El mundo deformado a mano de Lola Dupré

A mano, con papel, tijeras y pegamento: no hay más ingredientes en la obra de Lola Dupré. Los trocitos minúsculos se arremolinan en sus figuras creando la sensación de estar viéndolas a través de un cristal roto o un espejo deformado.

Dupré hace su versión de la 'Venus desnuda' de Lucas Cranach

Dupré hace su versión de la 'Venus desnuda' de Lucas Cranach

Invierte de 20 a 30 horas en cada imagen y, entre encargos y proyectos personales, puede estar jugando con la cara de Nicolas Sarkozy o transformando una delicada Venus, pintada por Lucas Cranach el Viejo, en un monstruo de siete piernas y 14 ombligos.

En su búsqueda de ilustraciones y fotos, se tiene que ceñir a las que estén libres de derechos o las que le proporcione el cliente. Dupré hace varias impresiones de la misma imagen, a diferentes tamaños, para combinarlas y conseguir así la distorsión. La destreza que ha adquirido con el uso del pegamento la protege de los borrones y lamparones de un escape inesperado.

Su estudio acaba de cambiar de ubicación, pero no de espíritu. Ahora en Aviñón (Francia) y antes en Glasgow (Escocia) el suelo está cubierto por una perpetua capa de papeles, como si hubiera sido víctima de un violento vendaval. Ni las telas de araña quedan exentas de la invasión y exponen como si fueran moscas los recortes más pequeños.

El resultado final no es un mero collage. Dupré alcanza la unidad, las fronteras entre los diminutos polígonos de papel apenas es visible, hasta tal punto que parece normal que un gato tenga la cabeza del tamaño de una sandía, que la espía Mata Hari haya desarrollado un morro parecido al de un oso hormiguero o que Winston Churchill sea una masa de carne llena de ojos.

Helena Celdrán

1 comentario

  1. Dice ser Nica

    ¡Qué mierd@! ¿Y esta tipa sabe pintar?

    15 febrero 2012 | 08:32

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