Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de la categoría ‘House of Cards’

La peor temporada de House of Cards

_DSC4374.NEFLeí el otro día que ser whip del Congreso de Estados Unidos era más divertido que ser presidente del país más poderoso del mundo. Creo que esa sentencia está muy bien tirada. Cuando te tienes que mover de un lado a otro para conseguir aprobar las leyes que te interesan a ti o a tu partido te lo pasas mejor. Nada te ata, salvo una supuesta lealtad a los tuyos. Puedes permitirte más desmanes y tropelías ideadas para hacer sufrir a tus contrarios. Incluso deslices. Al menos eso nos enseñó Frank Underwood en las dos primeras temporadas de House of Cards. Esos 26 episodios que fueron una delicia por lo entretenidos, crudos e interesantes que eran. Unos tiempos que seguro echará de menos el propio Kevin Spacey. Algo habrá pasado para que los trece capítulos de la tercera entrega hayan aburrido en muchos momentos._DG25488.NEF

Tenía pendiente escribir sobre House of Cards tras retrasarlo en varias ocasiones. El motivo es que no sabía qué me había parecido. Ni cuando la terminé, ni los días posteriores. Y eso que el último episodio acabó de forma poderosa. Con esa especie de cliffhanger que deja abierta una trama que, paradojicamente, se habían encargado de enterrar durante la temporada.

_DG24903.NEFLo que nos moló de la serie de Netflix fue lo cabrón que era Frank Underwood. Cómo llevaba el maquiavelismo al extremo para satisfacer su ambición. Su relación con Claire y los ardides que ideaban juntos para embridar a cada vez más gente era un complemento muy divertido. Nunca algo que vertebrase la trama principal o que fuese realmente imprescindible para que la historia avanzase. Al menos yo no lo veo así.

Pero cuando se llega a la cima y al objetivo inicial del protagonista no queda más que buscar alternativas. Eso han intentado en House of Cards, eligiendo la opción de centrarse en la complicada relación del presidente de Estados Unidos y la primera dama desde que ambos accedieron a esos puestos que tanto ansiaban._DG22765.NEF

Esta tercera entrega también se ha querido centrar en la campaña nacional para las elecciones y la complicada relación con Rusia que ha de afrontar el presidente Underwood. Ambas tramas han sido interesantes. La serie ha logrado hacernos notar la tensión de las negociaciones, las decisiones suicidas y las bajadas de pantalones del gobierno estadounidense. Pero no han sido entretenidas. De hecho, han aburrido bastante. Ya sabíamos de sobra que iba a acabar mal con Moscú pasase lo que pasase. Y que iba a hacer todo lo posible para cargarse a sus rivales en la carrera a la nominación para la Casa Blanca. Si no, no sería Frank Underwood.

_DG21243.NEFQuizá lo que ha perdido House of Cards es el efecto sorpresa. Ese con el que nos impactaron y estremecieron sus episodios de los dos años anteriores. Con el metro, el coche encendido o las tropelías al rival. Además del trío, los cuernos o el vender a un amigo antes que reconocer que también es tu culpa. No hemos visto nada parecido o que se aproxime a eso en estos 13 capítulos. Por eso quizá haya sido la peor temporada de la serie. Al menos la han cerrado temporalmente con un «y ahora, ¿qué?».

Porque, pase lo que pase, sigue siendo muy buena. Una imprescindible. Que es capaz de integrar a las Pussy Riot en su historia de manera sobresaliente. Pero este no ha sido su mejor año. En 2016, eso dará igual. No vamos a dejarla de lado. Ni de coña. Aunque debe espabilar.

Selección de libros que sirven para escapar de las series

Sí, este es otro post sobre libros recomendados para el Día del Libro. Nunca había hecho uno y lo cierto es que me apetece bastante. Este año tengo la suerte de estar leyendo bastante y poder compaginarlo con mi trabajo y las series sin problemas. Aunque nunca sea suficiente. Como decía Enric González en sus memorias periodísticas, los periodistas tenemos que leer como si se nos fuese la vida en ello. Porque nos va la vida en ello. Ojalá esto se aplicase al resto del mundo, pero simplemente por el placer y el descubrimiento de las historias de los libros. Como hacía el portero de un edificio en el que viví hasta hace poco, que tenía tres estanterías llenas de libros en su portería y se leía la mayoría en los ratos muertos de su trabajo. Hubo hasta quien se quejó de que tuviese tantos y leyese. Una pena.

Reconozco que leo muy pocos libros escritos al rebufo de las series, como los que hacen exégesis de un solo personaje o de los sitios en los que comen los protagonistas (por no decir ninguno). Soy más de los que cuentan en sus capítulos las impresiones de ciertos escritores sobre una ficción y de los que relatan historias relacionadas con la trama que no han aparecido en el resultado final televisivo. También prefiero los originales en los que se basan las series, claro. Pero lo que me flipa es poder escapar por medio de esos que no han sido adaptados y que puede que nunca lo sean. Son la mayoría de mi lista. Lo que cuenta es tan emocionantes o más que lo que vemos cada semana. Esto es lo que os recomiendo:

Relacionados con las series

Portada_MadMenLa colección seriéfila de Errata Naturae

Todo el que quiera leer un libro de calidad sobre las series sabe que Errata Naturae le alimentará de sobra. La editorial ha publicado ocho títulos que han servido como antología de algunas de las históricas de la televisión. El último ha sido Mad Men, o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue, donde escriben el creador Matthew Weiner o el escritor Enrique Vila-Matas. Antes, llegaron los de True DetectiveJuego de Tronos, Breaking Bad, The Walking Dead, The Wire Los SopranoHe tenido la suerte de disfrutar de unos cuantos, y son deliciosos. Quizá el más curioso sea el basado en la saga de George R.R. Martin (a Canción de Hielo y Fuego) no hace falta ni recomendarla). Mi preferido, sin duda, es el de True Detective.

House of Cards, de Michael DobbsHouse of Cards

El libro de la serie que tanto nos gusta está viviendo un segundo lanzamiento, después de ser publicada por primera vez en España por la editorial Alba. Y es que apareció originalmente en 1989, y ya inspiró la House of Cards británica que es tan buena como la americana. El relato de Michael Dobbs tiene aspectos que no han aparecido en las series, además de acciones de los personajes que en la tele nos han contado de otra manera o directamente se desecharon. Sobra decir que es buenísimo.

ESCRITO CON LA SANGRE_PRESSForastera, de Diana Gabaldón

Cualquier fan de Outlander ya sabrá de qué estoy hablando. Los libros de la autora estadounidense que han inspirado la serie que emite en España Movistar Series, publicados por Planeta, son una máquina de captar adeptos en poco tiempo. Son fáciles y las tramas son llamativas, además de ese punto de viajes en el tiempo que acaba por convencer a los más aficionados al género de fantasía. La editorial acaba de publicar la octava parte. Los que seáis fan, tardáis. Yo he leído el primero y parte del segundo. No pude parar de leer, aunque la historia no me entusiasmaba del todo. Es lo que tiene escribir fácil y ser efectivo.

 

Nada tienen que ver con las series

Cienciología: Hollywood y la prisión de la fe, de Lawrence WrightCienciologia

Los medios solemos publicar de vez en cuando historias relacionadas con la Cienciología y los famosos adheridos a este culto tan particular y discutible. El considerado mejor escritor de no ficción de Estados Unidos, Lawrence Wright, disecciona en un libro largo la génesis, evolución, triunfos y sombras del movimiento que fundó L. Ron Hubbard. Una supuesta religión que no es más que pseudociencia y al que actores y otros famosos de Hollywood han entregado sus vidas y parte de sus fortunas. El libro, publicado por Debate, es interesantísimo, y trae luz sobre algo conocido pero a la vez tan envuelto en misterio.

RemnickReportero, de David Remnick

La editorial Debate nos ha hecho un regalo a los que admiramos al director de The New Yorker: recopilar algunos de sus mejores reportajes en la revista que dirige en Reportero, un libro que todo aficionado a las historias largas debería leer. Entre la selección está lo que Remnick escribió en su día sobre Al Gore, Bruce Springsteen o Benjamin Netanyahu, además de otros textos sobre los países que ha visitado. Para el que no conozca a David Remnick, le diría que empiece por leer su biografía de Muhammad Ali, Rey del Mundo. A ver si podéis parar de leerle después.

Como si masticaras piedras: sobreviviendo al pasado en Bosnia, de W.L. TochmanBosnia

La guerra de los Balcanes aún no ha terminado para muchas familias. Los desaparecidos se cuentan por miles. 20.000 de ellos son musulmanes. Pero tras acabar el conflicto armado, esos de los que nada se sabe también se esfumaron de la agenda. El periodista W.L. Tochman viajó a Bosnia y Herzegovina años después de lo ocurrido para relatar esa posguerra que no entiende de vencedores y vencidos. Sus historias han quedado recogidas en un libro que publica ahora Libros del KO. Un relato necesario sobre uno de los últimos grandes conflictos del siglo pasado, y que interesó a todo el mundo menos a los que pudieron evitarlo. El amigo Nacho Segurado ya hizo una reseña mucho mejor que la mía.

CUB-PELIGRO-DERRUMBE.inddPeligro de Derrumbe, de Pedro Simón

Cualquiera que haya leído alguna vez a Pedro Simón en El Mundo sabe de sobra que es el periodista que mejor ha sabido relatar estos años de perdedores y heridos por la crisis económica. Usando todo lo que la gente normal que ha sufrido las consecuencias de la llamada entonces «desaceleración», entre los que hay gente con preferentes, que ha perdido su casa o que no tiene ayudas tras años en paro, Simón ha pergeñado una novela. Peligro de Derrumbe es el libro más duro que he leído en muchos años. El que más me ha destrozado la vida. Y ha merecido la pena. Es de los pocos que te recuerda que esa gente que las pasa canutas está mucho más cerca de ti de lo que crees. Que uno mismo puede verse en la misma situación que ellos de un día para otro. Por eso este libro es tan necesario.

Tiempos Difíciles, de Charles DickensDickens

El clasismo es una de las lacras de nuestra sociedad. Todos lo hemos practicado en algún momento. Lo malo es si no nos damos cuenta de cuando estamos actuando de esa manera. Dickens dedicó su obra a las relaciones entre ricos y pobres, entre proletarios y terratenientes, a través de una mezcla de novela y reportaje. Tiempos Difíciles es un título menos mediático que otras maravillas del británico como Oliver TwistHistoria de Dos Ciudades. Os aseguro que es un manual del clasismo que tiene pasajes que podrían aplicarse al día a día actual. No falta nada: el patrón que considera que sus trabajadores solo quieren comodidades y que apuesta por trabajar más cobrando menos, el obrero inseguro que no se atreve a hacer huelga por miedo al despido, los ricos que reniegan de su pasado pobre o los profesionales ambulantes a los que se tiene por gentuza iletrada que solo está para servir al resto. ¿Os suena? Nunca es tarde para que un clásico te recuerde que quizá la situación no ha cambiado tanto.

Los Globos de Oro, entre la renovación y el bajo nivel

Confieso que no había prestado mucha atención a los Globos de Oro hasta ayer. No recordaba bien quién estaba nominado o nominada en las categorías de series (paradójicamente, conocía más las de cine), y tampoco me interesé mucho por el tema hasta este domingo, día de la gala. Fue entonces cuando me di cuenta del despropósito que eran las nominaciones, con ausencias inexplicables como las de Mad MenBoardwalk Empire. También aluciné al ver a Transparent en la categoría de comedia, en la que además faltaba Brooklyn 99, por poner un ejemplo.

Foto: EFE

Foto: EFE

La mayoría de Globos de Oro estaban más que cantados antes de la gala. Por cierto, una ceremonia bastante sosa que se salvó por los dos minutos de Ricky Gervais y el monólogo inicial de Tina Fey y Amy Poehler. Las cuales, por cierto, prometieron palos para el presunto violador Bill Cosby y cumplieron con creces. La cara de Jessica Chastain (la más guapa de la noche) cuando soltaron esas pullas es para enmarcar. También fueron muy atinadas las bofetadas a Corea del Norte. Espero que la respuesta de @norcoreano esté a la altura 🙂

Regresando al lío, todo lo que no fuesen victorias de Transparent en comedia, The Affair en drama y Fargo en miniseries iba a ser una sorpresa. Sí, True Detective no tenía nada que hacer en una gala de premios contra la ficción de FX, como ya se demostró en los Emmy. También estaba claro que iba a haber un cambio de tendencia, ya que una serie de Amazon estaba destinada a ganar, como al final ha sido. Y también se han llevado premios series de Netflix y The CW, pensado como un canal para adolescentes y que ahora está afinando su estrategia a series para toda la familia.

Si todo lo anterior lo sabíamos antes de que empezase el show, ¿dónde estaba la emoción? Pues en los actores. ¿Y ha habido sorpresas? Sí. Por suerte. Aunque el nivel tampoco era para felicitarse. Puede parecer que no es poco, pero permite vislumbrar lo pobres que eran las nominaciones en general. Pero vayamos por partes.

Dramas

La victoria de The Affair era, como hemos dicho, evidente. Pero, ¿realmente lo merecía? No la he visto entera, pero sé que no me entusiasma. Ha ganado por incomparecencia del resto. Ya sabemos que Juego de Tronos nunca ganará y que Downton Abbey estaba ahí por esta extraña afición de los americanos a ella. Los dos únicos problemas de la serie de Showtime eran House of Cards The Good Wife, pero ambas tienen un historial de ostracismo en premios bastante llamativo. Por tanto, podríamos decir que The Affair gana por incomparecencia de otra que pudiese hacerle sombra. E insisto: es una vergüenza absoluta que Mad Men no haya podido ni luchar por el premio. Dice mucho de los Globos.

En cuanto a los actores, sí sorprende que Ruth Wilson se haya impuesto a Juliana Margulies, pero dado que es la actriz más destacada de la producción ganadora en drama se entiende mejor.

Y la victoria de Kevin Spacey en la categoría masculina no podría ser más justa. El único que podía hacerle pupa era Clive Owen, que en The Knick está estupendo.

Sobre los secundarios (que engloban comedia, drama y miniseries) también hay mucho que decir. No entiendo los premios para Matt Bommer por The Normal Heart y Joanne Froggatt por Downton Abbey. El primero hace un gran papel de enfermo de sida, y se merece reconocimientos. Pero si enfrente tiene a la bestia de Jon Voight (el que haya visto Ray Donovan sabrá de qué hablo) no debe ganar NUNCA. Y así ha sido. Lo de Froggatt también choca, pero es consecuencia del ya referido amor americano a lo british. Anoche me dijeron que todo era por el acento y por la temática de lords y plebeyos. Al menos podrá contarle a sus nietos que se cepilló en unos premios a Allison Janney y Uzo Aduba.

Comedias

La categoría estaba prostituida de antemano. No es normal que Transparent pueda concurrir por este lado del cuadro de premios, cuando cualquiera puede identificarla como un drama. A pesar de ello, muchos sabíamos que finalmente se presentaría como comedia. Situaciones más raras hemos visto. Admito que a mí no me gusta nada. Reconozco su calidad, la potencia del guión y las grandes actuaciones. Pero hay series que, a veces, simplemente no son para uno. A mí me pasa con esta. Por eso mi favorita era Jane the Virgin, que es la que más me ha entretenido en las últimas semanas. Lo malo es que ya ha perdido su oportunidad, y dudo que vuelva a verse en una así. El caso de Orange is the New Black es parecido: si no ganó con su primera temporada, lo tiene casi imposible para próximos años, como se ha demostrado en este. Silicon ValleyGirls han recibido nominaciones merecidas, pero no tienen la potencia suficiente como para ganar algo. Un poder que sí tiene Brooklyn 99, ignorada este año tras ganar el anterior. Al menos, The Big Bang Theory ya ni aparece en las apuestas.

En los actores, Jeffrey Tambor era el mejor de todos de largo, por lo que no hay mucho que decir. Hacer de mujer transgénero no debe de ser fácil, y él lo borda. Tampoco tuvo rival, ya que faltaba Andy Samberg, que si el año pasado ganó de forma merecida, se había ganado la nominación. El resto de nominados, salvo Louis C.K., creo que están ahí por completar la lista. Ricky Gervais no va a ganar este premio ni aunque soborne a todo Hollywood, dado que le odian por ser tan cabrón con sus chistes. A pesar de que a los que vemos la gala desde fuera nos encantan, y le echamos de menos como presentador. Solo con un minuto suyo en el escenario bastó para ver que es el que debería presentar TODO.

En el tema «ellas», la victoria de Gina Rodriguez por Jane the Virgin me puso muy contento. Me preguntaron anoche que cómo podía celebrar eso, que ni de broma era la mejor actriz de comedia del año. Bueno, para mí sí. No soporto a Lena Dunham, Taylor Schilling no me hace gracia, Julia Louis-Dreyfus ya ha ganado varias veces y Eddie Falco está ahí por herencia de Los Soprano. Por tanto, Rodriguez estaba ante su oportunidad, y no la ha desaprovechado. También me alegré porque he acertado en todas las porras cuando era el único que apostaba por ella.

Miniseries

Fargo es mejor que True Detective. Es mi postura. Tengo colegas que dicen que dentro de unos años la serie de HBO y los papeles de Woody Harrelson y Matthew McConaughey serán recordados, y que la de FX no alcanzará tal hito. Creo que se equivocan muchísimo. Fargo ha servido para demostrar que las readaptaciones de cine a televisión pueden tener su sitio entre lo mejor que se ve en un año. Es decir, confirma el ejemplo que nos dio Hannibal. Vale que True Detective ha contribuido a reforzar la televisión por ser la primera que emplea a grandes estrellas de Hollywood para contar una historia, pero los capítulos basados en la trama de los hermanos Coen han servido para reinventar las series. Por eso creo que se merecía ganar como ha hecho.

En las actuaciones, hubo bocas abiertas con la victoria de Billy Bob Thornton por encima de McConaughey. A mí no me sorprendió tanto. El de True Detective ya ganó todo lo que tenía que ganar, y Thornton al menos merecía esto por un villano tan inolvidable y aterrador como Lorne Malvo.

En actrices, Maggie Gyllenhaal estaba señalada como ganadora desde que supimos de la existencia de The Honourable Woman. Nadie lo ha hecho mejor que ella en 2014.  No, Allison Tolman tampoco.

Y hasta aquí el análisis anual y cabreado de unos Globos de Oro sorprendentes pero que antes de comenzar eran algo mediocres. ¿Cómo lo visteis vosotros?

Las 20 mejores series de 2014 (20 al 11)

Tras la lista de los mejores estrenos del año, es el momento de repasar todo lo que este 2014 nos ha traído, tanto en estrenos como en las que ya estaban consolidadas. Antes de nada, os cuento mis planes: publicaré listas de actores y actrices del año, otro ranking de las peores ficciones en estos 12 meses, un post con las preferencias de algunos compañeros que escriben de esto y, por último, la comparativa entre los votos que habéis dejado en estas listas (votad, por favor) y lo que mis colegas y yo hemos escogido.

A lo que iba: elegir lo mejor de este año ha sido muy difícil. Aunque pueda parecer lo contrario, 2014 ha sido un año cargado de calidad. No recuerdo haber tenido en 2013 los mismos problema para hacer la selección. Y como hay tantas que merecen un reconocimiento, he decidido aprovechar la percha del nombre del medio para hacer un Top 20. Así destaco a muchas más y me libro de la mitad de palos que me van a caer.

Comenzaré por los puestos 20 al 11. Esto os puede dar una idea de lo que vendrá en los 10 primeros escalones. Soy consciente de que os parecerá que algunas están demasiado abajo. No puedo hacer nada contra ello. Me han gustado más otras, y ya está. Y aviso: no está The Good Wife porque no la he visto aún. 2015 será el año en que por fin cumpla. A lo que iba: del 20 al 11, comienza el ranking de mejores series del año:

20. Sherlock (BBC, Neox)Sherlock

Su tercera temporada me ha parecido la más floja de todas, a pesar de que tenía el interés de un personaje que demostraba ser un farsante. Pero sus múltiples misterios, los cliffganger y lo bien hecha que está hacen inevitable que esté entre las mejores del año. De Benedict Cumberbatch y Martin Freeman no hace falta que diga nada: hay que agradecerles que decidiesen dedicarse a la actuación.

1919. The Knick (Cinemax, Canal +)

Todo el mal rollo que me da por las carnicerías disfrazadas de operaciones que ejecuta el cirujano cocainómano y racista que interpreta Clive Owen está compensando por su brillante guión y el entretenimiento que ofrece.

 

18. Silicon Valley (HBO, Canal +)18

La ficción sobre el sitio más famoso para hacerse rico gracias a una idea es un gran ejemplo del posthumorismo, ese que te deja descolocado por lo que ocurre. Aunque tiene momentos que realmente hacen gracia. Sobre todo por lo torpes que son unos supuestos genios informáticos.

1717. Inside No. 9 (BBC Two)

¿Alguna vez os han contado la historia de la lata que almacena cierto pez? ¿O la del vagabundo? Pues en esta miniserie repleta de humor negro y vuelcos al guión os las cuentan a su manera Steve Pemberton y Reece Shearsmith. Cinco capítulos que te puedes ver en un solo día durante los días de Navidad.

16. Arrow (The CW, Antena 3)Arrow

El que diga que es mala o frívola no la ha visto. En la primera temporada ya dio signos de que podría ser una ficción potente, dejando atrás la etiqueta de palomitera o destinada para adolescentes. En segundo año demostró que era un drama cargado de acción. Las peleas y las situaciones de superhéroes son una parte más de una trama mucho más compleja, donde la traición y las cuentas pendientes centran los momentos de tensión.

1615. The honourable woman (BBC 2, Canal +)

El conflicto palestino-israelí, intereses empresariales, intentos de conseguir la paz, conexión Londres-Gaza-Tel Aviv y Maggie Gyllenhaal como protagonista. ¿Qué podía salir mal? Absolutamente nada. Un thriller que llevábamos años esperando.

 

14. Gomorra (Sky Italia, laSexta)14

La disección de la Camorra italiana por capítulos y basada en el libro que le costó pasar toda la vida escondido a Roberto Saviano es una de las grandes ficciones lanzadas en Europa. Da que pensar que en Italia se puedan hacer estas cosas tan buenas, mientras en España seguimos en el ‘dramedia’ de la señora de Cuenca. Por cierto, ¿soy el único que se ha vuelto adicto a su banda sonora?

Juego de Tronos13. Juego de Tronos (HBO, Canal +)

Siempre nos solemos quejar de que no la reconocen con los premios que merecen, salvo en el caso de Peter Dinklage. Que esté en este lugar es porque otras me han gustado más, pero eso no quiere decir que sea peor. Su cuarta temporada tiene momentos espeluznantes y que te marcan, como lo que le ocurrió a Oberyn o el discurso de Tyrion al ser juzgado. ¿Cuál es su problema? Creo que el que muchos sepamos qué va a pasar gracias a los libros. Aunque en muchos momentos se toman licencias, sobre la esencia y los giros importantes estamos sobre aviso. Quizá por eso choca menos a una gran parte, y por lo mismo flipan tanto los que ni han hojeado lo que ha escrito George R.R. Martin. Aún así, es la más vista del mundo y de las más adictivas. Y aunque sea pequeño, un reconocimiento merece.

12. You’re The Worst (FX)YOU'RE THE WORST

Como he dicho otras veces, es la que más he recomendado este año. Desde que la descubrí no pude parar. Me ha hecho más que ninguna, y ha revolucionado el concepto de comedia romántica que tenía hasta ahora. Porque las relaciones complicadas no son nada sin humor negro. Y Jimmy y Gretchen de eso tienen de sobra.

HOUSE OF CARDS11. House of Cards (Netflix, Canal +)

Desde el primer minuto del comienzo de su segunda temporada hasta los épicos últimos segundos del final de la misma (esos golpes en la mesa), House of Cards demostró que puede estar en el club de las mejores de la historia. El poder ante la pantalla de Kevin Spacey y la ruptura de la cuarta pared para meternos más en la historia son los dos rasgos que más la potencian. Que no entre en mi top 10 es mala suerte. Hay otras que este año se han acabado para siempre, y el componente sentimental tira mucho. Pero que nadie deje de ver esta maravilla, por favor. Aunque los que denuestan la política la utilicen para cargarse de argumentos.

 

Mañana, la lista de las que considero las 10 mejores series del año.

Y los favoritos para los Emmy de este blog son…

Esta noche son los Emmy. A las 2.00 hora española comienza la gala de los premios televisivos por excelencia. En este blog haré un directo desde las 23.30 de todo lo que acontezca en la ceremonia y en lo que rodea a la misma, tal como la alfombra roja, las reacciones de los premiados o los perdedores, y las sorpresas o desilusiones. Si queréis que la comentemos juntos, tenéis los comentarios para expresaros y podemos interactuar a través de Twitter. Sobre las nominaciones ya os dije qué pensaba.True3

Antes de la vorágine nocturna que supondrán los Emmy, es tiempo de porras. La mayoría de compañeros que escriben de series, como Aloña Fernández Larrechi, Jaime Domínguez o los autores de Quinta Temporadaya han hecho sus apuestas. Vosotros también podéis votar por vuestras preferencias en estas encuestas que han preparado en 20minutos.

Mis candidatos predilectos a llevarse el premio responden más a lo que me dice el corazón que a lo que apunta la lógica, pero aún así he elegido a los que creo que tienen más posibilidades. Más razones no hay, dado que esta es una quiniela personal, subjetiva y con la que se puede estar de acuerdo o no.  Por tanto, mis favoritos para estos Emmy son:

Drama

Mejor serie: True Detective

Mejor actor: Matthew McConaughey (True Detective)

Mejor actriz: Lizzy Caplan (Masters of Sex)

Mejor actor de reparto: Jon Voight (Ray Donovan)

Mejor actriz de reparto: Christina Hendricks (Mad Men)

Mejor guión: Ozymandias, de Breaking Bad

Mejor dirección: Cary Joji Fukunaga, de True Detective, por Who goes there

Comedia

Mejor serie: Orange is the New Black

Mejor actor: Louis CK (Louie)

Mejor actriz: Julia Louis-Dreyfus (Veep)

Mejor actor de reparto: Andre Baugher (Brooklyn 99)

Mejor actriz de reparto: Kate Mulgrew (Orange is the New Black)

Mejor guión: I Wasn’t Ready, de Orange is the New Black

Mejor dirección: Jodie Foster, de Orange is the New Black, por Lesbian Request Denied

Miniseries y películas para televisión

Mejor serie: Fargo

Mejor película: The Normal Heart

Mejor actor: Benedict Cumberbatch (Sherlock)

Mejor actriz: Kristen Wiig (The Spoils of Babylon)

Mejor actor de reparto: Jim Parsons (The Normal Heart)

Mejor actriz de reparto: Julia Roberts (The Normal Heart)

Las (injustas) nominaciones de los Emmy, categoría a categoría

Ya conocemos quiénes están entre los candidatos a llevarse un Emmy el próximo 25 de agosto. Las sorpresas han brillado por su ausencia, dado que las novedades eran las esperadas, con Orange is the New BlackTrue Detective liderando a las debutantes. Pero estos Emmy pueden llegar a calificarse como los de la injusticia en las nominaciones. Grandes series, actores y actrices se han quedado fuera de forma incomprensible, en favor de otros mucho más limitados y que no han tenido grandes temporadas o actuaciones si les comparamos. ¿Cuáles? ¿Por qué? Veámoslo categoría por categoría (las nominaciones en una lista, aquí).

Masters1Mejor drama

Es la categoría donde se notan las mayores ausencias. Ni Masters of Sex (quizá uno de los mejores estrenos del último año) ni The Good Wife han logrado entrar en la carrera por el galardón de más prestigio. Y considerando que la que sí ha entrado es Downton Abbey, justo el año de su temporada más floja, es para mosquearse. Todas las quinielas apuntan a que la serie de HBO protagonizada por Woody Harrelson y Matthew McCounaghey se llevará el gran premio, dado que el resto ya han sido premiadas previamente (Mad Men Breaking Bad) o no son típicas ‘gana-premios’, como le ocurre a Juego de Tronos. La presencia de House of Cards era obvia. Y eso que entre la crítica española no gusta mucho, algo que no acabo de entender. En EEUU por suerte sí. Por supuesto, ni Hannibal ni The Americans han entrado, como se esperaba. Tampoco Sons of Anarchy. Ni lo harán nunca, a nuestro pesar. Al menos se han cargado a Homeland.

Mejor comediaBrook2

Si todo va según lo previsto, Orange is the New Black debutará en los Emmy ganando el premio más gordo al que está nominada. Aunque realmente no sea el lugar que le corresponde, dado que no es una comedia. Por su estilo, sus guiones, es un drama que se aproxima al humor negro. Pero sus responsables han sido muy listos, y para evitar a las bestias con las que se encontraría en la categoría reina han optado por este recurso. Esto significa que el resto se puede despedir de ganar el premio, más aún si sus entregas de esta temporada no han sido especialmente brillantes (salvo que a los que votan les dé por su pedrada habitual con Veep). La única novedad es Silicon Valley, uno de los mejores estrenos de este mismo año, que merecía colarse. Lo más llamativo es la ausencia de Brooklyn 99Otra injusticia más.

Mejor miniserie

Si no ganan Fargo Luther esta categoría dará un premio incomprensible. Así de claro. El detalle de incluir a Treme, al fin, es algo digno de encomio.

T5Mejor actor de drama

Esta categoría se resume en la ausencia de Michael Sheen (Masters of Sex) y en la presencia de Jeff Daniels (The Newsroom). La injusticia de que no esté el primero y sí el segundo es vergonzosa. Esto podría haber beneficiado a Jon Hamm (Mad Men), que lleva seis años esperando a ganar. Pero en el año de True Detective, con Harrelson (actor con toda su carrera en Hollywood) y McCounaghey (último ganador del Oscar a mejor actor) nominados, dudo mucho que sea otro distinto a estos dos el que se lleve el galardón. Creo que ni siquiera Bryan Cranston puede con ellos. Veremos.

Mejor actriz de drama

Tal y como se preveía, aunque muchos rezábamos para que no fuese así, Tatiana Maslany (Orphan Black) no está entre las nominadas. Ni haciendo seis personajes distintos en una misma serie, todos con su personalidad y con una solvencia espectacular, le dan la oportunidad a la chica. Al menos entra Lizzy Caplan, que está maravillosa en su papel de Virginia Johnson en Masters of Sex. La única que sobra es Michelle Dockery (Downton Abbey), que no creo que esté al nivel del resto. Su lugar debería haber sido para Elisabeth Moss (Mad Men).

Mejor actor de comediatbbt

Lo más chocante en ésta es que falta el ganador del Globo de Oro hace unos meses en el mismo campo: Andy Samberg (Brooklyn 99). Si merecía ganar no lo sé, pero lo que tengo claro es que al menos en las nominaciones debería haber estado. Centrándonos en los que pueden llevárselo, Louis CK (Louie), Michael H. Macy (Shameless) y Ricky Gervais (Derek) son los grandes favoritos por méritos propios. El resto dudo mucho que tengan alguna posibilidad.

Mejor actriz de comedia

Esta categoría vuelve a ser de las más competidas. La lucha, según la lógica, debería estar entre dos: Lena Dunman (Girls) y Amy Poehler (Parks & Recreation). Pero como le ocurre a Jon Hamm, tienen la mala suerte de coincidir con dos de las que enamoran al jurado, como son Julia Louis-Dreyfus (Veep) y Edie Falco (Nurse Jackie). Vale que ha entrado Taylor Schilling por OITNB, pero su Piper no está ni por asomo a la altura de estas bestias.

Mejores secundarios en drama

Ray2Los secundarios masculinos van a librar una batalla muy interesante. Lo malo es que hay una gran ausencia: Dean Norris (Breaking Bad) merecía estar muchísimo más que Aaron Paul. Puede que esto sea impopular, pero no hay más que ver los últimos episodios para darse cuenta. Sí está Jim Carter (Downton Abbey), al que parece que quieren homenajear con el premio de ver su cara en la pantalla antes de que le den el premio a otro. Éste podría ser Jon Voight, que está tremendo en Ray Donovan. Aunque no descarto a Peter Dinklage, que se ha marcado una temporada colosal en Juego de Tronos (menos para los que lo hayan visto doblado).

En cuanto a ellas, a lo mejor es el año de Christina Hendricks. Anna Gunn ya tiene su Emmy, y Maggie Smith no ha estado tan brillante como en años anteriores. Aunque dada la obsesión de EEUU con Downton Abbey no hay que perderla de vista.

Mejores secundarios en comedia

Kate Mulgrew se merece el Emmy a mejor actriz de reparto de comedia por su papel de Red en Orange is the New Black. Y punto. Vale que le toca verse las caras con Allison Janney (nominada en otra categoría que comentaré después), pero ninguna de las otras nominadas ha estado mejor que ella. La única que conozco menos es Kate McKinnon, presente por su trabajo en Saturday Night Live. Tiene que ser muy buena para poder ganar a Mulgrew.6

Entre los hombres, me he reconciliado un poco con estos Emmy gracias a que Andre Baugher (Brooklyn 99) aspira a éste. Adam Driver, con eso de que está rodando la nueva película de Star Wars, ha ganado algo de nombre en los últimos meses. Pero el resto se ha mantenido más o menos igual. Quizá el premio sea para Tony Hale, ganador en 2013 por Veep.

Invitados en drama
Reg E. Cathey hizo un gran papel en House of Cards, y podría llevárselo en la categoría masculina. Para su desgracia, tiene a Robert Morse (Mad Men) enfrente, justo cuando ha realizado su mayor aportación a la serie de los publicistas (aunque esté en la batalla por la temporada el año pasado, y no por la de este, pero todo influye). Hay que destacar que estén Paul Giamatti (Downton Abbey) y Beau Bridges (Masters of Sex).

bob_newhart_big_bang_theory_a_hEn lo que se refiere a ellas, ésta si puede ser la categoría de Allison Janney para volver a ganar un Emmy. Jane Fonda está bien en The Newsroom, pero no creo que tanto como Janney como para quitarle el premio. Y mucho ojo a Margo Martindale.

Invitados en comedia

Si se premia al que más ha hecho reír con su presencia testimonial, el Emmy debería ser para el veterano Bob Newhart. Las carcajadas que ha provocado con su talento en The Big Bang Theory son inolvidables. Pero hay muchas ganas de premiar a Jimmy Fallon por lo que sea, y eso puede jugar en contra.

Los 13 momentos de la segunda temporada de House of Cards

 SPOILERS

Los que la hemos visto lo sabemos; los que aún no lo hayáis hecho o estéis en ello, lo sabréis: House of Cards es la hostia. Es absurdo abundar en esta idea y explicar por qué es tan buena. Viéndola se despejan todas las dudas sobre si hay que rendirse ante ella o no. Todos y cada uno de los aspectos de la serie de Netflix son positivos. La concatenación de aciertos es extraordinaria, abarcando desde las tramas al reparto.ustv-house-of-cards-season-2-production-still-6

Ya no es Kevin Spacey, que cuando rompe la cuarta pared nos suelta una soflama para enmarcar. Tampoco es su banda sonora, que parece sacada de los videojuegos de Resident Evil y que nos sumerge en una historia más intrigante e igual de política; ni que se haya convertido en una serie coral, al no girar todo en torno a Frank y su particular partida de ajedrez con el resto de personajes. Todo está bien en House of Cards. Es acojonante. Y por eso algunos hasta han visto los 13 episodios de golpe.

Como no tengo mucho más que decir sobre su calidad, he optado por seleccionar los 13 momentos de su segunda temporada. Es decir, una escena o varios aspectos entrelazados destacados de cada uno de sus 13 episodios. Y podrían ser el doble, dado el altísimo nivel que ha mostrado la ficción política del momento liderada por Kevin Spacey. Son los siguientes:

1. La muerte de ZoeCargarse a un personaje protagonista, que además es una periodista (Kate Mara), y que dicho asesinato lo cometa el que es el centro de la trama no se lo esperaba. A mí me entraron escalofríos, y hasta grité cuando vi lo que pasó. Eso es de final de temporada, no de primer episodio. Una escena inolvidable, valiente e impactante que solo cabe en las grandes series.

vd_houseofcards-408x264 2. La ira de Frank. Cuando Claire (Robin Wright) le cuenta a Underwood que está a punto de condecorar a su violador, éste desata su ira. Y de qué manera. No es la cara habitual que nos suele mostrar. Pero lo mejor es cuando le pone la medalla al militar. Esa mirada gélida que helaría a cualquiera.

3. Senadores esposados, ¡a votar! ¿Os imagináis que en el Congreso español hubiese que traer acarreados y esposados a los diputados que faltan en una votación importante? Harían falta cuatro comisarias, porque aquí ya sabemos que al hemiciclo algunos días van muy pocos, y encima se dedican a otras cosas que a estar pendientes de los debates. En cualquier caso, cuando el flamante vicepresidente de EEUU insta a que los republicanos regresen al Senado para votar su último plan se producen una retahíla de escenas divertidas y muy entretenidas.

4. El anuncio del aborto. Una entrevista en una televisión importante en prime time es algo a lo que aquí no estamos acostumbrados. Básicamente porque los programas de ese tipo no funcionan, algo incomprensible dada la cantidad de personas interesantes que hay en este país. En EEUU es más habitual, y House of Cards ha jugado con ello con la entrevista que le hacen a Claire. Y más titulares no se pueden dar (ante la cámara y en privado): un aborto reconocido, tres reales, y acusaciones de violación al militar que abusó de ella. El sueño de todo periodista sería tener un entrevistado como la esposa del vicepresidente.

House-Of-Cards-Season-Two-17 5. Doug vs Feng. El jefe de gabinete de Frank (interpretado por Michael Kelly) es el personaje que más me gusta. Y sé que no soy el único al que le pasa. Su personalidad es arrolladora, y hasta es capaz de rechazar con un golpe un vaso que le ofrece el chino super poderoso de esta segunda temporada. Su tensa charla con Feng fue de lo mejorcito en este quinto capítulo.

6. Frank vs Tusk. La reunión en Freddy’s entre el magnate y el vicepresidente casi al final de episodio es un ejemplo de esas grandes charlas que ofrece la serie y que pasarán a la historia de la ficción por lo buenas que son. Las pullas y los intercambios de miradas entre los contendientes son insuperables. Y si se trata de una lucha dialéctica entre estos dos animales el resultado es incluso mejor.

7. Una de las primeras derrotas del vicepresidente. Cuando el indio dueño del casino rechaza su oferta vemos algo casi imposible: un Frank vencido. Alguien le ha dicho que no, y no puede soportarlo. Eso le desespera, lo que provoca que se vuelva descuidado e impulsivo por un momento. Hasta débil es temible.

house-of-cards-season-2-episode 8. Las fotos de Claire. Cuando en la anterior temporada la señora Underwood se marchó para volver a tener un affaire con un amigo fotógrafo, todos creíamos que eso se cerraba ahí. Que no daba lugar a que éste volviera a las tramas. Bueno, ya hemos visto que las luchas de poder rescatan del baúl cualquier caso. Lo mejor es la cara de Frank al ver estas fotografías de Claire en la intimidad.

9. El fin de Freddy’s. La crónica del ascenso y caída en unas pocas horas del restaurante de costillas más famoso de Washington es espectacular. Una vez más, una charla entre dos personas, en este caso Frank y Freddy, resulta maravillosa. Cada frase que sueltan puede servir de aforismo.

10. «Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos». En este episodio hay varios momentos que merecerían ser destacados, dado que es cuando realmente se comienza a preparar la traición de Frank al presidente con la idea de que él acabe ocupando el despacho oval. Pero la lectura de Rachel (Rachel Brosnahan) a Doug de Historia de dos ciudades, de Dickens, es una de esas secuencias que se quedan grabadas. El simbolismo de la obra maestra del autor británico, en un contexto como el de House of Cards, encaja a la perfección con el resto de tramas.

house-of-cards-season-2-michael-kelly11. De los nervios al threesomeFrank está muy nervioso en este capítulo. Puede que las cosas no le salgan bien, y que el escándalo de las donaciones al partido demócrata le acabe salpicando. Tanto que hasta se busca en el dedo su antiguo anillo, ese que ya no tiene. Así que nada, qué mejor que montártelo con tu esposa y tu guardaespaldas tras un día de tensión que casi te ha hecho perder los papeles. Nada como un buen polvo para relajarse.

12. Camino a la traición. Todo empieza a ser transparente, y Frank lo admite: quiere cargarse al presidente para ponerse él. Se lo deja claro a Jackie Sharp (Molly Parker), y le insta a que se mueva para lograrlo. La gestión que hace de su perfidia y los medios que emplea para su ascenso al máximo podríamos considerarlos hasta elegantes. Como la serie.

13. Los golpes en la mesa. «Ya estoy aquí. Esto es mío. Por eso puedo golpear con mi anillo la mesa del despacho del presidente de los Estados Unidos». Y con ésto, hasta el año que viene. ¿Qué hará ahora Frank tras conseguir lo que quería?

Las diez series revelación de 2013

Tras dar cuenta de mamá, es el turno de papá. Como dije en la anterior lista, el año no ha sido tan malo si se hace balance. Al menos una veintena de series, y puede que más, han llegado este 2013 a nuestros portátiles (o televisión, si sois puristas) para quedarse. La savia nueva ha variado en el género, y un número importante de la cosecha anual ha aportado argumentos novedosos bajo ambientes inéditos. Como siempre, esta clasificación es completamente personal. Recojo únicamente lo que he visto y me parece mejor, tras dudar en la criba. Estas son las diez series revelación de 2013.

10. Ray Donovan Ray

El nuevo ‘chico malo’ de Showtime en sustitución del ‘cancelado’ Dexter Morgan nos alegró el verano. Y eso que sus historias son un completo drama por los casos que cuenta. Su tratamiento de los abusos de menores por parte de miembros de la iglesia es descomunal, y solo con este aspecto ya se merece ser seguida por todo el mundo. La honestidad atrae. Por el resto, la idea de una agencia de especialistas en solucionar problemas a los ricos es bastante original. Esto genera situaciones divertídisimas o indignantes, según sea el caso con el que les toque lidiar a Ray (Liev Schreiber) y sus chicos. La omnímoda presencia de Jon Voight como el padre de los hermanos Donovan es otro acicate para verla.

9. BansheeBan2

La otra ficción bestia de este año ha sido una de las criaturas indirectas de Alan Ball, el creador de Six Feet Under y True Blood. Es cruda, se anda sin ambages en las escenas que necesitan ser explícitas, y las historias están muy logradas. Lo mejor de todo es que tanto la violencia como el sexo que dispone cada dos por tres están completamente justificados. El sheriff impostor Lucas Hood (Antony Starr) que huye de su pasado para no acabar en una caja de pino por culpa del gánster que era su jefe ha emergido como uno de los grandes personajes de este 2013. Otro que le va a la zaga es Kai Proctor (Ulrich Thomsen), que es el típico tipo al que si ves por la calle dices «este tiene que ser malo». Para los que la hayáis visto, lo que destacaría de Banshee es la pelea entre Hood y el boxeador. Y los que no, os aseguro que es el combate más espectacular que he visto en mi vida. A principios de 2014 la volveremos a tener disponible.

8. The Fall3619467-high_res-the-fall.jpg

Nos hacía falta una de asesinos en serie para no perder la esperanza sobre el género en el mundo anglosajón, dada la bendita tiranía de ficciones nórdicas que han arrasado en estos años como Forbrydelsen Bron Broen (las cuales tengo pendientes). Que la agente protagonista sea la maravillosa Gillian Anderson es un reclamo para cualquiera. Si, encima, está encargada de perseguir al psicópata interpretado por Jamie Dornan, que pronto será más conocido por ser el Christian Grey cinematográfico, tenemos delante un cóctel que no puede ser más apetecible. La caza de Stella Gibson a Paul Spector ha sido una de las apuestas de mayor calidad de la BBC en este año. Todo bajo el manto de la siempre peligrosa Belfast, una ciudad que durante décadas ha lidiado con los avatares que causaba el terrorismo del IRA en sus calles. Y eso está muy presente en The Fall.

7. Orphan Black Maslany2

¿Es Tatiana Maslany la mejor actriz de 2013? Puede que sí. Ella sola interpreta a casi una decena de personajes en la misma ficción. Consecuencias de protagonizar algo que va sobre clones, con sus correspondientes experimentos científicos ilegales y estrambóticos, y que además se atreve con conspiraciones y hasta con el drama personal de una madre soltera. A los que veíamos Fringe el cuerpo nos pedía algo como Orphan BlackSarah y sus clones nos han encalidado a todos. Que estén en boga solo es responsabilidad de sus diez capítulos, electrizantes a la par que adictivos. Y hasta se atreve con ligeras píldoras de humor. Si le dais una oportunidad os la quedaréis.

6. Masters of Sexmas2

La gran estrella en cuanto a estrenos no ha decepcionado. El fracaso estaba descartado solo con la presencia del maestro Michael Sheen como William Masters. A éste se ha sumado una impresionante Lizzy Caplan (la Virginia Johnson ficticia), que no se ha arrugado y se ha reivindicado como una de las grandes actrices de la actualidad. La cruzada sexual de ambos para sacar al mundo de su caverna particular en cuanto a las relaciones íntimas queda perfectamente recogida en estos primeros doce episodios emitidos por Showtime. Además, el retrato inteligente de la hipocresía de los años 60 y del desconocimiento que se tenía entonces en cuanto al sexo es atinado y elegante. Lo peor es que en algunos momentos te da un baño de realidad, ya que te demuestra situaciones que deberían haberse quedado en aquellos años de atraso siguen vigentes hoy en día. Que una serie ambientada en una época de la que han pasado 50 años nos parezca transgresora debería preocuparnos. Con la reforma del aborto anunciada el otro día tenemos el último ejemplo. Nos quedan años de Masters of Sex. O eso espero.

5. Dates 

A partir de aquí los puestos están ocupados por los que aparecían en la lista de las mejores del año. No sería muy lógico que alguna de ellas se quedase fuera de la recopilación de los estrenos más destacados, y menos aún en puestos distintos entre un ránkings y otro. No voy a repetir lo que dije en el anterior, así que insto a ver Dates por razones muy sencillas: son nueve capítulos que duran algo más de 20 minutos que relatan citas entre desconocidos que quedan por Internet y cuyas vidas son un auténtico caos. Ligera, interesante y entretenida a partes iguales.

4. House of Cards

Ficción política del año en el marco de la Casa Blanca. Kevin Spacey es un genio que te embauca con solo una mirada. Robin Wright y Kate Mara le van a la zaga. El día de San Valentín de 2014 regresa.

3. HannibalDancy

El caníbal por excelencia tiene una serie imprescindible gracias a Bryan Fuller y Mads Mikkelsen. Su relación con Will Graham (Hugh Dancy) y los casos tan salvajes que ofrece la convierten en un must. No es gore, y es precisamente lo que se echa en falta: si se emitiese en una cadena de cable estadounidense, veríamos algo mucho mejor ya que se podrían atrever a más.

2. Utopia

Los cinco frikis que se ven envueltos en una conspiración mundial contra los habitantes del planeta Tierra por culpa de un cómic han aportado la idea más original y llamativa de 2013. Sus colorines y la brutalidad de las escenas (asesinatos, torturas, etc.) hacen que Utopia luzca más.

1. Orange is the New Black Orange2

Sigo sin palabras con respecto a su final de temporada. La serie más fresca del año por aunar temáticas tan dispares como el drama carcelario, la homosexualidad en prisión, o el vuelco a una vida en un solo segundo por un determinado acto. Esto último es la aportación más interesante de la serie de Netflix: un error, consciente o no, podemos cometerlo todos. Solo necesitamos una mala decisión para tener posibilidad de acabar en la reclusión. Una lectura valiosa a la que hay que considerar un obsequio, dado que nos sirve en nuestro día a día. Su humor negro, con la adaptación de una niña bien a la vida entre presas y las relaciones entre éstas, facilita que a Orange is the New Black se la pueda definir como necesaria. Y es que en los tiempos que corren necesitamos algo así para desconectar de nuestra realidad y sumirnos en otra.

Las diez mejores series de 2013

Nos hemos pasado el año rajando de lo malo que había sido este 2013 para la ficción. Luego te pones a hacer memoria y a repasar lo que hemos visto en estos 12 meses… Y resulta que el año no ha sido tan malo. Han sido pocas las que han destacado y han venido para quedarse, pero todas de gran calidad. Lo mismo se puede decir de las que ya estaban, que con la excepción de Homeland han mejorado en sus nuevas temporadas. Que quede claro que esta lista refleja mi experiencia propia: solo está lo que he visto. Responde a mis gustos. El número implica que se queden fuera muchas otras que se lo merecerían. Y por supuesto, se puede disentir. También en los puestos: aquí podéis votar las que os parezcan mejores según vuestras preferencias. Vamos allá.

10. Juego de TronosGame

Tengo que reconocer que he dudado mucho entre ésta y Mad Men, que ha tenido una temporada colosal. The Rains of Castamere ha inclinado la balanza en favor de la criatura de George R.R. Martin. Aun estando sobre aviso de lo que iba a pasar por haber leído el libro, no pude evitar el impacto de ese noveno capítulo de temporada. Era inevitable flipar por lo que veía. El resto de episodios han estado a la altura de la gran serie que es. La seguirán ignorando en todos los premios seriéfilos, seguro. Pero puede que sea la que más seguidores tenga en todo el mundo en la actualidad, y eso no se paga con premios. Para los que no hayáis hojeado Tormenta de Espadas, el libro de Canción de Hielo y Fuego en el que están basadas la tercera y cuarta temporada, un aviso: la entrega de 2014 va a ser todavía mejor.

9. Dates Dates

Ha sido la auténtica novedad del año. Jamás habíamos visto algo parecido. Y por eso es de las 10 mejores del año. Bryan Elsley se ha lucido con esta idea de desconocidos que quedan tras conocerse por Internet y que tienen una cita rocambolesca. Las historias de los personajes están muy logradas, y en todas ellas confluyen el drama mundano nada alejado de la realidad. Que nos parezca tan real es culpa de su reparto, encabezado por una Oona Chaplin espectacular y que aquí demuestra que puede hacer lo que le dé la gana (además de confirmar que el futuro es suyo). Nueve episodios de algo más de 20 minutos que hay que ver sí o sí.

8. House of CardsHouse

Echábamos en falta una serie política que se sumergiese en las entrañas de la alta política estadounidense (Scandal no vale, esa es una broma). El argumento de la serie de Netflix es insuperable, con tramas intrigantes a la vez que adictivas. Por no hablar de que la calidad está hasta en el iluminador. El aroma de Hollywood está impregnado en sus 13 episodios, bien sea por David Fincher o por el papel protagonista de Kevin Spacey. Este último, con el regalo que le hacen los guionistas de romper la ‘cuarta pared‘, es el narrador perfecto para una ficción que en apariencia es complicada. Obviamente, no resulta así para nada. Aunque a veces no se pillen algunas conversaciones. Ésto nos ha permitido aprender más de la vida de los congresistas de EEUU y de cómo se llevan a cabo proyectos legislativos. En febrero más.

7. HannibalHannibal

Mi predilección por el doctor Lecter ha pesado, claro está. Por algo es el personaje de ficción al que le debo mi rechazo a las películas de miedo y mi aversión completa al gore de cualquier tipo. Pero Bryan Fuller ha planteado la historia del psiquiatra caníbal desde la majestuosidad y la distinción, una óptica que a la vez corresponde a los rasgos de su protagonista. Hannibal es lóbrega, agobiante y sobrecogedora. Incluso acojona en algún momento. Por eso es tan buena. También es cierto que se queda corta, ya que se emite en un canal en abierto. Si la cogiese una cadena de cable veríamos otra serie, mucho más explícita, y con un Mads Mikkelsen más aterrador. Ahora mismo está perfecta. Pero si se atreviese a más sería incluso mejor. Aspectos a pulir también tiene: Will Graham (Hugh Dancy) es insoportable, por ejemplo.

6. The Big Bang Theorytbbt

Es de las pocas que me hace reír en la actualidad. Estoy convencido de que muchas otras lo harán cuando las vea, pero es que es mi favorita del género. Que esté aquí responde al buen año efectivo que ha tenido: su sexta temporada fue genial, y los 11 capítulos que lleva la séptima son un no parar de carcajadas en la mayoría de minutos. Sheldon Cooper (Jim Parsons) nos alegra los días a todos con sus ocurrencias. Y ya no es el único: el resto de personajes no para de crecer en potencia. Todos son desternillantes, desde Penny (Kaley Cuoco) y su ignorancia, pasando por Howard (Simon Helberg) y su desastroso papel como marido, a Raj (Kunal Nayyar) y su soledad afeminada. Los rumores apuntan a que TBBT podría renovar tres años, alcanzando 10 temporadas. Yo digo sí.

5. UtopiaUtopia

Es la hostia. Tiene todos los ingredientes para enganchar desde el principio: violencia, acción y una trama inédita. Pero lo que realmente atrapa son sus misterios. En sus seis capítulos nunca se podía anticipar qué iba a ocurrir o cómo iban a salir los personajes del atolladero. La incógnita sobre la identidad de Mr. Rabbit, destapada en los últimos minutos, permite a Utopia entrar en ese club selecto de series con giros inesperados y tramas ocultas que ni nos esperamos. Su valentía a la hora de ofrecer una matanza en un colegio o escenas explícitas forman parte del cuadro de aciertos. Y su estética. Hay que ser fan por narices de los colores de los escenarios. Hasta la sangre es bonita.

4. Orange is the New BlackOrange

Quizá sea la obligatoria de 2013. Ha sido de la que más se ha hablado, y con razón. Jenji Kohan ha triunfado con su cárcel de mujeres inspirada en la historia de Piper Kerman. Y no es para menos: el reparto es genial, las tramas muy interesantes, y su trasfondo de denuncia social es un aspecto poco común en la ficción estadounidense. Tampoco es que andásemos muy sobrados de humor negro en las series que ya conocíamos. Ese vacío lo ha ocupado Orange is the New Black, y puede que sea suyo por muchos años. Aunque puede que no estén todas las que lo han hecho posible: ya veremos si Laura Prepon (Alex) se anima a seguir formando parte de esta tragicomedia. Sigo pensando en el final, sí. Los que la hayáis visto lo entenderéis.

3. Boardwalk Empireb4

No comprendo por qué, entre mis círculos, son mayoría los que no la ven. No me cabe en la cabeza. Y menos aún después de esta última temporada. Es una de las tres (las otras dos las primeras) que me destrozó en algún momento, gracias a su facilidad para empaparte de su trama y sentir como sus personajes. Su retrato de la génesis de ‘clase’ mafiosa que atemorizó y se apropió de Estados Unidos durante décadas no puede ser más fidedigno. Basta con leer algún libro para cerciorarse de que en el 90% del tiempo que duran sus episodios ofrece tramas completamente reales. Os podéis fijar en la tragedia que le toca vivir a Al Capone, por ejemplo. Boardwalk Empire no es Los Soprano, pero ocupa su lugar de forma más que digna. Su reparto es estupendo, y tiene la habilidad de sorprender con cada temporada.

2. Sons of AnarchySons

Sería la mejor de no ser por el acontecimiento seriéfilo del año. En cualquier caso, el próximo año será el suyo sin duda. Los moteros de Samcro que salieron de la imaginación de Kurt Sutter se despedirán el próximo año tras siete temporadas. Y como aperitivo a su adiós, nos han dejado 13 episodios indescriptibles en este 2013. Lo mejor, o lo peor, ha estado en su final, uno de los más impactantes del año por sus muertes, las consecuencias que conllevan para el resto de personajes, y por dejarte con ganas de que llegue otro capítulo. Su acción es distinta, y Sutter es un auténtico genio para facilitar la confluencia de más de 20 tramas distintas en una sola temporada. Porque nadie se pierde con todas las cosas que pasan en Sons of Anarchy, más bien al contrario. Algo que ya pasaba en The Shield, que destacaba por su ritmo endiablado. Virtud que ahora han heredado Jax Teller (Charlie Hunnam) y sus muchachos.

1. Breaking Bad Breaking

Sería un insulto no considerarla la mejor del año. Ya no como muestra de pleitesía por su despedida, sino porque solo se la puede definir de una manera: grandiosa. La serie que reinventó el drama de acción, gracias a sus planteamientos discrepantes con lo establecido, se fue en septiembre dejándonos a todos huérfanos. Se iba una de las mejores ficciones de la historia, y una de las que estará seguro en la lista de las que marcaron esta década. Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul) son dos personajes irrepetibles que se han sumado a esa lista de grandes parejas en cualquier disciplina, como la de Karl Malone y John Stockton en el baloncesto. Sus mejores momentos no solo han estado al final, pero los últimos ocho episodios sí han acaparado la mayoría. A mí, personalmente, la ejecución de un personaje (porque no tiene otro nombre) para obligar a uno de los protagonistas a seguir haciendo metanfetamina me impactó especialmente. No se me va a olvidar en la vida. Su legado es inconmensurable. Y si una serie te ha marcado de esa manera es porque tiene más poder del que imaginas. Gracias por existir.

Recuerdos (imprescindibles) de 2013: House of Cards y Kevin Spacey

Con el fin de The West Wing (El ala oeste) nos quedamos casi huérfanos de series políticas. De tener todo pasamos a un vacío inesperado. Y es que quién nos iba a decir que ibamos a echar en falta una serie sobre la aburrida vida de los gestores públicos que legislan para hacer la vida de los suyos mejor mientras a nosotros nos putean. Pero es que lo que hizo Aaron Sorkin provocaba de todo menos tedio. En 2008 llegó The Good Wife, la cuál no he visto aún. Sí, ya sé que es un pecado, pero habrá tiempo. De ésta solo sé que tiene a todo el mundo encandilado. Y por algo será. En Europa también podemos presumir de una, Borgen, otra de esas maravillas que llegan desde Dinamarca. House3

Pero en 2013 llegó la que muchos estábamos esperando. Todo era novedoso: un canal de televisión en streaming, actores y directores de Hollywood, y un argumento enigmático y que no te permitía predecir por dónde iba a tirar la historia. Así llegamos a House of Cards, una de las mejores series de este año (ya veremos si la mejor en unas semanas), y que merece ser rescatada. Más aún después de conocer que su segunda temporada se estrenará el 14 de febrero de 2014. Y esperemos que no sea la última.

House4Si no habéis visto el drama político de 2013 que ha emitido Netflix simplemente estáis tardando. La serie gira en torno a Frank Underwood (Kevin Spacey), un congresista que es el jefe de los demócratas en la cámara de representantes estadounidense, y que se vale de todo tipo de ardides y efugios para lograr sus objetivos. Estos pueden ser por el bien del partido, del país o del presidente de EEUU. Pero todos comparten una finalidad común: aquello que logre desde su papel de líder tiene que acabar beneficiándole sea como sea. Porque lo único que ansía es poder. Mucho más.

Para ello no dudará en emplear a los periodistas, que gustosos publicarán (casi) todas las filtraciones que provengan del poderoso Underwood. Así embauca a Zoe Barnes (Kate Mara), una joven reportera que está cansada de ser el último mono de su periódico y que acabará siendo la que saque a la luz todos los escándalos o cambios de estrategia que le cuente el político. También está con él su inseparable Doug (Michael Kelly), su jefe de personal y el encargado de hacer el trabajo sucio. Su otro apoyo en su asalto a escalafones más altos es su esposa Claire (Robin Wright), que dirige una organización sin aparente ánimo de lucro pero que a la vez presiona en un sentido u otro para facilitar las cosas a su marido.

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No le falta nada. Hay traición, cuernos, agresiones provocadas, sobornos, acoso e incluso homicidios. Y los secundarios son espectaculares, como Peter Russo (Corey Stoll). Ser tan buena no le valió de nada en los Emmy, donde no se llevó nada con la excepción del premio a mejor dirección para David Fincher. Pero ya sabemos que esto de los premios es muy discutible. Porque características positivas le sobran.

Kevin Spacey es el que tiene todo el poder. Y se siente cómodo con ello, porque su interpretación es indescriptible (de bueno). Gracias a su presencia y sus monólogos dirigidos al espectador se refuerzan otros aspectos. Ocurre con el papel de los lobbies, otro de los puntos fuertes de la serie. Las tramas nos muestran el tira y afloja constante entre estos grupos de presión y el poder político en EEUU. Y es tan real que da miedo.

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El mayor éxito de House of Cards es su realismo. Hay que partir de que nunca se puede confundir ficción con realidad; pero ésta es que te mete tanto en sus historias que llegas hasta a indignarte con lo que estás presenciando. Ya sea por una operación que deja sin trabajo a miles de personas a cambio de unos votos, o por leyes favorables a determinadas empresas para así lograr más donaciones para una campaña, te cercioras de que lo que cuenta la serie tiene toda la pinta de ser verdad. Nada queda al azar, y todos los detalles están extremadamente cuidados. Incluso el hijoputismo de los políticos o empresarios está marcado a la perfección.

La serie creada por Beau Willimon cuenta, además de con un reparto excepcional, con auténticos genios detrás de las cámaras. David Fincher, que además es productor junto a Kevin Spacey, dirigió los dos primeros episodios, por poner un ejemplo. Otros directores de renombre como Joel Schumacher o Allen Coulter (éste en las series) también han sido responsables de otros capítulos. Todos ellos han contribuido a hacer una ficción casi perfecta, en la que no sobra ni un minuto y donde, de una manera u otra, te enganchas a la política y a sus tejemanejes y maquiavelismos.

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Cuando regrese en febrero la recuperaremos, ya para hablar de las tramas en sí. Por ahora mejor recomendarla sin más y que los que tengan la mala suerte de no haberla visto aún (o buena, ya que aún la pueden descubrir) puedan disfrutarla sin destrozarles la trama.

House of Cards fue la reina del primer semestre de 2013 (la del segundo es Orange is the New Black). Y si logra mantener el nivel demostrado en su primera temporada, será eterna. Aunque lo que espero de verdad, insisto, es que no acabe en 2014, como ya deslizaron. Sería una gran pérdida para la televisión actual.