Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de marzo, 2014

Dreamland, un videoclip largo y muy malo

Me encanta el baile. Esto conlleva que también me apasione todo lo relacionado con él, como los musicales, o los programas en los que es el protagonista, siempre que los que formen parte del mismo sea gente desconocida que realmente sabe lo que hace y no famosillos a los que pagan un pastón para aprender a moverse. Esos me provocan aversión.Dream3

En mi condición de fan de Fama! A bailar, especialmente de su segunda edición, no es extraño que me gustase Un paso adelante. Era mala, desde luego, pero era honesta. Sabía de sus limitaciones, y no iba más allá. Y toda la parte artística, que no interpretativa, estaba muy bien lograda por medio de las coreografías. Pero sobre todo, UPA era una serie, no una sucesión alocada llena de espectáculos de baile intermitentes que se incrustaban en medio de los capítulos de forma atropellada y absurda, evitando esa estupidez de algunas películas americanas de meter una coreografía con cualquier excusa.

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El problema de Dreamland, el estreno de Cuatro del pasado viernes, es precisamente ese: no es una serie. Es un videoclip largo, cargado de una supuesta espectacularidad que llega a ser cargante, y en el que el elenco no destaca precisamente por su buen hacer ante la cámara cuando se trata de los diálogos.

Todo porque los protagonistas de Dreamland no son actores al uso. Son bailarines y cantantes que pasaron un año juntos preparando una escuela ficticia en la que ellos mismos se encargaron de montar todas las coreografías, de componer las canciones, e incluso de elegir los escenarios en los que se desarrollaría la historia. Pero de ahí a que sean capaces de subyugar por medio de las palabras y de los gestos durante una conversación o un monólogo hay un abismo. No se puede ser bueno todo, pero es que en esto son muy malos.

Lo peor de todo es que la calidad de los guiones tampoco ayuda a que se luzca nadie. Son malísimos. Como ejemplo, hay diálogos de altura con un «¿te gusta?» de inicio,  un «¿el qué?» de réplica, y como colofón, la respuesta definitiva: «el tema». Todo entre insinuaciones subrepticias al «hace tiempo que no lo hago», que se puede encuadrar dentro del conjunto de frases eufemísticas que suele decir alguien cuando no salen de su boca más que tonterías cuando está intentando ligar con alguien. Pero por favor, eso no se puede trasladar a una serie. En las canciones no se quedan atrás, ya que cuentan con letras cuya última rima es «follar». A tope con la originalidad y el pavoneo.Dream2

Las tramas son malas y tópicas, tales como la bailarina de striptease que además ejerce de escort pero que busca su sueño como profesional (del baile, ojo) por medio de una escuela en la que formarse. Que por cierto, a ver cuándo se enteran los guionistas españoles que en este país no existen los cabarets. Siendo correcto, lo que pulula por aquí son las whiskerías. Y punto. Tampoco falta en este videoclip la historias del chico talentoso que tira del carro por la mala situación de su familia, obviamente enfocada a conseguir la lagrimilla fácil del espectador.

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Pero lo peor de todo es el tufo a descalabro de gran parte de los secundarios. Parece que Dreamland sea el contenedor al que han tirado a todos los fracasados de Fama! A Bailar. Que TODOS hayan pasado por el mismo programa lleva a pensar que han aprovechado para rescatarlos a todos para que tengan algo que hacer después de no haber prosperado aun con el apoyo de la televisión.

Es una pena que su aspecto principal, el de ficción, sea tan malo. Y es que las coreografías son estupendas, y están muy bien ejecutadas. Pero claro, solo faltaba que después de meses de ensayos, y con profesionales de la materia, también saliesen mal los bailes y no fuesen espectaculares. El fracaso es patente, pero si esto llega a fallar habría sido para que algunos se planteasen retirarse de esa profesión. Además, todos los actores son guapísimos. Ellas están muy buenas y ellos están muy buenos.Dream5

Mediaset dejó claro desde el principio que no confiaba mucho en Dreamland: la estrenó tras tenerla dos años en la nevera, y encima eligió el viernes por la noche para ofrecerla al público. Y una serie que está pensada para la gente joven no se puede estrenar en fin de semana. Principalmente porque su espectador potencial estará fuera de casa, haciendo lo mismo que los protagonistas del videoclip, que encima MÁS DE UNA HORA. Quizá por eso los datos de audiencia evidencien que se la pegó.

Dreamland solo sirve para ver una coreografía bien hecha y para alegrarse la vista. Pero estos aspectos no compensan como para aguantar otro capítulo completo. Pueden retirarla cuando quieran.

La posible precuela de Perdidos: entre lo innecesario y el ventajismo

No hay nada peor que intentar resucitar a un muerto televisivo cuando ya le has enterrado años atrás. Más si se trata de una historia particular, en la que no hay nada más que rascar porque ya exprimiste los aparatos de promoción al máximo. Ni aunque hayas dejado algunas tramas sin cerrar es plausible, mas si ese producto está tan quemado y acabó hasta por disgustar a algunos de sus seguidores.

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Pero algunos no han aprendido esa norma no escrita a pesar de conocer muy bien el negocio del que viven. Es el caso de Damon Lindelof, que el otro día no descartó que alguien rescatase Perdidos (Lost) para hacer una precuela. Según él, esto serviría para responder a preguntas cómo «qué pasó con los osos polares» de la isla, resolver el misterio de «si todos estaban muertos» o «por qué aparecieron Nicky y Paolo».

LostA la vez, Lindelof se ha excusado, asegurando que no sería él ni los que formaron parte del equipo que manejó la serie durante sus seis temporadas los que llevarían a cabo esta posible y supuesta precuela. Que los que se embarcasen en el proyecto podría ser «otro equipo creativo» que diese un giro sobre esa idea.

Lo haga él o no, me da igual: hacer una precuela de Perdidos es innecesario y sería una resurrección cargada de ventajismo. Lo primero porque no es una serie sobre la que haya un clamor para que se dé un regreso en forma de película o serie. No es el caso de Veronica Marsque ya ha estrenado su película, o el de Skins, de la cual se está esperando el filme en cuestión. A lo mejor hay grupos que quieren el regreso de la isla y las vivencias de los que sobrevivieron al accidente de avión, pero son minoritarios.

Jacob

También hay que tener en cuenta la división sobre el final. A unos les gustó y otros lo odiaron y trasladaron ese rechazo a la serie en sí. Yo soy de otro grupo: al que le dio igual el final. Tenía que acabar de una manera u otra. Creo que no fue la más acertada, pero tampoco que fuese un desastre. Nadie iba a estar contento (salvo los que impulsasen la precuela) e iba a ser un fracaso en cuanto a la aceptación. Porque lo veríamos todo, me temo.

Lo segundo, lo del ventajismo, viene del décimo aniversario de Perdidos. En septiembre se cumplirán los 10 años del estreno en ABC, y que Damon Lindelof deslice esto en este momento no es nada inocente. Sería la ocasión perfecta para intentar embaucar a los millones de personas que vimos la serie, buscando despertar en ellos una especie de nostalgia hacia la misma. Tontos no son, desde luego.

HumoLindelof, que actualmente está enfrascado en la producción de una serie para HBO llamada The Leftovers, ha hecho un «tiro la piedra y escondo la mano» en toda regla. Tras su fracaso como guionista en Prometheus, que se desmarque de todo lo relacionado con Lost es una buena noticia. Pero sería aún mejor si NADIE tuviese que ver NADA en un posible regreso de la serie del Oceanic 815.

Asi que, por favor: dejen a Perdidos. Que está muy bien muerta.

¿Se le está yendo de las manos a Cuéntame?

OJO: Spoilers

Decíamos hace casi un mes, cuando Antonio Alcantará le puso los cuernos a toda España tras engañar a Merche con otra, que Cuéntame seguía siendo capaz de dar giros a sus tramas tras 13 años de emisión. Y que eso tenía mucho mérito, dado que muy pocas se pueden permitir ofrecer al espectador vuelcos tan exagerados y que suponen que todas las premisas en las que se ha basado la serie sean sustituidas por otras. También es cierto que Cuéntame había sido bastante plana hasta hace un par de años, cuando parece que los guionistas decidieron echar el resto usando a los personajes para ello.descarga

Quizá por esto parece que sus responsables se han entregado definitivamente a la locura, y sus decisiones ya están provocando auténticos traumas en el espectador. De hecho, hasta mis excompañeros de piso que no faltan a la cita todos los jueves con la serie de TVE se callaron tras ver lo que estaba ocurriendo. Porque la muerte de Eugenio ha sido un auténtico varapalo para todos los seguidores de la ficción, y será muy interesante ver cómo repercute en el resto de personajes.

La muerte del mítico sacerdote, que dejó de serlo por entregarse a esa tontería que en la Iglesia llaman «los vicios de la carne», no se la esperaba nadie. Más por ser él que por las circunstancias. Quizá el efecto hubiese sido el mismo con otro, y dada la carrerilla que ha cogido la serie igual podemos experimentar eso mismo muy pronto.

AntonioPero, ¿todos estos giros pueden resultar contraproducentes a la larga? ¿No supondrán un peligro para las ideas y para esa día a día de los Alcantará y sus vecinos? Porque lo poco gusta, pero lo mucho cansa, y aglutinar en tan solo una temporada escenas y tramas impactantes puede provocar que en el futuro no sepas por dónde tirar.

Ayer leí hasta que esto que le pasó a Eugenio fue incluso gratuito. Que no tenía sentido que muriese de esta manera y en ese momento. Y puede ser que los que sostengan eso tengan razón. ¿A qué responde que se dé esa situación ahora?

Cuéntame ya ha demostrado que por muchos años que lleve es capaz de reinventarse, de ofrecer algo nuevo con cada nueva entrega. Pero yo tendría cuidado con pecar de exceso o pasarme de transgresor con un producto que lleva más de una década de emisión, y más si todo lo impactante sucede en una sola temporada. Porque a lo mejor en sucesivas no gustas tanto por no ofrecer tramas tan truculentas.

La nueva Cosmos: ¿mejor o peor que la de Carl Sagan?

La divulgación suele pasar desapercibida en España. No ocurre como en Reino Unido, donde la BBC y los canales privados tienen una oferta buenísima de documentales de todo tipo, o en Estados Unidos, donde gracias a su amplia oferta de cadenas es casi imposible que el que quiera ver uno no pueda hacerlo. Aquí tenemos La 2 y las cadenas de pago, y para de contar.Sagan3

A la vez, pocos documentales llegan a convertirse en un fenómeno mediático, con el consiguiente arrastre de audiencia y la adquisición de notoriedad a nivel social. Las excepciones se dan entre los de naturaleza o los históricos, especialmente los de las dos guerra mundiales en el último caso. A los más científicos se les pone la etiqueta, a veces prematura, de especializados y pensamos exclusivamente para los profesionales.

Todo esto lo cambió el científico Carl Sagan en 1980 cuando lanzó Cosmos, una serie documental en la que repasaba con un lenguaje apto para neófitos y una selección de temas e imágenes interesantes y llamativos los grandes desafíos a los que se había enfrentado la ciencia durante la historia. El origen del universo y la vida, la evolución, la relatividad o los viajes espacio-tiempo eran explicados por Sagan de una manera sencilla e inteligente para que aquellos que no tenían ni idea de ciencia (como yo) pudiesen entender lo que hasta ahora sabemos sobre por qué existimos y cómo hemos llegado hasta aquí tras millones de años de avances.

TysonMás de 30 años después, ha llegado un remake sobre la serie científica que muchos esperaban y otros veían con recelo. Se trata de Cosmos: A Space-time Oddysey, presentada por Neil deGrasse Tyson, un astrofísico que es una especie de discípulo de Carl Sagan, ya que el científico fallecido en 1996 fue el que inspiró definitivamente para que eligiese dedicarse a estudiar las estrellas, el espacio y el universo.

Que llegue una serie científica a una televisión importante como Fox, que sea emitida en horario de máxima audiencia, y que cuente con el respaldo de gente con muchos seguidores, como el propio deGrasse o de Seth MacFarlane (creador de Padre de Familia), que la producees más que una buena noticia. Pero desde el primer episodio la nueva Cosmos ha tenido críticas duras, incluso furibundas. La eterna comparación con su predecesora podría ser la causa principal, pero existen otras.

Personalmente, estoy disfrutando muchísimo de Cosmos porque soy profano en temas científicos. Y dado que tengo mucha curiosidad, fui a por ella en cuanto se estrenó. Y los tres episodios emitidos hasta ahora me han encantado. Por ello, ante mi ignorancia, he preguntado a los que saben, a los científicos, si la Cosmos actual es mejor o peor que la anterior, si ha optado más por la espectacularidad que por aquello de los que existe evidencia científica, y sobre si que relaten en un capítulo la vida de personajes como Giordano Bruno le resta o le suma calidad.Seth_MacFarlane_by_Gage_Skidmore_5

Sobre el primer asunto, la inevitable confrontación entre la emitida en 1980 y la de 2014, hay división de opiniones. El primero en responder es José Ramón Sánchez Gallego, astrofísico e investigador postdoctoral en la Universidad de Kentucky:

La nueva Cosmos es una muy aceptable revisión de la serie original. Conserva la habilidad de Carl Sagan para explicar los grandes descubrimientos de la ciencia de forma amena pero rigurosa y de maravillarnos con los grandes misterios del Universo. Si se le puede poner una pega es que (al menos en sus dos primeros episodios) tiende a seguir demasiado literalmente el guión y las ideas de la serie original y puede correr el peligro de quedarse simplemente en una actualización con mejores efectos especiales.

Javier Armentia, astrofísico y coordinador del Planetario de Pamplona, ya habló sobre ella en su blog. Él es algo más pesimista:

Me parece que el primer capitulo naufragó en lo que más pretendía: ser un homenaje que heredaba además el espíritu de la serie de Sagan. Y es que en la comparación, a pesar de las mejoras técnicas, perdía la gracia y quienes podíamos compararlo nos íbamos a quedar siempre con el original. Neil deGrasse Tyson no era el impulsivo y atronador personaje que suele ser, algo que por cierto en el segundo capítulo si aparece (y ciertamente, mejora mucho el producto). 

Cosmos1Para Francis Villatoro, doctor en Matemáticas y profesor en la E.T.S. de Ingeniería Industrial de la Universidad de Málaga, este remake está patinando. En su blog, sobre el que volveremos luego, lo deja bastante claro. ¿Por qué no le gusta? Esta es su explicación:

Como espectáculo visual y televisivo me gusta mucho. Pero como documental de divulgación científica está poco cuidado. Comete el mismo error que las películas de ciencia ficción, falsea la realidad si el guión lo requiere. Creo que el universo es maravilloso y no es necesario inventarse la realidad para crear espectáculo. 

Al que si le ha gustado es a Rafael Bachiller, astrónomo y director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN). Lo que sigue es un fragmento de lo que opina al respecto (su texto íntegro lo tenéis aquí):

Tiene muchos puntos fuertes: espectaculares imágenes y animaciones, reflexiones a nivel global sobre nuestro planeta y nuestro lugar en el cosmos. Aunque muy diferente del Cosmos de Sagan, que tanto inspiró a mi generación, no recuerdo ningún otro documental reciente sobre astronomía que pueda ser comparable a esta serie. (…) La nave de la imaginación de Neil deGrasse Tyson, que utilia sus grandes dotes de comunicador, es un recurso sencillo y efectivo para transportar al espectador desde la Tierra a escalas progresivamente mayores.

El último en sumarse al debate es Rafael Campillos, que desde su perspectiva de estudiante de Astrofísica en la Universidad Complutense de Madrid y de admirador de Carl Sagan, tiene una opinión más extensa que podéis leer aquí. He seleccionado esta parte:sagan

Es obvio que Tyson no es Sagan, y que en estas décadas han avanzado muchas cosas, y quien intente encontrar un remake al estilo de Sagan se encontrará decepcionado. Sagan tenía un estilo muy particular, rozando lo poético. Tyson tiene su estilo y perdería mucho imitando a Sagan. (…)  Hay algún patinazo que otro, por ejemplo el tema del ADN del segundo capítulo, pero creo que se pueden dejar pasar. La serie no está pensada para divertirnos y entretenerlos a los que ya estamos ahí en la ciencia, está dirigida a todo el mundo y supongo que esto en ocasiones ha de llevar a simplificaciones para captar al público.

Giordano Bruno, ¿acierto o fallo?

El segundo asunto, el que más polémica ha creado, es que en el primer capítulo se optase por elegir a Giordano Bruno para evidenciar la persecución a la gente que rechazaba la versión de la Iglesia sobre el planeta Tierra y el Sol. Lo mismo ocurre con esta cuestión: ninguno de los consultados coincide. El que inició la discusión sobre el tema de Bruno fue Francis Villatoro, que criticó en su blog con contudencia a deGrasse y a los responsables de la serie por escogerle como «protagonista» del capítulo piloto. Su post, estés de acuerdo o no, es muy recomendable. ¿Por qué le pareció tan mal? Sus razones:

(photo credit:  Seth Reed)Los guionistas se inventaron la historia de un mártir en el conflicto entre ciencia y religión. Una vez inventada, buscaron un personaje protagonista: Giordano Bruno. Su historial real les importó un comino. Bruno fue un mártir de la libertad de pensamiento. Inventó su propia «religión»: un tipo de panteísmo en el que todas las estrellas son como el Sol, con planetas y seres vivos; Dios es el propio universo; las estrellas, los planetas y todos los seres vivos tienen alma. Bruno fue muy poderoso y se granjeó muchos enemigos. Los enemigos le llevaron a la hoguera porque su «religión» era contraria a la imperante (una excusa como cualquier otra). ¿Qué tiene que ver la historia real de Bruno con la historia contada en Cosmos? Nada.

Más comprensivo se muestra con esta elección José Ramón Sánchez Gallego:

La controversia que ha generado es sorprendente, sobre todo porque la historia de Bruno ya era ampliamente conocida, no sólo entre científicos, sino entre cualquiera con un mínimo interés por la historia de la ciencia. Hay que dejar claro, tal y como se indica en la serie, que Bruno no era un científico (aunque en aquella época el concepto de ciencia era todavía ambiguo) y que su cosmología era más un concepto filosófico-religioso que una teoría apoyada en hechos. Pero es indudable que, ya sea por casualidad o por genio, Bruno acertó al imaginar un Universo muy similar al que hoy conocemos. Y también es indudable que sus opiniones le llevaron a ser condenado a la hoguera por una organización que ha tardado cuatro siglos en reconocer los hecho y pedir disculpas.Sagan1

Al más joven de los participantes en este debate, Rafael Campillos, no le parece tan mal que se cuente con Bruno:

Hay gente a la que la ha molestado la presentación de este conflicto ciencia-religión. Pensando en el país de origen en el que se emite Cosmos, donde hay estados que quieren igualar educativamente el creacionismo a la ciencia, me parece más que relevante ofrecer también un pensamiento crítico frente a la fe religiosa. No es que sobre, es que es necesario en un mundo cada vez más idiotizado con museos de la creación y donde, citando el estudio del 2006 de la FECYT, en torno a un 30% de la gente cree que el Sol gira alrededor de la Tierra. Pobre Copérnico.

También le parece un acierto a Rafael Bachiller. Lo expone así:

La historia de Giordano Bruno está bien elegida para dar un toque histórico en el primer episodio. Por un lado, las ideas de Bruno sobre la multiciplicidad de los mundos han cobrado gran relevancia últimamente por el descubrimiento de los exoplanetas y, por otro, Bruno está citado en el Cosmos de Sagan, lo que permite un nuevo guiño de Tyson hacia su maestro. Es cierto que hubo otros personajes anteriores a Bruno que evocaron estas ideas, de la misma manera que hay telescopios anteriores al de Galileo, o teorías de la gravitación anteriores a Newton. Pero de manera similar a Galileo y a Newton, es Bruno el que trascendió más. Puede que esta trascendencia en la historia y en la cultura popular se deba en parte a su destino trágico, que quizás sea lo que le eleva a la categoría de ‘héroe de la ciencia’. Considero un acierto que este episodio evoque su fascinante historia. 

Cosmos3Por último, Javier Armentia cree que el caso de Bruno fue escogido con una simple intención de abrir debate:

Me da la sensación de que quisieron huir de revisitar a Hipatia en la Biblioteca de Alejandría (algo que, por cierto, también fue muy criticado en el Cosmos original por un cierto dogmatismo sin rigor histórico). Así que eligieron a Bruno, porque está claro que la Inquisición lo quemó. Pero ese proceso no fue exactamente un debate entre ciencia y religión, y con ello dejaron abierta la crítica. Tampoco era para tanto, quizá deberían haberlo hecho notar y mencionar el proceso contra Galileo, ante el que pocas excusas caben.

¿Qué os ha parecido a vosotros?

El hipotético duelo entre Breaking Bad y True Detective en los Emmy

La lucha de todos los años en los Emmy parecía tener un ganador claro en 2014: Breaking Bad. Cualquiera daba por hecho que la serie de Vince Gilligan arrasaría gracias a su magnífica última tanda de episodios, ya fuese como mejor serie de drama, o en las categorías interpretativas, con Bryan Cranston, Aaron Paul y Anna Gunn llevándose los premios individuales.

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Pues a lo mejor todo esto se viene abajo: True Detective va a competir como serie de drama en los Emmy de este año y no como miniserie, tal y como informa Deadline. Es decir, que aunque sus próximas temporadas no tengan nada que ver con la que ya hemos visto, su creador Nic Pizzolatto parece que prefiere ser reconocido como una serie al uso y no como algo más especial.

Breaking3Esto puede poner patas arriba todas las quinielas que se han hecho hasta ahora. Primero, porque Matthew McConaughey puede arrebatar el premio al mejor actor a Bryan Cranston. Y no, no es broma: los que votan están enamorados de los actores de Hollywood, y más si es uno que acaba de ganar un Oscar. Segundo, que el resto de nominadas en esta categoría se han quedado sin opción alguna, ya que todo se va a reducir a la pugna entre estas dos (algo que no gusta nada a los seguidores de The Good Wife).

Y tercero, y quizá más importante: que True Detective le coma la tostada a Breaking Bad y la eleven a mejor serie de la edición. En serio, esto puede ocurrir.

Los que hayan visto el final de Breaking Bad estarán alucinando. «¿Cómo es posible?» o «Están locos si no se lo dan a BB» estarán entre sus reacciones. Que el reconocimiento a las cinco temporadas de la serie de Walter White se quede en nada por la gran primera temporada de True Detective puede que indigne a muchos, y que a otros les resulte demencial.True3

A mí me parecería bastante sorprendente. Aunque sea tan buena y sea seguramente lo que mejor que se estrene en Estados Unidos en 2014, ni de broma la serie de HBO se merecería pasar por encima en unos premios por la de AMC. Básicamente porque BB me parece mucho más redonda, entre otras razones por el buen sabor de boca y lo gratificante que fue disfrutarla en sus cinco temporadas.

Y por muy bien que lo hagan McConaughey y Woody Harrelson, por muy grandioso que sea el plano secuencia y la dirección de Cary Fukunaga, y lo maravillosos, profundos e inteligentes que sean los guiones de Pizzolatto, no son mejores que todos los aspectos y recursos de Breaking Bad. Pero la cabeza me dice que superará a la creación de Vince Gilligan. Así son los Emmy.

Inside No. 9: la mejor serie británica de lo que llevamos de 2014

Una de las series que ha pasado a la historia por el impacto que causan en el espectador sus capítulos es Black Mirror. Todo el que vio el primer episodio, aquel The National Anthem, se quedó en estado de shock, flipando con lo que ocurría al final. Y el que no se sorprendiese supongo que no tendrá sangre en las venas (esto con cariño). A la zaga le va aquel grandioso The entire history of you, del que Robert Downey Jr. ha comprado los derechos para una película.Inside No. 9

Desde que Charlie Brooker la lanzó en 2011, no recuerdo ninguna serie que contase historias independientes en cada episodio y que dejase con la boca abierta a la vez que te daba así como repeluco del bueno. Hasta ahora (qué previsibles somos los jodidos periodistas usando esta expresión SIEMPRE). La responsable de tal hito es Inside No. 9, una miniserie que cuenta con los dos ingredientes necesarios para ser una maravilla: ser británica y que la emita la BBC.

Esta miniserie creada y protagonizada por Steve Pemberton y Reece Shearsmith (responsables de The League Of Gentlemen y Psychoville) se compone de seis capítulos aparentemente inconexos en los que todo se desarrolla en un emplazamiento cuyo número es el 9, ya sea una casa particular, una mansión, o un teatro. La historia de cada una difiere en personajes, trama y sobre todo en final.

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¿Qué es Inside No. 9? No es una drama, y tampoco una comedia. Se trata de una ficción cargada de humor negro en la que se dan giros dramáticos y un drama en el que se suceden los vuelcos de humor negro. Vamos, que con un capítulo te puedes estar descojonando y al final flipar porque lo que realmente te estaban contando era un drama, y que lo que te haya parecido dramático durante todo el episodio al final resulte ser una broma.

No quiero destripar absolutamente nada, porque la gracia que tiene es verla sin saber de qué va cada capítulo. He hecho el experimento con algunos amigos, diciéndoles que la viesen sin buscar de que iba, y la mayoría de ellos han disfrutado mucho con ella.Ins3

Inside No. 9 es la mejor serie británica de lo que llevamos de 2014 gracias a su recopilación de historias populares, leyenda urbanas, cuentos para no dormir y juegos que van pasando de generación en generación. A la vez, bebe de todos esos fragmentos insólitos e ignotos que alguien nos ha contado o que hemos leído por ahí sin recordar cuál es la fuente. Y por increíble que parezca, Pemberton y Shearsmith han logrado que los episodios nos den la sensación de estar viviendo algo real.

Ins1Toda esta retahíla de elogios responde al ingenio y el buen hacer de una serie que se atreve a hacer un capítulo sin diálogos, en los que los actores deben expresar todo con su cuerpo y unas pocas interjecciones, algo que consiguen con creces. Pero es que esos en los que sí se da la interacción hablada entre los protagonistas son igual de buenos, porque los guiones están cargados de inteligencia y conversaciones hilarantes. Pero lo más glorioso, insisto, son los finales y los cambios de dirección que toman las tramas en el momento más inesperado. El reparto también es muy bueno, con actores como Oona Chaplin, Gemma ArtertonLuke Pasqualino entre ellos.

Por todo lo anterior, os emplazo a que la veáis. Incluso os compelo a ello. Cualquier adicto a las series tiene que ver esta maravilla llamada Inside No. 9. A falta de Black Mirror, tenéis ésta.

 

A una semana del final de Cómo conocí a vuestra madre, ¿cómo la despedimos?

El 31 de marzo acaba Cómo conocí a vuestra madre. Del todo, sí. Un final definitivo tras nueve años con más temporadas aburridas que entretenidas, aunque los bostezos de años atrás los están compensando con esta divertidísima última temporada llena de capítulos maravillosos. 

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A pesar de esas temporadas anteriores en las que nos ha costado reírnos, es imposible quedarse con lo malo. Cómo conocí a vuestra madre nos ha regalado capítulos y situaciones gloriosas, y algunas de sus ocurrencias, especialmente las de Barney Stinson, llegaron para quedarse y formar parte del acervo de todos los que la hemos visto.

Por tanto, os invito a participar en un pequeño juego. Sólo tenéis que responder a una sencilla pregunta, ya sea por Twitter, email, o en los comentarios¿Por qué veías Cómo conocí a vuestra madrePodéis contestar de la manera que os plazca. A los que seáis más atrevidos, os emplazo a que enviéis una foto para hacerlo. Ya sea sosteniendo una cartulina con un mensaje, o disfrazados con algo referente a la serie. También podéis hacerlo acompañados, con uno o varios amigos que la viesen, para así contar que ha significado para vosotros como grupo.

 

Como6En vuestros mensajes podéis recordar esos grandes momentos de la serie. Quizá los mejores sean The PlaybookThe BroCode. También tenemos la apuesta de las bofetadas, el legandary, el hombre desnudo, o el simbolismo que adquirió la trompa azul del primer y segundo episodio (conozco chicos que han regalado una a sus parejas).

Por todo ello, por esos vestigios que nos deja How i met your mother, creo que se merece una despedida en condiciones. En la que recordemos sus mejores situaciones, así como lo que significó para cada uno de nosotros. Que haya durado nueve años, y muchos hayamos pasado varias etapas de nuestra vida junto a ella influye mucho en que la vayamos a recordar como algo importante. Pero si nos ha marcado es porque es buena. Eso no hay que dudarlo.

La madrugada del lunes al martes de la semana que viene acabará del todo. Y el miércoles la homenajearemos aquí. Así que, participad, por favor. Hay que despedir a Ted, Marshall, Robin, Lily y Barney de la mejor manera.

Patada en ese sitio para ‘Con el culo al aire’

Siempre que hablo de una serie española, que suele ser mal porque solo me gustan 1 de cada 10 (siendo generoso), me acusan de ensañarme y de exigirles algo más que entretener, que según los mismos comentarios no tienen porqué hacer. «Cumple su función» o «me sirve para desconectar» encabezan la retahíla de razones que se aducen para defender una ficción nacional. c3

No estoy de acuerdo. Yo necesito que las series me aporten algo. No que sean profundas o muy trascendentales; simplemente que ofrezcan una idea plausible, un argumento sólido que responda a una premisa inicial. Que posean, en definitiva, un hilo conductor que tenga sus razones y un planteamiento. No basta con que sean solo entretenidas si todo lo que las rodea no tiene ningún sentido. Menos aún si las tramas no tienen ninguna conexión entre sí o si el ambiente en el que se desarrolla es gratuito. Eso está bien para la animación, como la de Los Simpson. Y si lo haces en una serie que quiere ofrecer una apariencia de realidad, al menos ésta tiene que tener calidad, y hacer gracia si aspira a ser una comedia.

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Eso le pasa a Con el culo al aire, la serie de Antena 3 ambientada en un camping en el que viven un puñado de perdedores, y que regresó hace un par de semanas con su tercera temporada. Entre sus actores, Paco Tous (Los hombres de Paco), María Leon (SMS), Iñaki Miramón (La sopa boba) o Toni Acosta (Policías, Un paso adelante). Cómo no, líder de audiencia. Seguramente es entretenida y de las que cumplen su función; que incluso saca una sonrisa. Y ya está. Nada más. El resto es vacuo. No hay ni una sola idea, ni una percha que justifique todas sus tramas. Ni aporta un argumento que sirva para atraparnos, ni la amalgama de situaciones absurdas tienen sentido.

Las series españolas, más conocidas como dramedias, suelen estar formadas por episodios en los que las situaciones que viven los personajes son simples gags superpuestos, para así dar apariencia de ficción televisiva. De los tópicos, lugares comunes y tonterías habituales de nuestras producciones no puedo aportar nada más que lo que ya he dicho en otros postCon el culo al aire cumple con este conjunto de normas que permiten ser una ficción patria en condiciones.

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No faltan los desayunos familiares, las situaciones descabelladas como que un vecino pueda secuestrar a tus hijos o que te robe el coche sin que el afectado se lo tome en serio, o que una madre alcohólica que no cuida a su hijo se nos presente como una mujer graciosa a la que hay que permitirle todo. Por supuesto, también nos ofrecen como algo normal que haya niños que no van al colegio porque son conflictivos, o que los estafadores y ladrones sean considerados como uno más, y sus acciones como simples anécdotas. Todo muy creíble y muy modélico.

En cuanto a la interpretación de los actores, hay de todo: Paco Tous y María León, por ejemplo, resultan creíbles; no ocurre lo mismo con Ana Morgade, Raúl Fernández o Vicente Romero, al que se le da muy bien hacer de sicario, pero que aquí no encaja.

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Presentar a los españoles como chorizos, desastres andantes y chabacanos en nuestras series es algo habitual. El belenestebanismo y la Marca España rancia son indelebles a lo que se suele alumbrar aquí. Pero eso no significa que debiera ser aceptable, y mucho menos reír las gracias de este estilo. El humor de aquí no tiene ni por donde empezar para compararse con el inglés, donde también se resaltan las miserias de su población.

Yo no tengo amigos del perfil de los personajes de Con el culo al aire. Ni ganas. A esa gente suelo alejarla porque es nociva. Y estoy convencido de que los que viven en este país tampoco son así. Si acaso, habrá una minoría.c1

Ya basta de justificar todo con el «es entretenida» o «cumple su función». Si una serie es una mierda, lo es y punto. Y los que la consideramos así tenemos el mismo derecho a decirlo que aquellos que sí la soportan, e incluso la disfrutan.

Eso sí: siempre defenderé que se puedan emitir todo tipo de series. A pesar de que no comprenda que algunas puedan llegar a gustar a alguien. Aunque sean de las que merecen una patada en el culo, como Con el culo al aire.

 

Os recuerdo el debate de hace unas semanas: ¿Son malas las series españolas?

La guerra ‘helada’ de The Americans

En una situación como la actual, con las tensiones a escala internacional tras los acontecimientos de Ucrania y Crimea y la posterior riña entre Rusia y EEUU, se ha vuelto a rescatar la manidísima coletilla de «la nueva guerra fría». Sobre este tema y cualquier otro en el que esté involucrado el continente europeo, hay que leer siempre los análisis de Nacho Segurado.TA4

Ficción de esta «nueva guerra fría» aún no tenemos por motivos obvios. Por suerte sí la tenemos de la real, ese periodo que abarcó desde el final de la II Guerra Mundial hasta la desaparición de la URSS. Además de las decenas de películas que han relatado qué pasó en aquellos años, en la actualidad tenemos una serie que todo el mundo debería ver por varias razones: The Americans.

La ficción de FX, que en España emite Fox, regresó hace unas semanas a la parrilla de Estados Unidos tras ser uno de los mejores estrenos de 2013 (aquí se podrá ver desde el 1 de abril). Los espías rusos que viven bajo la apariencia de respetables ciudadanos estadounidenses en Washington interpretados por Keri Russell y Matthew Rhys han regresado con más problemas de los que dejaron atrás con el final de la primera entrega. Y parece que las cosas van a ir incluso a peor para sus alter ego americanos, Elizabeth y Philip Jennings. Además de para sus hijos.

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¿Por qué mola tanto The Americans? Más allá de por las pelucas y los disfraces, que son la envidia de cualquiera al que le guste caracterizarse para determinadas fiestas, su ritmo y la unión de política y acción hacen de ella una serie más que entretenida.

Quizá lo mejor sea que es capaz de transmitir al espectador la tensión que existía entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la época como presidente de Ronald Reagan, con el contraespionaje por parte de ambos bandos para putearse a sí mismos con la idea de fastidiar aun más al adversario. Un tiempo en el que a esa guerra ya podíamos definirla como «helada», porque el nerviosismo y la contención por parte de ambos alcanzó un nivel altísimo. A la vez, permite aprender algo de historia, además de mostrar cómo se las gastaban en aquel tiempo unos y otros para lograr sus objetivos. Aunque hubiese que ordenar ejecuciones o atentados, todo se hacía con la excusa del patriotismo. Eso lamentablemente nos sigue sonando en la actualidad.

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Que la KGB y el FBI usasen métodos sumarísimos e ilegales es algo que cualquiera con un poco de sentido común puede deducir. Bueno, del FBI y la CIA podría hacer un reportaje entero con las torturas y los abusos que arrastran en los últimos años. Y eso es algo que enseña muy bien The Americans. Especialmente porque su creador, Joe Weisberg, fue agente de la CIA. Así que algo sabrá el hombre y por eso se atreve a mostrar esas miserias de las fuerzas de EEUU. Aunque los comunistas no se quedasen atrás en su tiempo.

Noah Emmerich, que interpreta al agente del FBI Stan Beeman, es el contrapunto perfecto para la pareja protagonista. Porque un tipo que aparenta ser mesurado pero luego es capaz de pegarle un tiro en la cabeza al primer ruso que se le ponga por medio aporta mucho a una historia como esta. Y más si es vecino de los Jennings, de los cuales sospecha.

TA2Todo lo anterior debería ser suficiente para animaros a ver The Americans a los que no la conocéis. La primera temporada fue muy buena, aun con la impostura de la relación entre Elizabeth y Philip, ya que nadie se cree que un matrimonio ficticio y de conveniencia pase por esos tragos amorosos.

La acción, el drama, el espionaje y la traición continuarán marcando el ritmo de esta segunda temporada. Aunque hay que añadir otro elemento muy importante: la hija fisgona de los Jennings. El juego que puede dar la curiosidad de Paige nos va a ofrecer grandes momentos de intriga. O eso espero, porque sus audiencias en EEUU están siendo para olvidar.

Una cadena de despropósitos llamada Ciega a citas

Que las series españolas se dediquen a evidenciar las miserias de una parte de la población, a denunciar la superficialidad, la precariedad laboral, que el empresario trate a los trabajadores como números sin acordarse, oh, casualidad, de la plusvalía, o del dispendio de los que más tienen, está muy bien. El problema es que lo hacen mal, y consiguen todo lo contrario: asumen y aceptan esas miserias, fomentan la superficialidad, jalean la precariedad laboral y a esos ejecutivos que no se preocupan de las consecuencias de sus despidos, y se celebran ciertas actitudes de los ricos.Ciega

Ya dijimos hace un par de semanas que la situación de la ficción española era más que preocupante. Tanto que algunos empezamos a pensar que a las productoras y cadenas no les interesa acertar con un producto de calidad, sino con lo más morboso posible para ganar unos puntos más de audiencia. Lo que provoca que nos ofrezcan auténticos desvaríos en forma de serie, tales como el último estreno de Cuatro con capítulos de lunes a viernes, Ciega a Citas. Que, por cierto, está basada en el relato de una bloguera que luego pudo plasmar sus historias en un libro.

El argumento es simple: una chica gordita que trabaja en una radio cobrando una mierda se entera de que su hermana pequeña se va a casar con un tipo que es un auténtico partidazo. Su madre, que no se cansa de tirarle puyas sobre el desastre de vida que tiene, la considera una fracasada, algo que ella no está dispuesta a tolerar. Por esa razón hacen una apuesta: la protagonista, Lucía (Teresa Hurtado de Ory), deberá acudir a la ceremonia de su hermana con varios kilos menos, con otra ropa que no sea negra, y con novio. Algo que su madre (Elena Irureta) no cree que sea capaz de conseguir.

Ciega2Voy a empezar por una vez con lo bueno: los actores de Ciega a Citas están bien. Cumplen con sus roles y resultan creíbles en la mayoría de secuencias. Gente como Alex Gadea, Octavi Pujades, Marta Nieto o Arancha Martí demuestran que saben actuar. Algo que no es muy habitual en los últimos años en las series españolas, en fin.

Pero ahí se acaban los aspectos positivos: Ciega a citas es una cadena de despropósitos. El desarrollo de las tramas es burdo, las situaciones que se plantean son poco interesantes, y el juego que se quiere ofrecer con algunas tramas no logra provocar un punto de interés para el que la está viendo. Por no hablar de la duración y de la hora de emisión. Primero, que no se puede hacer una serie diaria que dure 45 minutos; es una pesadez. Y sí, ya sé que duran lo mismo los culebrones de la sobremesa. Parece que aquí entendemos lo corto por tres cuartos de hora y lo largo por hora y media. Segundo, que si vas de «moderna», que te programen a las 15:45 no ayudan a respaldar esa descripción.

Luego está el desastre de planteamiento que hacen con la radio en la que ocurre la mayor parte de la historia. Más que nada porque cualquier que haya estado en un programa en directo, o haya trabajado en una emisora, sabrá que la credibilidad de la serie es inexistente en ese aspecto. No, con un micro de control no interrumpes una emisión en directo. Tampoco hay gente en las redacciones de este tipo que no se haya sentado en un estudio en su vida. Ciega3

Los dislates no acaban ahí. Por ejemplo, ¿qué hace Belinda Washington en una serie? Y más en un papel de mujer fatal. También chirría un poco esto de que Elena Irureta y Joaquín Climent vuelvan a ser marido y mujer en la ficción. Joder, que parecen ya los nuevos Pepa y Avelino.

Últimamente, lo que se pide a los actores para un papel en series o películas es que adelgacen. Teresa Hurtado de Ory ha tenido que engordar para hacer Ciega a Citas. Tal y como ha salido la serie, con unos guiones tan absurdos, parece que no le va a salir rentable ese esfuerzo.

En este tipo de despropósitos y vergüenzas como Ciega a Citas es experta Mediaset, que es capaz de emitir un programa en el que aparece una niña recién fallecida para reventar los audímetros. Y la gente, por puro morbo, lo ve. Vender eso como homenaje es de vergüenza; se hace para ganar dinero en publicidad, y punto. Lo mismo con esta nueva serie.

 

Aclaración

Ya sé que los padres de la pobre niña permitieron que se emitiese el programa. Pero aun con eso, Telecinco debería tener la suficiente altura de miras y el mínimo respeto para no ofrecer un programa con una carga de morbo previa y que seguro iba a ser un éxito de audiencia por la misma razón.