El reloj de Nagasaki

Shōmei Tōmatsu

Shōmei Tōmatsu, 1961

«Hecho de polvo y tiempo, el hombre dura menos que la liviana melodía que sólo es tiempo«, escribió el infinito Borges, quizá en la no menos perdurable extensión de una noche de pérdida en las dunas del insomnio.

Shōmei Tōmatsu, nacido en 1930 en Nagoya, una ciudad cuya etimología japonesa conduce a la palabra pacífico, amplió la sentencia del escritor en la foto que encabeza esta entrada: un reloj de pulsera detenido a las 11:02 horas del 9 de agosto de 1945, momento exacto en que una bomba atómica de los EE UU explotó sobre Nagasaki, una ciudad pesquera colonizada por portugueses y españoles cuya etimología no conduce a ningún significado preciso. Tras los 3.900 grados centígrados a los que la fisión nuclear elevó la temperatura ambiente, toda ley etimológica dejó de ser necesaria.

Como Borges, Tōmatsu es un poeta, acaso el más poético de los fotógrafos contemporáneos. Cuando en 1961 una revista le encargó retratar el corolario del asesinato masivo (150.000 cadáveres a las 11:02) un cuarto de siglo después, el fotógrafo se detuvo en una botella derretida hasta el punto de parecer el Cristo de una capilla rural española o portuguesa, las tumbas de un cementerio todavía volteado, un reloj recuperado del brazo de un anónimo habitante de Nagasaki que estaba a 700 metros del epicentro de la explosión…

Hace dos semanas, en este blog y también en la sección de cada jueves, Xpo, dedicada a la fotografía, quienes las hacen y quienes se dejan hacer, hablé de otra foto de Nagasaki: la de un niño sosteniendo el cadáver de su hermano chico en espera de cremación. La imagen contenía, intentaba abreviar, la hiel, el absurdo, la desdicha, infinita como el tiempo, que se concentró en el segundo en que el tiempo dejó de existir, también carbonizado.

Vista desde la amnesia la foto de Tōmatsu puede ser una metáfora de un sol derrotado. También, claro, el bosquejo de una bandera opcional de Japón: un mecanismo que mide el tiempo en torno a un trapo blanco que configura una levísima orografía bajo el peso del reloj calcinado.

Imagino al fotógrafo preparando el bodegón en un estado de trance en el que tal vez pidió la ayuda de los dioses de la amnesia.

Admiro a Tōmatsu. Creo que es uno de los, digamos, tres grandes fotógrafos vivos —los otros dos también son japoneses—. Si tuviese dinero, ese arcano, compraría copias de muchas de sus fotos, todas las que inserto tras este post, para colocarlas en una pared virgen y componer una cartografía ante la cual perderme.

Siempre imagino a Tōmatsu, sin embargo, en el momento previo a la foto del reloj de Nagasaki, sosteniendo con dedos de cristal la esfera liviana y muerta para tejer la bandera que todos deberíamos alzar con cada amanecer.

Ánxel Grove

Shomei Tomatsu - Protest, Tokyo, 1969

Shōmei Tōmatsu – Protest, Tokyo, 1969

Shōmei Tōmatsu - Coca Cola, Tokyo,1969

Shōmei Tōmatsu – Coca Cola, Tokyo,1969

Chewing Gum and Chocolates,Ykosuka-Kanagawa Prefecture American Sailors,1969

Shōmei Tōmatsu – Chewing Gum and Chocolates,Ykosuka-Kanagawa Prefecture American Sailors,1969

Shōmei Tōmatsu

Shōmei Tōmatsu – Kadena-cho, Okinawa, 1969

Shōmei Tōmatsu - Botella derretida, Nagasaki, 1961

Shōmei Tōmatsu – Botella derretida, Nagasaki, 1961

Shōmei Tōmatsu

Shōmei Tōmatsu

Shōmei Tōmatsu

Shōmei Tōmatsu

4 comentarios

  1. Dice ser diego

    En ese momento el alma y la dignidad humana se volvió mas oscura y despreciable.¿ Que ser vivo podría hacer algo semejante a los de su propia especie ‘?.Merecemos la extinción. Somos una autentica plaga para este planeta.

    27 diciembre 2012 | 21:53

  2. Dice ser Estresados

    Hay una serie de datos que nunca se cuentan sobre Nagasaki:

    – La mayor parte de los muertos no fueron por la bomba. Fue porque las casas se derrumbaron sobre ellos y era la hora en que se hacía la comida con hornillos de carbón. Murieron abrasados vivos, pero por sus propios hornillos. La mayor parte de la «fuerza» de la explosión, se desvió hacia el puerto donde barrió los barcos, y por el desfiladero del ferrocarril..

    – Nunca se cuenta que en la ciudad había 2000 prisioneros de guerra aliados que trabajaban en la fábrica Mitsubitsi. Dicha fábrica estaba justo bajo el epicentro de la bomba. A los prisioneros aliados no se ls permitía ir a los refugios antiaéreos. Se les obligaba a tumbarse en una zanja de metro y medio de profundidad que habían cavado ellos mismos. Sólo 2 de los 2000 prisioneros murieron, a pesar de que la bomba les explotó encima.

    – Los jefes de los prisioneros aliados eran un capitán médico inglés y un teniente dentista australiano. El teniente jamás quiso hacer declaraciones a los periodistas. El capitán, en los años 60, dijo en una entrevista a la BBC: «Debería sentir horror por los civiles muertos aquél día. Pero cada vez que cierro los ojos veo a los heridos asesinados a sangre fría en Singapur y a los civiles asesinados en Bataan. Veo a soldados muriendo de hambre en mis brazos mientras los guardianes se reían y les negaban la condiciñon de seres humanos. Una semana antes de la bomba hubo una manifestación en apoyo al emperador y a la Junta Militar en la ciudad. Toda la ciudadanía acudió. Debería llorar por ellos. Pero no puedo…».

    – Tampoco se cuenta que dos semanas antes de la bomba, en la mina de carbón que había en los montes al norte de la ciudad, hubo un derrumbamiento. En esa mina trabajaban 1000 trabajadores esclavos coreanos. Doscientos de ellos quedaron sepultados. Hasta el día de hoy, sus familiares esperan a que alguien en Japón se tome la puta molestia de ir a rescatarlos.

    – Tampoco se cuenta que cerca del palacio del gobernador militar había un burdel del ejército donde se obligaba a punta bayoneta a 50 mujeres coreanas a prostituirse. Diez de ellas sobrevivieron a la bomba. A día de hoy el gobierno japonés, ni las ha indemnizado ni las ha pedido perdón por haberlas esclavizado sexualmente.

    – El gobierno chino aún espera que Japón pida perdón por los 300.000 civiles chinos asesinados a sangre fría en programas de investigación biológica, por los 30.000 civiles asesinados en Shangai y por las 150.000 mujeres chinas violadas por soldados japoneses.

    O lloramos todos, o no llora nadie. y los japoneses tienen una cara dura que se la pisan.

    27 diciembre 2012 | 22:01

  3. Dice ser incom2

    Estresados:
    No estoy en nada de acuerdo contigo. En una guerra lo único que puede esperarse de ambos bandos son masacres y actos de vileza y crueldad extremas. Porque una guerra es el fracaso de la condición humana y la regresión al animal más salvaje que llevamos dentro.

    Los japoneses hicieron barbaridades. Claro. Los americanos, también. Los ingleses, también. Los alemanes, también. Los españoles, lo mismo. Cualquier país que haya lanzado a sus ejércitos a combatir ha hecho atrocidades y ha cometido abusos inenarrables.

    Pero eso no puede justificar jamás el uso indiscriminado de armas de destrucción masiva sobre la población civil. JAMÁS. Lanzar las bombas atómicas fue la derrota más grande de la Humanidad en toda su historia, debe recordarse, debe narrarse, y NO debe volver a repetirse.

    Claro que visto que hoy en día los conflictos bélicos beben de masacrar la población civil de todas las maneras posibles, en realidad NO hemos aprendido nada. Bueno sí: las salvajadas se hacen a menor escala para no escandalizar y que pasen lo más desapercibidas posible. En eso sí que nos pintamos solos.

    27 diciembre 2012 | 23:13

  4. Dice ser estresados

    Me parece muy bonito tu discurso.

    Ahora, dirígete a la Embajada de Japón y en nombre de esas ideas tan bonitas, convéncelos para que pidan perdón por lo que ellos hicieron.

    Porque pareces olvidarte de un pequeño detalle: EEUU ya ha pedido perdón en varias ocasiones por lanzar las bombas atómicas. De hecho, todos los años mandan a Hiroshima una delegación. El antepenúltimo alcalde de Hiroshima, se le ocurrió decir en un discurso que «tal vez Japón tenía parte de la culpa por su comportamiento durante la IIWW». Dos semanas despues de dicho discurso, lo metieron tres balazos por la espalda según salía de su casa.

    EEUU ha pedido perdón por las bombas nucleares.

    Japón no ha pedido perdón por las violaciones de la Convención de Ginebra. No ha pedido perdón por las matanzas de civiles filipinos, ni por la marcha de Battan, ni por los campos de la muerte de Malasia, ni por los MILES de mujeres prostituidas, ni por los civiles asesinados en experimentos de guerra biológica con bacterias de la peste y de antrax, ni por las violaciones de mujeres chinas,… Japón NUNCA ha pedido perdón ni ha indemnizado a las víctimas.

    Todos los contendientes hacen animaladas en las guerras, Pero unos piden perdón y otros se limitan a encender putas velitas en el santurio de Yasukuni donde los criminales de guerra fascistas están enterrados.

    Mientras Japón no pida perdón por las animaladas que hizo, tu discurso no es más que un montón de demagogia barata. ¿Que eran civiles inocentes? ¡Una mierda que eran inocentes! Eran tan inocentes como los hijos de puta que votaron a Hitler. Esos mismos inocentes iban a las manifestaciones de apoyo a la Junta Militar. esos inocentes denunciaban a la policía del Kaipentai alos que se negaban a ir a la guerra o a los que no gritaban alto ¡Tenno banzai! Esos inocentes miraban a otro lado mientras los trabajadores esclavos coreanos morían en las minas de carbón. Eran tan inocentes como los cerdos de los ciudadanos de Mathausenn que miraban a otro lado mientras los SS daban de latigazos a los judios por las calles de la ciudad. ¡Qué bonito es ser inocente mientras crees que tu pais está ganando la guerra y te ries viendo cómo revientan de tiros en la cabeza a civiles chinos en un noticiario del cine!

    ¿Que eran inocentes? Pues a esos inocentes que tanto gritaban Banzai y luego lloriqueaban al ver cómo es perder la guerra, les digo lo que Goebbels les dijo a los ciudadanos alemanes: «Sabíais a quién votabais. Nunca os mentimos. Siempre dijimos lo que íbamos a hacer. Y aún así nos votasteis. Elegisteis la tormenta para que os gobernara… Sabíais a quién estábais votando, no me dais pena. ¡Ahora os vais a ahogar en sangre!».

    ¿Inocentes???? ¡¡¡Y una mierrrrrdaaaaaaaa! Háblales de inocentes a las ancianas que fueron prostituidas y aún están esperando justicia, a ver si tienes más huevos que demagogia. Si no te escupen a la cara, empezaré a creer tu discursito.

    28 diciembre 2012 | 02:52

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