Homeland se enfrentaba a un reto importante al volver a Estados Unidos, más a Nueva York, una ciudad que en el cine ha vivido todo tipo de catástrofes, y que en una serie sobre terrorismo no podía salir muy bien parada. ¿Qué podrían inventar los creadores del popular thriller para estar al nivel de la anterior, en la que se narraba un intento de atentado en Europa, en el centro de Berlín? Desde la segunda temporada bisagra, y sobre todo desde la fallida tercera entrega, Homeland se había trasladado a otros países para estar al día de la actualidad, y para proponer intrigas y ataques que en Estados Unidos no serían probables. La cuarta y la quinta parte, que contaban el asalto a la embajada estadounidense en Islamabad, en Pakistán, y los movimientos yihadistas en Alemania (con la tragedia de París reciente aún en la memoria), eran la excusa perfecta para resetear una ficción que parecía haberlo hecho todo. Y lo consiguieron: las críticas fueron notables, y el público también se reenganchó.
En la quinta temporada, Homeland ha propuesto otro cambio, en este caso más sutil y que requiere también la participación del espectador, aunque muchos le han dado la espalda. No es una Homeland de grandes explosiones ni magnicidios (o no muchos, al menos), pero es totalmente fiel al espíritu conspiranoico y crítico de la serie, y pone sobre la mesa (con algún que otro momento Black Mirror, para qué lo vamos a negar) temas que asustan. Recuperamos a Carrie Mathison de vuelta a Estados Unidos, en Nueva York, donde trabaja en una fundación de ayuda legal a colectivos minoritarios. La detención de un joven musulmán introducirá a la exespía en una trama institucional, paralela a la elección de una presidenta de Estados Unidos reacia a las acciones de la CIA, comandada por Dar Adal y Saul Berenson. La recuperación de Peter Quinn desencadena la parte más emocional de los personajes, sobre todo en Carrie, que se enfrentará a la culpa por el estado de su colega y por la seguridad de su hija.
SPOILERS! Si no conoces la última aventura de Carrie Mathison, no sigas leyendo.
Podríamos decir que el desarrollo de esta entrega de Homeland ha sido el más apacible. A excepción de varios capítulos a mitad de temporada, el del ataque a la casa de Mathison y el de la explosión en Manhattan, así como el desenlace, la serie se ha encargado de construir la tensión de su trama conspiranoica más ambiciosa (con el pulso visual, eso siempre, de Lesli Linka Glatter). Lo más interesante es la propuesta política: cómo instituciones superiores incluso a la presidencia de Estados Unidos, como la CIA, generan una cultura del miedo para promover la criminalización antiterrorista de los ciudadanos que consideran sospechosos, y cómo ponen en marcha una maquinaria promocional para transmitir la apatía política a través de internet y las redes sociales. El episodio final ha dividido a muchos. Es algo anticlimático, pero abre la puerta a una trama inquietante: la presidenta electa (gran Elizabeth Marvel) se contagia de ese terror forzado y se convierte en una dirigente censuradora y dogmática.
La evolución de los protagonistas ha sido más sensible, pero también muy coherente. Las dos grandes figuras han sido Peter y Carrie: el primero, enfrentado a las secuelas del ataque con gas sarín, logra salir del inmovilismo y se sacrifica por su compañera en una muerte final; ella debe encarar la culpa por haber sacado a su colega del coma y haber precipitado su estado, y también al intento de Dar Adal de quitarle a su hija. Hemos conocido a una Mathison mucho más centrada e igual de inteligente y lúcida, y creo que es en parte eso, el hecho de optar por la sutilidad y la falta de efectismo, lo que ha provocado la incomprensión de los espectadores. ¿Preferimos a Carrie medicada o sin medicar? ¿Preferimos la Homeland rabiosa y paranoica o la crítica y actual? Es la pregunta que os propuse hace unos días en una encuesta doble. ¿Cuál es para vosotros la mejor temporada de la serie? ¿Y la peor? Es una manera de hacer balance de su evolución, una de las más irregulares e interesantes de la televisión contemporánea.
El resultado es claro y más que comprensible: la temporada preferida de la audiencia (con casi un 42% de los votos) es la primera, y la más reprobable la tercera (con un 44%), elecciones que coinciden además con las mías personales. Está claro que el fenómeno que supuso Homeland en sus inicios ha dejado una profunda huella en el recuerdo de los seriéfilos: no solo era una serie totalmente adictiva, sino que tenía un discurso muy estimulante, extremo y rabioso sobre la forma en que los norteamericanos se enfrentan a la política antiterrorista en la actualidad, todavía lamiéndose las heridas del 11S. Que la tercera entrega sea la más criticada no hace falta explicarlo: Homeland pagó con eso haber estirado el chicle de Nicholas Brody y no haberle dado una resolución convincente en las temporadas iniciales. Sea como sea, echemos de menos o no una Homeland que ya no existe, debemos celebrar que aún está entre nosotros, y que deja ideas tan atrevidas e interesantes como las de esta última temporada. Preparaos para las dos siguientes.
¿Qué os ha parecido a vosotros la sexta entrega de Homeland? ¿Estáis de acuerdo con los resultados de las encuestas?
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Me ha gustado mucho la temporada y nos deja esa escena final de Carrie mirando fijamente el Capitolio ¿estará meditando meterse a política?.
13 abril 2017 | 2:49 pm
Cuando pasará la quinta y sexta temporada en Netflix ya quiero co tintura viéndola desde México. Gracias
14 abril 2017 | 6:30 am
«Comunidad Judía del Hotel ….Ra de Calafell (Tarragona)
Porqué matasteis al Nazareno? al Hijo de Adonaí?
Reconocerlo!!! o seguiréis siendo un «pueblo cautivo de Egipto»
Así´sea.
Amén!
14 abril 2017 | 9:57 pm
Homeland para mi gusto es una serie que se esta alargando mas de lo necesario…
22 abril 2017 | 4:24 pm
Homeland me parece una serie excelente. Termina un capítulo y se inicia el siguiente sin respirar siquiera. Considero a Homeland una serie adictiva. Los personajes me encantan. Tan humanos y a veces tan descarnados. Me apenó la muerte de Peter Quin. Podría haber seguido deleitandonos con las características mas crudas de su personaje. Espero con gran entusiasmo la septima temporada
02 julio 2017 | 12:44 am
Me ha gustado mucho esta serie, cada temporada plantea una reflexión muy diferente, en mi opinión. Y la temporada sexta, a excepción del tema Peter, me ha encantado. Una vuelta de tuerca más a los problemas vinculados con el terror que tenemos como potenciales en nuestra sociedad actual. Los personajes son fantáscticos, llenos de matices, nunca sabes en quién confiar.
01 septiembre 2017 | 10:14 am
Temporada muy floja. Posiblemente la mas floja de la serie.
31 enero 2018 | 7:03 pm
esta es la peor temporada que e visto, es mejor ir a ver un sexy video de shakira que ver esto
16 abril 2018 | 6:10 am