personalizada, un microcontrolador Arduino y programación, cada interlocutor espera en silencio un breve instante para volver a hablar», explica en su página web.

En la calle la vida sigue, los coches circulan, los peatones caminan cansados, el alumbrado público permanece inalterable frente a las luces azules de los políticos que de vez en cuando se tornan rojas. Aunque expuesta en Atenas en 2014, el tema tiene la triste ventaja de ser internacional y atemporal, la secuencia infinita de pitidos podría ser nuestra canción del verano.

Un complemento idóneo para Debate es el vídeo Telepolitics, una mofa de los debates políticos en la que «el diálogo político pierde su propósito mientras se convierte en un Babel moderno». En un acercamiento escultórico, Cherouvim también representa a estas figuras inútiles de cabezas geométricas y trajes de corbata en bustos de bronce. En el pasado se representaba a héroes, filósofos, poetas y en definitiva a «figuras de gran importancia», de connotaciones positivas. El artista se pregunta cómo tendrían que ser los bustos de hoy. «¿Tiene la sociedad la obligación de recordar a sus propios opresores?», se pregunta.

Helena Celdrán

'Divider' ('Divisor') y Conqueror ('Conquistador'), bustos del artista Georgios Cherouvim - Foto: ch3.gr

‘Divider’ (‘Divisor’) y Conqueror (‘Conquistador’), bustos del artista Georgios Cherouvim – Foto: ch3.gr

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