¿Cómo sería un videojuego creado en los años treinta?

Las formas redondeadas, los movimientos rítmicos, historias sin sentido para quien se obsesione con la lógica, objetos con propiedades extremas, un mundo en el que no rigen las leyes de la física ni de la gravedad… Los dibujos animados clásicos llevan décadas siendo un filón para el arte. Aunque el irresistible universo que presentan puede parecer caduco, captura una esencia atractiva, tiene un magnetismo secreto que no consigue capturar ninguna técnica de animación moderna.

Chad y Jared Moldenhauer son los fundadores y únicos trabajadores del estudio independiente MDHR (Studio Moldenhauer). Desarrolladores de videojuegos, los hermanos inician la actividad de su pequeña empresa con Cuphead: una aventura al estilo de los cartoons de los años treinta.

Cuphead - MDHR

Anunciado para la primavera de 2014 en formato PC, el videojuego está protagonizado por Cuphead (Cabeza de taza), de enormes ojos, guantes blancos y pantalones rojos calcados del primer Mickey Mouse. El héroe de aspecto cándido tendrá que destruir a sus oponentes conforme avanza en su camino.

Los Moldenhauer quieren cuidar cada detalle para hacer del proyecto una recreación lo más fiel posible de los dibujos animados estadounidenses producidos en estudios como los Fleischer (donde nacieron Betty Boop, Popeye, Bimbo, Koko el payaso…) o Disney (Oswald el conejo afortunado, Mickey Mouse, Goofy…). Las animaciones se harán a la antigua usanza (dibujadas y pintadas a mano), los fondos originales serán acuarelas y la música será jazz al estilo de las big bands.

Adelantan que quieren diseñar un juego «más basado en la reacción que en la pura memorización» y tienen en mente evitar las pautas repetidas, que los obstáculos y los enemigos no salgan siempre con la misma cadencia y en el mismo orden. MDHR planea combinar las dos y las tres dimensiones e introducir más de 30 «jefes» diferentes que reaccionen de manera diferente a los ataques para que la historia no se convierta en una sucesión de combates previsibles. Entre sus influencias citan videojuegos como Contra III, Super Mario World, Street Fighter III y Thunder Force.

Helena Celdrán

1 comentario

  1. Dice ser bastogic

    Fleish & cherry in crazy hotel le da mil vueltas!!!!

    08 enero 2014 | 11:10

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