Johann Sebastian Bach ‘iluminado’ por luces de neón

Hubo que esperar a 1801 para escuchar El Clave bien temperado, una colección de 48 preludios y sus respectivas fugas que Johann Sebastian Bach (1685-1750) había creado casi un siglo antes. Como tantas otras obras del sobresaliente compositor y músico alemán, la serie permaneció olvidada y almacenada, porque él mismo le restaba importancia a muchos de sus trabajos y ni se molestaba en imprimirlos para su difusión.

Bach compuso las piezas con fines didácticos y el instrumento ideal para ejecutarlas era el clave —antepasado barroco del piano— porque proporcionaba una gran sonoridad a las notas y acentuaba los distintos planos. Nunca mostró demasiado interés por el piano, con el que sólo entró en contacto al final de su vida: inventado por Bartolomeo Cristofori en torno al año 1698, no se construiría uno en Alemania hasta 1732. Bach pudo probar uno de los primeros y parece ser que no le entusiasmó demasiado.

El artista visual británico Alan Warbuton, especializado en arte en 3D, lleva a cabo un atractivo experimento en el vídeo Bach: The Well Tempered Clavier. Warbuton escoge uno de los preludios y una de las fugas de El Clave bien temperado y añade a los sonidos una coreografía de luces de neón, que se encienden y apagan con las notas.

Imagen del vídeo 'Bach: The Well Tempered Clavier'

Imagen del vídeo ‘Bach: The Well Tempered Clavier’

Podría tratarse de una instalación moderna con pretensiones que finalmente no consigue enganchar al espectador, pero todo resulta encajar de modo natural, como si los neones fueran las teclas diseminadas de un gran piano luminoso.

El vídeo es un encargo de Sinfini Music, una página británica dedicada a la divulgación de la música clásica a través de noticas, reseñas, podcast, vídeos, animaciones… La web, fundada en 2012, pertenece a la casa de discos Universal (a pesar de querer transmitir independencia en sus criterios ocultando su pertenencia a la multinacional) y en ella escriben críticos y periodistas de medios como la BBC.

En una sala de paredes y muebles blancos, un neón rosa da la bienvenida al espectador con su zumbido continuo y el nombre de Bach escrito en letras de caligrafía. La cámara recorre la sala conforme suena cada nota, los colores de las luces varían cuando hay cambios y matices en la melodía.

Imagen de 'Bach: The Well Tempered Clavier'

Imagen de ‘Bach: The Well Tempered Clavier’

Después del preludio, para dar paso a la fuga, la cámara baja unas escaleras que dan a la puerta de un aparcamiento subterráneo. Allí dentro las notas siguen siendo neones, colgados de finos hilos de metal en el techo del garaje amplio y vacío. En la profundidad de la sala suenan varios niveles de notas que ilustran de modo minimalista la polifonía y la frescura del maestro barroco.

El mayor reto fue coordinar cada nota con los luminosos, que nada chirriara en la cadencia y que la progresión pareciera natural. Warbuton trabajó intensamente durante 10 semanas en el proyecto para traducir en luz y de la manera más sencilla la obra de Bach, interpretada en este caso por el pianista francés Pierre-Laurent Aimard (1957).

Helena Celdrán

2 comentarios

  1. Dice ser SuperC

    Me encantan estas animaciones

    Animusic – Resonant Chamber

    https://www.youtube.com/watch?v=XlyCLbt3Thk

    26 mayo 2015 | 21:40

  2. Dice ser Mercedes

    Lo que consiguen la música y la luz: llenar de belleza cualquier espacio ya sea una sala vacía o un garaje; sorprender tu humanidad de repente y, en este caso, aportarte delicadeza y serenidad.

    27 mayo 2015 | 10:08

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