Fotos que recobran la dignidad de adolescentes «de riesgo»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

La terminología académica, como todo glosario gremial, participa de una predisposición a la generalización de los dictámenes que establecen los roles entre el educando y el educador. No se toma en serio un deseable vademeco para la tipología de los docentes (el quemado, el fascista, el calienta sillas, el trepa, el cínico, el predicador, el enseñante, el progenitor, el descalificador…), pero sí se maneja un muy rico y perverso catálogo de alumnos: con necesidades especiales, hiperactivos, con déficit de atención, vástagos, asociales, payasos, outsiders, marginados, ausentes, cerrados

Algunas de estas categorías, todas tan excluyentes como la Judenstern que los nazis obligaban a los judios a coser en las pecheras, incluso han merecido el dudoso mérito de aparecer en las normas educativas y convertirse en siglas (¡y vaya siglas!, ACNEAE, alumnos con necesidades educativas especiales) para que no tengamos la necesidad de pronunciar cada letra y, por ende, nos sintamos menos culpables del veredicto sumarísimo. Un alumno de este tipo, dice la Ley Orgánica de Educación vigente (2006), es «aquel que requiera, por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta».

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

En los EE UU, donde al menos funcionan mejor que en España en la construcción de siglas y terminología, adjudican a los chicos que no cuadran con la norma —y no debemos olvidar que tienen derecho a no cuadrar— la categoría de at-risk, en riesgo (de fracaso académico). Quienes se oponen a esta estigmatización —porque se preguntan: en riesgo, ¿de qué?, ¿tirarse de un puente?, ¿dedicarse a la especulación bursatil?, ¿alistarse en los marines?, ¿votar a Romney?, ¿emigrar a España?…—, proponen el más constructivo concepto de at-promise, que podría traducirse como prometedor.

Uno y otro término son, por desgracia, etiquetas. Cada uno de los muchachos que tienen el deber obligatorio de estudiar (con frecuencia asignaturas aburridas dictadas desde el pasado más remoto) tiene un nombre propio. Uno sólo.

La profesora de Inglés Amy Anderson decidió devolver a sus alumnos at-risk la dignidad que la etiqueta les había arrebatado. Lo hizo a través del proyecto fotográfico At Risk, with Promise (En riegso, con promesa), al que pertenecen los profundos retratos que ilustran esta entrada de nuestra sección fotográfica de los jueves, Xpo.

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Todos son alumnos del instituto Crossroads, de Coon Rapids, una ciudad de 60.000 habitantes en el norte lejano de Minnesota (EE UU). El centro es un alternative high school (instituto alternativo) que ofrece educación no tradicional y de currículo y programas muy abiertos para alumnos de riesgo. Anderson empezó con el proyecto en las clases de fotografía del curso de 2007 y le acaban de otorgar una ayuda pública —también en eso los yanquis ya nos ganan de calle— para que prosiga con la idea fuera del ámbito escolar.

Ninguno de los chicos y chicas de las fotos había sido capaz de permanecer en un centro educativo tradicional antes de matricularse en el Crossroads. «Algunos son  adolescentes brillantes, amables y comunicativos. Otros, víctimas de abusos, toxicómanos y rabiosos. Muchos son ambas cosas. Ha sido un gran honor compartir mi vida con ellos durante los últimos cuatro años», explica Anderson en el statement del proyecto.

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Aquí están, en la zona de fumadores anexa al instituto, ante una cámara de film, posando tras pactar, negociar y discutir de igual a igual con la fotógrafa la imagen que deseaban transmitir y sometiéndose al lento proceso previo de la medición de luz, la búsqueda de cuadro, las pruebas…

«Intento mostrar a estos chicos de una forma en que la gente nunca los ha visto. Muchos adolescentes se sienten desconectados y no son capaces de apreciar su potencial y sus valores (…) Están en el inicio de un viaje y todos transportan las heridas y temores del pasado. Siempre tendré mi objetivo dispuesto para ser una herramienta que les permita autorretratarse, tener una nueva visión de ellos mismos«, explica la profesora-fotógrafa que ha logrado mostrar sin estigmas ni etiquetas a los muchachos de riesgo.

Ánxel Grove

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

Amy Anderson - "At Risk, With Promise"

Amy Anderson – «At Risk, With Promise»

12 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Buen artículo con fotos muy brillantes y bonitas.

    Clica sobre mi nombre

    30 agosto 2012 | 18:49

  2. Dice ser Una sorda con audífonos

    Hermoso.

    30 agosto 2012 | 19:00

  3. Dice ser Sicoloco del castin de Foolyou

    Esta gente desaliñada me repugna.

    30 agosto 2012 | 19:27

  4. Dice ser Qué manía con fumar!

    La de la segunda foto, por lo pronto, está en peligro de coger un cáncer

    30 agosto 2012 | 19:50

  5. Dice ser Ay Seño Llevame pronto

    Pues me alegro de que haya alguien en algún sitio que se preocupa por los jovenes así. Porque hay chicos con problemas que luego van a la escuela y el profesor no solo no se preocupa de ellos sino que disfruta machancandoles más. Y lo sé yo porque lo he vivido.

    30 agosto 2012 | 19:59

  6. Dice ser ropa no obligatoria, ¿para cuando?

    El ser humano es la única criatura que parece avergonzarse de su cuerpo. N oes que la rop ale de personalidad, no, es que detesta verse como es. Y luego dice que es una especie evolucionada.. por usar ropa y censurar al spartes de su cuerpo de siempre…. ¿Evolucionado? ¿Haciendo cas o de moralismos de cavernas? Mmm, interesante.
    La ropa es autocensura, decorar el cuerpo para taparlo, cubrir partes qu ese piensa malvadas, oscuras. EL mundo de la moda tampoco es Arte en sí, es el arte de decorar la censura del cuerpo y hacerla diferente, pero censura al fin y al cabo.
    Imaginemos un ser humano que no se avergonzara de su cuerpo y no censurara su ser natural. ¿Sería riesgo? Sería un enemigo público, seguramente.

    30 agosto 2012 | 22:10

  7. Dice ser las playboy han hecho más por cambiar el mundo

    ¿Tú ves todos eso srevolucionarios del mercantilismo, que usan ropas para revolucionar ideales y no sé qué más?
    Pues ninguno de ellos sería capaz de salir con un aterta o el culo al aire a la calle.
    Así que… mercantilismo nada más. Siempre igual.

    30 agosto 2012 | 22:12

  8. Dice ser Atahualpa Yupanqui

    Genial, las modas urbanas son buenas para los negocios.
    Que los jóvenes no tengan libertad por no tener trabajo nos las trae al pairo.
    Que fotos más bonitas y que progres cada uno con sus complementos. Cuantas más «tribus» mejor, así haremos el divide y vencerás y ganará el capital.
    Mientras se limiten a protestar así..
    Hermosas sonrisas.
    Se nota que son naturales y libres.
    Bienvenidos a la libertad del siglo XXI

    PD: Moda Punk en Galerías.. ¡ muy punk!

    30 agosto 2012 | 22:37

  9. Dice ser Pff.

    El principio del texto es de lo más retorcido, pedante, rebuscado y pretencioso que he leído en mucho tiempo. Resulta totalmente innecesario manejar esos registros en un texto de éstas características. A quien lo haya escrito ¿Tienes sangre en las venas?

    31 agosto 2012 | 08:22

  10. Dice ser Ananda

    ¡Buen artículo y muy buenas fotos!
    Gracias.

    31 agosto 2012 | 08:44

  11. Dice ser Valeria

    No veo nada malo en esas etiquetas: si son jóvenes que, por unas razones u otras, requieren un modelo educativo adaptado o están en riesgo de exclusión social o presentan problemas psicológicos/de conducta/de aprendizaje, ¿qué hay de malo en detectarlos, estudiarlos y ofrecerles alternativas que eviten que caigan en los riesgos a los que están especialmente predispuestos a caer por sus particularidades? Nos hemos metido tan de lleno en la cultura de la tolerancia y el «todos iguales» que confundimos la «democratización» con la generalización, y eso nos lleva a considerar que todos tienen las mismas oportunidades, las mismas condiciones previas y los mismos instrumentos personales para llevar a cabo las mismas tareas o acometer las dificultades (mercado laboral, estudios, etc) que los demás. Y eso no es así.

    Otra cosa muy diferente es confundir la estética de una determinada persona o grupo (tribus urbanas, atuendo típico de una etnia, simbología religiosa o cultural) con una conducta: el hábito no hace al monje, y lo mismo te encuentras con la sorpresa de que ese gótico de los piercigs en los pezones está terminando Medicina, que la del nicab en la cabeza es la mejor de su clase en psicología o que el punkarra puede ser el mejor restaurador de arte que se ha visto en España. De la misma forma, el niño pijo de familia con posibles que se pasea con su engominada cabeza y pulcrísimo jersey sobre los hombros puede ser un niñato adicto a la coca y que no da un palo al agua, y la niña de aspecto monjil una inútil que es incapaz de hacer la o con un canuto, o bien el gordito de aspecto adorable en su casa es un caso claro de «pequeño emperador» y será de todo menos «un miembro productivo de la sociedad».

    Firmado: una metalera llena de tatuajes que está terminando Derecho, y por quien los profesores se preocupaban por si acababa siendo «una excluida».

    31 agosto 2012 | 09:01

  12. Dice ser igvin

    Valeria, enhorabuena por estar acabando derecho…. y derecha a la cola del paro que irás…

    Está genial lo que tú dices y tienes razón, son prejuicios, los mismos que demuestras tú por el pijo, la mojigata o el gordito.

    El tema es que cuando alguien tenga que buscar un abogado, preferirá a la chica en traje que a la metalera de los piercings y la camiseta de Metallica.

    Es así, no digo que sea justo o no… sólo que es así y por otra parte insisto, tú misma has caido en la trampa de decir, que la sociedad tiene muchos prejuicios, justificándolos con los tuyos propios.

    Finalmente, decirte, que no te sientas especial por ser metalera y estudiar una carrera, como tú hay a puñaos… nadie es especial, ni el cogollo del mundo… no te des aires.
    Total para acabar en la cola del paro con el resto de gente de derecho, no hace falta ir crecido.

    31 agosto 2012 | 12:29

Los comentarios están cerrados.