Un homenaje luminoso al fin de la bombilla clásica

'The Light' - Sarah Beck

‘The Light’, homenaje de Sarah Beck a la bombilla incandescente – Foto: sarabeck.com

En septiembre de 2012 la bombilla incandescente dejó de fabricarse en la Unión Europea. Es una despedida complicada de entender: desde entonces la bombilla de siempre, con un filamento de wolframio en el interior, va camino de ser una pieza de museo, junto al teléfono a disco o la tele de tubo.

Castigada por poco eficiente, se la sustituye poco a poco por la lámpara led, un diodo de fabricación mucho más barata, una luz mucho menos contaminante que permite un ahorro del 70% con respecto a su predecesora. De modo progresivo, se establecía en Europa un periodo entre el 2009 y el 2016 para eliminarlas una vez se agotaran las existencias. Ahora, le llega el turno a los EE UU y Canadá, donde ya no se producirán más.

The Light (La luz), es una pieza escultórica que rinde homenaje al invento en proceso de extinción. «Mientras esto señala un avance en la responsabilidad medioambiental, también señala la muerte de una tecnología que cambió el mundo», dice la artista canadiense Sarah Beck, autora de la obra.

'The Light' - Foto: sarahbeck.com

‘The Light’ – Foto: sarahbeck.com

En el luminoso de 360 bombillas se lee Rage, rage against the dying of the light (Rabia, rabia contra la luz moribunda). El verso del poeta galés Dylan Thomas (1914-1953) corresponde a Do not go gentle into that good night (No entres dócilmente en esa buena noche), un poema que insta al lector a revolverse contra el fin de la vida, a no aceptar la muerte con resignación.

Es difícil establecer quién inventó la primera bombilla. El estadounidense Thomas Alva Edison la patentó en 1880, pero el alemán Heinrich Göbel había creado una bombilla incandescente ya en 1855, el ruso Alexander Lodygin patentó otra en 1874, el inglés Joseph Wilson Swan hizo una más en 1878… En todo caso, supuso el comienzo de una nueva época, la noche se iluminaba en los hogares y en las calles, la luz eléctrica desterraba a las ténues llamas de las lámparas de queroseno o las velas.

«Mientras esta tecnología se desvanece en el pasado, The Light es un epitafio que invita a la contemplación del cambio, la esperanza, la travesía y la muerte». La autora utiliza las palabras del poeta para crear un paralelismo entre el fin de la bombilla incandescente y el fin de la vida, recordando además que Thomas escribió los versos cuando su padre estaba moribundo. Él moriría a los 39, sólo un año después.

El mensaje iluminado está instalado en Jubilee Plaza, en el area de Fort McMurray (Alberta, Canadá) y está previsto que se apague por completo en los últimos días de este año 2015. «Resistir al cambio es tan inútil como la lucha contra la muerte. Al contrario, las luces representan esperanza e ideas», subraya Becks, consciente de que el significado de la obra variará conforme las luces se vayan extinguiendo.

Helena Celdrán

1 comentario

  1. Dice ser Anbtonio

    Favor incluir la económica de Nícola Tesla

    06 diciembre 2015 | 13:42

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