Todo es coyuntura Todo es coyuntura

La vida tiene mil detalles. Ninguno permanece… por suerte o por desgracia.

Bomberos y bomberas

La alcaldesa de Madrid ha justificado que en la última promoción de bomberos no haya ni una sola mujer “por una cuestión de naturaleza, que hace que los hombres y las mujeres sean diferentes”.

Cierto es que las oposiciones para acceder al cuerpo de bomberos en el Ayuntamiento de Madrid son durísimas, de toda la vida. Pero quizá más hombres (y mujeres) podrían superarlas si fueran unas pruebas acordes al trabajo que van a desarrollar después, que en el 99,9% de los casos no es ir a apagar el Windsor.

Bomberos

Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. (FOTO: Ayto. Madrid)

Quiero que los bomberos estén preparados de la mejor manera, sí, pero conforme a lo que se espera de ellos (o ellas) en condiciones normales.

Como quiero que estén igual de bien formados los policías que nos protegen, los médicos que nos curan, los profesores que nos enseñan, e incluso las alcaldesas que nos gobiernan.

7 comentarios

  1. Dice ser Carla

    La alcandesa con sus respuestas deja escapar su moralidad. Hace poco también hizo malabares con las peras y las manzanas cuando quiso justificar la marginación a las parejas homosexuales.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    21 julio 2014 | 09:02

  2. Dice ser Jesus

    Eso la pasa por dar esplicaciones de mas, no hay bomberas en este reemplazo por que no han aprobado la oposicion, lo demas es buscar tres pies al gato y la «»litle botel»»» es experta en decir tontadas, y nos ha ofrecido otra de sus tontadas, como las peras y las manzanas, habla demasiado,

    21 julio 2014 | 12:11

  3. Dice ser Antonio Larrosa

    Estoy de acuerdo en que los hombres y las mujeres somos diferentes. ¿Pero acaso una bombera no podria conducir un vehiculo de bomberos? ¿Acaso no podria preparar las mangueras y las herramientas ¿acaso no podria tener en orden los diversos departamentos? Incluso algunas podrian estar codo con codo con los hombres para todo lo necesario para apagar un fuego, pilotar un helicóptero o avioneta y mil cosas más.

    Clica sobre mi nombre

    21 julio 2014 | 12:38

  4. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    No quiere esta Señora
    ni compotas ni macedonias,
    el no mezclar según nos dijo
    las peras con las manzanas
    y en el cuerpo de bomberos
    tampoco quiere que estén,
    las pera juntas con los peros.

    24 julio 2014 | 07:31

  5. Dice ser mujeres

    Entonces porque hay alcaldesas mujeres? La botella deberia estar fregando los platos de su casa?

    06 agosto 2014 | 10:12

  6. Dice ser Juan Parra

    SIEMPRE QUISE SER BOMBERO
    .
    …Siempre quise ser astronauta o futbolista o bombero o funcionario. Como la profesión de bombero incluía además la de funcionario, y tenía bastante éxito entre las chicas, me decanté al final por ésta. Es decir, por estudiar y prepararme para las oposiciones a bombero que de vez en cuando convocan los Ayuntamientos, las Diputaciones, los consorcios y los Servicios de Extinción de Incendios de mi región. Sabía que iba a ser una tarea muy dura de esfuerzos, sacrificios y firme voluntad; pero imaginando las futuras compensaciones se me iba el santo al cielo. Apagar incendios, salvar vidas, etc. Esta decisión la tomé hace ya 10 años. Caray, cómo pasa el tiempo.
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    …Además de por su importante servicio al ciudadano, quería ser bombero porque implicaba trabajo en equipo, poseer capacidad de entrega y sacrificio y por su buena condición física y psicológica. Sobre todo por esto último: deseaba convertirme en un tío cachas. También por llevar puesto el uniforme el máximo tiempo posible: sabía de más de una vecinita engolosinada con este tipo de parafernalias. Yo no sé qué tendrán los uniformes que despiertan tanto magnetismo animal entre los humanos. Si a ellas, el traje de bombero o el de policía las vuelve locas; a los hombres nos hipnotiza el de enfermera o el de vendedora de El Corte Inglés.
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    …Tampoco era moco de pavo el salario de bombero. Hace 10 años ya no me acuerdo lo que ganaban; hoy cobran entre 1300 y 2000 euros limpios, sin contar trienios y pagas extras. Mucho dinero si tenemos en cuenta que por 12 horas de servicio se pasan 60 horas libres en casita. Este tipo de horarios varía según la comunidad autónoma. En otras regiones, por ejemplo, curran 7 horas de servicio de mañana, 7 horas de tarde, 10 horas de noche, y tres días libres. En todo caso, la jornada laboral estándar es trabajar de golpe más de ocho horas por día a cambio de varios días libres. No está nada mal para ser un apagallamas.
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    …Los primeros requisitos para presentarme a las oposiciones, los pasé en seguida. Nacionalidad española, no pasaba de los 35 años, tenía el bachillerato aprobado, disponía del carné de conducir B, medía más de 1’70 (en concreto, 1’71) y estaba capacitado física y –creía entonces– psíquicamente. Todo correcto. Me apunté a una academia y allí me pusieron al día de cómo iban a ser las oposiciones. Constaban de 3 tipos de exámenes: conocimientos de la profesión, cultura general y tests psicotécnicos; unas pruebas físicas y un examen médico. Tengo que confesar que el miedo en el cuerpo me lo metieron las malditas pruebas físicas. Le pedían a uno ser un verdadero atleta.
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    …Durante 2 años me preparé las oposiciones como si otra cosa en la vida no tuviera sentido. No salía los fines de semana, tenía la cara gastada de estudiar en la biblioteca y, todas las noches, salía a hacer deporte con los compañeros de la academia. Un mes de octubre de 2004, salió publicado en el BOP (Boletín oficial de la Provincia) la convocatoria por oposición de 15 plazas al cuerpo de bomberos municipal. Los compañeros y yo nos alegramos mucho de la noticia. Había llegado el Día D y la hora H.
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    …Fueron 2 días de nervios, imaginarias y atracones de apuntes. El examen teórico lo pasé por los pelos, pero me trincaron en la prueba física: imposible eso de superar 1 km en 3’10’’. Y eso que corrí como si me debieran dinero. Hoy en día se han endurecido aún más las pruebas. ¡Ni Usain Bolt, señores!
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    …Llegó a tanto mi decepción que decidí abandonar. Menos mal que un par de compañeros consiguieron la plaza y, en una fiesta de bomberos y azafatas, me dejaron un traje reglamentario y una manguera. Porque allí conocí a mi actual esposa. Una falsa azafata, enamorada como yo de los uniformes.

    09 agosto 2014 | 01:55

  7. «Esta semana alguien me preguntó si el feminismo seguía siendo necesario en los tiempos en los que vivimos.

    El argumentario para justificar la no necesidad del feminismos en nuestra sociedad actual fue el que he escuchado miles, por no decir millones de veces: Que si la Constitución y su artículo catorce, que si la “discriminación positiva” que se está dando, que si las mujeres somos unas maltratadoras psicológicas, que pretendemos que nos “mantengan”, que si hay tantas denuncias por violencia de género es por los medios que exageran mucho y sólo sacan los casos de mujeres pero también hay hombres maltratados y no salen en los telediarios, que si los “pobres hombres” se encuentran acorralados y ya no saben cómo relacionarse con nosotras porque temen ser denunciados a la mínima broma que nos pueden gastar,…y así un largo etcétera.

    Aseguro a quien pueda leer esto que hice un ejercicio de paciencia voluntaria para escuchar (de nuevo) este argumentarlo por ver si alguna novedad pero sólo había una y no estaba en el mensaje, sino en quien lo sustentaba: Una mujer joven, de unos apenas veinte años.

    Y voy a comenzar mi respuesta diciendo lo mismo que le dije a ella: que soy feminista por convicción y que mi pretensión es que los derechos humanos de hombres y mujeres sean realmente los mismos en todas partes y desmaquillar y desnudar las desigualdades para hacerlas visibles y corregirlas. Que no me vale el llamado “derecho natural” que justifica que somos diferentes porque la naturaleza nos ha hecho diferentes.

    A partir de ahí intenté (creo que sin mucho éxito al menos de inmediato) explicarle a esta joven que el feminismo no sólo era necesario, sino que es imprescindible si realmente nos creemos que somos una sociedad democrática.

    Y es necesario porque aunque no se quiera ver, seguimos tratando de forma desigual a niñas que a niños incluso antes de nacer, porque nos socializamos de manera desigual y por tanto asumimos roles desiguales. Porque el patriarcado pervive en cada rincón de nuestra mente e incluso de nuestros corazones permitiendo incluso que haya gente que justifique la mayor de las desigualdades: el terrorismo machista. Porque sigue habiendo instituciones como la iglesia católica que niega explícitamente derechos a las mujeres y sigue considerándonos como subsidiarias de los hombres, y otras como la RAE que considera, a través de sus definiciones, que las madres no engendramos sólo parimos. Porque se siguen pisoteando nuestros derechos y libertades, como por ejemplo nuestro derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo y nuestra maternidad. Porque se nos siguen relegando a puestos de segunda o tercera categoría en los espacios de toma de decisiones. Porque seguimos cobrando menos por realizar el mismo trabajo. Porque aunque las aulas universitarias están llenas de mujeres, son los hombres quienes las dirigen. Porque aunque las mujeres tenemos una mayor expectativa de vida, los estudios sobre salud se siguen realizando mayoritariamente sobre los hombres. Porque la historia nos sigue ocultando las obras de arte y aportaciones de todo tipo realizadas por mujeres. Porque nuestros cuerpos de mujeres son utilizados como campos de batalla allá donde los hombres lo deciden, sea en un conflicto armado o en un conflicto de pareja. Porque nuestros cuerpos de mujeres son secuestrados y maltratados para ser explotados sexualmente en otros países o lugares del mundo. Porque los derechos humanos de las mujeres son pisoteados sistemáticamente en muchas zonas del mundo e incluso de nuestro mundo particular. Porque en los espacios simbólicos que nos imponen ya existe toda esa desigualdad y violencia simbólica o estructural desde antes de nacer. Porque la pobreza de ceba en mujeres y niñas. Porque nos matan por ser mujeres.

    Y así muchísimos argumentos más que se podrían resumir en uno: Mientras exista una sola mujer en el mundo a quien hayan pisoteado uno sólo de sus derechos humanos, el feminismo no sólo será necesario, será imprescindible».

    por Tere Mollá
    21/01/2013

    09 agosto 2014 | 11:42

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