Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de junio, 2014

Del «Bazinga!» al «Zas, en toda la boca»: por qué el doblaje puede matar una serie

Post realizado en colaboración con los amigos Juan y Jos, de Dehparadox

Si sigues alguna de las series mencionadas, no veas los vídeos para evitar posibles spoilers

No me gusta el doblaje. Lo rechazo, y deseo que todos, ya tengan 10 o 70 años, acaben por ver sus series y películas en versión original con subtítulos o sin ellos. Sin que una voz arrebate los gestos, detalles y matices de un actor hasta convertirlo en un muñeco. Simplemente no es lo mismo, y hasta diría que es una subversión del producto original.

[DEBATE | Doblaje: ¿sí o no?]

Como en muchas ocasiones las palabras no bastan, aquí tenéis ejemplos en vídeos que comparan la VO y el doblaje de varias ficciones. A lo mejor así entendéis por qué los que hacemos este post creemos que es negativo y capaz de matar a los personajes por quitarles toda la gracia e interés que tienen originalmente. Una atracción que reside en sus acentos, gestos o expresiones representativas, y que al doblarles desaparece.

Breaking Bad

VO

Doblada

Por Jos: Nadie se esperaba el boom de esta serie y la condenaron a un doblaje de película porno. Jesse, retardado. Skyler y Marie, insulsas. Walt Jr., igual. Hank, como Homer (otra vez…). Esta escena es clave para el desarrollo de Walt como personaje. Duda, tiembla e impone. ¿En español? Suena monótono y domado.

The Big Bang Theory

VO

Doblada

Esta fue una de las escenas con las que me he reído en la historia de The Big Bang Theory. Por supuesto, la vi en VO. Tiempo después tuve que tragármela doblada y casi me pongo a llorar. La comparación habla por sí sola: que el «Bazinga!» pase a ser en castellano «Zas! En toda la boca» es uno de los mayores atropellos de la historia de la televisión. Una expresión de una palabra, casi una interjección, que pasa a ser una frase hecha. Y lo hicieron sin pudor alguno.

Dexter

Dos vídeos que comparan su VO y el doblaje

Por Juan: Una de las cosas que más critíco del doblaje es como tergiversa, modifica o destroza las obras originales. Y no me refiero en esta ocasión al mero hecho de tapar completamente la actuación de los distintos actores y actrices que participan en las películas y series que vemos, sino a ciertos detalles que hacen que nos introduzcamos mejor en lo que nos están mostrando en pantalla, y que por culpa del doblaje se pierde completamente: el uso de diferentes idiomas. Hay casos donde el uso de varios idiomas no pasa de ser algo anecdótico, pero que ayudan a darle realismo, como por ejemplo en Dexter, que transcurría en Miami y donde constantemente veíamos escenas donde se mezclaba tanto el inglés como el castellano.

The Sopranos

VO

Doblada

Por JosEscena de tensión entre dos malas bestias. ¿Infunde respeto oírlos con las voces de Homer Simpson y Frasier Crane? En español es una escena casi cómica y, por supuesto, con desaparición absoluta del acento italoamericano de ambos.

Seinfeld

VO

Doblada

Jerry Seinfeld es un tío muy gracioso, sí. Pero su tono de voz, el de verdad, no es de chiste. Ser socarrón y cómico no significa que tengas que tener un tono divertido y por el que parezca que te vas a lanzar a contar chistes a cada instante. En España no lo vieron así, y le buscaron una voz que no tiene nada que ver con la realidad. Lo mismo con el resto de personajes: les arrebataron la gracia al doblarles, especialmente cuando emplean juegos de palabras que no tienen sentido doblados. El caso de Kramer es especialmente ofensivo.

The Wire

VO

Doblada

Por JosNi rastro de los acentos de los guetos de Baltimore. Fuera jerga, muletillas o tonalidad. Todo en un español neutro que desnaturaliza la escena y desubica el estatus de los personajes. Burda forma de cargarse la ambientación de una serie que vive del realismo de sus personajes.

Otros ejemplos y el cine

Como los anteriores, hay decenas de casos. Podríamos hablar de todas ellas, pero no acabaríamos nunca. Como muestra, os enlazaré dos ejemplos, dado que Youtube no permite la inserción del vídeo. Tenemos a Juego de Tronos (aquí el VO, aquí el doblaje), donde podéis comprobar cómo Iain Glen (Jorah Mormont) pierde TODA la potencia con su voz en castellano. También está el caso True Blood (en VO, y doblada), donde esta vez el damnificado es Alexander Skarsgård, al que no se le nota en nada al doblarle que su personaje fue un vikingo. Y así, centenares.

Los defectos que provoca el doblaje, como es obvio, también se dan en el cine. Como explica Juan, se lleva a cabo una práctica demencial: doblar las películas rodadas en español latino.

Pero si malo es en la televisión, en el cine los casos ya son más que lamentables. Como ejemplo, la película de México «No se aceptan devoluciones», donde todo el argumento gira en torno a un personaje de México que vive en Estados Unidos sin apenas tener idea de inglés. ¿Qué sentido tiene entonces el doblar una película completamente cuando de hecho uno de los idiomas principales es el español?

VO

Doblada

Igual ocurre, aunque en otros idiomas diferentes al español con la coreana ‘The Thieves’ (‘El Gran Golpe’ en España), donde si mal no recuerdo se habla coreano, inglés, mandarín, cantonés, portugués… Y por arte de magia en su versión doblada todos pasan a hablar perfecto castellano.

VO

Doblada

Creo que nuestras razones para considerar inaceptable el doblaje están explicadas y bien documentadas. Como siempre, es nuestra opinión. El que esté en desacuerdo, tiene los comentarios para expresarse. Y al que se le ocurran más ejemplos sobre lo malo que puede llegar a ser el doblaje, hasta el punto de matar a una ficción, le digo lo mismo.

Ojalá esto sirva para que los que están acostumbrados al doblaje se planteen dar el paso al VOSE. Tengan la edad que tengan y sea cual sea su situación. Yo también crecí viendo normal el doblaje en El Príncipe de Bel Air o Cosas de Casa. Y ahora mirad.

¿Estará Aaron Paul en la próxima temporada de The Walking Dead?

Esta historia trata sobre cómo una fotografía, una frase en Facebook y lo que se infiere de ambas puede provocar uno de los mayores hype que se han conocido en las últimas semanas (y que yo mismo he experimentado).

Ayer vi una fotografía de Norman Reedus (Daryl en The Walking Dead) en la que aparecía junto a Aaron Paul (Breaking Bad) en un post de Facebook de la serie de zombis de AMC. Partiendo de que sé que Reedus y Paul son amigos y que se han hecho decenas de fotos juntos, ni se me habría pasado por la cabeza una posible presencia de Jesse Pinkman en la ficción apocalíptica si no hubiese sido por la frase que acompaña la imagen: «Are we dreaming right now?»

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Captura del post de Facebook

En cuanto lo vi, flipé. No me podía creer que pudiese ser verdad que Aaron Paul se incorporase a The Walking Dead. Fue lo primero que pensé, y así estuve un rato. Hasta que indagué. Y lo siento: no, Paul no estará huyendo de los zombis en la quinta temporada de la serie.

La habilidad (o mala idea) del CM de TWD ha provocado que todos nos ilusionásemos con una gran incorporación para la nueva tanda de episodios, prevista para octubre. La realidad es otra, y en ésta no cabe por ahora ver a Paul junto a Reedus matando muertos vivientes.

La fotografía fue publicada por el actor de la ballesta hace cinco días, en un momento de descanso del rodaje de la película en la que están trabajando juntosTriple Nine. Da la casualidad de que el filme se está grabando en Atlanta, el mismo lugar donde está situado el set para los nuevos capítulos de TWDPero ni por esa coincidencia va a acabar el eterno Pinkman junto a Rick Grimes y el resto de sus compañeros.

Estoy convencido de que hemos sido muchos los que hemos picado. Quizá por el bromance entre Paul y Reedus no deberíamos haberlo pensado. Pero esa frase y ese post de Facebook me descolocaron por completo. ¿Moraleja? Nunca subestimes el poder de un Community Manager. Una profesión que, además de ser mejor que trabajar, te permite embaucar a la gente.

La foto original en Instagram

Diez razones por las que Orange is the New Black es la mejor serie del momento

AVISO: CONTIENE SPOILERS DE TODA LA SERIE

 

Orange is the New Black estrenó todos los capítulos de su segunda temporada hace unas semanas en Netflix. La primera entrega de la cárcel de mujeres que retrató Piper Kerman en su libro y que luego adaptó Jenji Kohan para televisión fue brutal y se convirtió en la mejor novedad de 2013. Esta segunda tanda de 13 episodios ha mantenido el nivel, e incluso lo ha aumentado en ciertos momentos. Por eso se ha convertido en la mejor serie de la actualidad. ¿Por qué? Por esto:2

1. Da una clase de cómo debe ser el humor negro. Con los remilgos que abundan en la sociedad de todo el mundo (especialmente en la de EEUU), que una ficción sea capaz de gustar a todos valiéndose de la comedia más cruda es digno de admiración. Son pocas las que se han atrevido a rodar escenas como las de OITNB (que implican un sándwich con compresa, o burlas sobre el cáncer, los discapacitados y el aborto), pero ninguna serie lo ha hecho de una manera tan magistral. El secreto está en la naturalidad con la que trata esos asuntos que muchos consideran espinosos.

12. Hace una crítica feroz al sistema penitenciario de EEUU. La propia Piper Kerman (es encantadora, y responde a todo en las entrevistas) salió de la cárcel con la idea clara de ayudar a las mujeres que se encontraban en las prisiones de su país tras su experiencia entre rejas. Cómo lo debió ver para dar un giro a su vida y centrarse en las presas. En el libro se dedica a relatar los obstáculos que debía superar a diario junto a sus compañeras, algo que está muy bien reflejado en la serie. Denuncias como el hacinamiento en los recintos, el maltrato, el machismo o la inseguridad aparecen en los episodios, aunque mayoritariamente en formato de comedia. Solo hay que fijarse en el fondo para vislumbrar qué nos quieren mostrar realmente.

3. Nunca se han encajado mejor los flashback y la trama principal. Que en un episodio pasen de repente de la vida en la prisión a contarnos por qué un personaje acabó allí nunca chirría en OITNBEn Lost se hacía por medio de un efecto musical, que hacía las veces de aviso sobre que llegaba una escena del pasado de uno de los protagonistas. Jenji Kohan ha pisoteado a Damon Lindelof y Carlton Cuse al aunar acontecimientos principales y escenas correspondientes a otras épocas sin efectos o estridencias. La naturalidad, una vez más, vuelve a tener éxito.4

 4. Las historias de cada personaje son redondas. Relacionado con lo anterior, hay que destacar que si ya fueron buenos los porqués de la estancia en prisión de varias de las presas, las de esta temporada han sido aún mejores. Conocer la historia de Morello, Rosa, Taystee o Poussey ha sido un auténtico regalo, y ha refrescado aún más la serie. Y de paso, recuerda que cualquiera puede acabar con su derecho a la libertad. Estoy ansioso por conocer las que faltan, como las de Nicky o Soso.


85. Los personajes no dejan de evolucionar, ya sea bien o mal. 
En esta temporada hemos asistido a la decadencia de Red, al hundimiento de Morello, a la madurez de Nicky o al cambio de Pennsatucky. También se ha visto cómo ascendía Caputo en detrimento de Figueroa, o cómo Healy evita tratar sus propios problemas al centrarse en los del resto. Nadie se ha quedado estancado, ni siquiera los personajes que aparecen menos. Para reforzar esta tesis, hay que recordar que este año se ha dado más peso a aquellos que no lo tuvieron en el anterior, y viceversa. ¿Es la misma la presa transexual? ¿O la pareja de policías feos? Pues eso.

6. Ha contado con una auténtica villana. La aparición de Vee ha supuesto un punto de inflexión en la serie. El año pasado, el papel de malo lo llevó con mucha dignidad Mendez, que se convirtió en un auténtico mal nacido del que nos compadecimos tras pasar toda la temporada odiándole. Con Vee no ha ocurrido eso: ninguno de sus actos ha dado pie a empatizar con ella. Dicho de otro modo: ha logrado exactamente lo que se pretendía. Lorraine Toussaint ha estado inmensa en este rol de narcotraficante, líder de las negras, y contrabandista despiadada que las devuelve en plato frío. La duda está en si OITNB tendrá otra Vee para su tercera entrega. Pase lo que pase, va a importar poco porque nos va a gustar lo mismo o más.6

 7. Ha conseguido que no se haya echado de menos a nadie. No me quiero ni acordar de todo lo que se habló cuando se conoció que Laura Prepon aparecería poco o nada en la segunda temporada. Bien, ¿alguien la ha echado en falta? La respuesta es no. Cuando aparecía muy bien, pero los guionistas y Kohan se han encargado de potenciar las tramas del resto de personajes para que Piper dejase de llevar el peso central. Un protagonismo del que dependía en gran parte su relación con Alex, y que ha ido difuminándose en favor del resto de presas y sus vicisitudes. Es comprensible que cuando un personaje tan potente como el de Prepon disminuya su presencia entren los miedos sobre el daño que le puede hacer eso a la serie. Ya se ha visto que ese problema ni se ha intuido. Las incorporaciones también han influido, claro. La insoportable de Soso ha aportado mucho, aunque hay que destacar a las ancianas.

38. Es una serie para todos, aunque esté protagonizada por mujeres. Hay un debate, tanto en las redes como en la calle, sobre si está destinada de forma exclusiva al público femenino. Que si es una serie feminista, que a los tíos no nos gusta (y a los que sí nos encanta por las escenas de sexo y las palabrotas), que no nos tiene por qué gustar al tratarse de una prisión femenina, y que gran parte de su público objetivo junto a las féminas son los homosexuales.

Bien, todo lo anterior me parecen falacias. Una ficción puede tener un componente feminista por varias razones, pero eso no quiere decir que no pueda gustar a los hombres. Al menos desde mi concepto de feminismo, que creo que es el de la mayoría: la lucha por la igualdad. Soy consciente de que hay una gran parte de tipos que no creen o no se han planteado qué supone esto para las mujeres, pero no por eso hay que meter a todos en el mismo saco. Por eso yo veo muy normal una cárcel de presas como vería una de presos. Ambos pueden ser igual de ingeniosos, pueden sufrir lo mismo y sus tragedias personales serían capaces de provocar el mismo impacto en el espectador.7

Sostener que Orange is the New Black es una serie para mujeres porque se desarrolla en una cárcel femenina y el 80% de sus protagonistas son de ese sexo es como si decimos que al 100% de andaluces les gusta el flamenquito o que los catalanes son agarrados por haber nacido en Cataluña. Simples tópicos que no tienen ninguna base más allá de la del cuñadismo o del «los chicos que conozco dejaron de verla».

9. Da qué pensar. Cada capítulo es una lección de vida, que nos recuerda que cualquiera puede acabar en el trullo. El dinero te puede salvar de estar encerrado, sí. Pero a veces puede no ser suficiente. Hay errores que no tienen precio. Que reflexionemos sobre un futuro en la cárcel por una cagada puntual dice mucho del poder de los recursos que atesora.

510. Nunca es aburrida. La historia se desarrolla de manera ágil, en cada minuto se respira calidad, los episodios de casi una hora se hacen cortos, en uno solo pueden ocurrir varios asuntos determinantes para el futuro de la historia… Mención aparte merecen sus finales de temporada, que dejan con ganas de mandar cartas al equipo para que ruede ya la siguiente. Sumar todo eso en apenas dos años es un auténtico logro.Y con esas cualidades, el futuro de Orange is the New Black es esperanzador.

Spoilers, ¿se pueden permitir en algún momento?

Los lunes suelen ser los más preocupantes para los que vemos muchas series. Da la casualidad de que los domingos se estrenan las grandes series de EEUU que casi todos vemos, y siempre habrá alguien que la vea antes que tú. Un amigo, conocido o persona a la que sigues en Twitter que tiene el poder de saber qué ha pasado en el capítulo de la semana. Sí, ese que puede provocar que te comas un spoiler.2

La mejor manera de evitar los spoilers es huir de aquellos que sabes que son aficionados a hacerlos, ya sea por incontinencia o por fastidiar al personal, además de no entrar en esas webs o portales que están trufados de los mismos a cada segundo (caso de Tumblr). Es mejor hacer un unfollow a tiempo (o silenciar a aquellos perfiles peligrosos, que ahora se puede) que ciscarse en todo después, vamos. En mi caso, seguir a gente que sé de antemano que es respetuosa y nada pérfida me ha permitido llegar virgen a series míticas que todo el mundo había visto.

Pero desde hace un tiempo hay una corriente que aboga por spoilear aquellas series que están basadas en libros que están al alcance de todos. Su razón principal para justificar su postura es que tú mismo puedes evitar el spoiler leyendo, y que si no lo haces allá tú. «Haberlo leído. Llevan años publicados», han sentenciado en más de una ocasión. Un ejemplo que sirve para ilustrar lo que ocurre entre marzo y junio desde hace tres años debido a los episodios de Juego de Tronos. Pero la de HBO no es la única.

241A mí me encantaría poder comentar abiertamente sobre las series que he visto con cualquiera. Pero también soy consciente de que es imposible coincidir con todo el mundo, y que puedo fastidiar el misterio de una ficción al primero que pase. Por eso soy antispoilers de todo tipo, y mucho de insinuar de una forma taimada para animar a la gente a ver eso que a mí me ha impactado tanto. Aunque me haya leído el libro no me creo superior al resto y con derecho a destriparles la trama porque ellos no quieren o no han sacado tiempo para leer lo que sea.

Como siempre en estos casos, he pedido opinión a unos amigos sobre el tema: ¿se pueden permitir los spoilers en algún momento? ¿Por qué?

El primero que responde es Jos Rodríguez, escritor y guionista. Su postura es mucho más larga (os la dejo aquí), pero he seleccionado este fragmento que me parece muy interesante:

No cuesta nada expresar tu opinión sobre el capítulo de marras utilizando eufemismos y generalidades que destaquen la labor interpretativa de los actores, la calidad de una escena o simplemente describir las sensaciones que ha provocado en ti…SIN DESTRIPAR LA TRAMA. Todo lo contrario es simplemente querer (NECESITAR) ser una «Attention Whore» o alguien incapacitado para desarrollar una opinión concisa y analítica. Es sintomático que Twitter haya desarrollado una aplicación para eliminar spoilers. Revelación evidente de que, si se proporcionan soluciones, es porque se asume la existencia de un problema.

Miriam Lagoa, compañera de frikeo seriéfilo en Terra y eldiario.es, cree que este tema se nos ha ido de las manos:T5

Los spoilers se han instalado en los extremismos. Por una parte está la fobia, casi histeria colectiva, ante cualquier mínimo detalle susceptible de ser señalado como spoiler y por otra parte está la aspiración de algunos de conseguir llegar ante determinadas series vírgenes de conocimiento. La primera se nos ha ido un poco de las manos y hay que saber diferenciar entre revelaciones mayores y simples detalles sin importancia y en la segunda hay que muy ser conscientes de las ventajas e inconvenientes de vivir en un mundo conectado. Personalmente no me gusta enterarme de detalles importantes pero cuando me ‘como’ alguno intento ‘digerirlo’ de la mejor manera posible, a veces es mejor no enterarse de cómo ocurre lo que ya sabes que va a ocurrir. De cara a contarlo en redes sociales o comentarlo con los amigos, para mí el spoiler deja de ser spoiler (o por lo menos pierde categoría) cuando el capítulo en cuestión ya se ha emitido en España y si hay que hablar sobre ellos la mejor manera es siendo educados (avisar antes) y aplicando el sentido común… o por lo menos saber cómo contarlo sin tener que contarlo.

La periodista Lucía Taboada, esa analista del costumbrismo que muchos conocéis, relata una anécdota personal para descubrirnos qué piensa sobre los spoilers:

house-of-cards-season-2-episodeSolo con escuchar la palabra spoiler me entran escalofríos. El otro día iba en el metro camino de casa leyendo los 373987 mensajes de Whatsapp acumulados durante la tarde, cuando un grupo de entusiasmados jóvenes me desveló uno de los puntos del capítulo final de Juego de Tronos. Y yo que había permanecido todo el día evitando comentarios en redes sociales como en Matrix empecé a experimentar fuertes sudores y temblores. Lejos de parar, los jóvenes continuaron. Y aún me quedaban tres paradas. ¿Cómo creéis que reaccioné ante tal ultraje?

a) Les espeté la célebre y monárquica frase de «¿Por qué no te callas?»
b) Me cambié de vagón.
c) Me mantuve petrificada mientras llovían ante mí desenlaces.

Pues sí, fue la c. Porque cuando te spoilean no sabes ni cómo reaccionar. Claro que hay spoilers y spoilers. No es lo mismo desvelar el final de una serie en curso que decir que lo de Resines era un sueño. No obstante, no cuesta nada poner un «ALERTA SPOILER» antes de un texto, o preguntar si el otro interlocutor ya ha visto el capítulo antes de soltar un «¡MADREMIÍAMADREMÍA LO QUE PASA EN LA BODA, SE ***** **** ****!». La emoción ante lo desconocido de una serie es la esencia de las mismas.Sherlock1

El gran Ernesto Filardi, dramaturgo, escritor, lector ávido, aficionado a las series y exhacedor de salchichas en Canadá, se sale un poco del discurso anterior:

Al contar una historia, todo autor introduce un número indeterminado de escenas para sorprender al público. Un spoiler es la información anticipada y no deseada que priva al lector o espectador del placer de esa sorpresa. Si nos hablan de una escena que no busca la sorpresa del lector o espectador, no es un spoiler. ¿A alguno de ustedes le parecería spoiler decir que Caperucita va a llevar un tarro de miel a su abuelita? A veces, para hablar de una historia de ficción, es necesario dar detalles de la trama. Cuando en esos detalles se incluye algún punto de giro sorprendente, creo que se debería avisar con el clásico “spoiler alert”; porque, como todo el mundo sabe, el que avisa no es spoileador.

Sons4Por último, la periodista Lara Hermoso, que es un potencial peligro spoileador por haber leído más libros de los que puede haber en una biblioteca, rechaza por completo que existan. Por ella, como si se extinguen a lo dinosaurios:

Spoilers NUNCA. Detesto que me cuenten el final de un libro o tal o cual detalle cuando estoy en medio de la lectura. Así que en el momento que uno de los libros que yo he leído da el salto a la tele o al cine me aplico la máxima de nunca, nunca, nunca, revelar nada a los que permanezcan ajenos a la novela. Cada uno tiene que vivir y descubrir la historia como quiera, no me veo capacitada para intoxicar su propio imaginario. Eso sí, advierto, es posible que le recomiende la lectura del libro o que incluso en un ejercicio de sutileza sin parangón se lo regale.

 

¿Qué opináis vosotros? Queda abierto el debate.

La reina de Inglaterra, en el trono de hierro de Juego de Tronos

Poniente ha recibido la visita de una reina. Pero no con la intención de conquistar el trono de hierro (o eso creemos). La reina Isabel II ha visitado este martes el set de rodaje de Juego de Tronos en Belfast (Irlanda del Norte). Una visita que se ha realizado sin grabaciones de por medio, ya que la quinta temporada de la serie de HBO aún no ha comenzado a rodarse.

Isabel II, que ha estado acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, ha podido saludar además a parte del elenco, ya que Kit Harington (Jon Snow), Sophie Turner (Sansa Stark), Maisie Williams (Arya Stark), Lena Headey (Cersei Lannister), Rose Leslie (Ygritte) o Conleth Hill (Varys) han estado presentes durante el recorrido de la reina por los estudios centrales de la serie basada en los libros de George R.R. Martin.

EFE/Aaron McCracken

EFE/Aaron McCracken

Durante el paseo, la reina británica ha podido ver de cerca el trono de hierro que ahora ocupa Tommen Baratheon en Juego de Tronos, además de parte del atrezzo y de las armas o armaduras que portan los personajes en cada episodio.

EFE/Aaron McCracken

EFE/Aaron McCracken

Una visita destacada que refleja la fuerza de la ficción de HBO, en la que repara hasta la monarca más longeva en Europa. Aunque sea una simple anécdota dentro de la visita de Isabel II a Belfast.

Por qué hay que ver True Blood hasta el final

Todos los que paséis por este post estaréis familiarizados con eso a lo que llamamos ‘placer culpable’. Sí, esa tarrina de helado en las madrugadas de verano, esa chica o ese chico que sabes que no te conviene pero al que no puedes evitar llamar, o esa serie que sabes que es mala pero que te entretiene de una forma endiablada. True Blood es mi nocilla ingerida directamente del tarro, por así decirlo. Y se acaba este año tras siete temporadas, mostrando una decadencia evidente desde el primer episodio de su última entrega. 2

La historia de los vampiros de Bon Temps y Sookie Stackhouse comenzó como una de las series revelación por su argumento novedoso, entretenido y adictivo. Cualquiera que haya visto las cuatro primeras temporadas admitirá que no podía esperar para el siguiente capítulo por los cliffhangers que era capaz de incluir en los últimos minutos.

Esa era otra True Blood. Desde hace un par de años se convirtió en una serie para sus incondicionales, que decidieron seguir viéndola por ser una de esas que han visto desde el principio de su emisión, o para los que consideran que no existe nada más entretenido que vampiros, sexo y macizos/as. Que a mí me divierte mucho el cóctel, pero a estos últimos les prometo que existe otro entretenimiento de más calidad. Solo hay que buscar un poco.

1True Blood empezó cuando comencé la carrera, por lo que es una ficción que me ha acompañado en esos años que considero importantes de mi vida. Me trae buenos recuerdos de verano, vamos. Y me gusta su honestidad: es frívola, no se molesta en ocultarlo, y emplea esa característica como arma para que el público le siga siendo fiel. Que sea alocada en sus guiones, tramas y situaciones, inverosímiles de antemano, la hacen aún más única. Por eso hay que seguirla hasta su último capítulo.

En esta séptima temporada se enfrentan a una plaga de vampiros enfermos que pueden acabar con todos los chupasangres del mundo. Y nos venden que hasta los propios humanos quieren ayudar a que esto no ocurra. Hay que tener bemoles para partir de esa premisa, y True Blood lo plantea sin inmutarse. Cómo no quererla con esa temeridad. Por eso hay que verla hasta el final.

Lo que está claro es que en las próximas nueve semanas podemos decir adiós a una de las series más descacharrantes y condenadamente divertidas que han llegado a la televisión. Solo podemos dar gracias a que Alan Ball se fijara en los libros de Charlaine Harris para continuar su carrera, tras alumbrar la mejor serie de la historia (sí, esa es Six Feet Under).3

A las series se les suele pedir como última voluntad que se despidan con dignidad. Yo prefiero que True Blood se marche a lo loco, que haga del despropósito un apogeo. Porque no pasará a la historia como una de las mejores. Pero sí lo hará como una de las que hay que ver para saber qué es pasarlo bien con una ficción que ofrece un trío inigualable: divertimento, vampiros y sexo. Principalmente porque no es mala.

Por todo lo anterior, y por los años que nos ha dado, True Blood  se merece que la veamos hasta el final. Puede que hasta la echemos de menos.

‘Chiringuito de Pepe’ o la casta en las series españolas

Desde la irrupción de Podemos en la escena política todo el mundo se ha familiarizado con el término «casta». Soy de los que crecí convencido de que la casta contaba con una única acepción ‘libre’: la que se refería al valor y a sacar fuerzas de donde no las hay. Todo porque desde pequeño escuchaba la palabrita en boca de los narradores del fútbol en la radio, sobre todo para referirse a jugadores como Míchel Salgado. «Qué casta tiene el ‘malulo'», decía Manolo Lama en cada partido del Real Madrid de los ‘galácticos’ por no expresarse de otra manera más gruesa. Qué tiempos aquellos.15

Tras este ejemplo de lo mal que hablan algunos narradores, hay que precisar que Pablo Iglesias y su gente optan por otro sentido para el término: el de referirse de una forma despectiva a la gente que lleva décadas pegada al poder. Los que «están en la poltrona desde ni se sabe», como dicen en Podemos. Que lo usen en cada dos frases que sueltan ha provocado que nos lo acabemos tomando a guasa cuando lo dicen, usándolo hasta para juegos de chupito: «Ha dicho casta: chupito», y así todo el rato. Pero en el fondo tienen toda la razón del mundo. Sobre todo en eso de que la casta está por todas partes. También en las series de televisión españolas.

56El último ejemplo de la casta televisiva de este país es Chiringuito de Pepe. ¿La razón? Porque es lo que nos llevan ofreciendo toda la vida, y es responsabilidad de los creadores de siempre. Mismo perro con distinto collar. La misma ficción de desayunos, comidas o cenas familiares, con chascarrillos de bar de carretera, con momentos de comedia que no casan con los de drama en esa amalgama llamada dramedia. Series en las que todo es exagerado y donde nada es plausible por lo absurdo que es todo lo que muestran.

La casta televisiva, como decía antes, también es la de los mismos creadores, productoras y cadenas que imponen el mismo argumento vestido de las maneras que sea necesario. Ya sea un cocinero famoso que descubre que su padre tiene un chiringuito arruinado y que tiene que ir a ayudarle, o una familia que trabaja en una revista de moda, o el de una pareja que se casa metiendo en la misma casa a los hijos de ambos. Todo vale, mientras la famosa ‘señora de Cuenca’ esté contenta. Para qué arriesgar.14

Chiringuito de Pepe tiene todos los defectos de las que la han precedido en la parrilla. Menuda casualidad que al final del primer episodio se junten todos los personajes para comer juntos, ¿eh? ¿Dónde hemos visto eso? O que uno de los personajes amenace con marcharse de la vida del resto ante las nuevas normas que impone el recién llegado. Muy novedoso. También es inaudito que quede claro que los dos protagonistas se van a liar desde el primer momento en qué se ven. No hay ni espacio para que se conozcan: están predestinados.

12Seguramente muchos dirán eso de «pues hace reír». Por supuesto. Yo me he reído viendo los dos episodios que se han emitido hasta ahora. Pero por lo ridículo de las bromas y los chistes de baratillo, no por el humor de calidad de Jesús Bonilla o Javivi. Es imposible que no se te escape una carcajada con las tonterías que hacen y dicen los personajes. Los despropósitos tienen ese poder.

Telecinco ha vuelto a hacer lo mismo, y ha conseguido el objetivo: Chiringuito de Pepe es lo más visto de los lunes en solo dos semanas. Aunque sea previsible (Dafne Fernández no tardó ni 20 minutos del primer episodio en aparecer en bikini), repetitiva y proyecte un dislate detrás de otro, es líder y se ha convertido en el «cumple su función» de este verano. 16

Dije el otro día que había que quemar la tierra en la ficción nacional. Las nuevas y viejas generaciones de guionistas, esos que quieren hacer algo distinto, tienen que echar a los que les impiden ofrecer otro tipo de ideas al público. A esa casta que no permite que se emita otra cosa que lo mismo de siempre para agradar a la «señora de Cuenca».

Son ellos, junto a la audiencia, los que tienen que darles un buen lavado de cabeza. Porque las series españolas y sus responsables actuales no son solo casta: también son caspa.

La fuerza de la adaptación en el fin de temporada de Juego de Tronos

Hay spoilers hasta en los espacios. Si no habéis visto la cuarta temporada, no leáis

 

Si vas a ver una película o una serie adaptada de un libro que has leído previamente y esperar que todo sea calcado a lo que quedó escrito, tienes un problema. Primero porque es imposible que aparezca en un metraje palabra por palabra lo que pasó en las páginas, segundo porque los lenguajes son completamente distintos y es imposible que lo que se cuenta con imágenes coincida con lo que creaste en tu mente, y tercero porque el espacio, en este caso la duración, es mucho más limitada.1

El caso de Juego de Tronos es aún más evidente. Las novelas de Canción de hielo y fuego son larguísimas, y George R.R. Martin cuenta en ellas decenas de historias. Que David Benioff y D.B. Weiss se hayan tomando todas las licencias posibles a la hora de adaptar los libros a la HBO entra dentro de lo normal. Incluso que se inventen situaciones que no aparecen en los libros, estructuren la serie de otra manera o se carguen personajes que en las novelas siguen vivos.

Después de la clase de perogrullo que me he marcado, iré a lo importante: Juego de Tronos es la adaptación más fuerte, brillante, e irrespetuosa con su ‘madre’ que ha alumbrado la televisión en los últimos años. Al menos a mí me entró un escalofrío cuando acabó la finale  de la cuarta temporada, The Children. Una sensación que solo habría mejorado un fundido a negro inmediato como los que nos regalan en algunas películas. Es que esa música, esa escena final… Es imposible explicarlo con palabras.

5Lo mejor de todo es que Juego de Tronos no ha hecho algo distinto a lo que venía haciendo. Buscaba dejar con ganas de más, no cerrar ninguna trama y provocar las especulaciones y cábalas de sus seguidores. Y lo ha conseguido sin despeinarse. A saber: ¿qué va a pasar con Tyrion ahora? ¿Qué se va a encontrar Arya en Braavos? ¿Cómo gestionará Daenerys el problema de sus dragones? ¿El Perro se ha ido para siempre? ¿Dónde narices está Bran? ¿Por qué Stannis ha ido al muro, y qué hará al respecto Jon Snow? ¿Y Sansa? No hay más que preguntas, y muchas ganas de que lleguen las respuestas.

Sobre la serie se pueden hacer todos los análisis sesudos que se le ocurran a uno. Desde su crítica encubierta a ciertos sistemas políticos, el trato de temáticas como el machismo o la discriminación, el laxo concepto de la justicia que a veces recuerda a la actualidad, o las luchas entre familias por el poder que son más habituales de lo que creemos. Todo lo que sugiere da para varios libros aparte de los de Martin (alguno ya se ha escrito). A veces roza demasiado la realidad.4

La polémica es otro de los componentes indefectibles a Juego de Tronos. Si no la liase en cada episodio resultaría extraño, y en esta no ha fallado ni uno. La violación de Jaime a Cersei fue la que provocó centenares de links, ya fuesen a favor o en contra, o analizando qué suponía una escena de ese calibre en la serie más vista de la actualidad. No ha sido la única, ya que también se han deslizado las acusaciones de pederastia por el cortejo de Margaery a Tommen.

3Además, han conseguido que se haya llegado a calificar la triste muerte de Oberyn a manos de La Montaña como lo más gore que se ha emitido en televisión (las reacciones en Youtube hay que verlas). No sé si tienen razón, pero yo no pude sacarme de la cabeza la escena hasta que pasaron unos días desde que la vi. Me aterrorizaba, pero no podía dejar de mirar. Y eso que sabía lo que pasaba gracias al libro. Otra medalla más. ¿A que por culpa de esto ya no os acordabais de lo de Joffrey?

Lo anterior responde a que los responsables de la serie y la HBO son unos genios. También a que George R.R. Martin sea muy mala persona por las que monta en las novelas y lo que escribe en su blog. Porque vamos, no me creo que sea una coincidencia que el final de la cuarta temporada se haya emitido en pleno Día del Padre en Estados Unidos. 2

Que celebren fechas tan señaladas con muertes tan importantes forma parte del ADN de Juego de Tronos. ¿Es una serie sobre la muerte? Lo dudo. Solo muestra la realidad de que el poder mata cuando quiere y como le da la gana. Seas quien seas, no estás a salvo, porque siempre habrá alguien que tenga un poco más que tú. Ya sea dinero, fuerza, velocidad o juventud, puedes toparte con alguien que te supere en uno o varios de esos aspectos. Y eso será tu fin. A lo mejor digo una barbaridad, pero en las cuatro temporadas he visto muchos guiños a Dickens. «En este juego, alguien siempre gana y alguien siempre pierde», como dicen en una gran obra de teatro.

Juego de Tronos es la serie perfecta porque logra entretener desde la calidad a todos los públicos. Puedes estar perdido ante lo rápido que se desarrolla la trama o los nuevos personajes que se incorporan, pero eso no impide que te enganche de una manera enfermiza. Un ejemplo de «cumple su función», entretener, pero ofreciendo lecciones de cómo debe ser una ficción. Y ya si le hacen caso a Martin y extienden a trece capítulos las temporadas, mejor.

6Por cierto: han sido benévolos. No han metido el auténtico final de Tormenta de Espadas. Eso sí que os habría hecho flipar. Miedo me da la que estarán preparando con ESO. Los que lo han leído lo sabrán. Como contrapartida, han regalado las escenas más desgarradoras protagonizadas por el mejor de esta temporada, Tyrion. Verle llorar mientras quitaba una vida, para luego mostrarse impasible al arrebatar otra es uno de los mejores contrastes que he visto en un actor en mi vida. Un Emmy para Peter Dinklage a la de ya, por favor.

Ah, no hagáis spoilers a los demás. Es de ser mala gente. Los que los hacéis no merecéis que os cojan de extras para la quinta temporada. Si es que vienen a España. Valar Morghulis.

 

Para recordar: cuando no doblaron el primer episodio en Canal +

Un año de «¿Cómo haces para ver tantas series?»

El 11 de junio de 2013 echaba a andar Solo un capítulo más. Ocurrió seis meses después de que me ofrecieran el proyecto y propusiera las ideas que tenía para llevarlo a cabo. Esto pasó en diciembre, y yo había perdido toda esperanza de poder escribir este espacio algún día. En marzo, me dijeron que tenía la tarea pendiente de elegir nuevos blogs, y que entre los que optaban a formar parte de la red de 20minutos estaba el mío de series. A finales de mayo se aceleró y tuvimos que preparar en tiempo récord todo lo necesario para el blog. Hasta que lo lanzamos, con una acogida muy buena a pesar de haberlo estrenado a las puertas del verano.how-I-met-your-mother-season-6-poster-450x283

Mi emoción por escribir el blog me impidió pensar en qué quería hacer en concreto. Tenía en mente muchas ideas, varias maneras de plantearlo, además de cómo escribirlo. El tiempo, los comentarios, las meteduras de pata, los consejos y los datos de audiencia han ido modelando mis premisas. Y hasta ahora. El resultado es el que habéis podido ver en los más de 120 posts que he escrito en estos 12 meses, en los que he hablado de más de 50 series distintas.

T5En el primero relataba mi experiencia con la gente que me preguntaba cómo hacía para ver tantas series. Un año después, todo ha cambiado: veo más, pero menos capítulos de cada una, y me cuesta ir al día. El blog me ha permitido descubrir series de otros países, y atreverme con idiomas de los que no sé ni cómo se dice hola. He frikeado como nunca, y me ha encantado hacerlo.

Lo que no me puedo permitir es centrarme en las que me gustan de verdad. La obligación con el blog me lleva a poner episodios que en otras circunstancias no me plantearía ver. Enfrentarme a lo desconocido ha llevado a más decepciones que alegrías, pero ya sabéis que de gustos no hay nada escrito.

También me habría gustado escribir más sobre otras series, pero simplemente no he podido. Motivos laborales, con horarios complicados por medio, me lo han impedido. El pluriempleo es lo que tiene: es gratificante, pero te roba todo el tiempo. El poco que tengo se lo dedico al blog y al ocio.Kevin-Spacey-in-House-of-Cards-Season-2-Chapter-26

Pero lo que no he hecho, ni haré, será renunciar a salir de casa por ver más series o escribir más posts. Puede parecer poco profesional, pero creo que ambas cosas son compatibles. Socializar y dejar el ordenador por unas horas, además de leer libros, contribuye más a escribir mejores posts que redactar a lo loco y ver 200 series a la vez. Y sí, prefiero la calidad a la cantidad que aunar ambas. Si me dedicase en exclusiva a las series, diría otra cosa.

BreakingSolo un capítulo más seguirá todo el tiempo que los responsables de 20minutos quieran. Yo estaré encantado de seguir escribiendo de lo que más me gusta y en un espacio privilegiado como este. El blog ha ido como un tiro y tiene una masa de lectores importante. Seguiré pidiendo ayuda para que esto crezca. Los blogs son una parte esencial de este medio, y los autores que escriben en los mismos son buenísimos en su mayoría. Hay que seguir avanzando.

Y que conste: esta es una reflexión mía. Por suerte, mis quejas engloban aspectos superfluos que tienen solución. Porque, para que quede claro, estoy muy contento por tener este extra a mi trabajo en eldiario.es, donde soy muy feliz aunque mi puesto me impida contar menos historias de las que me gustaría. Lo haré cada vez que pueda.

Sherlock: A Study In PinkLas series continuarán, y yo intentaré ver todas las que pueda y crea que puedan funcionar en el blog. También echaré un ojo a las que no me gusten, sí. Muchos preguntáis que por qué dedico tiempo y espacio a las que detesto: pues para intentar evitaros el trago de verlas y que dediquéis vuestro tiempo a lo que realmente merece la pena. No es un sacrificio, sino una manera de ganarme el sueldo.

Lo que me gustaría seguir haciendo es no engañar a nadie. No dejar de ser honesto en ningún momento. He dejado claro que rechazo por completo el doblaje y que hay que quemar la tierra en el ámbito de las series españolas para que se pueda hacer ficción que no invite a apagar la tele. Yo no cejaré en el esfuerzo de intentar avanzar, escribir mejor y más claro, y recomendaros lo mejor que pase por mis manos, además de contaros las novedades que surjan en el mundillo. Así en cada post que publique.

Gracias por leerme y aguantarme en este año. Salud.

No te echaré de menos, Aída

Ayer acabó Aída. 10 temporadas después y con más de 230 episodios emitidos, el spin off de Siete Vidas se ha despedido con unos datos de audiencia muy buenos. Un respaldo del público que le ha acompañado durante todos estos años, a pesar de que haya ido perdiendo puntos de share con el paso del tiempo. Aida4

Todos hemos visto un capítulo de Aída, y hemos reído con alguna escena, diálogo o situación absurda de las miles en las que se han visto envueltos los protagonistas. No se puede ser impermeable a la tontería: hay que asumir que en muchos momentos puede robarte una sonrisa. La serie basada en el personaje de Carmen Machi era honesta en este aspecto, al admitir de forma expresa tanto en guiones como en ambientación que todo su humor se basaba en eso.

Pero por mucho que me haya reído en algunos momentos, o aunque haya sentido empatía con alguno de los personajes, no echaré de menos a Aída. No puedo sentir la falta de una serie que desde el principio renunció a la calidad en pro del chiste verde, el tópico y la chabacanería. Ir a lo fácil es una estrategia efectiva en la ejecución, pero lamentable en el desarrollo.

Aida1Esta es otra de las que «cumple su función«, ese pretexto que se usa para defender una serie mala de solemnidad pero que logra entretener. Soy exigente porque he visto mucha televisión a lo largo de mi vida, y como he dicho en varias ocasiones, no soporto este tipo de ficciones que tiran de lugares comunes y España cañí para estructurar su argumento.

La gracia de Aída estaba en valerse del racismo, la xenofobia, el machismo, la intolerancia, la homofobia y la drogadicción para ofrecer un producto humorístico. Pretendía que creyéramos que era una serie cruda, incluso valiente, por hacer comedia con temas tan espinosos. Y no: una cosa es ser explícito, y otra muy burdo y maleducado.

Que nadie me malinterprete: rechazo por completo a los que abogan por poner límites del humor. Se puede hacer comedia con todo. Y los guionistas de Aída estaban en su derecho de optar por esta manera de buscar la carcajada. A mí ese estilo me parece rancio y un atentado contra el buen gusto. Aida3

La serie de Telecinco era otra de las que abundaba en la Españaza de los anuncios de Campofrío. Que si los pobres lo son porque han nacido así y no se merecen otra cosa, que son garrulos y maleducados, malos estudiantes y delincuentes, y por supuesto, asentados en barrios que por su simple presencia ya son conflictivos o peligrosos. Pero oye, no pasa nada, porque tenemos el fútbol para ser los mejores del mundo. Aunque los jubilados sostengan familias enteras con pensiones exiguas, los bancos de alimentos reciban más ayuda que nunca porque miles de personas no cuentan con ingresos para hacer una compra decente o que los jóvenes tengan que emigrar por obligación porque en su país están condenados a ser becarios o a depender toda la vida de sus padres. Celebrar las consecuencias del fracaso en lugar de atacar el problema de raíz es lo que fomentan series como Aídaque ha creado escuela en otras que se han estrenado en los últimos años.

Aida2Habría que empezar por asumir que, por ahora, los que tienen talento para demonizar a la clase obrera en formato de ficción televisiva son los británicos con Little Brittain (para esto hay que leer a Owen Jones y su Chavs). Aída lo ha intentado con el hijo delincuente, la hija choni, la abuela cleptómana, o el dueño del bar racista. No es lo mismo. Con lo buenos que somos los españoles para ponernos a caer de un burro nosotros solos.

No echaré de menos a Aída, ni reírme con sus salidas de tono o la ignorancia del Luisma, porque hay que limpiar la televisión de zafiedad. Y que desaparezcan series como ésta contribuye mucho a la causa de que logremos tener mejor oferta de ficción en nuestro país. Por mucho que la hayan adaptado en no sé cuántos países. Como si eso o las audiencias legitimasen su catetismo.