Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de julio, 2013

Imprescindible y corrosiva: Orange is the New Black

La incursión de Netflix en el mundo de la ficción no deja de traernos buenas noticias. La plataforma de streaming estadounidense alcanzó su cima con House of Cards, y continuó su buena tendencia con Hemlock Grove. Ambas comparten el gen del entretenimiento, ese que te incita a caer en sus historias independientemente de su temática o su calidad. Y sí, esto último va por Arrested Development, que nadie sabe exactamente por qué les ha dado por resucitarla varios años después de su cancelación.

La última buena nueva se llama Orange is the New Black, va sobre una cárcel de mujeres, está basada en unas memorias de Piper Kerman (Orange Is the New Black: My Year in a Women’s Prison) y puede que sea la mejor serie de todo el 2013. ¿Por qué? Pues por su componente tragicómico tan acertado, que la hace ser corrosiva, tierna y graciosa a partes iguales; es decir, un cóctel de sensaciones donde cada capítulo aumenta el nivel del anterior.

Orang1 Su trama parte de la historia de Piper (Taylor Schilling), una chica que a simple vista tiene una vida envidiable: está prometida a la espera de casarse, va a empezar un negocio de posible éxito y pasa los días sin zozobra alguna. El problema es su pasado. Todo porque años atrás estuvo liada con una narcotraficante llamada Alex (Laura Prepon) que logró convencerla para que le ayudase en sus chanchullos y fuese su camello. En uno de estos, la policía las cazó y 10 años después de lo ocurrido ha de cumplir 15 meses de cárcel por culpa de su vida anterior.
Una condena que obviamente pone su mundo patas arriba: ingresa en una prisión federal en la que conviven una miríada de reclusas de lo más peculiar con las que te descojonas a cada minuto. Todos los tópicos de un centro femenino entran en la serie: mayoría de lesbianas, unas jefas a las que todas respetan, división entre blancas, negras y latinas y  guardias machistas. La desventaja de Piper es que ella no cometió un crimen del mismo estilo que el resto de reclusas. Esto provoca que caiga en el maniqueísmo, ya que tiene interés en encajar con las presas y a la vez desea de forma acuciante de salir de allí.

OrangeDicha actitud es un síntoma de su inocencia, algo nada conveniente para el lugar en el que está. Su candidez provoca una sucesión de momentos desternillantes protagonizados junto a sus nuevas ‘amigas’, que son viejas diablas y saben cómo provocar la desesperación en una novata. A ello contribuyen sus propios errores, como insultar a las líderes del patio sin saber que las tiene delante o su torpeza para afrontar un día a día inaudito para ella.

Aun así, Orange is the New Black no muestra la cárcel como un sitio en el que el ‘pescado fresco’ es martirizado hasta la extenuación; los guionistas apuestan por aglutinar en unos diálogos viscerales un ambiente más realista, en el que todo no es tan malo a pesar de lo que supone estar entre rejas. Esta auténtica pócima del éxito pasa por adornar todas las historias dramáticas de las féminas de humor negro e incluso de una disculpa a sus actos.

Este aspecto de la serie es quizá el más interesante, ya que se relata que los crímenes que cometieron fueron consecuencia de defender su propio bien o por la búsqueda de un interés particular sin idea de hacer daño. Pero ese deseo no basta para la ley. El ritmo impreso a las tramas y el acierto al estructurar los cerca de 50 minutos que dura cada episodio hacen el resto.Orange2

Esa es la manera elegida para contar la historia de Piper, Red, Claudette, Sophia y el resto de personajes, que provocan empatía instantánea en el espectador convenciendo a éste de perdonar sus desmanes por todo lo que han sufrido previamente. Aunque la relación que comparten no sea fácil y haya de superar pruebas a diario.

Fuera de los muros de hormigón, la protagonista ha de lidiar con su prometido Larry (Jason Biggs, el eterno Jim de American Pie), con el que comienza a tener problemas nada más despedirse. Él teme que su chica vuelva a optar por las mujeres como ya hizo en el pasado, y ella sabe que podría darle la razón aunque esté convencida de su amor. Aparte están su mejor amiga y socia en un negocio de jabones, la atolondrada de su madre y unos suegros que no la soportan. Un mundo que ya ha dejado atrás, pero que tendrá muy presente por culpa de un hecho que corregirá la idea de rutina que había asumido en su primer día recluida.

Orange is the New Black es humor y drama a partes iguales. Está aderezada con una acidez que la hace muy divertida. Es buenísima. Y no tardaréis mucho en devorar todos sus episodios en cuanto comencéis a verla.

Detectives e inteligencia en Endeavour

Forza Galiza

Poder definir a una serie como “inteligente” es mucho más que un placer por los sentidos. Significa que no solo ha sido reconfortante verla, sino que echas en falta que no existan otras como la referida. Esto es lo ocurre últimamente con las series y miniseries británicas: son tan buenas que sientes un vacío de calidad televisiva enorme cuando las terminas. Porque han logrado que te introduzcas en su mundo por medio del producto bien hecho y un guión que solo desprende excelencia. Dentro de esta descripción entra Endeavour, una maravilla de ITV que como podéis comprobar he disfrutado como nunca. Y que a los amantes del suspense y la novela policiaca les encantará. Morse2

Esta auténtica masterpiece es una historia de detectives basada en los libros de Colin Dexter  -los cuales pienso devorar cuando tenga oportunidad- sobre el detective Endeavour Morse (Shaun Evans) que se sitúa en Oxford, una de las cunas de la erudición y referente académico de Reino Unido por excelencia. En esta adaptación televisiva se parte de 1965, justo cuando Morse es trasladado a la ciudad protagonista y comienza su aprendizaje como investigador.

En las tramas se ve como este chico, que estudió en la Universidad de Oxford, posee unas dotes detectivescas innatas que le permiten hallar pistas para resolver los casos de asesinato donde cualquier otro ni las olería; pero ni una de las conjeturas de Morse es al azar o por inspiración divina, ya que todas tienen una explicación. Es decir, la serie te cuenta de forma minuciosa cómo ha llegado hasta un indicio, por qué es relevante para la investigación y qué consecuencias tendrá para dilucidar qué pasó con las víctimas.

Quizá el mayor acierto de los capítulos es que logran el objetivo que se proponen, más allá de entretener: que el espectador no intuya ni por un momento quién es el asesino. Ni un solo hilo que pudiese descubrir el pastel queda suelto por el desarrollo de la trama. A esto se une un contexto exornado en el que aprendes indirectamente: música clásica, libros de autores inmortales, o la sabiduría que aporta con su simple presencia Oxford embellecen aún más la serie. Un boato nada pedante que encaja con las investigaciones sin chirriar, y que da ganas de ponerse a descifrar crímenes cuando tenemos un hueco. De sus actores hay poco que decir, salvo que están impecables. La presencia de Evans y su Morse, que ignora las amenazas pero sí se enfada cuando alguien se atreve a ser condescendiente con él, abruma al resto aunque no los desdibuja. Una bendición sin duda para una serie donde el protagonista lleva todo el peso.

Mrse3El tipo de crímenes con los que lidian Morse (cuyo nombre de pila se menciona solo una vez en toda la primera temporada) y el inspector Fred Thursday (Roger Allam) en Endeavour traerá buenos recuerdos a aquellos que hayan escuchado en alguna ocasión La noche de los detectives que hacía Roberto Sánchez en el inexplicablemente desaparecido Si amanece nos vamos de la Cadena SER. Esas piezas radiofónicas inolvidables pasan por reminiscencia de lo que vemos en la serie por la calidad que atesoran ambas. Aunque no coincidan ni por asomo en la duración: cada capítulo dura unos 90 minutos. Esto quizá echaría para atrás a algunos que se interesen por ella, pero que solo haya cinco entregas hasta la fecha y que sea tan entretenida hace que te olvides del tiempo mientras la ves.

Una buena forma de ver Endeavour es sentado en el sofá cuando está cayendo la noche, estimulando así el detective que todos llevamos dentro antes de dormir. Algo que permite a su vez finalizar contento un día gracias a una gran serie con aroma a inteligencia. No se me ocurre mejor plan previo al sueño.

Solucionando problemas con Ray Donovan

De las pocas novedades que nos ofrece el verano, esa estación que muchos aprovechamos para ponernos al día con unas cuantas series que no hemos podido seguir durante el resto del año, siempre hay dos o tres que destacan sobre el resto y que se suman automáticamente a nuestra lista de preferidas. Una de las que podría formar parte de este grupo del estío es Ray Donovan, la nueva criatura de Showtime. Ray1

Raymond Donovan (Liev Schreiber) es un tipo de aspecto impecable al que realizan encargos de todo tipo en los que tiene que sacar de un apuro a sus clientes. Estos pueden ir desde disuadir a un acosador, montar una coartada para que no se arme un escándalo en torno a un famoso que se ha despertado con una mujer muerta en la cama o sobornar a todo aquel que signifique un obstáculo para los que requieren sus servicios.

Por otro lado, es un señor casado con una mujer bellísima (Paula Malcomson, la Maureen Ashby de Sons of Anarchy), padre de dos hijos listos y guapos y que vive en una fastuosa mansión de un barrio exclusivo de Los Ángeles. Un auténtico gentleman al que todos admiran y respetan, y que se ha ganado una buena reputación entre los sectores más exclusivos de la ciudad gracias a su facilidad para resolver problemas. Porque a pesar de su cara de pan, Ray es un tipo temible: utiliza los métodos más expeditivos para lograr sus propósitos, aunque esto conlleve endiñar. Aunque esto es innato en él, ya que su familia lleva el boxeo en las venas.

Ray3

De aquí parten las tramas de este sucedáneo de señor Lobo con buena planta. Su virtud es que es algo que no hemos visto antes, o al menos yo no recuerdo una ficción similar. Cierto es que los tipos malos y atractivos al espectador existirán siempre. Pero este cae bien por hacer su trabajo, no por sus aficiones; además, todas sus acciones están impregnadas por un sentido de la justicia que impide identificar a Ray y su equipo con el típico grupo de sicarios. Más bien visualizas a un grupo al  que te gustaría echar mano si estuvieses en una tesitura complicada. Aunque Ray, que es un gran líder, no pueda permitirse el lujo de ver la botella medio llena.

El problema que tiene es que su vida personal es una mierda. Se pelea con su mujer, sus hijos están en plena adolescencia y escapan a su control y tiene dos hermanos -uno con párkinson y otro con un trauma por haber sufrido abusos de niño, que le ha llevado a caer en la bebida-  que no hacen más que causarle problemas. Pero sus quebrantos se multiplican cuando aparece en escena su padre Mickey.Ray2

En el rol paterno está Jon Voight, que interpreta un personaje que le va como anillo al dedo. Todo porque lo que le pasa con Ray en la serie es lo que le ocurre con su hija, Angelina Jolie, en la realidad. Su vástago no le soporta. Que haya pasado 20 años en la cárcel le parecen pocos. Y desde el momento en el que le vuelve a ver le convierte en su enemigo de referencia, con la idea de quitárselo de en medio como sea y lo antes posible. El inconveniente es que Mickey carece de probidad y usa todo tipo de ardides para fastidiarle; así, embauca a sus hermanos para que se atrevan a responderle, consiente a sus hijos todo tipo de caprichos como haría cualquier abuelo o profesa elogios a su esposa para hacer que se sienta mejor que Ray. Pero sobre todo, acosa a todos aquellos a los que nuestro protagonista tiene el encargo de proteger y que no quieren ver a su padre ni en pintura. Y eso es algo que le enfurece.

Por toda su acción, un guión tan novedoso, y este enfrentamiento entre machos dominantes que comparten sangre, Ray Donovan se merece la oportunidad de dedicarle casi una hora a la semana. Y parece que va a ser de las pocas que opten a semejante honor por parte de los que vemos series.

House of Cards rompe el guión establecido de los Emmy

Pocas sorpresas y varias novedades en las nominaciones a los Emmy 2013. Así podríamos resumir la ceremonia de este jueves que ha servido para dar a conocer a aquellas series, actores y profesionales de la televisión que optarán a los premios de la pequeña pantalla más importantes del mundo. A pesar de lo anterior, sí hay una serie que ha entrado con fuerza en el selecto grupo que suele acaparar las nominaciones: House of Cards.

ZoeBarnes

La ficción de Netflix optará a mejor serie de Drama, mejor actor con Kevin Spacey y mejor actriz con Robin Wright. Lo ‘malo’ es que todo lo que hemos conocido ya se esperaba. Es cierto que varias series que tienen menos de un año de vida o que nunca habían estado nominadas estarán este año en la gala que presentará Neil Patrick Harris el 22 de septiembre. Pero eso era algo que ya se intuía, por lo que no se pueden definir a los aspirantes a galardón como «sorprendentes» en esta edición. Pero vayamos por partes.

Siguiendo con el asunto de House of Cards, adivinar las nominadas a mejor drama no entrañaba mucha dificultad. Lo complicado era acertar en cuál se iba a quedar fuera. Finalmente, los platos rotos los ha pagado Boardwalk Empire. A pesar de que es imprescindible, el idealismo de The Newsroom, que era la otra que contaba con papeletas para no optar al premio, ha podido con ella. En cuanto a Game of Thrones, está claro que ha logrado entrar en la lista por el capítulo 9 de su tercera temporada; ese que traumatizó a todo aquel que no había leído el libro previamente. La otra novedad ha sido la inclusión de Downton Abbey, lo que se puede entender como un acto de justicia con algo tan maravilloso. Pero la batalla de esta categoría estará una vez más entre Homeland Mad Men. Y el año pasado ya venció la primera. Lo que más molesta de esta categoría es la enésima ausencia de Sons of AnarchySi la serie de moteros no es la mejor que hay en la actualidad junto a Homeland para los que eligen los nominados es que viven en otro mundo completamente aparte. Pero sin injusticias no existirían estos premios. Vera

En cuanto a las actrices, otra sorpresa además de Robin Wright: la de Vera Farmiga por Bates Motel. Que una intérprete que ya fue nominada al Oscar se quedase fuera de los Emmy hubiese sido curioso. Pero también se ha sido justo con ella, porque su gran papel en esta serie debía lograr algo más que estar enntre los preaspirantes. La que no ha podido continuar sus años de éxito pasados ha sido Julianna Margulies, que tras ganar varios años se queda fuera por primera vez. ¿Quién ganará aquí? Parece poco probable que Michelle Dockery, Kerry Washington, Elisabeth Moss y las anteriores derroten a Claire Danes. O eso debería ser lo normal. En cuanto a las secundarias, esa estatuilla tiene nombre: Maggie Smith. Aunque a mí personalmente me gustaría mucho que se la diesen a Christina Hendricks.
GypEn lo referente a las comedias lo más emocionante de este año será conocer la existencia de la serie que logre desbancar a Modern FamilyNo parece posible que Veep, que es la más novedosa, logre semejante éxito. Pero convertirse en la mejor serie de humor si está al alcance de The Big Bang TheoryLouie. La estimulante Girls sigue aporreando la puerta de la victoria, pero salvo sorpresa mayúscula deberá esperar otro año más. En cuanto a 30 Rock, parece que se la ha incluido como homenaje a su adiós esta temporada; pero sería bastante vergonzoso que se llevase el premio por esta razón. Los actores dramáticos principales parecían estar cantados, pero a última hora se ha colado Hugh Bonneville. El protagonista de Downton Abbey ha sido el probable responsable de dejar fuera a Steve Buscemi, que ha corrido la misma suerte que su serie. En esta categoría existe la incógnita de si se premiará al que se va (Bryan Cranston), al favorito (Damian Lewis) o al que su trabajo en este último año merece algo más que una mención (Jon Hamm). Por otro lado, los secundarios son de un alto nivel una vez más. Está claro que el gran favorito es Aaron Paul, con el permiso de Mandy Patikin y Peter Dinklage. Pero si hay un personaje que ha logrado calar en el espectador y que a mi parecer debería ganar es el Gyp Rosetti de Bobby Cannavale. Lo injusto aquí es la ausencia de Mads Mikkelsen, el Hannibal televisivo. Pero cuando le relegaron a los secundarios estaba cantado que se lo cargaban de cualquier nominación.

En los actores la mayor sorpresa está en los secundarios debido a la ausencia Eric Stonestreet. Sí están sus otros tres compañeros de la serie, y el favorito de ellos para el galardón será Ed O’Neill. Aunque hay que estar muy atentos a Adam Driver por su rol en Girls. En cuanto a los principales, Jim Parsons va a la cabeza de las quinielas seguido de cerca por Louis CK.

Lena

¿Quién ganará en mejor actriz cómica protagonista? Todas las miradas apuntan a Lena Dunham, a pesar de la dura competencia que tiene con auténticas bestias como Edie Falco o Tina Fey. Aún así, tampoco hay que desmerecer a Julia Louis Dreyfus y Amy Poehler, que están estupendas en sus respectivas ficciones. De Laura Dern prefiero no decir nada, ya que Enlightened me parece un tostón. Pasando a las secundarias, si ganase Julie Dowen de nuevo no sería extraño. Pero deberá andarse con ojo con Mayim Bialik, que podría ser una de las sorpresas de estos Emmy.

Jessica

Sobre las miniseries nominadas lo primero que hay que decir es que debéis verlas todas. Las seis son magníficas. Aunque una de ellas no lo sea como tal, a pesar de que se empeñen en encuadrarla en esta categoría. Es el caso de American Horror Story, que con su temporada de Asylum ha vuelto a pegar en el sofa a todo aquel que se pusiese a verla. ¿Ganará? Probablemente. El problema es que tiene enfrente a otras cinco genialidades, e igual se premia a La Biblia por su gran adaptación.

La serie de terror de Ryan Murphy también posee actores aspirantes en todas las categorías de miniseries salvo en la de mejor actor. En ésta, Al Pacino (Phil Spector) vuelve a destacar como el rival a batir. Pero para eso estarán Matt Damon (Behind the Candelabra) y Benedict Cumberbatch (Parade’s End); especialmente este último, al que muchos consideran el mejor intérprete televisivo de la actualidad. No sabemos si AHS saldrá victoriosa en mejor actor y actriz secundarios de miniserie. Lo que sí sería casi un insulto es que el premio a mejor actriz principal en este ámbito no fuese para Jessica Lange. Aunque lo dispute con Helen Mirren (Phil Spector) y Sigourney Weaver (Political Animals), si no se lo lleva los Emmy se retratarán como ya acostumbran.

En definitiva, más de lo mismo con novatos esperados en un año bastante flojo para la ficción norteamericana (y británica). Esperemos que el próximo sea mejor.

Mejor serie de Drama 

Homeland
Breaking Bad
House of Cards
Game of Thrones
Mad Men
Downton Abbey

Mejor actor de drama
Hugh Bonneville (Downton Abbey)
Jon Hamm (Mad Men)
Kevin Spacey (House of Cards)
Damien Lewis (Homeland)
Bryan Cranston (Breaking Bad)
Jeff Daniels (The Newsroom)

Mejor actriz de drama
Michelle Dockery (Downton Abbey)
Vera Farmiga (Bates Motel)
Connie Briton (Nashville)
Claire Danes (Homeland)
Elisabeth Moss (Mad Men)
Kerry Washington (Scandal)
Robin Wright (House of Cards)

Mejor actor secundario de drama
Bobby Cannavale (Boardwalk Empire)
Jim Carter (Downton Abbey)
Jonathan Banks (Breaking Bad)
Peter Dinklage (Game of Thrones)
Mandy Patinkin (Homeland)
Aaron Paul (Breaking Bad)

Mejor actriz secundaria de drama
Anna Gunn (Breaking Bad)
Maggie Smith (Downton Abbey)
Emilia Clarke (Game of Thrones)
Christine Baranski (The Good Wife)
Morena Baccarin (Homeland)
Christina Hendricks (Mad Men)

Mejor comedia
30 Rock
Louie
Modern Family
Veep
The Big Bang Theory
Girls

Mejor actor de comedia
Alec Baldwin (30 Rock)
Jason Bateman (Arrested Development)
Luois CK (Louie)
Matt Leblanc (Episodes)
Jim Parsons (The Big Bang Theory)
Don Cheadle (House of Lies)

Mejor actriz de comedia
Laura Dern (Enlightened)
Lena Dunham (Girls)
Edie Falco (Nurse Jackie)
Tina Fey (30 Rock)
Julia Louis-Dreyfus (Veep)
Amy Poehler (Parks and Recreation)

Mejor actor secundario de comedia
Adam Driver (Girls)
Jesse Tyler Ferguson (Modern Family)
Ed O’Neill (Modern Family)
Ty Burrell (Modern Family)
Tony Hale (Veep)
Bill Hader (Saturday Night Live)

Mejor actriz secundaria de comedia
Mayim Bialik (The Big Bang Theory)
Jane Lynch (Glee)
Sofía Vergara (Modern Family)
Julie Bowen (Modern Family)
Merritt Wever (Nurse Jackie)
Jane Krakowski (30 Rock)
Anna Clumsky (Veep)

Mejor Miniserie o TV Movie
American Horror Story: Asylum
Behind the Candelabra
The Bible
Phil Spector
Top of the Lake
Political Animals

Mejor actor de miniserie o TV Movie
Michael Douglas (Behind the Candelabra)
Matt Damon (Behind the Candelabra)
Toby Jones (The Girl)
Benedict Cumberbatch (Parade’s End)
Al Pacino (Phil Spector)

Mejor actriz de miniserie o TV Movie
Jessica Lange (American Horror Story: Asylum)
Laura Linney (The Big C)
Helen Mirren (Phil Spector)
Elisabeth Moss (Top of the Lake)
Sigourney Weaver (Political Animals)

Mejor actor secundario de miniserie o TV Movie
James Cromwell (American Horror Story: Asylum)
Zachary Quinto (American Horror Story: Asylum)
Scott Bakula (Behind the Candelabra)
John Benjamin Hickey (The Big C)
Peter Mullan (Top of the Lake)

Mejor actriz secundario de miniserie o TV Movie
Sarah Paulson (American Horror Story: Asylum)
Imelda Staunton (The Girl)
Ellen Burstyn (Political Animals)
Charlitte Rampling (Restless)
Alfre Woodard (Steel Magnolias)

 

Así fue la ceremonia en directo

15.06. Hasta aquí el directo. Os invito a leer en un rato el post resumen sobre las nominaciones de este año para los Emmy.

15.04. Los secundarios aspirantes a galardón en drama. Ellas: Anna Gunn, Maggie Smith, Emilia Clarke, Christine Baranski, Morena Baccarin y Christina Hendricks. Ellos: Bobby Cannavale, Jonathan Banks, Aaron Paul, Jim Carter, Peter Dinklage, Mandy Patinkin (Homeland).

15.00. En comedia, nominados a mejor actor: Alec Baldwin, Jason Bateman, Louis CK, Don Cheadle, Matt Leblanc y Jim Parsons. Como mejor actriz en este ámbito, las candidatas son: Laura Dern, Lena Dunham, Eddie Falco, Tina Fey, Amy Poehler y Julia Louis Dreyfus.

14.54. La categoría con más sorpresas ha sido la de mejor actriz de drama. Se ha quedado fuera Julianna Margulies, y han entrado Vera Farmiga y Robin Wright. La lista la completan Connie Britton, Claire Danes, Michelle Dockery, Elisabeth Moss y Kerry Washington.

14.50. Ya ha terminado la ceremonia para anunciar los nominados. Desde ahora, repasamos qué series han logrado la candidatura. En comedia, optarán al premio 30 Rock, The Big Bang Theory, Girls, Louie, Modern Family, Veep.

14.48. Series nominadas a mejor drama: Mad Men, Homeland, House of Cards, Breaking Bad, Game of Thrones y Downton Abbey.

14.46. Como se esperaba, American Horror Story está nominada en la categoría de miniserie.

14.45. Sin sorpresas en la categoría de mejor actor de comedia: entran Alec Baldwin y Louis Ck.

14.44. Esto va como un tiro. Se ha colado Robin Wright en la categoría de mejor actriz, así como Vera Farmiga.

14.43. Actores principales de drama: Hugh Bonneville, Bryan Cranston, Damian Lewis, Jon Hamm, Jeff Daniels y Kevin Spacey.

14.42. Ya salen Paul y Harris. Pareja inédita para dar a conocer los afortunados que optan a la nominación.

14.41. Se hacen de rogar los presentadores. Siguen saliendo los ejecutivos de los Emmy y CBS para dar sus discursos.

14.35. Pero Mara tendrá sustituto: junto a Aaron Paul aparecerá Neil Patrick Harris. A la presentación de la gala suma el anuncio de los nominados.

14.33. Alan Perris está haciendo las presentaciones del equipo de los Emmy de este año. Y parece que se confirma: Kate Mara no anunciará los nominados. Problemas con el avión, ha dicho Perris.

14.31. Parece ser que Kate Mara no estará en la presentación de los nominados. ¿Será una broma?

14.25. En comedia existen muchas series dispuestas a poner fin a la hegemonía de Modern Family. Ficciones como Louie, Girls The Big Bang Theory acechan a la ganadora de estos últimos años.

 14.21. Kerry Washington (Scandal) y Matthew Rhys (The Americans) también están en las quinielas para obtener la nominación como mejor actriz y actor dramático respectivamente. En los secundarios, sorprende la presencia de Mads Mikkelsen (Hannibal), ya que es el auténtico protagonista de la serie en la que participa y quizá debería estar en la categoría principal.

14.18. Entre los candidatos a dar la sorpresa todas las miradas apuntan hacia Tatiana Maslany, por su papel en Orphan Black. También está por ver qué ocurre con Game of Thrones, que podría quedarse fuera en la categoría de mejor serie de drama por toda la competencia que existe.

14.13. Está previsto que el acto donde se comunicarán los nominados empiece entre las 14.15 y las 14.30 hora española. Y lo presentarán dos posibles candidatos a los premios: Kate Mara, por su papel de Zoe Barnes en House of Cards, y Aaron Paul, que se ha hecho dos veces con el galardón en la categoría de Mejor secundario de drama por Breaking Bad.

 

Los buenos siempre ganan en The Newsroom

Este lunes fue un día de peleas entre periodistas. De preguntas dictadas desde el poder. De directores que obedecen al que manda en el país. De estrellitas que van de independientes y luego asumen un pacto con aquel al que han de cuestionar. Una trama con jefes de Gobierno que llevan la respuesta escrita y la leen sin sonrojarse. Con informadores que dan respingos en el asiento después de que su plan para hacer las preguntas que consideran más adecuadas, dadas las limitaciones impuestas, no salga bien. Aunque esta última situación también sea su culpa por no plantarse cuando se les está boicoteando. En resumen: un conjunto de escenas donde los malos siempre ganan. La vida real.news1

Eso es algo que no pasaría jamás en The Newsroom, que este domingo regresó a HBO. Por mucho que se tuerza el asunto para Will McAvoy (Jeff Daniels), MacKenzie McHale (Emily Mortimer) o Charlie Skinner (Sam Waterston), la moneda acabará cayendo de cara conspiración del universo mediante. Aquí te puedes plantar ante el jefe aun con una amenaza de despido. Puedes meter la pata a la hora de contrastar una historia y luego usar ese error para tu beneficio en pos de presentarlo como un ejemplo de independencia.

Podríamos resumirlo en tener el lujo de llamar a las cosas por su nombre. Es la suerte que tiene Aaron Sorkin por el trabajo que desempeña: puede hacer lo que le da la gana para ponernos los pelos de punta y hacernos pensar a los que nos dedicamos a esto «ojalá pudiera hacer eso».

The Newsroom no es periodismo. Y tampoco hay que pedirle que lo sea. ¿O acaso se le exigía a The West Wing que representase la política estadounidense? No. Simplemente nos atrae el idealismo y la integridad que desprenden. Lo buenos que son los guiones y sus personajes. Además del ritmo y el humor socarrón de cada diálogo. Eso es una historia de Sorkin: algo bien armado donde no existe la lentitud. Una serie buenísima y que no puedes dejar de ver. Y que es completamente ficticia.

news2

Porque para aquellos que no os dediquéis al periodismo (que buena y mala suerte tenéis a la vez) lo que ocurre en la redacción de News Night no es ni por asomo, y como ya sabréis, lo que podría acontecer en el día a día de cualquier medio. La única realidad es el amor por la profesión, los horarios intempestivos y el agobio inmediato cuando surge la noticia. Sí, las rencillas entre compañeros y las broncas de los jefes también son ineludibles en el espacio de trabajo, pero eso es algo que ocurre en cualquier empresa. E incluso los líos amorosos o no entre redactores o entre éstos y sus superiores.

En cuanto al capítulo en sí hay poco que decir. Ha sido un regreso muy flojito, sin la emoción que hubo en los 10 episodios de la primera temporada por culpa de momentos ya inolvidables en la historia de la televisión. Como siempre, habrá que esperar a la genialidad de Sorkin. La cuestión es que ahora tienen un problema bastante serio por una noticia que no confirmaron de la manera adecuada, y será ésto sobre lo que gire el argumento en esta entrega. Los otros temas de ‘actualidad’, dado que los hechos comienzan en el verano de 2011, serán la revolución en Libia, la campaña electoral de los candidatos a presidente de Estados Unidos o el décimo aniversario del 11-S, entre muchos otros.

¿Cómo están ahora los personajes? Will y MacKenzie siguen con su tira y afloja. Charlie lidiando con la jefa Leona (Jane Fonda). Jim (John Gallagher, Jr.) luchando contra su espíritu pusilánime mientras Don (Thomas Sadoski) intenta aclarar sus sentimientos profesionales y personales. Sloan (Olivia Munn) sigue estando igual de bella y cada día es más graciosa, a la vez que Neal (Dev Patel) no para de buscar la noticia más reivindicativa que le haga soñar con un mundo más justo.news3

Pero si hay algo que molesta especialmente en esta nueva temporada es el corte de pelo de Maggie (Alison Pill). No os enseño una foto de cómo está ahora esta chica porque no quiero spoilear. Pero si ya era insoportable en la serie por su actitud, imaginad ahora que va hecha un adefesio. ¿Por qué? Aún no lo sabemos. Y tampoco sé si quiero saberlo, porque vaya tela.

La serie nos lleva a un ambiente utópico, en el que los buenos siempre ganan y los malos se plegan ante ellos. Algo deseable para los periodistas, pero irreal en la práctica, ya que tenemos la poca cabeza de enzarzarnos entre nosotros en guerras en las que siempre vamos a salir perdiendo.

Es cierto que existen medios sin directores que se arrodillan ante el poder (por no decir otra cosa) pero éstos son minoría. Y también que la mayoría de periodistas no se pone al servicio de los políticos o del poder financiero con el simple gesto de rechazar sus regalos. Pero son esos profesionales pelotas los que nos hacen fantasear más aún con nuestro The Newsroom particular al autoconvencernos de que la vida puede y debe ser mejor.

La serie gusta mucho a todo aquel que no tiene nada que ver con el periodismo. Quizá sea porque no se parece en nada a lo que hacemos los periodistas actualmente.

Un actor que cantaba muy bien: Cory Monteith de Glee

Siempre es más chocante la muerte de una persona joven. Aunque ya conozcamos los entresijos del mundillo del cine o la televisión y los vicios enfermizos que suelen acompañarlo. Que alguien conocido por su trabajo en una serie fallezca no va a dejar de sorprenderte sea cual sea la razón del deceso. Conteith2

Aún no se sabe cómo ha muerto Cory Monteith con tan solo 31 años. Las primeras especulaciones van a lo fácil. Es de sobra conocido que este chico tenía problemas con las drogas. Pero no hay nada confirmado. Por ello, no le voy a dar bola a ni uno de los rumores que ya circulan.

Prefiero centrarme en que Monteith era un actor muy correcto que cantaba muy bien. Que hacía un muy buen papel en una serie tan particular como Glee. Y que era la envidia de muchos por tener la suerte de ser el novio de Lea Michele, su compañera en la ficción de Fox.

Conteith3

El giro que ha de dar Glee desde ahora ante la muerte de uno de sus protagonistas es completamente secundario. Lo único que importa es que ha muerto un chico jovencísimo cuyo trabajo era entretener a la gente. Esa es la razón por la que considero que no merece otro post que no sea uno en el que se le recuerde haciendo lo que mejor sabía hacer.

Y sinceramente, no me salen más palabras para contar que ha fallecido alguien que solo me saca unos años. Escuchémosle, pues.

En este Don’t Stop Believing, que recuerda a James Gandolfini, Monteith y Lea Michele hicieron una versión muy aceptable

Con todo el elenco de Glee, Monteith puso música a la intro de los Emmy 2010

Se atrevió con Can’t fight this feeling

Y para finalizar, de nuevo con Michele, We’ve got tonight

Mucha cúpula y pocas nueces: Under the Dome

Las nuevas series del verano ya están aquí. Este mes de julio va a estar cargado de varias novedades, algunas completamente inéditas mientras que otras son adaptaciones de ficciones de otros países (caso de The Bridge). Como ya anuncié en posts anteriores, siempre voy a optar por ver tres o cuatro capítulos de todos los estrenos antes de atreverme a recomendarlos o no. Lo haré así porque con un episodio no se pueden sacar conclusiones. Quizá con unas pocas entregas tampoco sea suficiente, pero eso al menos te permite hacerte una idea de por dónde van los tiros y qué es lo que te gusta y lo que no. Por tanto, ha llegado el momento de hablar del nuevo ‘hijo’ de la cadena CBS: Under the Dome. 941990_455577184528948_1102091452_n

Confieso de antemano que no he leído el libro de Stephen King sobre el que está adaptada la serie. Pero tampoco creo que sea imprescindible, ya que todos sabemos que un guión televisivo y una novela no tienen nada que ver. El trabajo de los actores y directores contra el de nuestra imaginación no da lugar a comparativa alguna. No dudo de que la historia original de King sea buenísima como casi todo lo que ha hecho este hombre. Pero esto no se ve reflejado en los tres episodios emitidos hasta ahora. Porque es muy lenta y poco entretenida, pero paradojicamente su argumento sí es muy interesante. El problema es que sus responsables no están sacando todo el jugo de la trama que ideó el escritor.
Under the Dome trata sobre un minúsculo pueblo estadounidense que de repente se ve atrapado por una cúpula invisible e indestructible que parece haber caído del cielo sin razón aparente. Todos los que están entre los límites de esta curiosa construcción están atrapados sin posibilidad alguna de escape. Y ahí es cuando comienzan los problemas entre los habitantes y visitantes de Chester’s Mill.

1014353_471484659604867_1152643422_nEntre los damnificados por el problemilla que ha surgido sin razón aparente hay de todo: un mercenario que ha ido a realizar un encargo de los típicos en su profesión, un político chanchullero que quiere más poder, una periodista entrometida, una policía poco experimentada que se encuentra con que ha de mantener el orden de repente o un cura farlopero. Pero también está el chaval universitario que se vuelve loco por la chica guapa que pasa de su cara, el adolescente listillo y naif que aún no se ha comido una rosca en su vida, o la jovencita rebelde que pasa de sus dos madres. Y aparece Zelda, la tia de la bruja Sabrina, que es la dueña del bar del pueblo y que creo que no tiene nada que ver con ese muro mágico. Velázquez se lo habría pasado muy bien con este reparto, vamos.

Ante tal variedad sería complicado que los personajes no diesen juego durante su experiencia en cautividad. Sobre todo, destacan el concejal ‘Big’ Jim (Dean Norris) y su hijo Junior (Alexander Koch), que proyectan dos tipos de locura que los hace únicos y muy antipáticos para el espectador. Y no, no me olvido de Dale ‘Barbie’ (Mike Vogel), al que vimos como capitán de avión en la injustamente tratada Pan Am, que aquí muestra un cambio de registro admirable.1010315_471484442938222_1871653404_n

En resumen, todos los actores están correctos y resultan creíbles, por lo que no se entiende que este buen hacer de éstos no se traslade a unas tramas lentas y pesadas. De eso no tiene la culpa el libro, porque como ya he dicho el fondo sí es llamativo e incita a ver la serie. Y esta carencia de ritmo que resta toda la calidad puede acabar en cancelación, como ya hemos visto otras veces.

A lo importante: ¿merece la pena darle una oportunidad a Under the Dome? Sí. ¿Engancha tanto como para seguirla semanalmente? No. La única solución sería ver todos los capítulos de la temporada seguidos, que es la manera de que algunas series puedan gustar. A mí no me queda más remedio que verla. Pero si estuviese en otra tesitura, la pondría en stand by hasta que finalice su primera remesa y ya zampármela entera en unos días. Eso os permitiría centraros en todo lo que iré recomendando en los posts de este verano, ya sean novedades, regresos o series recientes o míticas que no hayáis visto.

A mí me ha dejado frío en estos tres episodios. Aún así, soy optimista, ya que me ha despertado el interés por leer el libro de Stephen King. Todo porque quiero saber a qué se debe todo lo que está pasando en Chester’s Mill.

Si es que las series sirven hasta para fomentar la lectura. ¿Entendéis ahora por qué son lo mejor que tenemos en la actualidad?

Un verano con Luther

Que haya menos series en antena durante el verano es una bendición para aquellos que queremos (debemos) seguir tantas. Esto te permite aprovechar para ver aquellas que tienes pendientes, ponerte al día con los capítulos que te faltan de otros, o simplemente dedicarte a las habituales de estos meses más ligeros en cuanto a variedad. Porque hay cadenas que prefieren reservar para la estación vacacional algunas joyas ineludibles. Y una de esas es LutherQue no es ni mucho menos la típica ficción sobre polis que resuelven casos.

Luther1He de admitir que quizá hable desde el enamoramiento, debido a que considero a Idris Elba el dios actual de la interpretación. No existe un actor televisivo en la actualidad que le llegue a la suela de los zapatos a este pedazo de negro que es bueno en todo lo que se proponga. Cuando quiere ser un cerdo sin escrúpulos, lo es. Si le corresponde hacer de un narcotraficante ambicioso, como hizo en The Wire, crea un personaje inolvidable. Y si como en este caso lo que toca es un policía atribulado con unos métodos expeditivos para resolver casos, lo clava.

Para los que no sepáis de qué estoy hablando, Luther es eso: un policía leguleyo muy peculiar que es tan bruto como inteligente. Por el que todos se preocupan, ya que es complicado prever qué se trae entre manos y cuál va a ser su siguiente locura. Pero sobre todo, un tipo avispado que gracias al buen guión y al talento de Elba no se destapa en ningún momento como el típico detective listillo que desentraña los casos de una forma creíble y sin advenimientos. Vamos, que no resuelve los crímenes con supuestas señales en farolas o semáforos como hace Dan Brown.

En esta serie de la BBC, que acaba de estrenar su tercera temporada, John Luther y sus compañeros se enfrentan a casos que podríamos definir como creepys siendo generosos. La grima que dan los malos es insólita, y a veces hasta tienes que retirar la vista del asco que puedes llegar a sentir. Pero es que encima son escurridizos y parecen casi imposibles de atrapar. Esto es lo mejor que tiene esta auténtica obligación televisiva: unas tramas originales, en las que hay artificios, y que siempre te hacen reflexionar sobre por qué se cometen cierto tipo de crímenes.

Luther2Porque las historias, como el protagonista, incluyen una enseñanza útil. Aportan algo que no te deja indiferente. No existe esa trascendencia que me he hartado de repetir que no soporto, ni siquiera una carga moral. Y lo que es más importante: Luther entretiene. La ves con alegría y la disfrutas. Es de las que te da sensación de mono cada vez que se acaban sus cortas temporadas veraniegas. Por eso es imprescindible.

Gran parte de culpa de los elogios anteriores la tiene Idris Elba (que suena mucho para ser el nuevo James Bond). Este hombre te engatusa quieras o no. Logra que empaticemos con su policía contundente e iconoclasta sin esforzarse mucho. Es lo que tiene ser el mejor (aunque imagino que sobre esta aserción habrá debate). Porque este rol que desempeña no es el del típico agente de la ley que ve una prueba donde antes no había nada. Este cae bien y no rechina la forma en la que alcanza sus objetivos.

Si buscáis series para el verano, Luther os enganchará desde el minuto 1. Y si os gustan las historias nada convencionales, más aún.

Mario Conde: una vergüenza televisiva

Imagínate que te encargan hacer una serie sobre un personaje tremendamente antipático para cualquiera con un mínimo de sentido común. Menudo marrón, ¿no? Empiezas a buscar cómo plantear el biopic en cuestión, si deberías contarlo desde una visión, de otra o desde todas. Ya sabes de antemano que te van a dar hasta en el carné de identidad, puesto que vas a contar a través de la tele la vida de alguien peculiar. Tras tu brainstorming y las divagaciones que conlleva, tomas la decisión: escribirás el guión en base al libro del protagonista, en el que él se presenta a sí mismo como una persona encantadora y víctima de las conspiraciones de la oligarquía dominante.

Entonces ocurre lo previsible. Que haces una soberana basura de miniserie por tu mala cabeza, además de por haber elegido como documentación principal la historia que cuenta ese ser despreciable para una gran parte del público (con la excepción de los de su cuerda, claro). Y la culpa no es de nadie más: solo es tuya. Eres el único responsable de que te haya salido una hagiografía por optar por un guión que incluye la más sesgada de las visiones sobre tu estrella.

Foto: telecinco.es

Foto: telecinco.es

Antes de darte ese baño de realidad te toca preparar la serie en sí. Has de elegir a los actores, que deberán guardar un cierto parecido con los personajes de la historia real. Tu casting deberá ser extremadamente minucioso, ya que te dispones a relatar algo que estará bajo el paraguas de esa frase tan grandilocuente como es «basado en hechos reales».

¿Lo consigues? No. Porque algo mal planteado y con una concepción infame está condenado a tener unos intérpretes desastrosos.

Exceptuando a tu protagonista, que está correcto, te das cuenta de que el resto son un mondongo. En concreto, los elegidos para los roles de presidente del Gobierno, líder de la oposición y rey de España llegan a ser gloria pura. Inolvidables por lamentables, tanto por su caracterización como por su interpretación. Pero bueno, ya que vas a beatificar a tu personaje principal, que el resto parezcan tontos no supone mayor problema para ti. Aunque puede que solo te des cuenta tras ver lo que has hecho en la tele de plasma de tu salón.

También te tocará apostar por un ritmo u otro para las tramas, ya que el objetivo de toda ficción que aspire a gustar al público es lograr que éste no se pierda. Que pueda seguir con facilidad lo que pasa en un momento u otro. Dado que ya estás metido por completo en tu propio despropósito, no lo haces. No hay manera de engancharse a tu creación. Has conseguido todo lo contrario: es un suplicio. Es aburrida hasta poder llamarla coñazo. Es una mierda y una vergüenza, vamos.

Siempre se han llevado a la pequeña pantalla historias de villanos que generan auténtica pasión en el espectador. Gente que consideraríamos repugnante si nos hubiese tocado tratar con ellos, pero que en una adaptación televisiva gustan y atrapan. Incluso llegas a ponerte de su lado, por ese afán que tenemos de empatizar con el malo de la historia por el simple hecho de que nos gustaría ser como él. Y todo porque nos lo muestran como un ser auténtico, que no es tan malo, y que solo pretende defender lo suyo. Aunque eso conlleve cometer unos cuantos delitos.

Foto: telecinco.es

Foto: telecinco.es

El problema es que el protagonista de este post no entra ni por asomo en ese selecto grupo que acabo de describir. No entusiasma, sino que genera rechazo. Porque Mario Conde es un ladrón que se creyó más listo de lo que era y al que procesaron por robar fondos del banco que presidía. Que además tiene el honor de poseer dos condenas firmes, una del Tribunal Supremo y otra de la Audiencia Nacional. Y que encima según su serie es un ejemplo de cómo lograr el éxito, además de un damnificado por los poderosos.

En definitiva, un delincuente presentado como un héroe desde una historia televisiva. Y nada más. Pero eso no parece importar a Mediaset, que por mucho que se empeñe en lavar su imagen no lo va a conseguir. Aunque solo les haya faltado decir en la miniserie que obró la paz en el mundo.

Pero el hecho es incontestable. Y es que Mario Conde es un saqueador, por muchos libros que escriba y a pesar de todos los biopics y programas especiales que le quiera dedicar Telecinco.

Lo que pienso de la miniserie en sí creo que ha quedado bastante claro. Aunque lo más triste es que la ficción española sigue, y seguirá, zombi. Y para eso no hay antídoto a la vista.

Madurando en Skins

Cuando Bryan Elsley y su hijo Jamie Brittain decidieron escribir una serie sobre las vicisitudes de la juventud británica tenían claro que ésta debía ser completamente fiel a la realidad. Empezando por la edad de los actores, que debían tener los mismos años que los personajes que iban a interpretar. Y siguiendo por contar en las tramas cómo viven y qué hacen para divertirse los chavales en sus dos últimos años de instituto.

Y así lo hicieron: encontraron varias joyas de 16 años que transmitieron a la perfección la que sería su vida sin las órdenes de un guión (aunque no sé si se drogaban tanto en su vida diaria) y apostaron por unas tramas que, aun siendo algo exageradas, pasaban por un retrato aproximado de la vida de un núcleo importante de chicos y chicas con estas características. Solo con eso, lograron que Skins triunfase.

Antes de hablar de lo nuevo, confesaré que ha sido una de las que más me ha puesto los pelos de punta. A mí, y supongo que a muchos, Skins me ha jodido la vida en el sentido de que sufría con la mayoría de sus tramas. Porque estos niños actores empleaban a la perfección todos sus recursos, y con ellos tocaban la fibra del espectador por medio de tribulaciones, desengaños o muertes. De no ser buenos, no habrían acabado en otras series con papeles protagonistas (Joseph Dempsie en Juego de Tronos) o dando el salto al cine (caso de Nicholas Hoult).

Ahora, tras algo más de un año y una supuesta película a la que podríamos calificar como ‘schrodingeriana’, ya que sabemos que se rueda y a la vez no, ha vuelto Skins. Y lo ha hecho para despedirse definitivamente. Los síntomas de desgaste que ya mostró en la sexta temporada, la peor de todas sin duda, evidenciaron que necesitaba un final en el que se recuperase la auténtica esencia de la serie. Y Brittain y Elsley supieron ver que su creación ya no tenía solución posible. Ni con un desfibrilador al máximo de potencia.

Los encargados del adiós van a ser tres de sus protagonistas inolvidables: Effy (Kaya Scodelario), Cook (Jack O’Connell) y Cassie (Hannah Murray), los dos primeros de la segunda generación y la última de la primera (aunque Effy apareció en ambas). Todos ellos, auténticos monstruos de la interpretación que apenas superan la veintena, recuperan sus roles de femme fatale maquiavélica, leal, borracho y violento, e insegura y enferma, respectivamente. Pero de una manera muy distinta: han crecido. Han madurado. Y el fondo de su persona lo conservan, pero lo que ven los demás no. Skins

En el primer capítulo de esta séptima entrega queda muy clara la intención con la que regresa Skins. Effy ya ha dejado atrás su época de desfase del instituto y ahora trabaja en un hedge fund. Un entorno que no se podría ajustar mejor a lo que es ella, dado que vivir al límite y disfrutar con ello es lo que más le gusta. Antes lo hacía metiéndose en problemas y abusando del alcohol y las drogas. Ahora goza con cuentas de capital de riesgo en las que puedes ganar una millonada o perderlo todo en un solo minuto. Pero de fiesta sigue yéndose todas las madrugadas, que esta chica tiene un aguante que ya quisiera Miguel Ángel Rodríguez. Y por supuesto, también continúa seduciendo hombres que no le convienen. Aunque parece que ya escarmentó con respecto a los niños del instituto.

Este inicio del adiós definitivo de la serie de E4 también cuenta con Naomi (Lily Loveless), la hipocondríaca lesbiana que, sin saber qué hacer con su vida tras pasarse los días fumando y bebiendo, opta por explotar talentos que no tiene. Y en el próximo capítulo aparecerá Emily (Kathryn Prescott), una de las gemelas de la segunda generación y que no sabemos muy bien qué estará haciendo. 

Nos queda por ver qué ha sido en estos años de Cassie, y sobre todo de Cook, al que la última vez que vimos fue abalanzándose contra alguien gritando su famoso «I’m Cook!«. Porque este chico que solo se preocupa del sexo, el alcohol y las peleas fue uno de los notables descubrimientos televisivos por todo lo que expresaba con una simple mueca. Era el típico personaje al que se odia y se quiere por igual, ya que por un lado te revienta que sea un gilipollas integral, y por el otro te enternece con su inseguridad y la lealtad que profesa a sus amigos (aunque antes les putee).

EffyDe Cassie (sí, es la amiga de Samwell en Juego de Tronosespero que nos la presenten con otro aire, ya que si bien fue uno de los personajes que más impactó en las dos primeras temporadas, también era uno de los más desaprovechados. Y eso que en la mayoría de ocasiones que se lo permitían daba juego. Lo único que está claro es que los tres no pueden ser esos estudiantes que vimos tiempo atrás. La madurez llega de una manera o de otra. Y Elsley y Brittain ya han demostrado que saben perfectamente cómo adaptar un guión a la edad y la rutina de sus protagonistas.

Skins es divertida. Y también un dramón muy serio. Pero no todas las ficciones logran que estés llorando y maldiciendo todo lo que se te ocurra después de acabar un capítulo. Eso es lo que me pasó a mí, especialmente en la cuarta temporada. Y no sabéis cómo me alegro de que regresen para enmendar los desmanes de los últimos capítulos del año pasado. Aunque hayan tardado.

Por cierto, no dejéis de escuchar su banda sonora. Es insuperable.

Bonus: ya hay actor para interpretar a Oberyn Martell, la víbora roja de Dorne, en Juego de Tronos. Se llama Pedro Pascal. ¿Qué os parece?