Documental sobre el grupo libertario The Residents

Póster de "Theory of Obscurity"

Póster de «Theory of Obscurity»

Buena noticia para otro lunes plomizo: la gloriosa historia de los Residents, esa unidad de sabotaje de la normalidad y de cada una de las convenciones que inventan o nos inventamos para seguir siendo esclavos, tiene película documental.

El grupo, al que con ocasión de su 40º aniversario llamé El Sendero Luminoso del poprock, ha prestado su colaboración en la cinta y está retratado con realismo desde el título: Theory of Obscurity (Teoría de la oscuridad). Nótese el conveniente signo de interrogación en el póster: hablamos de unos tipos que sólo tienen las certezas de que la única forma posible de vida es convertir cada hora en un minuto (durante los otros 59 somos cadáveres animados) y cada afirmación en un eructo.

El documental, que obtuvo 40.000 dólares gracias al mecenazgo colectivo con una campaña en línea del director Don Hardy, viene acompañado por el regreso a los escenarios de la banda, que tocará a partir de abril en varias ciudades de los EE UU en la gira Shadowland (Sombralandia). Ya avisé: esta gente prefiere habitar en las penumbras y acechar, buscar el momento de indefensión para clavarte la daga.

En el post que les dediqué hace uno años, escribí, algo que tengo hoy todavía más claro:

Si alguien ha puesto en entredicho todos los dogmas, tópicos, trivialidades y demás vulgaridad del rock and roll —un género en demasiadas ocasiones tan complaciente como la ópera o el fútbol profesional—, el mérito corresponde a The Residents, el colectivo anónimo de iconoclastas que, desde 1972, hace cuarenta años, dinamita con métodos libertarios todo aquello que está pidiendo pólvora (…) tan ineludibles como Captain Beefheart, Frank Sinatra, György Ligeti, los Rolling Stones, Buenaventura Durruti y Groucho Marx. Pueden ser indigestos, pero nunca mueven a la indiferencia.

Autores de obras fundamentales para bajar las ínfulas y la autoestima de quienes nos consideramos preservadores de las esencias —¿de cuáles?, por supuesto: de cualquiera—, como The Commercial album (1980), un disco con cuarenta canciones de un minuto cada una [esta lista de YouTube las contine todas, con sus fantásticos microclips], la duración que los Beatles, los Rolling Stones y Bob Dylan debieron adoptar como normativa para no ser lo cargantes que son y dejar de tomarse a sí mismos tan en serio.

Además del documental hay algunas buenas noticias extra para los seguidores del único grupo que no ha sido nunca simple mercancia y se ha logrado situar, por coherencia y descaro, más allá de la historia:

La mala noticia es que para la gira europea del grupo no hay acuaciones anunciadas en España. Como suele ser de rigor, nos queda el pasado. En 1983 (un tiempo que desde el presente parece futuro) The Residents actuó en un plató de TVE para el programa La Edad de Oro, al que perdonábamos la pompa porque la música suplía las bobadas de la directora y sus guionistas.

Inserto abajo un vídeo de la hora y media de duración de las corales extravagantes, repetición intoxicada, minimalismo grotesco, autoparodia, ruido de escucha fácil y electrónica de kit de un grupo que todavía, como Durruti en lo político para nuestros insufribles señores diputados, se le atraganta a los críticos que se ufanan de saber mucho de música avanzada.

Jose Ángel González

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