‘De humana physiognomia’ – Giovanni Battista della Porta
Al conocer la trayectoria del italiano Giambattista della Porta (1535–1615), heredero inmediato de la curiosidad renacentista de Leonardo da Vinci, cuesta creer que pudiera abarcar tanto, destacar en disciplinas tan variadas.
Nacido en Vico Equense —un pueblo cercano a Nápoles—, sus orígenes nobles le permitieron recibir una educación privilegiada. Filósofo y dramaturgo además de científico, su espíritu polímata lo empujaba a meter las narices en cualquier campo de estudio. Ingeniería, matemáticas, astronomía, criptografía… El gran interés por la alquimia, la astrología, la magia, los milagros y todo aquello que se relacionara con lo insólito y paranormal funcionan como un fuerte contrapeso cuando se trata de entender qué pasaba por la cabeza de tan singular intelectual.
Se le conoce por ser el primero en sustituir en la cámara oscura el agujero por una lente, allanando el terreno para la invención de la fotografía. Fue autor del primer cifrado por sustitución y revolucionó la entonces incipiente criptografía, ideó la tecnología para propulsar agua por medio del aire, formuló ideas para un posible telégrafo… Se le otorga además el título de inventor del telescopio, pero murió justo cuando escribía el tratado De telescopiis para detallar sus logros. Más tarde, Galileo Galilei lo mejoró y ensombreció las versiones previas de Della Porta.
‘De humana physiognomia’ – Giambattista della Porta
Magia Naturalis (1588) fue una de sus publicaciones de mayor éxito. El libro en latín sobre ciencia popular fue traducido de manera inmediata al italiano, al francés, al holandés y al inglés. En él hay conocimientos de medicina y geología, también sobre cosméticos, cocina, perfumes y tinta invisible, ¿quién se podía resistir a una obra de semejante envergadura?
De humana physiognomia (De la fisiognomía humana) es de dos años antes. Aunque ya mencionada por Aristóteles, la pseudociencia de la fisiognomía no se haría sólida hasta el siglo XVIII de mano del suizo Johann Caspar Lavater (1741-1801) y en el siglo XIX daría pie a la frenología. Mucho antes de eso, della Porta publicaba en 1586 un manual ilustrado que supone una extraordinaria mezcla de ciencia e imaginación, un catálogo de rostros humanos a los que busca la equivalencia en el reino animal.
‘De humana physiognomia’ – Giambattista della Porta
Con los ejemplos particulares, el tratado de 1586 intenta dar cuerpo a la disciplina. El erudito asegura aquí que un hombre que tenga rasgos similares a los de una oveja tendría un carácter parecido al del animal, que el autor clasifica como «estúpido e impío».
La National Library of Medicine (NIH) —Biblioteca Nacional de Medicina— de los EE UU, englobada en el campus de Institutos Nacionales de la Salud de Bethesda, Maryland, tiene uno de los archivos de bibliografía biomédica más extensos del mundo. Además de promover el acceso a la información médica de rigor en Internet, la biblioteca digitaliza libros, imágenes, textos y vídeos de todas las épocas. En su archivo online se puede descargar a buen tamaño una selección de las ilustraciones del manual.
Los creativos dibujos bordean un detallismo anatómico y Della Porta analiza, además de cabezas, formas de cejas, tipos de nariz, mentones y barbillas. Desde la INH subrayan que se desconoce «con qué seriedad los médicos profesionales se tomaron los argumentos» del estudio, pero aseguran que es digno de una consideración especial, ya que juega un valioso papel «en la historia de la anatomía comparada».
Helena Celdrán
‘De humana physiognomia’ – Giambattista della Porta
‘De humana physiognomia’ – ‘De humana physiognomia’ – Giambattista della Porta
‘De humana physiognomia’ – ‘De humana physiognomia’ – Giambattista della Porta