Todo es coyuntura Todo es coyuntura

La vida tiene mil detalles. Ninguno permanece… por suerte o por desgracia.

Archivo de marzo, 2015

Avión, metro o bus… buena o mala suerte

A vueltas con el fatídico  accidente del avión alemán y las causas del siniestro, resulta llamativo cómo todo el mundo se lleva las manos a la cabeza por los antecedentes psicológicos del copiloto.

Andreas Lubitz

Andreas Lubitz, el copiloto del avión siniestrado en los Alpes. FOTO: EFE

Cierto es que faltaron controles y más medidas de seguridad. Pero igual de verdadero es que situaciones de este tipo son imposibles de prever.

¿Quién no nos dice que a diario nuestro conductor de autobús, o el del metro, o el maquinista de Cercanías, o hasta el taxista que nos lleva de un lado a otro no puede estar en una situación mental similar a la que padecía el copiloto alemán?

Si nos paráramos a pensar en este detalle no subiríamos jamás en un transporte público.

No le demos más vueltas. La mala suerte puede estar en cualquier lado, encima de un andamio, en el enchufe de nuestro baño, a los mandos de un volante o a 3.000 metros de altitud.

Cervantes, en cueros

Huesos Cervantes

Restos hallados en la cripta del convento de las Trinitarias entre los que los expertos creen que hay algún hueso de Cervantes. FOTO: GTRES

Hace más de un año llegó a mis oídos que el Ayuntamiento de Madrid iba a preparar una potente campaña para atraer y diversificar el turismo en el centro de la capital. ¿En qué consiste?, pregunté. «En crear un lugar de peregrinación a la tumba de Cervantes«.

Tal cual se quedó la cosa, cuando a los pocos meses el Ayuntamiento anunció las labores de búsqueda de los restos del escritor… en la misma iglesia donde una placa reza desde hace años que está allí enterrado.

Todo ha estado perfectamente pautado, paso a paso, para culminar antes de las elecciones de mayo esta bonita campaña de entretenimiento de masas.

Para al final quedarnos con lo que ya sabíamos. Nada nuevo, nada rotundo. Más estudios arqueológicos, antropológicos e históricos que deducen que efectivamente hay huesos entremezclados que «probablemente» sean los del escritor.

Si de verdad hubiera existido otra intención que no fuera la del autobombo político, las cosas se hubieran hecho de otra manera, con más seriedad, con más tiempo para dejar trabajar a estos y otros expertos.

Que no nos cuenten ahora novelas de caballerías, que sabemos que el vino derramado no estaba en cueros sino en una Botella a punto de quebrarse.

 

BONUS: El Circo de Cervantes… o la acertada visión científica de todo este tinglado, por Javier Yanes

Los unos y los otros

Partido instrumental, plataforma, facción, proyecto, círculo, asamblea, coordinadora, sector, federación…

Militante, simpatizante, candidato, colaborador, intelectual, miembro independiente…

Primarias, convergencia, alianza, fusión, pacto…

'Los otros'

Fotograma de la película ‘Los otros’.

Estoy hecho un lío. La vieja estructura izquierda-derecha ha desaparecido y nos ha roto los esquemas.

Me pongo a ver lo que se nos viene encima de cara a las elecciones y me pierdo.

Que sí, tenemos claro que seguirán los dos grandes partidos; y a partir de ahí, los emergentes, las coaliciones, los renovados, los de nuevo cuño…

Para al final terminar con el reduccionismo delante de la urna. Los unos (los de siempre) y el resto.

Propongo a estos últimos que no le den más vueltas y que, con permiso de Amenábar, se presenten como una única candidatura: «Los otros». El thriller está servido.

El coste de la otra casta

Rouco Varela

El exarzobispo de Madrid, Rouco Varela. FOTO. EFE

Al que fuera arzobispo de Madrid le han puesto un piso. Literal. El arzobispado de Madrid ha hecho una reforma propia de un palacete (más de medio millón de euros para acondicionar una vivienda de 370 metros cuadrados) para que el ínclito Rouco Varela viva como los ángeles, casi rozando el cielo en un lujoso ático de la calle Bailén.

La Iglesia sabrá en que se gasta sus dineros. Si decide invertirlos en que un cura retirado viva en un casoplón o prefiere destinarlo a desahuciados sin vivienda, por poner un sencillo ejemplo.

Lo que no me parece de recibo es que las administraciones públicas sigan el juego y otorguen a la Iglesia prebendas propias de otros tiempos.

La ‘casita’ de Rouco está exenta de pagar el IBI por una curiosa normativa que permite que las propiedades de la Iglesia no paguen este impuesto, que en este caso particular sería de no menos de 3.500 euros. El coste que nos cuesta la otra casta.