Nací en Huesca, pero nunca viví allí. Alguien me llamó Javier al nacer. El Rada como apellido vino solo. El periodismo y el vídeo fueron cosa mía. “¡Serás un desgraciado toda tu vida!”, dijeron quienes me quieren. Terminé derecho 20 años después cual ejercicio de yoga sádico. Ahora me tenéis aquí recolectando piezas, rebuscando curiosidades artísticas, leyendo chasquidos como un bosquimano, esquivando culebras para encontrar- tal vez- esos brillos y fulgores que el arte, dicen mis hermanos recolectores de blog, proyecta en el desierto humano. El problema es que soy fotosensible y sospecho que algo miope. Ojalá lo pasemos bien.
Al margen del acierto de la reseña, una observación sobre la autooría de les fotografías. Las primeras, que no aparecen firmadas, no son del archivo familiar sinó del fondo Joan Comalat del Centro de la Imagen de la Diputación de Girona. Joan Comalat es un fotoperiodista (catalán, por cierto) que fotografió a Bolaño en1984 a petición de un amigo suyo -también periodista (y también catalán) que solía prestarle libros (lean sus artículos en Entre paréntesis)- a raíz de la publicació de su primera novela, a cuatro manos con Antoni García Porta. Las fotos permanecieron indéditas y aparecieron recientmente en un repotaje sobre Bolaño de Revista de Girona (editada por la misma Dipiutación). Como anécdota, valga decir que en el pie, Bolaño consta descrito con un vagor «escritor de novela negra».
03 abril 2013 | 16:15