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Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

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Razones por las que Refugiados merece una oportunidad (a pesar del doblaje)

El estreno de Refugiados es de esos acontecimientos que llevas meses esperando que se produzcan y que luego no te provocan el impacto que las expectativas te habían generado. La serie de La Sexta llega con un retraso de varios meses después de que Atresmedia no se decidiese a estrenarla. Las razones son desconocidas, pero supongo que habrán esperando a un momento en el que su ficción pueda salir más victoriosa frente a otras opciones de la competencia. Y eso que finalmente han escogido el jueves, uno de los días más complicados al tener enfrente siempre a un reality de Telecinco. 2

Vistos los dos primeros episodios del jueves y esperando con muchas ganas el tercero, me atrevo a decir que Refugiados merece sin duda una oportunidad. Y quizá dentro de unas semanas podamos decir que también se ha ganado triunfar en la televisión española por las razones que enumeraré a continuación.

Todo ello a pesar del doblaje. Porque me parece una catetada gigantesca que una tele española ruede en colaboración con la BBC algo en inglés y luego lo doble. Es el culmen del postureo seriéfilo. Dárselas de internacional para luego hacer lo mismo de siempre. O si no, ¿por qué las cartas y facturas de los personajes están escritas en castellano y ellos luego hablan en inglés? Una oportunidad perdida, como he comentado con algunos colegas por Twitter. Más allá de eso, hay que ver la serie por:

31. El argumento distinto.

Su idea es una virtud y a la vez un defecto. En España nunca se había estrenado algo así: millones de personas del futuro llegan a nuestro tiempo huyendo de algo que desconocemos. La familia protagonista, como es normal, se topa con el más especial de esos refugiados. El que más secretos oculta y que por alguna razón está relacionado con alguno de sus miembros en la época de la que viene.4

Una idea que puede encajar en el abanico de tramas que nos llega todos los años de EEUU. Pero que en nuestro país quizá sea contraproducente. Tengo dudas de que vaya a gustar al gran público precisamente por esa frescura. Sería una pena. Nos han acostumbrado a thrillers mejores o peores y a basura de otras temáticas que esto le queda lejos a mucha gente. Espero que no sea así.

12. El elenco.

Contar con Natalia Tena como protagonista son palabras mayores. Que una actriz de Juego de Tronos Black Mirror se involucre en una ficción mitad española ya permite pensar en cierta calidad de la misma. Ella destaca, como es normal, pero no se quedan atrás el resto de personajes. Las actuaciones son muy buenas y hay personajes que enriquecen la historia y de los que aún sabemos muy poco. No se da el error de centrar todo en la familia principal.

3. La duración.5

Ronda los 50 minutos. Perfecto. No hace falta más. Esto es un logro muy importante. Ojalá sirva de referencia para todos los estrenos del futuro. 

4. Los detalles de guión.

6No hay nada al azar entre lo que vemos y lo que dicen los personajes. La religión es un aspecto importante de la serie, y así nos lo dejan claro desde el principio. Junto a ésta va indefectiblemente el machismo, con detalles como la frase de uno de los vecinos a Natalia Tena: «¿Me meto yo en la cocina cuando hacéis vuestras cosas las mujeres?».  Y es que aunque el personaje femenino protagonista tenga carácter, se deja entrever que el que manda es su marido. El papel de hombres y mujeres en la historia permite que el guión pueda dar más juego. Porque seguramente los refugiados del futuro tengan la mente más abierta. Lo que puede provocar choques con sus anfitriones.

5. La coproducción.

Que el nombre de la BBC esté en tu serie siempre da puntos. Te permite acceder a actores de mayor nivel y a públicos que de otra manera no te harían ni caso. Además, la venta de la ficción a otros países será más fácil. Así que chapó por Atresmedia por haberlo logrado.

Una Caperucita Roja a la que no soportarían ni el lobo ni su abuelita

Recuerdo el cuento de Caperucita Roja con mucho cariño. Me harté de leerlo y de ver dibujos sobre el mismo durante mi infancia. Visto ahora parece una historia pueril y simple, pero cuando se tienen cinco años esta es de las pocas historias que puedes disfrutar al constar de varios aspectos similares a lo que ven los mayores. Esto es: relaciones familiares, un asesino (el lobo) y suspense (cuando Caperucita acude engañada a casa de su abuelita). De hecho, todas las películas de animación que vi hace 20 años tenían más intriga que la Caperucita Roja de Cuéntame un Cuento. 

El nuevo capítulo de la miniserie de Antena 3 no pudo ser más decepcionante. Pero puede que me esté precipitando. A lo mejor la idea de los guionistas era que todos los personajes fuesen insoportables y te diesen ganas de que el lobo se los «comiese» a todos. Pero en esto siempre hay clases, y no hay nadie más repipi y limitada que la protagonista. El lobo nos habría hecho un favor si se hubiese encargado en los primeros minutos de la Caperucita de Laia Costa. Porque estoy convencido de que no la soportaría ni su abuela. Ni aunque le lleve 200 cestas de dulces.

1Está claro que la actriz protagonista es la que más carencias muestra por cargar con el peso de la trama. Pero no es la única con una mala interpretación. El bajísimo nivel de las actuaciones queda en evidencia con solo una escena de cada personaje. Lo triste es que me lo esperaba. Quería salvar a alguien, pero no hay manera. Ni la abuelita, que por experiencia se supone que destacaría más, está a la altura. Tampoco Nicolás Coronado. Ser guapo y ser ‘hijo de’ nunca es suficiente.

Más allá de las interpretaciones, sí me gustó la alegoría del túnel. He pasado varias veces por el (sirve para ir de una facultad de la Universidad Complutense a otra) y os confirmo que da miedo. Por las noches no me he atrevido a cruzarlo, desde luego. Y ya está. No hay nada más que me parezca digno de lo que debe ser una ficción. No, la «sorpresa» final tampoco, porque tiene de sorprendente lo que yo de astrofísico.2

Tras este repaso, ¿es Caperucita Roja mejor o peor que Blancanieves? Me parece muy chunga en aspectos técnicos. Su fotografía es feísima, y quitando el túnel el resto de localizaciones me parecen pobres. La adaptación del cuento infantil tampoco me ofrece muchos alicientes. Al final es la historia de una adolescente que tiene ganas de descubrir cómo son las relaciones con los chicos. La trama del malo que quiere acabar con ella pasa a ser secundaria y no tiene ninguna gracia. Así que diría que empatan en despropósito. No sé decir si me parece más mala Laia Costa o Blanca Suárez.

2El hype de Los Tres Cerditos se evapora. Parece que era la excepción de la miniserie. Es una lástima, pero el resultado de estos dos últimos capítulos no da pie a muchas esperanzas para los próximosHansel y Gretel La bella y la bestia. Aunque todo esto tiene un lado bueno: así valoramos más los cuentos infantiles, inalcanzables para sus adaptaciones modernas.

Los Tres Cerditos de Cuéntame un Cuento: la fábula que no termina de convencer

No tenía ni idea de la existencia de Cuéntame un cuento. Uno de mis jefes me contó una vez que las cadenas guardan sus productos en un cajón hasta encontrar la fecha adecuada para estrenarlos. El momento justo de la temporada y los ingresos publicitarios son los que al final determinan el día señalado. Desconozco qué ha ocurrido en los dos años que esta miniserie que ofrece una versión alternativa de los cuentos infantiles ha estado paralizada. Pero sí sé que podrían haber hecho algo más por mejorarla en todo este tiempo.2

El primer episodio emitido este lunes, Los Tres Cerditos, sabe cómo lograr que prestes atención a su historia. Te engancha por la novedad de ver cómo la reescriben hasta convertirla en una fábula, y te atrapa por el giro que da todo en el momento clave: tres tipos con caretas de cerdo atracan una joyería y acaban disparando a la mujer del que posteriormente se convertirá en el lobo (Víctor Clavijo). Así es como este último empieza su venganza contra los ladrones disfrazados. Aunque sin saber qué va a hacer, ya que el ansia de revancha no le deja aclararse. Y todo acaba con la moraleja de que la violencia genera más violencia.

3Los Tres Cerditos es una hora y 20 minutos de entretenimiento puro y duro, pero que va más allá del «cumple su función». Supongo que por eso he podido verla sin muchos problemas. Lo malo es que tiene algunos fallos intolerables. No es normal que veamos el cojín de una actriz que hace de embarazada. O que el tatuaje de un personaje cambie de sitio de una escena a otra. O que la muerte de alguien sea tan ridícula como la de cierto personaje en The Dark Knight Rises.1

En cuanto a los actores, la mayoría están correctos. Pero hay dos que destacan, uno para bien y otro para mal. El que está inmenso, además de Luis Zahera, es Víctor Clavijo. Considero que es capaz de lo mejor y de lo peor, ya que le he visto tanto hacer muy buenos papeles como interpretar de una manera disparatada. El que no debería volver jamás a una serie o película es Arturo Valls. Llevaba muchísimo tiempo sin ver a un actor más malo en la televisión. De verdad os lo digo. Qué esperpento. Ya solo con su primera frase dan ganas de que no aparezca más.

4Si tuviese que darle una nota a este primer episodio de Cuéntame un Cuento, tendría que conformarse con un cinco. Es correcta, pero tiene que esforzarse en otros aspectos además de la fotografía. Su guión no es ninguna maravilla, y podría escribirlo cualquiera. La intriga brilla por su ausencia cuando podría haberse explotado. Los fallos tontos como el del cojín y los actores que bajan el nivel como Arturo Valls hacen el resto.

Pero, al menos, ha sido capaz de llamar la atención. Y por eso muchos queremos ver el segundo capítulo: el de Blancanieves.

La campaña de Antena 3 contra las descargas: ¿acierto o equivocación?

El grupo audiovisual de Antena 3 está contra las descargas de Internet. Este axioma no sería noticioso de no ser por la nueva campaña publicitaria que ha lanzado Atresmedia en todos sus canales (entre ellos laSexta), con el mensaje de «nada es gratis, siempre hay alguien lo paga» y con el eslogan «Crea Cultura«. El spot no tiene desperdicio.

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Cada uno tendrá su opinión al respecto. La mía es más que evidente: el anuncio me parece tramposo y viejuno. Lo que se extrae del mismo, aunque no tengo la certeza de que sea la intención última, es que los que descargamos contenidos para nuestro uso personal, sin ningún objetivo de lucrarnos, estamos mandando al paro a miles de personas.Sherlock4

La defensa de la propiedad intelectual es un derecho que tiene cualquiera que haya creado algo. El problema es cuando se utilizan los mismos argumentos de hace casi 10 años, y que recuerdan a los de la etapa más oscura de la SGAE. Creo sinceramente que Antena 3 se equivoca, y que erra el tiro de una manera alarmante. El usuario de internet puede actuar de mejor o peor manera, pero culparle si no ha subido esos contenidos que pertenecen a otra persona es para reprochárselo a la cadena de Planeta y a todo su grupo.

Está claro a quiénes se les puede achacar esas acciones: primero al que se apropia de esos contenidos y los sube sin permiso, y segundo al que permite que en sus redes se alojen esas series, películas o canciones (todos sabemos de quiénes estoy hablando). Por ahí apostaría en una campaña para convencer sobre que hay productos a nuestro alcance en internet que cuestan mucho dinero y por lo que nosotros no pagamos.

Tiempo3Aunque eso sí: alternativas para ver todo lo que queremos no existen por ahora. Esto es tan cierto como que Antena 3 tiene una plataforma donde sube todos sus contenidos propios de forma gratuita: Atresplayer. Por eso no entiendo por qué se mete en este berenjenal.

Como no soy un experto en el tema y considero que es un tema muy amplio donde caben todos los matices posibles, he pedido ayuda a colegas y amigos que tienen una opinión mucho más formada y profesional que la mía. ¿Tiene razón Atresmedia? ¿O se ha equivocado?

Ellos son Marilín Gonzalo, jefa de producto de eldiario.es; Antonio Delgado, periodista experto en tecnología; Borja Adsuara, profesor y exdirector de red.es; y Daniel González Aparicio, periodista de 20minutos. En cuanto a la versión de Atresmedia, el grupo me ha remitido a su campaña para resolver mis dudas. Su postura es bastante clara. Os la vuelvo a enlazar.Walking3

Lo primero que les he preguntado es si la primera fase del anuncio de la campaña de Antena 3 es cierta. Es decir, si «cada vez que alguien descarga contenidos sin pagar o sin permiso de sus creadores colabora en la desaparición de muchos puestos de trabajo». Antonio Delgado es categórico al respecto:

No, sobra el o. De hecho, en la propia web de Atresmedia tienes accesos a contenidos sin pagar.

Para Marilín Gonzalo, la cadena miente al apostar por dicha frase:

Es falso y es echar culpas sobre quien no las tiene. La forma de consumir cultura ha cambiado desde que existe internet y la economía digital no hace más que crecer, en países que la promueven, claro. Las empresas buscan nuevas formas de ofrecer a sus usuarios lo que piden, crecen y las que no, culpan a la piratería. Tú no eres responsable de que su modelo de negocio sea obsoleto. Culpar a tus posibles clientes de que no compran tu producto, además de equivocado, es patético.

Downton1Borja Adsuara pone el acento en la importancia del permiso del autor del contenido en este caso:

No es correcto, porque se pueden descargar contenidos sin pagar, pero CON permiso de los creadores o de los titulares de los derechos. Pero, en el caso de que se haga SIN autorización, estoy de acuerdo en que «se colabora» a la desaparición de muchos puestos de trabajo, aunque no es la principal causa.

Por último, Daniel González es de la idea de que las descargas pueden influir, pero no de una forma determinante:

El éxito de Windows se debe en buena parte al software pirateado, Sony se hizo líder de la industria del videojuegos gracias a que PlayStation se podía piratear muy fácilmente… Hay ocasiones en las que las descargas ayudan incluso a la promoción (incluso el CEO de Time Warner llegó a tomarse como un halago que Juego de Tronos fuera la serie más pirateada). Con esto no quiero decir que las descargas sean positivas para la cultura, pero tampoco son el demonio.

Sobre si el eslogan («nada es gratis: siempre hay alguien que lo paga») se corresponde con la realidad, Gonzalo lo niega:

Sí, pero algunas cosas son difíciles de medir y por eso no se tienen en cuenta. ¿Cuánto costaría para un artista hacerse conocer sin internet? ¿Cómo pondrías un precio a una comunidad que comparte tu obra y hace que tu nombre dé la vuelta al mundo? Nada es gratis, pero hay algunos costes que se han reducido drásticamente, y no puedes seguir cobrando lo mismo por lo mismo.

Adsuara apoya la misma tesis:

No es verdad. Puede estar en dominio público, o lo puede regalar el autor (licencias creative commons), o pagar un tercero, con anuncios o patrocinios (como la TV en abierto, Antena3, en la que se emite este spot) y ser gratis para los usuarios.

Dani González apunta un dato interesante sobre la cuestión, en relación con lo que habría hecho el usuario de no descargarlo:

Nadie se ha tomado la molestia de hacer un estudio sobre el impacto de la piratería en la cultura. El 90% de los informes al respecto parten de la premisa errónea de que una persona que se ha descargado una película de Internet, de no haberlo hecho, habría ido al cine a verla o se la habría comprado. Lo más probable es que no hubiese pagado por ello en ninguna otra circunstancia.

Big3Delgado, por su parte, rechaza por completo lo de «nada es gratis»:

Curiosamente yo veo Antena 3 sin pagar. ¿Cuál es el problema de ese modelo? ¿Están en contra de la televisión en abierto?

El término «pirata» no aparece en la campaña de Atresmedia, que se ha cuidado mucho de utilizar un lenguaje respetuoso y nada polémico. Pero su spot trae a la mente inevitablemente a la cabeza la «piratería» y el ‘gentilicio’ que corresponde a la misma. Pero, ¿se puede llamar «pirata» alguien que descarga contenidos de internet? ¿Es ilegal hacerlo? Responde el abogado Borja Adsuara:

La «piratería» es un delito, incluida en el Código Penal y sólo es «pirata» la copia con ánimo de lucro. Lo cual no quiere decir que siempre sea legal descargar. Pero una cosa es el (usuario) que descarga contenidos de internet y otra, el pirata que se lucra de dichas descargas.Como6

Dani González también recuerda la legislación sobre el tema:

Los términos «pirata» y «piratería» sirven para definir a los que descargan contenidos por vías no oficiales. En España, descargar contenidos no es ilegal. Desde que comenzó a gestarse la ley Sinde y hasta la actual regulación de la protección de la propiedad intelectual, los torpes Gobiernos del PSOE y el PP han sido inteligentes en una cosa: no tiene sentido criminalizar a los usuarios. Son las páginas de descargas y streaming (como Series Yonkis) las que tienen que preocuparse por una ley que en realidad no parece que haya empezado a funcionar.

Antonio Delgado incide en quién es el culpable según la ley:

El acto de comunicación pública, la infracción, la comete el que sube el contenido, no el que se lo baja.

Una postura en la que incide Marilín Gonzalo:Conteith2

En España no es ilegal descargar contenidos culturales para disfrute personal y sin fines de lucro. Lo que es ilegal es obtener beneficios de contenidos de los que no tienes derechos de propiedad intelectual.

Las opiniones sobre este apuesta de Atresmedia han vuelto a recordarnos a la que se suele señalar como la culpable de todo: la industria audiovisual. ¿Realmente sufre tanto con las descargas? ¿O sigue siendo culpa suya? Dani González cree lo siguiente:

Quizá sí, las descargas pueden llegar a ser un problema si se convierten en la única forma de acceso a la cultura por parte de los usuarios. Por fortuna, creo que aún no hemos llegado a ese punto (en la música quizá sí es más claro el efecto negativo).

Antonio Delgado alerta de que lo peor que podría pasarle a las compañías es que no tuviesen demanda ni por la vía de la descarga:Effy

Ojalá el gran problema de la industria cultural española fueran las descargas, porque eso significaría que hay demanda. Lo peor que le pueden pasar a algunos creadores y empresas culturales es que sus productos los consumidores y usuarios no lo quieran ni gratis. Ya está pasando y pueden mirar de refilón el caso U2.

Marilín Gonzalo cree que aún hay mucho que avanzar en la oferta al público:

Deberían estar felices de que les descarguen. Lamentablemente lo más descargado en las listas de torrents nunca son productos españoles. El problema hay que resolverlo dando un mejor producto y con más facilidades para los usuarios. Si la audiencia se multiplica y los costes de producción bajan, quizás ya se pueda llegar a ofrecer un mejor precio, por ejemplo.

Borja Adsuara incide en esto último, al considerarlo el gran problema:

Indudablemente las descargas «descontroladas» son un gran problema para la industria cultural, pero no es el más grave. En todo caso, es un síntoma del verdadero problema: la ausencia de modelos (generalizados) de negocio, de gestión y de cobro de contenidos y derechos.

Para acabar el debate, he preguntado a los invitados sobre lo que considero es la mayor equivocación de Antena 3: no centrarse en los que suben el contenido, cargando contra los que descargan. ¿Por qué siempre es así? Delgado ve una intención subrepticia de la cadena y su grupo en el lanzamiento de la campaña:1

Con la legislación actual ya se castiga las infracciones de copyright. Por tanto, lo que se persigue con este tipo de campañas es adoctrinar a menores y cambiar la percepción social para convertir a las descargas en un problema, cuando lo que hay que fomentar es que alguien te lea o te escuche. Fomentar las descargas.

Gonzalo es de la misma opinión, y es mucho más directa:

Son los mismos que llaman piratas a los que descargan música. Debe ser complicado entender internet cuando vienes de otro siglo.

Adsuara insiste en quién es el ‘malo’:

El problema no es tanto el que se baja contenidos, sino el que los sube a internet sin tener los derechos para realizar ese acto de comunicación pública o puesta a disposición. La «subida» a internet de un contenido sin autorización del titular es más grave que la «bajada».Velvet

Por último, Dani González recuerda que, por mucho que se hable, la ley solo castiga a uno:

Es lo más polémico y lo que da más pie a señalar culpables, pero en realidad, a nivel legal, a los que se persigue es a los que suben contenidos de forma masiva y no a los que los bajan (al menos hasta ahora).

Y vosotros, ¿qué opináis?

 

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